Atracción

Por Lola Soriano

Un libro que va a despertar en ti sentimientos que desconocías.

Ana, católica y ama de su casa. Su vida dio un giro por el que se vio obligada a apartarse de todo lo anteriormente vivido. Convirtió su claridad en oscuridad y todo empezó con una mirada.

Nos encontramos en la línea de cuando un corazón vacío pasa por lugares que muy bien pueden ser tenebrosos; al ser frágil por su debilidad de no haberse llenado de lo que necesita, puede llegar a vivir una vida salpicada por incertidumbre, dudas y confusión. Y cuando Ana cierra los ojos, quiere viajar. Pero cuando los abre está en el mismo lugar. Julián tiene la habilidad de que una vez ha entrado en el corazón de Ana, siempre la perseguirá.

Es una lectura que te inundará de preguntas y cuando lo leas hallarás las respuestas.

• Idioma: Español
• Editorial: Caligrama
• Fecha de lanzamiento: 15 mar 2019
• ISBN: 9788417772260

Lola Soriano

Lola Soriano Martínez nació el 19 de mayo de 1968, estudió Derecho en la Universidad de Valencia. Desde los diecinueve años regenta un puesto de flores, el número 2 en la plaza del Ayuntamiento de Valencia: La violeta-lolín. Ha escrito varios libros: Caminando en el amor, Reflexiones de un afiliado a un partido político y La pareja ideal. Cómo encontrarla. Ahora nos sorprende lanzando una trilogía con su primer libro titulado Atracción, una historia de amor basada en hechos reales, donde los lectores pueden encontrar en su fácil lectura un sentimiento con el que empatizarán al ver un poco de la vida de las personas en cada renglón del libro.

Vista previa del libro

Prólogo escrito por la actriz Esmeralda Moya Cañas

Hay momentos en la vida, como el de la protagonista de Atracción, en los que sentimos la imparable necesidad de amar sin trabas, ni condiciones, tampoco egoísmos ni intereses, es el momento en el que el alma y el cuerpo por primera vez conectan hasta llegar a acariciar la luna sintiendo su magia nocturna, y después besar el sol, absorbiendo su calor y placidez, ese es el Amor que la protagonista encuentra, llegándose a olvidar de donde venía, se encuentra con espacios intermitentes en los que sueña con una luz llena de ilusión, conforme sigues su vida descubres a una dulce y amorosa mujer , que cierra sus ojos para amar, después libre para besar, su vida desde ese momento, es la decisión viva de amar, las manos le tiemblan al pensar en él, se le quedan frías esperando acariciar sus labios, los días se suceden en tiempos de pasión, siempre buscando un espacio para amar.

Canción del grupo Los Benito escrita por Joaquín Gómez Ruano más conocido como «Quini» inspirado por la escritora Lola Soriano Martinez

Todas las mañanas cuando asoma el alba

despacito empieza a despertar

Lola decidida a comerse el día

el café se pone a preparar

luego en el espejo desenreda el pelo

y sus labios empieza a pintar

el carmín es rojo, azules sus ojos

y su cara de muñeca angelical

Lola con poco es tan feliz a todas horas

ella llena de luz todas las sombras

y luce su sonrisa a donde va

Lola reparte la alegría que atesora

y perfuma la vida ella sola

su alma es limpia y clara como el mar

Le sobran razones pa lucir tacones

pues sus piernas no tienen final

y siempre su pelo sigue el movimiento

que le marcan las caderas al andar

recorriendo el barrio como hace a diario

Lola se dirige a trabajar

va de mil amores a vender sus flores

ella pone el colorido a la ciudad

Lola con poco es tan feliz a todas horas

ella llena de luz todas las sombras

y luce su sonrisa a donde va

Lola reparte la alegría que atesora

y perfuma la vida ella sola

su alma es limpia y clara como el mar

Y al terminar

guarda sus flores y vuelve a su hogar

pues en su casa tiene que atender

a sus dos hijos pequeños

por ellos se deja la piel

siempre es igual

cada mañana dispuesta a luchar

pues Lola es fuerte y aprieta los dientes

mujeres valientes que son como Lola

hay en cada hogar

Lola con poco es tan feliz a todas horas

ella llena de luz todas las sombras

y luce su sonrisa a donde va

Lola reparte la alegría que atesora

y perfuma la vida ella sola

su alma es limpia y clara como el mar.

