Mar de la Tranquilidad

Por Amadeus Raven

Este poemario es un ajuste de cuentas del yo poético con la vida al revés, con la devastación de la renuncia y el consuelo de la dignidad. Desnudar el alma exige vestir de esmoquin en la alfombra roja de la obra literaria para ganar con elegancia y rabia el último asalto de un invisible y colosal combate, perdido ya torpemente a los puntos en los asaltos anteriores, mientras el amor esculpe inmisericorde la llaga de los versos de la ausencia.

• Idioma: Español
• Editorial: Universo de Letras
• Fecha de lanzamiento: 29 oct 2021
• ISBN: 9788418235290

Amadeus Raven

Amadeus Raven, seudónimo de Miguel Ángel López, ilumina en su segundo poemario el corazón de los temas eternos de la poesía (el amor, el conocimiento, el paso del tiempo, la soledad y la muerte) y escala las aristas de su anterior obra, «Mar de la Tranquilidad», publicada en 2017 y que se renueva en una edición definitiva en Universo de Letras, para alzarse sobre ella con una voz que amplía sus registros emocionales y profundiza en su diálogo con lo que las palabras dicen, enmascaran, ocultan o callan.Clausuran este libro unos afilados «Ejercicios Espirituales» en prosa que abren caminos para ser andados por el escritor y el lector en el futuro.

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Introitus

Amadeus Raven es mi antifaz para robar la sangre a las palabras e inyectarla extramuros del deseo e intravenas de la pena hacia el corazón que piensa.

Es la coartada que tengo para librarme de ser declarado inocente del mejor de los delitos: reventar las certidumbres y los preceptos.

Es la caverna secreta donde guardo lo que he perdido y lo que no espero y el teatro donde se revelan o se rebelan los pecados que un día fueron mortales y devienen eternos.

Es lo que soy y lo que no tengo y también lo que entierro en un exquisito ataúd barroco… y es mi renacimiento.

Miguel Ángel López

I

Alma de Garcilaso

Arquera y colmena

Donde vivo los versos se envenenan

Con las rimas afiladas en las rosas

Que revelan la lumbre de la Luna

Y el perfume de María Magdalena.

Donde habito la soledad es la arquera

Que apunta al cuervo del poeta

Y dispara la flecha que lo busca

Y lo desangra en escarcha negra.

Donde resido Cupido sirve la cena

De palabras ardientes que se enfrían

Y se pudren en los labios

Cumpliendo en silencio mi condena.

Donde sufro el alma cava trincheras,

Las pasiones son blasfemias

Contra la religión de tus ojos

Que ponen mi fe contra las cuerdas.

Donde me rindo sueño tu hierbabuena,

Sepulto las reliquias del deseo

Y lloro sobre tus senos

Para que crezcan las azucenas.

Donde deliro labro la sementera

Ungido con tu saliva,

Peregrino ferviente del camino

Que se interna entre tus piernas.

Donde agonizo lamo la dedalera

De seda brocada en tu umbría,

Y libo devoto y lascivo

El néctar de mi quimera.

Donde muero abres la alacena

Bajo el mar peligroso de tu falda,

Donde naufrago y renazco

Para hundirme en tu colmena.

Pájaro de tinta azul

El pájaro de tinta azul me ha visitado

Y me ha regalado sus alas de silencio.

Ya no te veré más —me ha dicho— porque he volado

Tan alto, que me enredé en su pelo,

Tan cerca, que me abrasé en sus ojos,

Tan bajo, que no alcancé sus besos.

Mi pájaro de tinta azul y yo hemos hablado

Con tristeza de tus risas y mis llantos,

De tus manos, de tus piernas, de tus labios,

De tu cuello que mi alma ha perfumado.

El pájaro de tinta azul me ha abandonado

Porque no soporta ver cómo me muero;

Un