Entrená tu legado

Por Hernan Chousa

Hernán Chousa, autor del clásico Mi hijo el tenista, va por más. Con una prosa ágil e irónica, nos sumerge en el mundo del deporte y su dinámica. Ese lugar de intereses encontrados: entrenadores, sponsors, padres, marcas, dinero y, en el medio, el jugador, siempre tironeado por las presiones. ¿Cómo podemos ayudarlo en ese camino? Cada interacción es una nueva oportunidad para sumar o restar en la relación. ¿Tenés la sensación de quedarte corto como padre? No te preocupes; no estás solo. Este libro nos revela una experiencia personal entre padre e hijo, ambos deportistas: éxitos, fracasos, recuperaciones; la vida misma. Pero no es sólo eso; también nos da un método, con más de veinte herramientas concretas. Un método para encontrar el equilibrio familiar tan deseado, ese balance que a veces creemos inalcanzable entre tanto vértigo.

• Idioma: Español
• Editorial: Hernan Chousa
• Fecha de lanzamiento: 7 abr 2022
• ISBN: 9781005010003

Hernan Chousa

Hernan Chousa is an Argentinian author, businessman, and public speaker. He lives in Buenos Aires and runs a global zinc flake coating business as Chousa SRL's CEO.He is a former professional tennis player willing to share his experiences in parenting through books and talks. He published My Son the Tennis Player and How to Help Your Kid Succeed in Sports.He also wrote Unplugged, his first novel, where he could fuse two passions: music and writing.He is married to Mariana and has two sons: Julian and Sebastian.

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ÍNDICE

Prólogo

Introducción

I. El arte de abdicar

II. Ponerse en la zona

III. La relación con el entrenador

IV. Cuerpo, mente, alma, trabajo

V. Paciencia y método

VI. El cuerpo habla

VII. Entrenar la distancia

VIII. Vivir cada partido

IX. La vuelta a casa

X. Accountability partner

XI. Juntos a la par

XII. Un hobby para respirar

XIII. Equilibristas del tiempo

XIV. Comunicarse en tiempo humano

XV. Trabajar la confianza

XVI. ¿De quién son las expectativas?

XVII. Las becas deportivas

XVIII. Dinero que va y viene

XIX. No entrenés a tu hijo

XX. Un tercero siempre suma

XXI. Abandonar para seguir

XXII. Objetivos, hábitos y perseverancia

XXIII. Amplitud para lograr precisión

Guía del usuario

Mi modelo

Anécdota de tapa

PRÓLOGO

Modesto Tito Vázquez

El prólogo, como diría Borges, ‘es una especie lateral de la crítica’. No es fácil ponerse en la piel del escritor, ‘el observador observado’, y mucho menos si ese jugador de tenis, ese entrenador, o ese padre, soy yo.

La distancia, sinónimo lejano de paciencia, es un buen antídoto para evitar el error, ese súbito desprendimien­to de la pasión. En este libro de reflexión y autoayuda, las palabras de Hernán Chousa están presentes con total claridad y sinceridad. El tiempo, su propia experiencia, al margen de sus errores, le dan un conocimien­to profundo de las vicisitudes que uno encuentra en la relación de un padre con el hijo, a través de las diferentes etapas de su evolución.

Ser un jugador profesional en un deporte individual es sumamente difícil, y las probabilidades de éxito son mínimas. Las exigencias van en aumento a medida que uno crece y, tarde o temprano, llega el momento de la realidad: el ‘nadador’ se adentra en aguas abiertas, y sólo los mejores van a poder sobrevivir.

Ser padre y tener el poder de ‘moldear’ la formación de tus hijos como atleta, tenista, futbolista, jugadora de hockey y demás es una tentación difícil de evitar. Si uno, además, ha sido un jugador exitoso y tiene conocimien­to de causa, la tentación es mayor.

