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Voces & Versos Grandes Universos Vol. 3
Voces & Versos Grandes Universos Vol. 3
Voces & Versos Grandes Universos Vol. 3
Libro electrónico323 páginas2 horas

Voces & Versos Grandes Universos Vol. 3

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Información de este libro electrónico

Esta tercera antología entrega una gran riqueza expresiva y un amplio compendio de sentimientos y miradas de la vida, la muerte, el amor, la soledad, los sueños y los desamores, todo ello gracias al talento de hombres y mujeres de diversas regiones de Colombia. 
En cada una de estas páginas confluyen la vida, los sueños, los ideales y todo el romanticismo…
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento12 abr 2022
ISBN9789585224667
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    Voces & Versos Grandes Universos Vol. 3 - Antologia Varios

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    Proyecto animado y orientado por:

    Volumen 3

    Al abrir las páginas de este libro, parecemos como el amante deseoso que, con ansias y expectativa desnuda a su bella amada, de manera calmada y deleitándose al hallar bajo cada prenda volcanes encendidos, placeres que lo incitan a continuar buscando lo que anhela y finalmente obtiene

    —Alina María Angel Torres

    Volumen 3

    Título del libro:

    Antología poética VOCES & VERSOS

    Grandes universos. Vol. 3

    Autores:

    Alcides Sinisterra Angulo (Guapi – Cauca, Colombia)

    Blanca Aurora Gómez Londoño (Roldanillo – Valle del Cauca, Colombia)

    Blanca Oliva Arenas Rojas (Roldanillo – Valle del Cauca, Colombia)

    Catia De Ávila Romero (Cartagena – Bolívar, Colombia).

    Cielo Terán Chaves (Bogotá – Cundinamarca, Colombia)

    Daysy Colorado Hurtado (Buenaventura – Valle del Cauca, Colombia)

    Dionicia Moreno Aguirre (Buenaventura – Valle del Cauca, Colombia)

    Edilberto Martínez Miranda (Granada – Meta, Colombia)

    Edinson Padilla Medina (Barrancabermeja – Santander, Colombia)

    Eduardo Augusto Vallejo Londoño (Medellín – Antioquia, Colombia)

    Emilio Alberto Restrepo Baena (Medellín – Antioquia, Colombia)

    Enrique Posada Restrepo (Medellín – Antioquia, Colombia)

    Jorge Eliécer Martínez Miranda (Acacías – Meta, Colombia)

    José Guillermo Ramírez Quintero (Granada – Meta, Colombia)

    Maira Alejandra Ordoñez Carabalí (Buenaventura – Valle del Cauca, Colombia)

    María Elcina Valencia Córdoba (Buenaventura – Valle del Cauca, Colombia)

    María Elfa Merici Carabalí de Peña (Villa Rica – Cauca, Colombia)

    Piedad Carmenta Rojas Cortés (Roldanillo – Valle del Cauca, Colombia)

    Rusbey Mayerly Garavito Ríos (Sanjuan de Arama – Meta, Colombia)

    Víctor Cerón Cartagena (Restrepo – Valle del Cauca, Colombia)

    Walter Tirado Sánchez (Granada – Meta, Colombia)

    Yuleisy Hurtado Angulo (Buenaventura – Valle del Cauca, Colombia)

    Editor:

    Édver Augusto Delgado Verano

    Apoyo editorial:

    Alina María Angel Torres

    Edilberto Martínez Miranda

    Jorge Eliécer Martínez Miranda

    Animación:

    LA CASA DEL POETA. P Carmenta Rojas C. – Bolívar – Valle del Cauca

    ISBN: 978-958-52246-6-7

    Tercera edición

    Diagramación:

    Jorge E. Rodríguez Martínez

    © Editorial Libros para Pensar s.a.s — Bogotá – Colombia 2022

    Cel: +57 315 837 05 84

    liderlibros@gmail.com – www.librosparapensar.com

    No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia u otro método, sin el permiso previo y por escrito del autor.

    Es ilegal reproducir, copiar o difundir cualquier parte de este documento en formato digital o en papel. Está totalmente prohibido registrar esta publicación.

    Medellín, Colombia

    Hecho en Colombia

    Printed in Colombia

    Queda hecho el Depósito Legal

    PRÓLOGO

    ¿Será que se encuentra al fin,

    un filósofo que entienda

    este cuerpo abstracto?

