Estamos acostumbrados a dar prioridad a los asuntos que apremian en nuestra cotidianeidad, dejando de lado lo que realmente ha de importar.

Los mayores nos han criado desde que llegamos a este lugar y es muy fácil olvidar con nuestro tiempo limitado, el infinito amor y tiempo que nos han dedicado cuando ni siquiera podíamos caminar.

Dedicar a los ancianos tiempo de calidad, aunque parezca una tarea monumental, es el mejor regalo que a su alma le podemos brindar, ya que cuando vuelvan a nuestro verdadero hogar, seguramente los vamos a extrañar.
Recuerda: El mejor tesoro que un ser puede tener y guardar, son los momentos vividos, en compañía de sus seres queridos, disfrutando de ese amor sin igual.

Esos recuerdos enaltecen el alma y acarician al corazón, más que cualquier riqueza material.
Este es un pequeño extracto, del libro leyendas y reflexiones que despiertan la conciencia y acarician el alma, escrito por Diego Leverone, creador de las memorias del alma.

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Mi alma saluda a tu alma...