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Cuando el alma habla
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Libro electrónico151 páginas2 horas

Cuando el alma habla

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Información de este libro electrónico

Te propongo, aquí, querido lector, momentos plasmados en la escritura; una nacida del alma y que fue liberada porque te permite que la acompañes en esta aventura.
Podrás sentirte identificado con ella o tal vez puedas dejar vos también que tu alma hable.
Los momentos de la vida que nos marcan son aquellos donde cada uno de nosotros elige cómo afrontarlos: reímos, lloramos o, como es en mi caso, escribimos.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento7 feb 2023
ISBN9789878735450
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    Cuando el alma habla - Ricardo J. A. Galindo

    Agradecimientos

    A Dios, por permitirme embarcarme en esta loca y linda aventura.

    A mi familia, pilar esencial del cual estoy más que agradecido.

    A los que creyeron en este desafío y a los que no, también.

    A aquellas hermosas personas que dejaron una huella importante en mi vida y aquellas que dejaron cicatrices.

    Prólogo

    Existen momentos en la vida que nos marcan para bien o para mal, sin embargo, está en cada uno de nosotros el cómo afrontamos esos momentos: reímos, lloramos o, como es mi caso, escribimos.

    Lo que te propongo a continuación son momentos plasmados en la escritura; una escritura que nace del alma y se libera para que puedas acompañarme en esta aventura, donde podrás identificarte o, quizás, dejar que tu alma hable.

    Atardecer

    Cuando mires al cielo cierra tus ojos y piensa en mí.

    Llegaré como un rayo de sol que recorre los paisajes,

    imagíname recorriendo tu cuerpo.

    Luego, una   brisa suave y cálida besa tu rostro,

    no te olvides que son mis labios besando los tuyos.

    Y en ese momento exacto, al abrir tus ojos,

    sentirás que en ese atardecer no estás sola.

    Tu camino

    Me he preguntado durante muchas noches de insomnio:

    «Mujer ¿de dónde vienes y hacia dónde vas?».

    Mírame a los ojos para poder conocerte aún más,

    toma mi mano así puedes descansar.

    Bésame, para poder sentirte

    y recuérdame, para no poder olvidarte.

    Déjame acompañarte en este camino

    incierto pero, a tu lado, seguro.

    Aprendiz

    Enséñame a amar

    para así poder contemplar la vida.

    Enséñame a caminar sin dar un paso atrás,

    poder hablar desde el corazón

    dejando a un lado la razón.

    Enséñame a vivir y a sufrir,

    que desde el dolor se aprende

    y del amor se vive.

    Deseo

    Deseo que la vida te dé todo aquello que anhela tu corazón,

    que cada lágrima se convierta en sonrisa,

    que cada mirada, en encuentro.

    Que cada abrazo sea un refugio

    y cada día una nueva aventura.

    Que, al mirar atrás, lo hagas solo para tomar impulso a lo nuevo que viene

    y que, sin importar con quién te encuentres,

    sigas siendo tú misma: libre y real.

    Susurro

    Trataré de guardar el secreto que comparte tu vida y la mía.

    Intentaré luchar por este amor,

    pero no me pidas que al estar juntos

    susurre a tus oídos palabras que enternezcan todo tu ser.

    Trataré de vencer las barreras de este amor

    que, para los demás, es desconocido.

    Nunca sufre, nunca llora, solo siente y ama.

    Algo en común

    Tu vida y la mía son historias compartidas.

    Momentos felices, tristes, sueños cumplidos y perdidos.

    Historias difíciles y complejas.

    Sin embargo, vencimos la soledad

    y logramos disfrutar del amor,

    cada quien por su lado.

    Nosotros nos volveremos a encontrar,

    aún queda pasión que alimenta nuestras vidas,

    miradas que lo dicen todo,

    secretos que solo nuestra piel sabe decir.

    Cuando algo muere

    Qué ironía de la vida,

    qué hipocresía la nuestra.

    Lloramos cuando estamos solos, deseamos entregarnos por completo cuando alguien o algo nos falta.

    Pero lentamente matamos lo que amamos, despreciamos lo que tenemos

    y ponemos la mirada en lo que nos falta.

    Cuando algo muere, nada es lo mismo

    por más voluntad que tengamos,

    lo mágico, lo único, solo vive si lo alimentamos.

    Arrepentirse es una acción

    ¿Y qué si solo son palabras que se repiten una y mil veces? ¿Y qué si pasan días, meses y años, y aun así nada cambia?

    Mi actitud cambia y soy yo quien decide marcharse, tus palabras quedan ahí en una atmósfera de sustantivos, que lejos están de aquella acción.

    Y también decides marcharte, pero creyendo que diste todo y que yo no entendí nada, de lo que dijiste y no hiciste, de lo que hiciste sin decir y de lo que dijiste de más. No es arrepentimiento sino una falsa ilusión de que lo hiciste, pero no fue suficiente.

    Solo a un paso

    Si tan solo nos animáramos a hacer más y decir menos.

    Si por un momento tuviéramos la empatía como acción

    y no como una simple palabra que ya pasó de moda.

    Si tan solo tuviéramos el valor de mirarnos a nosotros mismos por un instante,

    entenderíamos que es solo dar un paso,

    y eso sí hace la diferencia.

    Mientras tanto, nos tenemos que conformar con la indiferencia y el orgullo.

    Y aquí no son solo palabras.

    Me enamoré

    ¿Qué fue lo que sucedió aquella noche de sábado de primavera?

    No tenía planeado nada hasta esa hora, solo sucedió por una jugada del destino. Entre risas y cervezas, nuestras miradas se fueron intensificando, ¿habrá sido el alcohol que dio el puntapié para cobrar valor?

    Mientras pasaban las horas me perdía en su mirada y su voz era como aquel bálsamo que lentamente traía paz a mi corazón.

    A partir de ahí, todo cambió. Los días se hacían largos sin poder vernos, pero de una

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