    —Blanca Oliva Arenas / Ser

    En los encuentros, talleres, tertulias literarias y en los diálogos continuos con muchas personas nos preguntan por qué continuamos apoyando la producción de libros de poesía y sobre todo estas antologías en las que –gracias a su talento y profundo sentimiento– brillan poetas de distintos lugares y múltiples gustos en lo que narran y como lo escriben.

    Ante la pregunta, que muchas veces es insistente, las respuestas son múltiples. Iniciaré diciendo que apoyamos estas publicaciones porque creemos que lo bello, lo estético, lo tierno y lo profundo debe continuar, permanecer, marcar y dejar huella.

    Nosotros promovemos estas publicaciones porque, quienes escriben deben ser escuchados y sus ideas difundidas; lo esencial, que es invisible a los ojos como la expresión poética, debe seguir viviendo ya que con ella se vivifican la esperanza y la fe.

    No nos cansamos de trabajar y recorrer caminos buscando y apoyando escritores, porque cuántos textos de innegable valor se habrán quedado en los mamotretos de los escritores, especialmente de provincia por falta de oportunidades.

    Seguiremos apoyando a los poetas; ellos son la voz de los profundos sentimientos, sean estos de reclamo, crítica, ovación, súplica, ternura o amor.

    Y cómo no vamos a seguir con estos trabajos antológicos, si en ellos visibilizamos a poetas emergentes, a nuevas figuras en la expresión y la escritura, quienes al verse en un libro se empoderan y proyectan hacia nuevos y mejores rumbos.

    Sin descuidar el darle fuerza a quienes ya tienen un recorrido en el arte y la creación literaria, seguiremos luchando porque en un país donde sólo se escuchan las voces de quienes jalonan grandes tirajes de ejemplares, nosotros hemos ido en pos de los más sencillos en la vereda, en la aldea, el centro poblado, la escuelita rural y las grandes metrópolis, siguiendo los postulados del poeta Rojas Erazo, quien a mediados del siglo pasado, premonitoriamente afirmó:

    Y por los caminos y por los ríos ruedan palabras, y por el aire y en las hojas que oscilan al caer, en los picos de las golondrinas y en las veletas de los campanarios hay palabras, palabras que muchos sedientos de espíritu ni siquiera pueden llevar a los labios.

    Y remata Jorge Rojas Erazo:

    Porque cada palabra soy yo mismo, y si muriera mis palabras caerían al suelo y las gentes pondrían cruces sobre ellas.

    Cómo no publicar estos trabajos cooperativos, si en medio de versos –rimados y libres– hemos ampliado la voz, silencio-grito del niño que exige delicadeza, de la niña que habla de amor, el adolescente que pide justicia, la joven que vela por su dignidad, el joven que pide calidad para él y los suyos, el señor que contempla el amanecer y suspira, la señora que juega con palabras y logra mejorar su familia, el abuelo que recuerda su infancia, y la abuela que insinúa erotismo. Cada uno, a su manera, pinta un amor, una caricia, un sueño...

    Cómo dejar de publicar, si en estos libros hemos visto que las palabras se convierten en valles, montañas, mesetas y llanuras de nuestro planeta; hemos viajado a todas las culturas, y con musicalidad se nos ha refrescado la vida misma en el mar, los ríos, las cascadas, los arroyos que conjugan y atrapan las lágrimas de Dios.

    Cómo no seguir publicando estos hijos (libros) colectivos, si en cada presentación nos hemos deleitado viendo el orgullo y empoderamiento de muchas personas gracias al arte, el conocimiento y la cultura, y esto denota un camino pleno en todo aquello que hace crecer al ser humano y le permite vislumbrar un horizonte cada vez más cercano.

    No nos cansaremos de acompañar a los escritores, sin distingo de raza, condición social, ideología o religión, porque cada libro que publicamos es una expresión viva, multicultural e incluyente que rescata la voz de niños, adolescentes, jóvenes y adultos; es la fuerza que aviva la llama de una hoguera que nos impulsa a crear paisajes armoniosos, cielos estrellados, callejones con portales mágicos que se abren como el horizonte de un mañana inundado con versos, encanto y música profunda que resuena y nos libera.

    Seguiremos luchando por la lectura y la escritura porque cada libro –como cada persona y pueblo– tiene su historia, su identidad, su expresión, su tono, color y sabor.

