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Club atlético Boca Juniors 1953 I: Historia Cultural
Club atlético Boca Juniors 1953 I: Historia Cultural
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Club atlético Boca Juniors 1953 I: Historia Cultural

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Hablar de Boca Juniors desde el prisma de la cultura es hablar del símbolo de un barrio único, irrepetible e imprescindible: La Boca. Un barrio que es una República y como tal, portador de una historia tapizada de sucesos y protagonistas determinantes para el resto de la nación. Barrio que debe su nombre a la boca del Riachuelo, cuando este río vierte sus aguas en el Río de la Plata. Lugar fundacional para muchos historiadores –en rigor, la mayoría de ellos– en donde en el año 1536, Pedro de Mendoza erigió la Ciudad de Santa María de los Buenos Ayres, cabecera del centro portuario rioplatense.
La vida cultural dentro de Boca Juniors ha tenido siempre una andadura sólida y permanente. Hombres y mujeres han dejado testimonio, año tras año, década tras década, de que la impronta del barrio se ha replicado en cada pasillo, en cada salón, en cada metro cuadrado del club.
De esos hombres y esas mujeres y de sus obras, nos hablan Ulises Barreiro y Sebastián Martincic en este libro. Los consocios de Boca Juniors y colegas del equipo de investigación pisan en esta obra, estos terrenos, de una manera inédita –hasta donde tengo conocimiento– para cualquier otro gran club del mundo.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento2 may 2022
ISBN9789878919485
Club atlético Boca Juniors 1953 I: Historia Cultural

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    Cuando un libro de Boca es escrito por gente De Boca, el espíritu, el corazón y el amor están garantizados. Y si además esa gente tiene el conocimiento, la capacidad y la pasión para hacerlo, el producto es óptimo. Salud Amigos y a disfrutar de éste libro.

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Club atlético Boca Juniors 1953 I - Ulises Barreiro

Agradecimientos

Jorge Amor Ameal, Alejandra Budeguer, Matías Burgos Sosa, Cecilia Sigler, Dr. Javier Vaca, Héctor Pérez Della Valle, Nino Kapitanović (Hajduk Split), Roberto S. Digón, Antea Žure (Hajduk Split), Maximiliano Murad, Manuel Kil, Dominique L. Gromez, Claudia Vogel, Javier Stanco, Adolfo Resnik, Martín Bustamante, Matías Rodríguez Conde, Domingo Manuel Muñoz Ruiz, Mariano Alliani, Carlos Scalesi, Michael Pahl, Leandro Chialvo, Juan Martín Mejia, Maia L. B. G., Agustina M. B., Gonzalo M. B., y Olimpia A. B. G.

A la memoria

de

Adolfo Jancevich

Y

Antonio J. Bucich

Prólogo

Una de las grandezas de este deporte llamado fútbol consiste en que un Club, más allá de sus socios, abonados o seguidores es un elemento unificador. Entorno a ese Club se agrupan personas heterogéneas, sin distinción de religión, sexo, raza… que se identifican con unas siglas, unos colores y unos emblemas. La importancia de un Club puede variar geográficamente, transitando desde unas pocas calles de un barrio hasta una región o un país entero.

A su vez, ese Club, por su grandeza, puede llegar a ser un símbolo de unión entre personas de diferentes países o continentes, que pese a que no hablen un mismo idioma, comparten la misma pasión, usando para ello el lenguaje universal del fútbol.

Ese es el caso del Club Atlético Boca Juniors, que desde hace décadas lleva de manera triunfal el nombre del barrio de La Boca por Argentina y el mundo entero. Por otra parte, encontramos los lazos de unión que se crean entre clubes al haber jugadores que han vestido los colores de ambas entidades.

En los años 70 y 80, ‘Chupete’ Guerini o Mario Husillos lucieron la elástica azul y oro de Boca Juniors y la blanquiazul del Club Deportivo Málaga. En época más reciente lo han sido jugadores como Pablo Trobbiani, Federico Insúa o Pablo Pérez, en este caso como futbolistas del Málaga Club de Fútbol, conjunto heredero del Club Deportivo Málaga. Desde España, mi más sincera enhorabuena a la labor que realiza el grupo de Leyendas Xeneizes.

Domingo Manuel Muñoz Ruiz

Área de Historia de la Fundación Málaga Club de Fútbol

Prefacio

Escribir sobre cultura –en cualquiera de sus manifestaciones– supone siempre un ejercicio arduo, porque son tantas y tan relevantes las aristas culturales de una sociedad, que bien podemos recordar aquel axioma que dice: Todo es cultura. La cultura resignifica a los pueblos. Es el catalizador que da sentido de nación, de pertenencia, de identidad. Ahora bien, cuando hablamos de cultura en el ámbito de una institución social y deportiva, sumamos un componente no menor: el amor que los protagonistas tienen por esa institución, y si tal institución es referente e ícono de un país, e inclusive de territorios muy distantes a la esfera nacional en donde tiene su sede social, la tarea de plasmarla y dejar testimonio vivo de ella es insoslayable.

