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“Salvar a la raza”. La prohibición del alcohol, los protestantes de Estados Unidos y los revolucionarios de México (1916-1933)
“Salvar a la raza”. La prohibición del alcohol, los protestantes de Estados Unidos y los revolucionarios de México (1916-1933)
“Salvar a la raza”. La prohibición del alcohol, los protestantes de Estados Unidos y los revolucionarios de México (1916-1933)
Libro electrónico395 páginas5 horas

“Salvar a la raza”. La prohibición del alcohol, los protestantes de Estados Unidos y los revolucionarios de México (1916-1933)

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IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento17 nov 2021
ISBN9786074178197
“Salvar a la raza”. La prohibición del alcohol, los protestantes de Estados Unidos y los revolucionarios de México (1916-1933)
Autor

Cecilia Autrique Escobar

Licenciada en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional Autónoma de México, maestra en Relaciones Internacionales por la Universidad de Georgetown y doctora en Historia por la UNAM. De 2018 a 2020 fue posdoctorante de Conacyt en la Universidad Iberoamericana, y es candidata al Sistema Nacional de Investigadores. Actualmente continúa con su investigación sobre la historia de las drogas como posdoctorante en el Instituto de Investigaciones Sociales bajo la tutoría de Luis Astorga en el programa de Becas Posdoctorales de la UNAM. Es autora del capítulo “To Save the Mexican Race from Degeneration”: The Influence of American Protestants Groups on Temperance and Prohibition in Mexico, 1916-1933, en Prohibitions and Psychoactive Substances in History, Culture and Theory, coordinado por Susannah Wilson (Routledge, Taylor & Francis, 2019), del ensayo: “Los orígenes de los movimientos prohibicionistas del alcohol y las drogas. El caso de México (1917-1928), en Historia y Grafía, (julio-diciembre 2019) y de otros artículos en revistas especializadas.

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    Imagen de portada

    SALVAR A LA RAZA

    SALVAR A LA RAZA

    La prohibición del alcohol, los protestantes de Estados Unidos y los revolucionarios de México (1916-1933)

    CECILIA AUTRIQUE ESCOBAR

    UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA

    UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA CIUDAD DE MÉXICO

    BIBLIOTECA FRANCISCO XAVIER CLAVIGERO

    Autrique Escobar, Cecilia

    Salvar a la raza: la prohibición del alcohol, los protestantes de Estados Unidos y los revolucionarios de México (1916-1933) / Cecilia Autrique Escobar. – México: Universidad Iberoamericana Ciudad de México, 2021 – Publicación electrónica.

    ISBN: 978-607-417-819-7

    1. Prohibición – Estados Unidos. 2. Prohibición – Estados Unidos – Historia. 3. Bebidas alcohólicas – Leyes y legislación – Estados Unidos. 4. Bebidas alcohólicas – Aspectos religiosos – Estados Unidos. 5. Bebidas alcohólicas – Aspectos religiosos – México. 6. Bebidas alcohólicas – Aspectos sociales. I. Universidad Iberoamericana Ciudad de México. Departamento de Historia.

    D.R. © Universidad Iberoamericana, A.C.

    Prol. Paseo de la Reforma 880

    Col. Lomas de Santa Fe

    Ciudad de México

    01219

    publica@ibero.mx

    Primera edición: noviembre 2021

    ISBN: 978-607-417-819-7

    Imágenes empleadas bajo la Reproducción Autorizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia. SECRETARÍA DE CULTURA.-INAH.-SINAFO F.N.-MEX.

    Imágenes de la Iglesia Metodista: Dirección de Archivo e Historia de la Iglesia Metodista de México, A.R.

    Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.

    Hecho en México.