    En medio de un mundo conmocionado por rumores de guerra y enfrentamientos bélicos, naciones contra naciones, padres contra hijos, plagas, tsunamis y virus, como el cacareado COVID 19, la poesía es aire fresco que impregna de optimismo, de fe, de futuro a la humanidad.

    La estética de la palabra hecha poema, da un tono multicolor a nuestras vidas, hace que la ternura no desparezca en el diccionario de un mundo que –muchas veces– se torna indiferente, caótico, desesperanzador, cansón, agotador y sin sentido.

    La poesía nos transporta, mueve las fibras más profundas, se hace latente en la experiencia diaria, en el mundo propio y ajeno, en el real y en el imaginado, y esa frondosa planta de razones nos impulsa a seguirle impulsando el nacimiento de mucho más fruto y follaje.

    Como amantes de la literatura es nuestra obligación permitir que siempre estén dispuestos a degustar lo bello y no dejar pasar de largo el mensaje de los escribanos de ayer, hoy y mañana.

    Ustedes comprenderán por qué no tomo más declamaba el Indio Rómulo en una de sus composiciones rústicas pero llenas de verdades. Luego de estos considerandos, ustedes entenderán, carísimos lectores, el porqué de ese fuego que nos arde como lava hirviente dentro de nuestros corazones y que nos impulsa a continuar con esta tarea vivificante.

    Poetas y narradores de todas las coordenadas de este planeta, nuestras páginas están abiertas para que las llenen de poesía, por no decir de vida, arte, conocimiento y cultura en abundancia.

    —Édver Augusto Delgado Verano

    ALCIDES SINISTERRA ANGULO

    Alcides Sinisterra Angulo, nació el 14 de marzo de 1932, en el corregimiento Olaya Herrera, Guare, Guajuí, (Guapi–Cauca) hijo de José Antonio Angulo Cuero y Felisa Sinisterra Caicedo, en los primeros años, se dedicó a trabajar en agricultura, al corte de madera y a la pesca. A los 18 años viajó a la ciudad de Cali con anhelo de contraer nupcias, pero no se le dieron los sueños, por eso resolvió mirar hacia al Valle, donde se enganchó en la nómina de los ingenios Pichichi y Riopaila, después se arriesgó en negocios ambulantes, siembra de coco y otros cultivos.

    A los treinta años, se casó con Francisca Montaño Sinisterra y fueron bendecidos por Dios, tuvieron 12 hijos, de los cuales se criaron 7, en su entorno familiar fueron arropados por la felicidad. Disfrutaban de una vida sin nada que lamentar. Esto para él, era motivo de regocijo, porque siempre tuvo la compañía de una señora inigualable.

    Realizó sus estudios de primaria en la comunidad de San José de Guare, corregimiento Olaya Herrera, Guajuí, destacándose, como un excelente estudiante; ante la circunstancia de que en ese lugar no se pudo cursar el bachillerato, y le gustaba la academia, repitió la primaria dos años consecutivos.

    En Cali, realizó un curso en el instituto Infole School, de igual manera, en la Universidad Popular Sud Americana, sede Bogotá, realizó un curso de matemáticas, materia en la cual avanzaba con celeridad, pero como no portaba el título de bachiller, no pudo graduarse.

    Se graduó en el Bachillerato por ciclos en la Institución Educativa Manuel de Valverde en el año 2012, destacándose como uno de los mejores estudiantes del grupo, y obteniendo la mejor prueba ICFES en el municipio de Guapi.

    Cargos desempeñados

     Inspector Judicial en la Comunidad San José de Guaré, por un periodo de tres años.

     Presidente de la Junta de Acción Comunal en la comunidad, durante 10 años.

     Representante de la comunidad y colaborador de asuntos comunitarios.

     Es uno de los fundadores del Puesto de Salud de la comunidad.

     Miembro de la Cooperativa Agrícola del Pacifico Guapi (INCORA).

     Animador de la palabra de Dios, en su pueblo.

    EL AVENTURERO

    Señores he llegado aquí

    pero soy aventurero,

    he venido a que me muestren

    el camino verdadero.

    Esta pregunta se la puedo responder

    pero el que enseña mejor

    es el que tiene el poder;

    no lo podemos negar

    porque es el buen Maestro

    que nos viene a enseñar;

    lo hace con cariño

    y con toda autoridad.

