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El Códice In'lakesh: Los Veintiún Pergaminos
El Códice In'lakesh: Los Veintiún Pergaminos
El Códice In'lakesh: Los Veintiún Pergaminos
Libro electrónico520 páginas8 horas

El Códice In'lakesh: Los Veintiún Pergaminos

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Inspirada en una historia real, desde la depresin mayor hasta lo que algunos llamaron Iluminacin. Un viaje a travs de las emociones ms extremas que condujo a la prdida de la realidad y hospitalizacin debido a que crey que ella misma haba muerto. En ese estado de delirio se escribi el mensaje principal del Cdice Inlakesh. Los principios que lo constituyen son enseanzas sumergidas en una novela que integra enfoques filosficos, psicolgicos, mdicos, fsicos y postulados personales. Descubre las diferentes etapas por las que puedes pasar si sigues las enseanzas de los veintin pergaminos que componen el cdice. Grandes artistas y cientficos a travs de la historia han logrado una conexin con el verdadero conocimiento logrando plasmar grandes obras o descubrir fenmenos invisibles a los ojos mas no para la imaginacin e inspiracin que lleva a realizarlos. En esta novela Jade es una joven doctora en depresin que te llevar a conocer su travesa por cada principio enseado por Atum, un sabio descendiente del linaje al que se le encomend la bsqueda y reintegracin de los pergaminos revelados mediante obras de arte y escritos. Una vez que el Cdice estuviera completo sera el momento adecuado para compartirlo con toda la humanidad. Ahora est en tus manos, no es casualidad, es el efecto de tus preguntas que fueron la causalidad. Vuelve a sentirte tranquilo y feliz, recupera la esperanza y la confianza en ti y en la vida, experimenta el amor infinito que te llevar a un estado indescriptible en el que develars el secreto de Inlakesh.

Principios en los pergaminos:

- Eleccin interna de la Verdad
- Vaciamiento
- Autoamor
- Autorresponsabilidad
- El Ahora
- El Propsito
- El Reflejo
- El Contraste
- Fluir
- Apertura
- Liberacin mediante Creencias Expansivas
- Frecuencias Vibratorias
- Dar y recibir
- Agradecer
- La Manifestacin
- Abundancia
- Tolerancia
- El Equilibrio y las siete virtudes
- La Espiral Ascendente y los doce recursos internos
- Autoplenitud
- Inlakesh
IdiomaEspañol
EditorialBalboa Press
Fecha de lanzamiento8 jun 2017
ISBN9781504378406
El Códice In'lakesh: Los Veintiún Pergaminos
Autor

Liz del Rocío Quintero Macías

Postdoctorado y maestría en neurociencias, doctorado en Biología Celular, carrera de Ingeniería Bioquímica y certificaciones en Psicología. Premio nacional en investigación básica (segundo lugar 2017) y primer lugar estatal “Educa2001”. Viajera por el mundo físico y de las emociones, las cuales le brindaron una experiencia espiritual fuente del Códice In’lakesh. Nacida en Culiacán, viviendo en Ciudad de México, considerada a sí misma ciudadana del mundo.

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    Vista previa del libro

    El Códice In'lakesh - Liz del Rocío Quintero Macías

    El códice In’lakesh

    Los veintiún pergaminos

    Liz del Rocío Quintero Macías

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    Derechos reservados © 2017 Liz del Rocío Quintero Macías.

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida por cualquier medio, gráfico, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias, grabación o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación de información sin el permiso por escrito del editor excepto en el caso de citas breves en artículos y reseñas críticas.

    Esta es una obra de ficción. Todos los personajes, nombres, incidentes, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o son usados de manera ficticia.

    Balboa Press

    Una División de Hay House

    1663 Liberty Drive

    Bloomington, IN 47403

    www.balboapress.com

    1 (877) 407-4847

    Debido a la naturaleza dinámica de Internet, cualquier dirección web o enlace contenido en este libro puede haber cambiado desde su publicación y puede que ya no sea válido. Las opiniones expresadas en esta obra son exclusivamente del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor quien, por este medio, renuncia a cualquier responsabilidad sobre ellas.

    El autor de este libro no ofrece consejos de medicina ni prescribe el uso de técnicas como forma de tratamiento para el bienestar físico, emocional, o para aliviar problemas médicos sin el consejo de un médico, directamente o indirectamente. El intento del autor es solamente ofrecer información de una manera general para ayudarle en la búsqueda de un bienestar emocional y espiritual. En caso de usar esta información en este libro, que es su derecho constitucional, el autor y el publicador no asumen ninguna responsabilidad por sus acciones.

    ISBN: 978-1-5043-7839-0 (tapa blanda)

    ISBN: 978-1-5043-7840-6 (libro electrónico)

    Las personas que aparecen en las imágenes de archivo proporcionadas por Thinkstock son modelos. Este tipo de imágenes se utilizan únicamente con fines ilustrativos.

    Ciertas imágenes de archivo © Thinkstock.

