Una relación kármica es aquel que llega para cambiar nuestra forma de vida. 
Es un alma que se encuentra con nosotros para enseñarnos una lección elemental, que nunca pudimos aprender.
Llega a tu vida para cambiar tu forma de entender el mundo y luego se va, es como una estrella fugaz.
Debes saber que una relación kármica solo pasa por tu vida para cambiarla, no se quedará, no la fuerces...

Por otro lado, están, las almas gemelas tienen una conexión innegable y la química entre ellos es, verdaderamente, fascinante. 

Este tipo de amor suele llegar luego de una relación kármica y parece ser la salvación, luego de un intenso sufrimiento por una ruptura.
A diferencia de un amor kármico, un alma gemela nos hace replantearnos temas como la dignidad en el amor, la autoestima y la espiritualidad.

Son las personas que nos ayudan a entender, que somos merecedores de todo en la vida y a su lado entendemos, por fin, que se trata de nosotros y no de estar con alguien para definirnos, pueden venir darte ayuda, ser espejo y luego desaparecen. 

La Llama Gemela es una mezcla entre un amor kármico y un alma gemela. 

Cuenta una leyenda que las llamas gemelas son una misma alma separada en dos cuerpos y cuando se encuentren (si es que alguna vez lo hacen) la explosión de emociones es tan fuerte que es capaz de cambiar todas las estructuras de ambas personas. 

El amor que nace es muy complejo, está repleto de desafíos y obstáculos, los miedos serán parte de la relación, pero si los vencen vivirán un amor sin precedentes.

Este tipo de amor es así, llega para desarticular todo y enseñarnos a amar de verdad. 
Será un antes y un después en el amor.

Mi alma saluda a tu alma...