    Démosle gracias a Él,

    por esta gran bondad,

    porque vino al mundo

    a vencer toda clase de potestad,

    y a mostrarnos el sendero

    que debemos caminar,

    para alcanzar la meta

    donde vamos a llegar.

    Gracias a Dios por darnos

    esta oportunidad

    y la sabiduría

    que nos protege aquí.

    LA HERMANA

    Yo tengo una hermana

    que es muy hermosa y querida,

    ella moraba en el campo

    y hoy vive en la ciudad,

    pero la distancia

    no nos puede separar.

    Es una mujer humilde

    que teje oficios varios,

    sólo tuvo cinco hijos

    y con ellos al barrio pobló.

    Tiene treinta nietos,

    treinta y cinco bisnietos

    y quince tataranietos;

    es hora que el gobierno

    la trate con atención,

    le preste pronto auxilio

    y le brinde protección;

    su esposo murió

    y luchando sola quedó,

    sólo con la ayuda del Señor.

    Es una mujer amable

    y su nombre de pila es,

    María Cristobaleña.

    EL CAZADOR

    Un cazador fue a cazar

    patos en una laguna,

    asomó un pato y le dijo:

    —cazarás pero las plumas.

    Al cazador le dio rabia e hizo secar la laguna,

    ahora no se consigue

    ni siquiera las espumas.

    y los patos se fueron para otra laguna.

    Los seres tienen sentido

    porque sienten el calor

    y también sufren el frío.

    Los patos se cuidan con amor:

    corren a rienda suelta

    cuando ven un cazador.

    Yo anduve cazando

    treinta años y un mes,

    en un terreno que abandoné

    cuando me prohibió el dueño.

    Yo nunca vuelvo a cazar ni de noche ni de día,

    porque las cacerías nunca traen alegría.

    Me retiro de la cacería

    yo se los voy a explicar,

    porque como consecuencias

    traen enfermedad.

    EL CELULAR

    Aquí hay una jovencita

    que es gordita muy hermosa,

    no se le puede quitar

    pero no sabe evitar

    las consecuencias del mal.

    Ella es muy educada

    tiene buena razón,

    no se le puede quitar

    pero tiene un detalle,

    que cuando sirve la mesa

    en vez de atender el plato

    atiende al celular.

    Ese es un error grave

    que yo no puedo entender,

    por qué cuando tiene el celular

    se le quitan las ganas de comer.

    Yo le doy muchos consejos

    pero no quiere atender

    las reglas de urbanidad,

    yo la quiero con cariño

    y le tengo buena estima

    porque me trata bien

    y es hija de mi vecina.

    Yo siempre la aconsejo,

    que no cambie el modo de ser

    para que la gente

    no la vaya a aborrecer.

    Pero ella

    se sabe comportar,

    por eso puede vivir

    en esta comunidad.

    EL BUEN GUSTO

    De los arroces de la costa

    hoy les vengo a decir,

    que el que tiene mejor gusto

    es el arroz Guacarí.

    El arroz Guacarí

    tiene mejor gusto,

    goza de perfección

    y también de buen sabor.

    Esta es la verdad

    que si lo pueden creer,

    que cuando no hay Guacarí

    no me dan ganas de comer.

    Me mandó a decir mi hermano

    el que vive en Barbacoas,

    que le mande Guacarí

    sea por lancha o canoa.

    Me decía mi mamita

    que viviéramos como hermanos,

    para no perder

    lo que habíamos ganado.

    Mi papá tiene un terreno

    en el río Elemí,

    allá es donde produce

    el arroz Guacarí.

    Allá está mi hermano

    él vive cerca del río,

    yo lo quiero mucho

    y lo trato con cariño.

    LA AMISTAD

    Yo tengo una amiga

    que vive en Santa Elena,

    ella nunca me ha querido

    pero yo la quiero a ella.

    Yo nunca llego a su casa

    sin pedirle permiso,

    hay que tener precaución

    para no caer, en las manos del dragón.

    El señor Benceno

    hombre muy precavido,

    un día entró a una reunión

    que no lo habían invitado

    y los de adentro dijeron

    denle caldo si ha sobrado.

    Es por este motivo

    que estoy remolón,

    para entrar en las casas

    donde hay invitación.

    Temiendo que no suceda

    como le pasó a Simón;

    lo mandaron a recoger

    las cenizas del fogón.

    Esto no lo

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