    Digitalización: Proyecto451

    Índice

    Portada

    Portadilla

    Legales

    Agradecimientos

    Prólogo

    Introducción

    Historiografía sobre el Evangelio Social, los protestantes en México y el movimiento contra el alcohol en ambos países

    Algunas importantes obras y aportaciones

    Orientación y contenidos

    1. El expansionismo moral y cultural de Estados Unidos a fines del siglo xix e inicios del xx

    Antecedentes de la misión social y religiosa de las organizaciones protestantes estadounidenses

    Un frente mayor de lucha: el consumo de alcohol y drogas

    2. Cultura del alcohol y combate al alcoholismo en México: una perspectiva nacional y transnacional

    Una breve historia del consumo del alcohol en el país: un problema en perspectiva nacional

    En el México prehispánico

    En el Virreinato

    En el México Independiente

    Una mirada transnacional: juicios y prejuicios en Estados Unidos y en México

    Durante el Porfiriato

    Durante la Revolución

    El Congreso Constituyente de 1916-1917 y el debate sobre el alcohol: entre radicales y moderados, entre prohibición y regulación

    3. Los protestantes estadounidenses en México

    La relación de los protestantes estadounidenses con los liberales y revolucionarios mexicanos

    Un frente común: temperancia y abstención

    Medios de difusión de la ideología y estrategias de la lucha de los protestantes contra el alcohol

    Publicaciones

    Entidades, políticas y estrategias de la lucha contra el alcohol

    4. Las organizaciones protestantes estadounidenses en su país, su movimiento en la frontera y su presencia en México

    Los inicios del movimiento contra el alcohol en Estados Unidos

    La frontera con México y el movimiento moral protestante y la petición de apoyo a los gobiernos de Estados Unidos y México

    Un mayor control de la frontera y del cruce de menores

    Una zona seca: la lucha contra el alcohol y las drogas

    Las concesiones de bares, casinos y casas de juego: una realidad contradictoria en clave transnacional

    El contrabando en el contexto de la Prohibición

    Estadounidenses y mexicanos miembros de las organizaciones protestantes en México y el movimiento contra el alcohol

    La Young Men’s Christian Association

    La World Woman’s Christian Temperance Union

    El extraño caso del Ku Klux Klan mexicano

    Otras organizaciones

    5. El imaginario en torno al alcohol

    Periódicos protestantes en México

    El Mundo Cristiano

    Manuales y cancioneros

    El manual de Andrés Osuna

    El manual de Wilbur y Sarah Crafts

    Otros manuales

    Los cancioneros antialcohol

    Otros recursos: las marchas y los congresos

    Conclusiones

    El fin del movimiento prohibicionista en Estados Unidos y el retiro de los protestantes estadounidenses de México

    Epílogo: convergencias transnacionales y saldo presente

    Bibliografía

    Fuentes primarias

    Archivos

    Periódicos

    Fuentes secundarias

    Libros

    Tesis

    Artículos

    Fuentes electrónicas (sitios web)

    Documentales

    Para Javier

    Para mis hijos: Sebastián, Joaquín y Valentina

    Para mis padres: Tere y Enrique†

    Agradecimientos

    A lo largo de los varios años de la elaboración del presente libro, en gran parte como resultado de una investigación doctoral realizada de 2011 a 2016 en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el número de personas que me apoyaron en el proceso se fue acrecentando. A todas ellas deseo expresar mi sincero agradecimiento.

    En tal sentido, muy especialmente, quiero recordar al doctor Álvaro Matute por manifestarme en forma reiterada su confianza, y quien mucho tuvo que ver para que este proyecto llegara a buen fin, aunque ya no lo viera publicado. Mi agradecimiento a Ana Rosa Suárez, por sus observaciones y cuidadoso trabajo de edición de la tesis. Al doctor Carlos Martínez Assad, por sus señalamientos y apoyo en el proceso doctoral. A mi colega y muy querida amiga, la historiadora Olaya Sanfuentes, por estar siempre dispuesta a ofrecer el mejor consejo, así como por haberme presentado al doctor Fernando Purcell, quien tras una esclarecedora conversación sobre el carácter transnacional del movimiento antialcohol, me orientó hacia la obra del historiador australiano Ian Tyrrell, cuyas reflexiones me ayudaron a situar en el contexto internacional, de manera adecuada, a los grupos protestantes estudiados, tema central del presente libro. A Fernando por su generosidad al aceptar ser lector de la tesis y por sus enriquecedoras observaciones desde Chile. A Carmen Collado por su lectura y sus pertinentes comentarios. A la Universidad Iberoamericana y, muy especialmente, a la doctora María Luisa Aspe, por su apoyo en el proceso de la investigación posdoctoral.