Ése ha sido el caso de Hernán Chousa. Su libro es una descripción clara, llena de detalles, del inmenso esfuerzo y energía, puestos al servicio de los hijos para lograr el objetivo. Alegrías, desilusiones, errores, aciertos, y toda una gama impensada de emociones que terminan afectando el víncu­lo familiar.

Muchos son los consejos que comparte con el lector. Como diría Aldous Huxley, esas ‘puertas abiertas a la percepción’ están llenas de frases y pensamien­tos con la finalidad de esclarecer su punto de vista. Carlos Castaneda, en Las enseñanzas de Don Juan, nos pregunta ‘¿Ese camino tiene corazón? Si lo tiene, el camino es correcto; si no lo tiene, es inútil’. Hernán Chousa nos dice que en la vida real hay tantos caminos como corazones, y que cada uno debe encontrar su lugar.

El ‘rol’ de los padres, al igual que en el reino animal, es proteger, educar, nutrir, compartir, reír, llorar y disfrutar de ese amor universal que es la familia. La tarea del individuo es aprender constantemente: ser un discípulo, más que un maestro. Saber delegar está asociado a ‘conocer’ en el sentido más profundo de la palabra.

Hernán Chousa no está diciendo ‘ésta es la manera’, pero su análisis nos puede ayudar a ver alguna otra opción para evitar el fracaso. Uno debe y puede sacar sus propias conclusiones, pero el escritor recalca la necesidad de ser consciente de tus límites, de tu importancia como padre y de las circunstancias. En la posibilidad de elegir ‘diferentes estilos para diferentes personas’ está parte de la respuesta. El tema es ser lo suficientemente inteligente para ver. Leer es importante; releer lo es más todavía.

Uno debe cometer, como Hernán, sus propios errores, y luego, si es posible, corregirlos. Ese emprendimien­to puede llevar toda una vida. ‘El instante en que el futuro se diluye en el pasado es el momento presente; el presente es aquel momento en que el futuro se transforma en el pasado’, esas palabras de Borges resumen el complejo proceso del tiempo.

Hernán Chousa ha hecho un trabajo muy interesante, ofreciendo su corazón desnudo en el arduo trajín de intentar, a base de prueba y error, la difícil relación entre padre, hijo y la carrera de un deportista profesional. El tenis es un deporte individual muy difícil, pero también puede ser tu maestro y, lo más importante, ‘el tenis nunca te va dejar’. Como dijo Antonio Machado: ‘Caminante no hay camino, se hace camino al andar’.

INTRODUCCIÓN

Se me ocurrió la idea de escribir un nuevo libro para padres de deportistas. Habiendo publicado un par de ellos hace unos años y con mis hijos ya pasando los veinte, pensé que era tiempo de escribir ahora, con una perspectiva más amplia. El trabajo de padres es un proceso diario y algo que nunca se termina. Aprendemos a base de prueba y error. Por suerte, nuestros hijos pueden recuperarse de nuestros errores y darnos una nueva oportunidad para mejorar.

Fui tenista profesional y experimenté la relación padre-hijo desde las dos caras de la moneda. Las consecuencias de un manejo equivocado no desaparecen rápido. Si estás leyendo estas líneas, vas por el camino correcto, pensando que podés aprender algo de la materia. Es un primer paso que no muchos se animan a dar. Por el contrario, prefieren continuar, también a base de prueba y error, un camino más largo, con el agravante de que los damnificados son nuestros propios hijos.

Podemos aprender de nuestra experiencia o de la experiencia de los demás. Este libro es acerca de la mía. Tengo una mala noticia: no alcanza sólo con leerlo. Tenés que poner en práctica los hábitos y las rutinas que voy a compartir con vos. Como dijo el orador motivacional Jim Rohn, No hay liderazgo más desafiante que el que ejercemos con nuestros hijos. Vamos a empezar a construir las habilidades que necesitás para convertirte en el modelo de tus hijos.

CAPÍTULO I

EL ARTE DE ABDICAR

El amor consiente en todo y manda sólo a los que lo consienten. El amor es abdicación, dijo