Hace muchos años, estando en Brasil, fui hasta un puesto de revistas a comprar una publicación de la revista Placard¹. Grande fue mi sorpresa cuando una de las notas tenía por título: "A maior paixao argentina depois do tango: Boca Juniors". Recuerdo mi primera impresión: orgullo… genuino orgullo xeneize. Luego, me puse a pensar en la gran trascendencia de Boca Juniors, como para generar una nota así, en un país así… deportiva, política, económica y culturalmente tan importante. Y este también es un hecho cultural, pues la nota en cuestión no obedecía a ningún resultado deportivo coyuntural.

Hablar de Boca Juniors desde el prisma de la cultura es hablar del símbolo de un barrio único, irrepetible e imprescindible: La Boca. Un barrio que es una República y como tal, portador de una historia tapizada de sucesos y protagonistas determinantes para el resto de la nación. Barrio que debe su nombre a la boca del Riachuelo, cuando este río vierte sus aguas en el Río de la Plata. Lugar fundacional para muchos historiadores –en rigor, la mayoría de ellos– en donde en el año 1536, Pedro de Mendoza erigió la Ciudad de Santa María de los Buenos Ayres, cabecera del centro portuario rioplatense.

Lugar que fue puerto, antes que Buenos Aires tuviera su puerto, y que recibió como tal a las primeras corrientes inmigratorias de italianos, en su mayoría, y españoles, alemanes, franceses y griegos, entre otras y variadas procedencias.

Gente que traía de sus países ideas superadoras y libertarias, conviviendo en este conglomerado humano de características únicas, tanto socialistas, como radicales, masones, movimientos anticlericales, a la vez que sectores eclesiásticos, anarquistas y logias diversas, que hacia fines del siglo XIX habitaban la particular barriada boquense e impregnaban en cada metro cuadrado del barrio sus idearios políticos, sociales y culturales. A la luz de esa conciencia social y de su vientre fecundo surgió el primer diputado socialista de América latina: Alfredo Palacios (aunque él no era un hijo del barrio).

Y tuvo pues La Boca el primer Banco de la Ciudad… y el primer Cuartel de Bomberos Voluntarios de la ciudad, vital en una barriada como aquella, en donde las construcciones eran tan pintorescas y bellas como precarias. Fue en ese ámbito pletórico de etnias, costumbres, colores y labores de sol a sol, que florecieron hijos que asombraron al mundo en las más diversas manifestaciones del arte. El arte que no tiene papel ni rol… pero que es el vehículo para que las almas trasciendan, aún con su simple contemplación.

Así nos legó a Benito Quinquela Martín como nave insignia de una lista de nombres no menos talentosos y con un importante legado: artistas como Alfredo Lazzari, Juan del Prete, Alfredo Guttero, Fortunato Lacámera, Eugenio Daneri, Miguel Diomede, Víctor Cúnsolo, José Luis Menghi, José Arcidiácono y Miguel Carlos Victorica, quienes le dieron con sus pinceles y sus colores al barrio de La Boca el prestigio cultural del que goza y que tan bien ganado tiene. Fue –lo sigue siendo– la agrupación de gente de arte y letras Impulso, fundada en marzo de 1940, la que dio cobijo a todas estas expresiones culturales.

Tampoco sorprende entonces, que entre inmigrantes nacidos en el trabajo, que hacían las tareas más duras siempre con una canción en su garganta, La Boca le legara al mundo de la música a su propio Mozart… el Mozart de La Boca, como se conoce a Don Juan de Dios Filiberto, autor del inmortal tango Caminito (que ya devino en himno) y de otras gemas de nuestra música popular como Quejas de bandoneón, El pañuelito, Malevaje y Clavel del aire, entre muchos otros. Y es en ese barrio incomparable, exultante de colores, cantos, labores y jornadas que terminaban en cualquiera de sus muchos cafés antes de llegar a casa, que nacería un Club Social y Deportivo para asombrar al mundo. Para no pasar desapercibido. Para ser et pluribus unum (único entre muchos).

La vida cultural dentro de Boca Juniors ha tenido siempre una andadura sólida y permanente. Hombres y mujeres han dejado testimonio, año tras año, década tras década, de que la impronta del barrio se ha replicado en cada pasillo, en cada salón, en cada metro cuadrado del club.