    Fecha de revisión de Balboa Press: 04/21/2017

    A mi esposo, por su amor, apoyo y cuidado incondicionales, además de la nobleza de su Alma que me ha acompañado.

    A mis padres, por los valores y educación que me inculcaron a lo largo de mi vida, no solo con palabras, sino con el ejemplo.

    A mis hermanos por ser grandes seres humanos y quienes siempre han creído en mí.

    A mis abuelos, por sus palabras de aliento, apoyo y las cualidades de cada uno que he tomado como ejemplo.

    A mis familiares López-Macías, Macías-Hernández, De la Vega-Quintero, Torossian-Quintero y Quintero-Carrillo y a mis amigos por acompañarme en los grandes momentos. En especial a mi, además de amigo, laoshi: Lalo Wong.

    A cada persona implicada en salvar mi cuerpo, mi mente y mi Alma, entre las que están grandes amigos como Roxana Teissier, Karina Gómez, Karla Rodríguez, Tatiana Martínez, Ricardo Guzmán, Daniel López, Fabricio Ruíz y Arturo Sierra.

    A un gran científico, jefe y persona, el Dr. Jorge Aceves Ruíz, quien es un gran ejemplo acerca de trabajar con entusiasmo en lo que se ha elegido hacer.

    A todos los grandes maestros, tales como Louis Hay, Brian Luke Seaward, Wayne Dyer, Víktor Frankl, Gustav Jung, Abraham Maslow, Elisabeth Kübler-Ross, Kurt Goldstein, José María Doria, Albert Einstein, Richard Feynman, a todo gran científico, filósofo y artista de la antigüedad y de la actualidad… quienes se han conectado a la Red Espiritual logrando divisar y compartir con los demás muy altos niveles de consciencia.

    Y a ti, a quien ha llegado este libro, por algo que sólo tú descubrirás…

    Contents

    Prefacio

    El Traslado De Jade

    Correspondencia Entre Jade Y Yamanik

    El Códice In’lakesh: Los Veintiún Pergaminos

    Primer Pergamino: Elección Interna De La Verdad

    La Propuesta

    Segundo Pergamino: El Principio De Vaciamiento

    Tercer Pergamino: El Principio De Autoamor

    Plática En El Café

    Cuarto Pergamino: El Principio De Autorresponsabilidad

    El Regreso De Albert Frank

    Quinto Pergamino: El Principio Del Ahora

    Sexto Pergamino: El Principio Del Propósito

    El Mensaje Y El Despertar Hacia Ágape

    Séptimo Pergamino: El Principio Del Reflejo

    El Regreso A México

    La Angustia

    Correspondencia Entre Jade Y Atum

    Noveno Pergamino: El Principio De Fluir

    Aparece Una Oportunidad

    Depresión Mayor Y Angustia

    Décimo Pergamino: El Principio De Apertura

    Hallazgo Del Octavo Pergamino

    Undécimo Pergamino: El Principio De La Liberación Mediante Creencias Expansivas

    Duodécimo Pergamino: El Principio De Las Frecuencias Vibratorias

    La Noticia Y La Indecisión

    Octavo Pergamino: El Principio Del Contraste

    Decimotercer Pergamino: El Principio De Dar Y Recibir

    Pergamino Decimocuarto: El Principio De Agradecer

    Pergamino Decimoquinto: El Principio De Manifestación

    Viaje A San Cristóbal De Las Casas

    Yamanik Elige Ser Guiada

    Pergamino Decimosexto: El Principio De Abundancia

    La Confesión De Amaru

    Pergamino Decimoséptimo: El Principio De Tolerancia

    Un Antiguo Acuerdo

    Pergamino Decimoctavo: El Principio De Equilibrio Y Las 7 Virtudes

    Pergamino Decimonoveno: El Principio De La Espiral Ascendente Y Los 12 Recursos Internos

    Un Paseo Por Riquewihr Y Por Las Últimas Enseñanzas

    Pergamino Vigésimo: El Principio De La Autoplenitud

    El Encuentro Con Maia

    Pergamino Vigésimoprimero: El Principio De In’lakesh

    La Reintegración Del Códice

    La Muerte De Atum

    El Nacimiento De Ágape

    Despertares

    La Conexión Sublime

    Epílogo

    Bibliografía

    Endnotes

    PREFACIO

    Por Liz Quintero

    Deseo con todo mi Ser transmitir lo que experimenté a cada ser humano sin importar raza, nacionalidad, religión o credo. Fue algo tan inmenso que me sobrepasó, incluso creí que había muerto, perdí la realidad al punto de que se me hospitalizó. Hablo de un inmenso Amor de Unidad. Un Amor que lo abarca todo, que está en todo, que te hace confirmar que todo es un continuo, que no hay fronteras, que estamos conectados todos y con todo. Es indescriptible porque no es solo un sentimiento, emoción o pensamiento encerrados en un cuerpo; ya que no te sientes una persona aislada, sino que dejas de ser un individuo para convertirte en parte de un todo, o más bien dicho, no una parte, sino que eres y estás en todo; así como todos y todo lo demás también lo son y lo están. Es solo cuestión de darse cuenta. Es una certeza dada por el Alma conectada al Espíritu.