    A Lilia Palos y a Susana Zapata quienes, a cargo del Archivo de la Iglesia metodista en México, siempre evidenciaron la mejor disposición para facilitarme sin restricciones documentos relativos a la historia de su iglesia. Al personal de la Biblioteca del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, en particular a Margarita Cortéz (Katya) por su valiosa ayuda en relación con los documentos de The National Archives of Washington; así como al personal del Fideicomiso Archivo Plutarco Elías Calles y Torreblanca. Asimismo, y desde luego, al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) por la beca de estancia posdoctoral (2018-2020).

    Agradezco a todos los amigos, colegas y familiares. En particular, a Roberto Vallin por su gran apoyo con la edición del texto y por sus atinados comentarios; a mi amiga, la escritora Catherine Mansell Mayo, siempre tan positiva y alentadora. A mis colegas del Departamento de Historia de la Universidad Iberoamericana, y a Verónica Garcés y Andrea Estrada por apoyarme en todo con una sonrisa. A Miguel Soto, por su soporte en algunos de mis proyectos académicos y profesionales. A mi hermano Pablo; a mi tía Nené; a Carmen y a Tessa Corona; a Luis Cerda, y a mis amigos de Washington: Silvia Bonta, Maria Bonta y Gonzalo de la Pezuela, Margarita Plaza y John y Lynn Sachs, quienes me acogieron generosamente en sus casas durante mis estancias en aquella ciudad, con el fin de consultar archivos. También agradezco a Magdalena Herrera Rojas, por ayudarme en el cumplimiento de mis responsabilidades cotidianas.

    Por supuesto y muy afectuosamente agradezco a mis padres, Tere y Enrique, por su apoyo incondicional; lo mismo que a mis queridos hijos, por su paciencia y entusiasmo y por alentarme siempre.

    Y muy especialmente dedico este libro, con todo mi cariño, a mi compañero de la vida: a mi esposo Javier.

    Prólogo

    Para los protestantes el alcohol es una droga y por lo tanto no es alimento […] es un vicio oprobio de la raza humana […y] la embriaguez [...] lleva a la cárcel y al crimen. En su afán de salvar a la humanidad de este mal y de otros más, como los narcóticos, las Iglesias protestantes y las organizaciones civiles estadounidenses se lanzaron al mundo a luchar contra la producción y el consumo del alcohol. Este es el tema central del presente libro, concretamente el papel que desempeñaron estos grupos protestantes en México para promover la prohibición del alcohol, y cómo este movimiento social se inserta en la historia transnacional del que forman parte nuestro país y Estados Unidos, en el contexto del expansionismo cultural protagonizado por este último, en el intento de imponer su reforma moral al resto del mundo.

    Los reformadores protestantes no lograron que se proscribiera el consumo del alcohol a escala mundial, aunque sí durante algunos años en su propio país. En contraste, estos activistas lograron establecer los cimientos del régimen prohibicionista de las drogas al nivel global; prohibición que persiste en la actualidad a pesar de las correspondientes complicaciones, ya que el objetivo de un mundo libre de drogas se evidencia cada vez más distante y, en cambio, las consecuencias negativas de las políticas públicas en que encarna crecen exponencialmente en muchos países, entre ellos México.

    En las últimas décadas el país ha padecido un grave incremento de la violencia, la inseguridad y la corrupción y un aun mayor debilitamiento del Estado de derecho, así como un resquebrajamiento del tejido social, consecuencias asociadas a los intentos gubernamentales de eliminar la producción, el tráfico y el consumo ilegal de las drogas. Por ello, resulta fundamental entender el origen y la evolución de las políticas prohibicionistas en la historia y, en particular, el proceso que desembocó en la prohibición del alcohol en Estados Unidos, pues este movimiento social de principios del siglo XX ejerce influencia en la cultura y la política sobre el alcohol y las drogas hasta el día de hoy, si bien en distintos grados y sentidos.(1)