De esos hombres y esas mujeres y de sus obras, nos hablan Ulises Barreiro y Sebastián Martincic en este libro. Los consocios de Boca Juniors y colegas del equipo de investigación pisan en esta obra, estos terrenos, de una manera inédita –hasta donde tengo conocimiento– para cualquier otro gran club del mundo. Separando en tres segmentos independientes uno del otro este trabajo superlativo:

El Cultural.

El Deportivo.

El Político.

Realizan esto apoyando sus saberes en un tridente muy difícil de amalgamar en un solo realizador:

Un amor inconmensurable y desinteresado hacia el club. No buscan réditos personales de ninguna índole y su norte es darle fulgor a cada actividad realizada en más de un siglo… y que nos ha convertido en lo que somos.

Una capacidad de trabajo insuperable, sostenida por un rigor de investigación y búsqueda pocas veces visto por mí.

Un talento y una amplísima cultura general que sorprende, pero contenidos en los modos y las maneras de unas personas, cordiales, sencillas, generosas.

He tenido la suerte de leer la historia gráfica de las grandes instituciones deportivas, sociales y culturales del mundo… ninguna como ésta, nunca. En compartimentos estancos para su mejor comprensión… y como una manera de preservar de modo irrefutable, cada una de estas áreas, rescatándolas del pasado y en virtud de los tiempos venideros.

Para mí es un orgullo poder sumarme a este nuevo proyecto. Nos une la amistad, que está regada por las savias invisibles del alma.

La cultura es el vehículo. Boca es el combustible… ¡Y es un placer hacer este viaje!

Héctor Pérez Della Valle

Investigador del equipo de Leyendas Xeneizes

1 La revista Placard (especializada en deportes en el pasado y hoy netamente de fútbol masculino), es de circulación mensual, pertenece en la actualidad al grupo editorial Abril y su primera edición es del 20 de marzo de 1970. Tuvo un corto período de tiempo en el cual se dejó de publicar, pero en el presente sigue editándose. Es una de las publicaciones más exitosas en todos los aspectos del mundo gráfico brasileño.

Prefacio de los autores

La historia de los clubes deportivos nunca es ajena a la historia de los Estados nacionales en que se encuentran, como tampoco a la de los conglomerados regionales económicos en los cuales están insertos como estructuras asociativas. Como bien lo manifestó Héctor Pérez Della Valle en su prefacio.

De esta forma, en el período espacio-temporal trabajado en este libro, que se corresponde al año 1953, veremos acontecimientos que ocurrieron en el año 1952, que tuvieron injerencia en la vida política, deportiva y cultural del Club Atlético Boca Juniors, y en la vida de otros clubes.

Si se preguntan por qué comenzamos con el año 1953, les contamos que nos pareció oportuno clarificar muchos aspectos acontecidos este año y que poco se sabe de ellos, por ejemplo Editorial Eyfel ² en sus libros publicados en el año 1956, destina solamente nueve hojas a la historia xeneize del año 1953.

Otro libro que pasa por este período, pero salta de 1944 a 1954, sin ni siquiera tocar el año 1953, es el de los autores Pelegrino y Rodríguez Ponziolo³, así podríamos seguir con otros libros que pasan por alto este año de la historia del Club Atlético Boca Juniors, en este sentido decidimos trabajar la temporada de 1953, para hacer un aporte interesante a la historicidad del CABJ. Vale recalcar que todas estas obras anteriormente citadas son dignas de ser leídas, y poseerlas en todas las bibliotecas de la familia xeneize. Inclusive el libro de Pelegrino y Rodríguez Ponziolo a nivel metodológico es una de las mejores publicaciones sobre la historia xeneize.

Estamos en el período de la historia argentina que se caracteriza desde el plano del Poder Ejecutivo Nacional, con el 2º gobierno del general Juan Domingo Perón, desde ese marco estructural, hacia abajo comprenderemos muchos hechos de los clubes de ese momento, desde cuestiones económicas hasta políticas. No es motivo de los autores emitir juicios de valor al respecto, sino tan sólo enunciar algunas cuestiones estructurales sobre en qué contexto se desarrolló la historia del Club Atlético Boca Juniors durante la temporada deportiva de 1953.

Atendiendo estas cuestiones invitamos a las lectoras y a los lectores a que hagan un viaje mental en el tiempo para disfrutar de este espléndido capítulo del año de 1953, de la historia xeneize. Cuando lean al Club Atlético Estudiantes de La Plata, tienen que tener en cuenta que en 1953, su denominación oficial era Estudiantes de Eva Perón, asimismo la ciudad de La Plata se llamaba Ciudad Eva Perón y el Club Gimnasia y Esgrima de La Plata, se llamaba Gimnasia y Esgrima de Eva Perón. Esto se debió a que el 26 de julio de 1952, muere Eva Duarte de Perón. Dos semanas después, la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires sanciona una ley que cambia la denominación a la ciudad de La Plata, por el de Ciudad Eva Perón. Así, muy poco tiempo después los clubes deportivos y demás asociaciones sean educativas o de otra índole cambiaron sus nombres. En el caso de los pincharratas, el 22 de octubre de 1952, el hasta entonces club Estudiantes de La Plata, pasa a llamarse Club Estudiantes de Eva Perón⁴.