Prólogo

Todos tenemos sueños y, en algunos momentos, los confundimos con la realidad. Siempre deseamos que el calor de nuestro cuerpo se mantenga, pero nuestro interior, en muchas ocasiones, genera una frialdad que, mantenida, hace vulnerable al calor, y este acaba por no estar vivo, quedando aletargado.

Mientras observamos la vida, todo nos parece de lo más coherente. Vivimos alegres desconociéndonos a nosotros mismos. Las realidades que vemos a nuestro alrededor las convertimos en nuestras debido a que acostumbramos a imitar repitiendo lo que otros viven, pues encontramos todo eso normal.

De esta forma, generaciones continuas acaban adquiriendo unas costumbres que para quienes no las han adoptado muy bien les pueden parecer incluso insanas e invisibles. Nos gusta aparecer en nuestros sueños como actores principales. Para ello intentamos hacer que nuestra vida tenga un aspecto lo más seductor posible para nuestros ojos. Siempre observando las vidas de los demás ciudadanos.

Al pasar el tiempo y crecer, nuestra alegría cambia; las vidas que observábamos no eran tan idílicas. Nosotros solo veíamos el exterior, lo que reflejaban y aparentaban, no aquello que estaban pagando por dar una imagen que es muy costosa de tener. Al nosotros imitar o intentar vivir lo que nuestros conciudadanos del alrededor reflejan, en un principio, todo es natural; al tiempo sale lo que se puede llegar a sufrir.

Los caminos de la vida pueden parecernos como la circunferencia, amplia y limpia, luego nosotros, con nuestra forma de vida, le dibujamos una línea llamada radio. Esa es la que vivimos en familia. Más tarde, nuestro hacer atraviesa la vida de nuestra familia y hacemos una línea llamada diámetro. Después hacemos la vida más aislada y volvemos a pintar en nuestra vida una nueva línea que denominamos cuerda. Esta línea se forma al ser nuestra vida más aislada, casi queriendo salir del círculo. Seguimos creciendo. Nosotros, que tanto queríamos ser como los demás, nos estamos rebelando y formamos una nueva línea dura y fuerte, con el nombre de secante. El sendero que andamos es arenoso y confuso. Nuestra forma de crecer nos invita a hacer con nuestra vida otra línea en el círculo, la tangente. Ya hemos salido de la vida familiar, y nuestra forma de imitar o querer vivir como nuestros vecinos se hace más visible, hasta que un día nos enamoramos o decidimos compartir la vida con una persona, compartiendo sentimientos. Las tormentas y vientos se hacen visibles en nuestra vida, mostrándonos así una dureza desconocida, convirtiéndonos en un ser que va ejerciendo fuerza en su interior, formándose y dejando de ser alguien vulnerable. Empieza su propia vida. Ahora son otros los que miran y quieren imitar ser como él.

Los caminos de la vida nos fuerzan a adquirir una personalidad y formar la vida sobre ella. Cuanto mejor y más fuerte, nuestras ruedas podrán resistir lluvias y momentos pesados, superando decisiones que tal vez hagan que nuestra vida sea demasiado pesada.

De ahí vienen las letras escritas en el papel blanco, para dar vida a unas hojas reflejando lo que es tomar decisiones, cuando en realidad solo somos unos humanos que imitamos y somos dominados por corazones que, ensordecidos por la pasión, nunca oyen al cerebro, que, muy laborioso en su hacer, no deja de llamar a la puerta del