    Como acertadamente explica Susannah Wilson en la introducción a Prohibitions and Psychoactive Substances in History, Culture and Theory,(2) el término prohibición no alude a balance o armonía; en cambio, es un concepto que suele estar cargado de connotaciones morales y que se asocia al poder, en particular al del Estado. Cabe destacar que la intoxicación por el consumo de las referidas sustancias ha sido una práctica cultural a lo largo de la historia de la humanidad, práctica que se transforma en la segunda mitad del siglo XIX con la Revolución industrial, surgida un siglo antes, y con las renovadas condiciones en las cuales se desarrolla el capitalismo en ese momento; esta transformación corresponde a la del funcionamiento de la estructura económica imperante y cuyas repercusiones sociales llevan a la búsqueda de un mayor control de las sustancias que alteran la conciencia y la conducta. De esta manera, surge un cambio cultural en la sociedad respecto al alcohol y a las drogas.(3)

    Décadas después, en México dichos cambios se suman al parteaguas de la Revolución a inicios del siglo XX. Los objetivos de los revolucionarios constitucionalistas en esa etapa coinciden con la cosmovisión de los protestantes estadounidenses, que ven en el consumo de alcohol y drogas una amenaza a su ideal del ciudadano responsable y moral; en esta etapa predomina una preocupación sobre la posibilidad de que ocurran cambios o rupturas violentas en el orden de la sociedad, en la cual los protestantes estadounidenses recurren al Estado para estabilizar el orden social,(4) y en el caso concreto de los mexicanos en la que impera la necesidad de construir el nuevo Estado nacional. Así pues, se asume que el consumo de sustancias psicotrópicas atenta contra el bienestar de la sociedad y que puede causar la degeneración de la raza; de ahí la idea del movimiento protestante del Evangelio Social: cristianizar el orden social y llevar la salvación al resto de la humanidad.

    Surge así el impulso de las iglesias y los grupos protestantes de eliminar el consumo de bebidas embriagantes y drogas mediante la prohibición de su producción y comercio. Pero como sostiene Susannah Wilson, las prohibiciones son indecisas, provisionales y caóticas, además de negociables y dinámicas, lo cual se refleja en legislaciones prohibicionistas que distan de ser herméticas, inamovibles. Históricamente, Estados y sociedades se han planteado alternativas diversas de control en relación con el uso de las referidas sustancias, ya sea por medio del establecimiento de monopolios o por la vía de la regulación o la prohibición; pero la complejidad de la aplicación de las prohibiciones es tal que estas suelen generar en paralelo prácticas de permisibilidad, como lo demuestra el actual régimen prohibicionista de las drogas al nivel global, en el que muchos países, de algún modo, toleran el consumo, la producción y el comercio de narcóticos.(5)

    En sintonía con lo expuesto por Wilson cabe afirmar, en suma, que a lo largo de la historia los seres humanos han manifestado la necesidad de intoxicarse al mismo tiempo que de controlarse; necesidades en cuyo contexto surgen las prohibiciones, que están sujetas a dicha ambivalencia,(6) lo cual no escapa a la tensión entre la libertad y el control, la intoxicación y la sobriedad, la moral y la perdición.

    1. Droga puede definirse como un químico que altera alguna función biológica, no relacionada ni con alimentación o hidratación y puede ser de origen natural (vegetal) o un producto sintético o semisintético de laboratorio, y generar efectos benignos o malignos. Las drogas psicotrópicas se caracterizan por alterar las funciones mentales, el humor, la percepción, el conocimiento o el comportamiento, y tienen efectos psicológicos que resultan interesantes o agradables para el consumidor; de ahí que puedan ser sujetas de abuso y llegar a convertirse en problemáticas, causando adicción —convirtiéndose en una enfermedad—, o incluso la muerte. De acuerdo con esta definición, el alcohol, el café, el tabaco son drogas psicotrópicas que pueden generar dependencia psicológica o física, o de ambos tipos. El consumo de drogas se remonta al surgimiento mismo de las primeras sociedades humanas y se manifiesta en los ámbitos de las prácticas terapéuticas o religiosas, artísticas o recreativas. Por ser sustancias sujetas de abuso, a lo largo del tiempo las sociedades han buscado controlarlas, ya sea socialmente o mediante alguna legislación, y de ahí su clasificación como lícitas o ilícitas, lo que puede cambiar de acuerdo con los contextos históricos. El alcohol es sin duda una droga, pero en el presente libro se hace referencia a las drogas y al alcohol diferenciándolos. La razón radica en que el trato que les han dispensado gobiernos y sociedades ha revestido ciertas diferencias según las circunstancias, en términos de prohibición y permisibilidad, de tolerancia e intolerancia, de condena o de aceptación social, generando en los consumidores distintos grados de aislamiento y de integración. Para una definición de drogas, ver Mark Kleiman et al., Drugs and Drug Policy. What Everyone Needs to Know (Oxford: Oxford University Press, 2011), 1-4; las líneas entre comillas son traducción propia (Cecilia Autrique).

