El Imperio portugués: Una guía fascinante de la historia de Portugal como potencia colonial y sus colonias en Asia, América del Norte y del Sur, y Oceanía

Por Captivating History

¿Alguna vez se ha preguntado qué país tuvo el primer imperio verdaderamente global? Pues siga leyendo…

La gente solía decir que «el sol nunca se pone en el Imperio británico» como forma de declarar la grandeza de Gran Bretaña. Pero fueron los portugueses quienes forjaron el primer imperio verdaderamente global. Los principales dominios de los portugueses envolvían el globo en línea recta, desde Brasil hasta Angola, desde Mozambique a la India y hasta Macao. Con sus dominios bajo múltiples husos horarios, el sol, de hecho, nunca se puso sobre el Imperio portugués.

En este libro seguiremos la evolución de Portugal, el cual pasó de ser un país pequeño y relativamente oscuro en Europa a un imperio mundial de gran riqueza y poder. Conocerá los primeros días de conquista de Portugal y su lucha contra las fuerzas islámicas del norte de África. A continuación, este libro documenta la navegación constante de los marinos portugueses por el continente africano.

Se tratan con gran profundidad las hazañas de los exploradores portugueses, como Bartolomé Díaz y Vasco da Gama. También se aborda el gobierno de Portugal en su imperio. Los portugueses intentaron consolidar sus ganancias a través de gobernadores coloniales, como Francisco de Almeida y Afonso de Albuquerque. Se seguirán con gran detalle las vidas y luchas de estos hombres. ¡Siga leyendo si quiere saber más!

Con este libro aprenderá:

• La Reconquista, que duró siglos, entre cristianos y musulmanes.
• Las diversas guerras de conquista.
• Cómo navegaron los portugueses por África.
• Las relaciones de los portugueses con la India.
• El establecimiento de colonias en todo el mundo.
• Y mucho más.

¡Adquiera ahora este libro para saber más sobre los portugueses!

• Idioma: Español
• Editorial: Captivating History
• Fecha de lanzamiento: 9 may 2022
• ISBN: 9798201845070

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Introducción: El Portugal preimperial en pocas palabras

Los portugueses son conocidos por sus hazañas de exploración durante la llamada «Era de los Descubrimientos». La península ibérica, dividida entre España y Portugal, se convirtió en la plataforma de lanzamiento de la exploración europea.

Pero antes de intentar comprender la naturaleza del Imperio portugués, convendría conocer un poco mejor el propio Portugal. Es importante entender la fundación de la nación portuguesa y lo que llevó a su repentino ascenso como imperio marítimo. También es importante tener en cuenta que, como ocurre con muchas otras regiones del mundo, el pueblo portugués es muy anterior al Estado portugués propiamente dicho.

Los primeros grupos humanos de Portugal se asentaron en la tierra hace miles de años. Estos protoportugueses se dedicaban a la agricultura, a la cría de animales y dejaron elaborados sitios de sepultura para sus muertos. Cuando los romanos entraron en escena, llamaron al lugar «Portus Cale». El territorio del actual Portugal, junto con el resto de la península ibérica, pasó a formar parte de la República romana y, finalmente, del Imperio romano.

Como resultado, los residentes locales de lo que entonces era Portugal se romanizaron completamente. Adoptaron la escritura latina para su lengua y las costumbres romanas para sus rutinas diarias. También desarrollaron sistemas jurídicos romanos y formas de gobierno que perdurarían, en cierto modo, mucho después de la caída del propio Imperio romano. Durante la época romana, Portugal también desarrolló muchos de sus recursos naturales. Se excavaba regularmente mármol, y el oro, el cobre y el hierro eran muy demandados.

El periodo romano en Portugal llegó a su fin más o menos al mismo tiempo que el resto del Imperio romano de Occidente se desmoronaba, del 395 al 476 de la era cristiana. Fue durante este periodo de tiempo cuando las tribus germánicas comenzaron a descender sobre los romanos occidentales.

Los germanos llegaron y conquistaron. Pero en muchos aspectos, adoptaron los mismos sistemas romanos de los que habían conquistado. Los intrusos germanos incluso trataron de imitar las formas romanas de intercambio monetario, acuñando monedas igual que los romanos. Pero lo más importante para el futuro de Portugal es que los germanos adoptaron el cristianismo romano y lo impusieron durante su dominio.

Estas bases cristianas resultaron ser bastante sólidas, y se pusieron a prueba cuando la península ibérica fue invadida por las fuerzas islámicas alrededor del año 700 de la era cristiana. Los poderes islámicos controlarían Portugal y gran parte de España durante los siglos siguientes, pero, sin embargo, el cristianismo seguiría siendo fuerte incluso bajo el dominio musulmán. Los ejércitos musulmanes comenzaron a enfrentarse a los gobernantes germánicos de la península ibérica, los visigodos, en el año 710.

