Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Como La Luz De La Aurora: Meditaciones Bíblicas
Como La Luz De La Aurora: Meditaciones Bíblicas
Como La Luz De La Aurora: Meditaciones Bíblicas
Libro electrónico159 páginas1 hora

Como La Luz De La Aurora: Meditaciones Bíblicas

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

En el mar el panorama es igualmente sobrecogedor, parece como si las olas estuviesen brincando por encima de incontables linternas mágicas multicolores, y mar y cielo se unen en lontananza en un rojo amanecer. Es la aurora matinal.

Entonces, conforme avanza el día, los objetos, que antes eran siluetas, van tomando sus formas reales, y el sol, al tiempo que cobra fuerza, se levanta muy por encima de las montañas y se vuelve imponente; ya nadie se atreve a mirarlo directamente ni a menospreciar su fuerza. Y, es que la luz de la aurora ha ido en aumento hasta llegar al cenit, el punto más alto, más claro y más vivo del sol sobre la tierra.

Así es, o así debiera ser, la vida del cristiano que empieza como un incipiente amanecer.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento22 ene 2019
ISBN9781506527819
Como La Luz De La Aurora: Meditaciones Bíblicas

Relacionado con Como La Luz De La Aurora

Libros electrónicos relacionados

Crecimiento personal para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para Como La Luz De La Aurora

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Como La Luz De La Aurora - Pedro Guzmán Reyna

    INTRODUCCIÓN

    La presente obra es una selección de meditaciones, pensamientos, reflexiones, que he estado publicando a lo largo de varios años en diferentes medios impresos, principalmente en el libro de meditaciones cristianas Ecos Cotidianos de la Ciudad de México, así como en mi columna semanal Temas de Reflexión del Diario de Ciudad Victoria, Tamaulipas.

    El título Como la Luz de la Aurora es tomado del texto bíblico de la primera lectura, que dice: "Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto".

    En la mayoría de los casos, cada meditación tiene como base un versículo de la Biblia de la versión Reina-Valera 1960, pero he prescindido de las plegarias que usualmente van al pie de página en libros de carácter devocional similares a éste, a fin de dar libertad al lector para que formule su propia plegaria, si así lo desea.

    Cabe aclarar que las lecturas varían en extensión, abarcando algunas de ellas más de una página. Es por esta principal razón que no se ajustan a cada uno de los días del año, y no necesariamente tiene que leerse una reflexión diariamente, sino que el método de lectura se deja a discreción del lector.

    Quiera Dios que estas reflexiones sean de ayuda e inspiración a todas las personas que tengan a bien leerlas.

    El autor.

    COMO LA LUZ DE LA AURORA

    Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto.- Proverbios 4:18

    Uno de los más bellos espectáculos que ofrece la naturaleza es el nacimiento de un nuevo día. El horizonte, en los primeros minutos del amanecer, se tiñe de un rubor que va desde el rojo oscuro hasta el naranja encendido, y entonces va asomándose tímidamente el chapeado rostro del sol, tiñendo de color ocre a la campiña, y reverberando sus rayos en las nubes del cielo. Es la aurora matinal.

    En el mar el panorama es igualmente sobrecogedor, parece como si las olas estuviesen brincando por encima de incontables linternas mágicas multicolores, y mar y cielo se unen en lontananza en un rojo amanecer. Es la aurora matinal.

    Entonces, conforme avanza el día, los objetos, que antes eran siluetas, van tomando sus formas reales, y el sol, al tiempo que cobra fuerza, se levanta muy por encima de las montañas y se vuelve imponente; ya nadie se atreve a mirarlo directamente ni a menospreciar su fuerza. Y, es que la luz de la aurora ha ido en aumento hasta llegar al cenit, el punto más alto, más claro y más vivo del sol sobre la tierra.

    Así es, o así debiera ser, la vida del cristiano que empieza como un incipiente amanecer, pero, conforme pasa el tiempo, su luz espiritual se vuelve más y más clara al tiempo que va subiendo de intensidad hasta alcanzar el máximo nivel de santidad y consagración, ya que su meta siempre debe ser la perfección, lo mismo que la luz de la aurora.

    ROCÍO DE JUVENTUD

    Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder, en la hermosura de tu santidad. Desde el seno de la aurora tienes tú el rocío de tu juventud.- Salmo 110:3

    Hermosura de tu santidad, seno de la aurora, rocío de tu juventud. ¡Qué frases tan más acertadas para describir, de manera poética, el carácter de Cristo anunciado en este salmo mesiánico. Porque la esencia de Dios es una eterna juventud impregnada del rocío de la aurora. Así nosotros, sus hijos, debemos transitar por este mundo saturados también con el rocío de su Espíritu y de su Palabra. La hierba se seca, y la flor se marchita; mas la palabra de Dios nuestro permanece para siempre (Isaías 40:8).