    2. Susannah Wilson (coord.), Prohibitions and Psychoactive Substances in History, Culture and Theory (Nueva York y Oxon: Routledge-Taylor & Francis, 2019), 1-9.

    3. Idem.

    4. Para una fundada y convincente explicación de las implicaciones del movimiento contra el alcohol en la construcción del Estado moderno en Estados Unidos, ver Lisa McGirr, The War On Alcohol: Prohibition and the Rise of the American State (Nueva York y Londres: W. W. Norton & Company, 2016).

    5. En el libro se usará con frecuencia narcóticos, término que se sigue utilizando y se introdujo, incorrectamente, a principios del siglo XX como referencia genérica a todas las drogas. Sin embargo, cabe señalar que los narcóticos son una categoría de drogas: sustancias que alivian el dolor, provocan euforia y crean dependencia física, como el opio y sus derivados. Richard Davenpot-Hines, La búsqueda del olvido, Historia global de las drogas, 1500-2000 (México: Turner-Fondo de Cultura Económica, 2003), 11-12.

    6. Ibidem, 7; traducción propia (Cecilia Autrique).

    Introducción

    Historiografía sobre el Evangelio Social, los protestantes en México y el movimiento contra el alcohol en ambos países

    Algunas importantes obras y aportaciones

    La historia de los protestantes en México ha sido expuesta por diversos historiadores, mediante valiosas contribuciones que sin duda han aportado luz sobre el tema. Entre ellos Rubén Ruiz Guerra ha analizado la historia de los metodistas en el país y también la relación entre protestantismo y panamericanismo. En Metodismo y modernización en México (1873-1930) expone los valores que esta iglesia buscó difundir, y señala la importancia que concedía a la formación del carácter y a la educación como medios para modernizar al país. El historiador subraya que la temperancia fue uno de los principales proyectos de la iglesia —tema siempre presente en la literatura protestante—, y que para promoverla impulsó el establecimiento de sociedades antialcohol.

    A finales del siglo XIX en toda América Latina surgieron nuevas corrientes de ideas asociadas al liberalismo político, en la búsqueda de la transformación de la sociedad. En este contexto cobran importancia los valores que propagaron los misioneros protestantes establecidos en los distintos países de la región. En el artículo Panamericanismo y protestantismo: una relación ambigua, Ruiz Guerra expone la estrategia que establecieron los misioneros protestantes en relación con el subcontinente en el Congreso Evangélico de Panamá, celebrado en 1916. El autor la describe como el programa religioso del panamericanismo, que se proponía secularizar las directrices de sus esfuerzos y coordinar los trabajos de las diversas agencias protestantes en la región. En particular, habla de la historia de los evangélicos en México, de su recepción y de su rechazo, así como de la influencia que ejercieron entre algunos grupos de revolucionarios.