Estos ejércitos musulmanes, que tenían su base en el norte de África, pudieron cruzar fácilmente el estrecho canal que separa el extremo de España del continente africano. Una vez que los ejércitos llegaron, los defensores germanos, que en ese momento estaban formados principalmente por visigodos, se encontraron desesperadamente superados en número. Y en el año 711, el último gobernante germano de Iberia, el rey Roderic, fue derrotado y asesinado.

Aunque llegaron como conquistadores, se dice que el posterior gobierno islámico de España y Portugal fue tolerante en general. Los señores musulmanes de España demostraron ser bastante benévolos y aceptar a los que estaban bajo su dominio. Construyeron mezquitas y fomentaron la conversión al islam, pero no interfirieron con el cristianismo que ya existía. También fueron tolerantes con los residentes judíos, permitiéndoles practicar y vivir la vida tal y como querían.

El gobierno islámico de Portugal también aportó una cultura avanzada e innovaciones tecnológicas —algunas de ellas tomadas de los griegos— que Europa occidental aún no conocía. Su experiencia en la construcción de barcos, brújulas y astrolabios, en particular, sería de inmensa importancia durante el posterior ascenso del Imperio portugués. Los portugueses tomaron prestadas estas ideas de los musulmanes, lo que acabaría convirtiéndoles en los amos de la alta mar.

Sin embargo, los musulmanes que habían traído estos conocimientos fueron expulsados al inicio de la llamada «Reconquista» de la península ibérica. Al igual que las Cruzadas, que pretendían devolver la Tierra Santa conquistada a manos cristianas, los cristianos de Europa pretendían recuperar o reconquistar también la península ibérica. Aunque los cristianos cruzados se mantuvieron en Tierra Santa durante un tiempo (de 1098 a 1291), sus esfuerzos tuvieron mucho más éxito y fueron más duraderos en Portugal y España.

Después de todo, en los siglos transcurridos desde la Reconquista, Portugal y España (al menos en el momento de escribir este artículo) no han sido retomados como parte de un califato islámico. Y Portugal fue arrancado de manos musulmanas ya en el año 868, cuando una gran parte de la región que hoy constituye el actual Portugal fue tomada por los cristianos. Se llamó simplemente «Condado de Portugal».

El comandante que dirigió la exitosa toma de esta tierra fue Vimara Pérez, a quien posteriormente se le entregaría el liderazgo del territorio. El condado de Portugal siguió ganando fuerza y, a finales del siglo XIX, sus dirigentes tenían la costumbre de llamarse «Gran duque de Portugal». Sin embargo, el condado de Portugal se enfrentó a una amenaza imprevista cuando los vikingos del lejano norte se lanzaron sobre los desprevenidos portugueses en 968.

Tras sobrevivir a este asalto, el condado de Portugal se vinculó más estrechamente con el reino de León. El reino de León había sido fundado como un reino cristiano autónomo, esculpido en un trozo del noroeste de la península ibérica en el año 910. Con el tiempo, el condado de Portugal acabaría siendo totalmente independiente, transformándose en el reino de Portugal en 1139.

Esta independencia fue confirmada nada menos que por el papa. En 1179, el papa Alejandro III emitió una bula oficial llamada Manifestis Probatum, en la que se reconocía oficialmente el carácter autónomo de Portugal. El papa estableció que Afonso Henriques (r. 1139-1185) fuera el primer rey oficial de Portugal. El Imperio portugués se construiría finalmente sobre los cimientos de este reino.

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Una visión general de la extensión del Imperio portugués. Las líneas en el océano muestran las rutas comerciales de especias portuguesas hacia Asia. Los cuadrados más grandes muestran sus principales instalaciones

Descobrimentos_e_explorações_portuguesesV2.png: *Descobrimentos_e_explorações_portugueses.png: *Portuguese_discoveries_and_explorations.png: *Portuguese_Empire_map.jpg: Toklederivative work: Uxbona, CC BY-SA 3.0 http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/ vía Wikimedia Commons https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Portuguese_discoveries_and_explorationsV2en.png

Capítulo 1 - Portugal descubre el mundo

«Ya no soy el hombre que era antes. No quiero volver atrás en el tiempo; ser el segundo hijo, el segundo hombre».

-Vasco da Gama

Si alguna vez ha oído decir que una determinada nación ha descubierto algo, es probable que la frase sea un poco malinterpretadas. La mayoría de las veces, esos descubrimientos ya habían sido descubiertos por otra persona. Por ejemplo, durante mucho tiempo se dijo que Cristóbal Colón «descubrió» América. Sin embargo, las Américas ya habían sido descubiertas por los vikingos y llevaban mucho tiempo habitadas por varias tribus nativas.

Teniendo en cuenta estas cosas, la afirmación de este descubrimiento parece más bien limitada. Puede que Cristóbal Colón y sus hombres hayan descubierto algo que ellos mismos (así como la mayor parte

Comentarios para El Imperio portugués

[Santiago Merino Garcia · Calificación: 5 de 5 estrellas]

Muy resumido, pero te permite priorizar donde has de profundizar.