    La aurora y el rocío vienen juntos, antes del amanecer, para adornar a las plantas y a las flores con sus exquisitas caricias. El rocío devuelve a las flores su lozanía y frescura que perdieron durante la noche. Aún cuando no haya indicios de lluvia o de nubes, de todas maneras hay gotas de rocío en el ambiente. Definitivamente, ambos fenómenos de la naturaleza son sinónimos de juventud. No importa los años que se estén acumulando sobre nosotros, de cualquier persona se puede decir que tiene el rocío de su juventud, si piensa y actúa como si los años no pasaran sobre ella.

    Del justo, se dice que es como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto (Prov. 4:18). Y hacia allá deberíamos dirigir el motivo de nuestra existencia, hacia el mediodía de la perfección. El rocío representa, igualmente, las bendiciones de Dios que descienden sobre sus hijos de manera paulatina, silenciosa y misteriosa. "Como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion; porque ahí envía Jehová bendición, y vida eterna (Sal. 133:3).

    Pensar siempre de manera positiva, mantener el optimismo en medio de las situaciones más difíciles, reflejar la imagen de Jesucristo en el carácter y en las actitudes, y ser de bendición a nuestros semejantes, eso es tener con nosotros siempre el rocío de la juventud.

    CAMINANDO CON DIOS

    Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.- Génesis 5:24

    ¡Qué hermosa experiencia la de Enoc!

    Caminar con Dios debe ser una de las emociones más grandes de un hijo de Dios.

    365 años vivió Enoc y cada uno de esos años los caminó con Dios.

    A nosotros ya no se nos es permitido vivir tanto tiempo, pero, simbólicamente, sí podemos caminar con Dios cada uno de los 365 días del año.

    Caminar con Dios, nosotros y nuestra familia, como lo hizo Enoc.

    Caminar con Dios en nuestros planes, en nuestros sueños, en nuestros proyectos.

    Caminar con Dios en los días felices, radiantes del sol de la esperanza.

    Caminar con Dios en las noches serenas de plenilunio, pero también en aquellas otras noches obscuras rasgadas por los rayos y las tormentas de las pruebas.

    Caminar con Dios, confiando en sus promesas y en su Palabra.

    Caminar con Dios es no querer caminar con nadie más, porque sabemos que si caminamos con Él todos los días de nuestra vida, Él también nos llevará a su presencia donde seguiremos caminando con Dios por toda una eternidad.

    ¡Qué hermosa experiencia es caminar con Dios!

    CRISTO, SEÑOR DE LO NUEV0

    De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.- 2 Corintios 5:17

    No hay duda, Jesucristo fue el Señor de lo nuevo. Desde su nacimiento hasta su sepultura. Su primera cuna fue un improvisado pero acogedor pesebre, y así se inauguraba la era del Evangelio, es decir, las Buenas Nuevas de Salvación, cantadas por los ángeles.

    En el aposento alto, al establecer su pacto de gracia, Jesucristo volvió a relucir el valor de lo nuevo, al decir: "Esto es mi sangre del nuevo pacto,… No beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo en el reino de Dios" (Mr. 14:24, 25).

    Cuando hizo su entrada triunfal a Jerusalén le fue prestado un asno al que ningún hombre había montado (Mr. 11:2).

    Y, como sabemos, su cuerpo ya inerte descansó en un sepulcro nuevo en el cual aún no había sido puesto ninguno (Jn. 19:41), para ello, José de Arimatea tuvo que comprar una sábana nueva y así envolver el cuerpo del Señor (Mr. 15:46).

    Quienes quieran seguir las pisadas del Maestro tendrán que acostumbrarse a andar en novedad de vida. Y, ¡qué mejor panorama de la vida eterna que el que nos muestra el libro del Apocalipsis donde el tema general es lo nuevo! Allí, el Señor vuelve a decir: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas (Ap.21:5).

    EL DIOS DE MARAVILLAS

    Al único que hace grandes maravillas, porque para siempre es su misericordia.- Salmo 136:4

    Nosotros, los seres humanos del siglo 21, nos hemos acostumbrado tanto a las comodidades que la ciencia nos brinda, que ahora no somos capaces de reconocer que, sobre todas las cosas, tenemos un Dios omnipotente pero al mismo tiempo misericordioso. Olvidamos que en cada elemento de la creación está el sello de Dios, desde los grandes sistemas planetarios hasta los minúsculos seres vivientes.

    La mano creadora y sustentadora de Dios está en todas partes. En las galaxias inmensas con sus soles, sus planetas, sus satélites. En el insondable mar que guarda un universo de criaturas multiformes. La presencia de Dios está también en las bellas flores del campo y en el cantar armonioso de las aves. En los caracoles que se

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1