    En Los disidentes. Sociedades protestantes y revolución en México, 1872-1911, Jean-Pierre Bastian estudia las cinco Iglesias protestantes establecidas en México desde 1872 y explica los factores sociales y culturales que facilitaron la organización de dichas sociedades religiosas en el país; en tal sentido, hace referencia sobre todo al distanciamiento entre el Estado y la Iglesia católica, reflejo de una importante contradicción estructural en la sociedad mexicana, basada en la existencia de vínculos tradicionales —muy señaladamente los de las corporaciones— y la visión antagónica de una minoría liberal que luchaba por instaurar una sociedad moderna. Bastian propone que la homogeneidad de los distintos grupos protestantes en México se debió a que estaban conformados por trabajadores asalariados vinculados al capitalismo, y expone, en igual forma, la manera en que las distintas Iglesias protestantes coordinaron su trabajo en el país. El historiador coincide con Baldwin y otros autores en que los metodistas y los liberales radicales conformaron un espacio de resistencia antiporfirista, y en que las redes de asociaciones protestantes constituyeron una de las bases de apoyo de la Revolución encabezada por Francisco I. Madero. Bastian señala que el proyecto protestante fue parte de un proyecto global más amplio relacionado con la expansión económica, política e ideológica de Estados Unidos, que incluye América Latina, pero también África y Asia, y llama al protestantismo cristianismo de civilización, sin profundizar en el contexto transnacional, puesto que más bien se enfoca en las condiciones particulares de los protestantes en el país.(7)

    En el libro Protestants and the Mexican Revolution: Missionaries, Ministries and Social Change, Deborah Baldwin aborda el trabajo de los evangélicos y la influencia de sus iglesias nacionales en el país. Asimismo, señala el hecho de que su valoración de la democracia y de las responsabilidades del ciudadano, así como la importancia que concedían a la educación, facilitaron que estas iglesias encontraran seguidores mexicanos, lo cual influyó para que muchos se unieran al movimiento revolucionario de 1910. La autora también estudia la participación de los ministros protestantes mexicanos en el gobierno de Venustiano Carranza, sobre todo en la concepción y en la puesta en marcha de los programas educativos.(8)

    En su tesis titulada Sobering the Revolution: Mexico’s Anti-alcohol Campaigns and the Process of State-Building, 1910-1940, Gretchen Pierce concibe las campañas antialcohol en México como un proyecto llevado a cabo por muchos actores de la sociedad. Aborda el tema desde la perspectiva de la construcción del Estado nacional a partir de la Revolución, resultado de la participación de ciudadanos al nivel nacional, estatal y local, y de la postura popular respecto a la ingesta de alcohol. En ningún momento la historiadora considera el movimiento antialcohol como parte de una corriente transnacional asociada a los protestantes y al Evangelio Social.(9)

    Como ya se ha señalado, las contribuciones de estos autores sin duda han sido muy importantes para la historiografía del protestantismo y de la cultura en México. El presente libro pretende complementar dichos estudios, abordando el tema particular del movimiento contra el consumo y el comercio del alcohol, durante el periodo 1916-1933; año en que se revoca la prohibición de las bebidas embriagantes en Estados Unidos y lapso en que el debate sobre el alcohol cobró ímpetu en México, hasta que el movimiento antialcohol fue centralizado por el gobierno; este abordaje invariablemente considera el tema desde la perspectiva de un movimiento transnacional a escala global. Al respecto es importante señalar que el expansionismo moral de los protestantes no fue un fenómeno emanado del gobierno estadounidense, sino fundamentalmente un movimiento impulsado por sus iglesias y por organizaciones civiles. Así pues, el objetivo de este libro es analizarlo desde la perspectiva de un movimiento mundial impulsado por reformadores sociales, que incluía en sus propósitos a Europa, Asia, Medio Oriente, África y América Latina.

    En cuanto a la historiografía sobre el llamado Evangelio Social, en A Consuming Faith: The Social Gospel and the Modern American Culture, Susan Curtis explica este movimiento como la expresión religiosa de los progresistas de principios del siglo XX; este proceso surgido alrededor de 1890 enfatizaba la importancia de la salvación, no solo en términos individuales, sino de forma que comprendiera al conjunto de la sociedad; este movimiento se tradujo en la generación de nuevas organizaciones civiles, algunas de las cuales son abordadas en el presente libro. Esta nueva visión social del protestantismo llamaba a una acción cristiana coordinada y colectiva, con el propósito de terminar con los males de Estados Unidos y del mundo, como la pobreza y los vicios. Esta nueva interpretación del protestantismo proponía una misión social y contribuyó al surgimiento de una cultura distinta en ese país a partir del siglo XX; la que correspondía a una sociedad moderna, secular y consumista.