El club, vale aclarar, había sido intervenido algunas semanas antes por conflictos políticos con la Confederación General del Trabajo, aunque los dirigentes destituidos continuaron reuniéndose en el club Everton de La Plata⁵.

No quisimos hacer anacronismo en este libro, pero es importante para las lectoras y lectores que entiendan qué club es el que enfrenta Boca en diversos deportes, dado que si no se generarán confusiones. La misma postura tomamos cuando nos referimos a la Ciudad de La Plata, si bien se llamaba ciudad Eva Perón, muy pocos lectores recuerdan que en 1953 era su nombre oficial, motivo por el cual la denominamos ciudad de La Plata. Lo mismo sucederá cuando se trabaje el período 1955-1956, dado que con el golpe de Estado realizado al gobierno del general Juan Domingo Perón, muchos clubes con nombres referidos a Juan Perón o Eva Duarte, o el 17 de Octubre, debieron cambiar su denominación. Por el momento nos quedamos en 1953, esperamos que disfruten de la lectura de esta obra boquense.

Por último, queremos tocar un debate sobre metodología de la investigación, dado que muchas obras de Boca Juniors que salen publicadas aparecen basadas netamente en la visagra de la historia oral. Eso significa que la única variante que toman es la de la entrevista de los sujetos en cuestión y luego en base a eso se confecciona el libro a publicar, pero desde el colectivo de Leyendas Xeneizes, ponemos un llamado de atención, porque la historia oral si no se la cruza con otros métodos de investigación puede llevar a falacias de razonamientos.

Es muy sencillo, la memoria de los sujetos humanos, con el pasar de los años, se va deteriorando, confundiendo, o inclusive la mente humana va reinventando sus propias vivencias, como si fuera un ente vivo dentro del cuerpo. Eso no significa que haya mala fe del sujeto que uno entrevista, es algo innato a la vida humana, que nos pasará a todos cuando querramos recordar algo acontecido más de 30 años atrás… Por ejemplo, tomemos este breve caso del célebre ídolo xeneize Antonio Ubaldo Rattin cuando quiere recordar con mucho amor cómo fue que colaboró con su núcleo familiar para la construcción de un baño dentro de la casa en la cual vivían él y sus padres. Les contamos que por lo general antiguamente los habitantes del Delta del Tigre de la Provincia de Buenos Aires, tanto los que vivían en la orilla del continente o en la isla, habitaban casas en donde los baños estaban construidos en los fondos de las viviendas.

Analicemos dos libros distintos que narran la misma historia que cuenta Rattin, pero que tienen diferentes matices de cómo sucedieron los hechos, y sin embargo ambos citan una entrevista que le realizaron a Rattin donde manifiesta cómo consiguió el dinero para construir su baño, y en ambas declaraciones hay marcadas diferencias que son producto de que la mente en los sujetos humanos con el paso del tiempo difiere la forma en que recuerda esos sucesos. Las declaraciones de Rattin en dos libros diferentes hablan sobre el mismo recuerdo.

En el libro "Antonio Ubaldo Rattin - El caudillo" del autor Alfredo Luis Di Salvo, la secuencia de que Boca Juniors comenzaba concentrar en el Hindú Club es igual a la declaración anterior, el presidente Riglos lo lleva hasta la casa y luego de allí seguirían hasta la concentración, pero nos centramos en el eje de la construcción del baño. Riglos le manifiesta mientras iban para el baño: ¿Che, pero esto es muy incómodo, cuando llueve y hace frío cómo hacen? –Y… nos arreglamos… Cuando tengamos plata lo vamos a construir adentro… (Rattin) –Hacé una cosa. Pedí un presupuesto de todo lo que haya que hacer en el baño y traémelo a la oficina; el club se hará cargo (Riglos). El presupuesto ascendió a la suma de 27.500 pesos, se realizaron todas las reformas y Boca pagó el gasto. Finalizados los trabajos Rattin se reunió con Riglos y luego de agradecerle, le preguntó. ¿Cómo me va a descontar el dinero? ¡Mire que gano poco…! (Rattin) –No se preocupe que no vamos a descontarle nada. Esa plata la consideraremos como la prima de este año (Riglos). Así sucedió. Sin haber firmado el contrato profesional, recibió la primera prima de Boca: 27.500 pesos.

Hermoso libro el de Alfredo Luis Di Salvo, recomendamos su lectura, claro está.

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