    David A. Hollinger, en Protestants Abroad: How Missionaries Tried to Change the World but Changed America, señala el proyecto de los misioneros protestantes como una propuesta global, un evento dialéctico en el que las misiones formaron parte del proceso histórico que condujo al mundo a la modernidad.(10) Hollinger las considera como un proyecto que abarca no solo a los evangélicos, sino que incluye a la sociedad civil: mujeres, maestros, doctores, enfermeras, a los líderes de la Young Men’s Christian Association (YMCA) y a otras instituciones que promovían de distintas maneras los programas de las Iglesias protestantes en el exterior. El autor distingue a dos grupos de protestantes: los de la primera mitad del siglo XX, a quienes describe como ecuménicos, y a los fundamentalistas, que quedarían al frente de las misiones a partir de 1950. Los primeros —de quienes se hablará en el presente libro— se distinguieron por varias razones: sus posturas e ideas progresistas asociadas al Evangelio Social; su injerencia en la política global, sobre todo a partir de 1900, cuando la presencia de misioneros del movimiento se incrementó notablemente en muchas regiones del mundo, y porque debido a su interacción con las comunidades extranjeras se convirtieron en los agentes de referencia para los funcionarios encargados de la política exterior estadounidense.(11)

    En Sword of the Spirit, Shield of Faith: Religion in American War and Diplomacy, Andrew Preston integra el estudio de la religión y la política exterior de Estados Unidos, analizando cómo ha influido el tema religioso de manera relevante en la percepción del mundo de los estadounidenses y su incidencia en el debate nacional para definir la relación de su país con el resto del planeta. Preston concluye que la religión ha sido una parte integral de la política y la cultura de los estadounidenses, lo mismo de conservadores que de liberales, resultado de su concepción de nación escogida por Dios y de la misión —autoimpuesta— de llevar e imponer su moral al resto del mundo. El autor estudia tal convergencia desde el periodo colonial y con señalado énfasis a partir de 1898, cuando el país se anuncia y afirma como potencia mundial; en el correspondiente análisis considera al conjunto de los actores involucrados, es decir, a la sociedad civil, a los misioneros y a otras organizaciones no gubernamentales, además de las instituciones militares y diplomáticas. En tal sentido Preston explica que con frecuencia la política exterior de Estados Unidos ha sido resultado de las presiones de los grupos religiosos del país, en particular con respecto a la promoción de acciones sustentadas en valores universales como los derechos humanos, la intervención humanitaria y los principios pacifistas. Como bien describe el historiador, sus ideas conforman la espada y el escudo de las relaciones de Estados Unidos con el exterior, en las que los misioneros han desempeñado un papel importante.

    El presente ensayo aborda el caso de México desde una perspectiva que se desea complementaria de la desarrollada por el historiador Ian Tyrrell, quien ha estudiado la influencia de las instituciones protestantes y de los valores culturales estadounidenses en países como India, China y Japón. Su importante obra Reforming the World: The Creation of America’s Moral Empire, permite situar a dichos grupos protestantes en el contexto mundial y comprender que organizaciones aparentemente dispares sin duda abrigaban una causa en común que las relacionaba y que no era otra que la de llevar sus valores y cultura al mundo —los del cristianismo en sus versiones protestantes—, por medio de un expansionismo ideológico que acompañaba al creciente dominio económico y político de Estados Unidos en diversas regiones; este expansionismo cobra un nuevo impulso a partir de 1890, que se prolonga hasta las primeras décadas del siglo XX.(12)

    En este punto cabe señalar que este libro centra sus esfuerzos fundamentalmente en el contexto transnacional en el que se inscribe la lucha contra el alcohol; es decir, no trata la relación entre gobiernos —a la que solo se hace referencia de manera subordinada— y por tanto tampoco versa sobre un proceso circunscrito por los límites de los Estados nacionales; en cambio aborda un ámbito mucho más amplio que incluye las actividades y los intercambios sociales y culturales entre individuos y organizaciones no gubernamentales de diversos países, que construyeron redes y vínculos que influían en diferentes culturas.(13) En el mismo sentido, la causa estadounidense a favor de

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