    Esta vivencia te puede enloquecer, no sé por cuánto tiempo, mi mente lo estuvo por dos noches y tres días, tal vez porque no estaba preparada; tal vez era tanto mi egocentrismo que al verse desvanecido del todo y darme cuenta de que no hay un centro, todas mis percepciones se derrumbaron junto con los límites corporales y sensoriales. Aunque había logrado relajaciones profundas en las que dejas de sentir tu cuerpo por un momento y la verdadera meditación en la que finalmente la mente queda sin pensamientos, jamás había experimentado algo parecido, algo tan sublime que cuando el pensamiento regresó, solo pudo concluir que ya había muerto y estaba en lo que algunas religiones describen como cielo o nirvana. Es una liberación corporal y mental en la que solo eres. Eres cada ser, cada río, cada montaña, el viento que acaricia cada planta y a la vez cada planta que recibe esa caricia…

    En este libro, inspirado en estas experiencias bastante profundas y tal vez algo extraordinarias, te describo en forma de novela cómo llegué a esto y lo que sucedió después. Lo he escrito como recordatorio hacia mí, para no volver a perderme debido al miedo; y también para ti, porque sentí el gran Amor de tu Ser, pero que está encerrado en tu cuerpo, así como tu sufrimiento, que me hizo temblar y delirar. Sé de tus culpas, miedos y angustias que has ido enmascarando, y también sé que esto en lugar de darte alivio, te ha ido dañando cada vez más. No te has dado cuenta de que no solo vas cargando con las culpas de lo que ha hecho tu persona sino con la culpa de lo que todos hemos hecho porque yo soy parte de ti y tú de mí. Por favor sal de ese sufrimiento y libera el infinito Amor que está dentro de ti. Porque de igual manera cuando vivas en el Amor todos los demás lo sentiremos también.

    No es algo extraordinario que la Divinidad nos hable, lo extraordinario es escucharla. De modo que no estoy en contra de religión alguna, si te acerca al Verdadero Amor, adelante. En lugar de ir en contra de las cosas e ideas, voy en pro del Amor, la Paz, la Felicidad y la Plenitud. Es por esto que te deseo que dejes de identificarte; tu nacionalidad, profesión, género, ideologías, prejuicios, condición socioeconómica, tono de piel… todo eso es cosa de la mente.

    Solo sé.

    CAPÍTULO I

    EL TRASLADO DE JADE

    Liberia, 2009

    No cesaba de atender sobre todo a niños y mujeres embarazadas infectados con malaria. Aunque lo que trataba ahora era menos inclemente que el ébola, al que se había estado enfrentando en el Congo, su ánimo no había mejorado con el cambio de residencia a otro país para continuar siendo parte de la cobertura sanitaria universal.

    Cuando trabajaba, Jade se centraba en cuerpo y mente en lo que estaba haciendo, así se olvidaba de sus sentimientos. Pero el resto del tiempo se sentía estresada, alterada, malhumorada… ¿estaría así por vivir tan lejos de su país natal? No, no era eso; aunque por supuesto extrañaba a su familia, esos sentimientos la acompañaban en cualquier lugar que estuviera, y desde hacía mucho tiempo… Seguía sin conocer el sentido de su vida.

    Su primer recuerdo acerca de sus cuestionamientos sobre su existencia en este mundo se remontaba a sus 5 años de edad, cuando al viajar por carretera, regresando de conocer el pueblo natal de su mamá, quedó viéndose a los ojos en el espejo retrovisor por varios minutos, mientras se preguntaba: ¿quién soy?, ¿qué hago aquí? Intentaba reconocerse, como si su mente tuviera muchísima más edad y estuviera ahora habitando un lugar que desconocía. Quería penetrar en su interior a través de sus ojos, con su propia mirada.

    - ¿Qué tanto te ves en el espejo? – preguntó de forma áspera y brusca su tío.

    - ¿Y a ti en qué te molesta? – le contestó con otra pregunta su hermana, la madre de Jade.

    Jade no dijo nada, solo dirigió la vista hacia la carretera y el paisaje. Pronto su mente cambiaría la atención hacia las calcomanías que le compraran al detenerse en una pequeña tienda ya próxima a la ciudad. Volvía a pensar en cosas de niños…

    A lo largo de su vida su espiritualidad tendría una serie de altibajos semejantes a una montaña rusa altísima. De niña era muchísimo muy apegada a la religión que le inculcaron sus padres; sin embargo, algo muy extraño sucedió, al intentar leer el libro sagrado en el que se basa dicha religión, sintió que en lugar de acercarse a Dios, esos escritos estaban muy revueltos con cosas en contra de lo que ella concebía como Dios; entonces prefirió dejar de leerlo, ya que sentía que terminaría abandonando su Fe. Siguió aferrada a esa religión, pero con los ojos vendados, incluyendo los del corazón, pensó que siguiendo los dogmas estaría actuando bien, como una fiel devota y creyente. Esto fue bastante contraproducente, llegó un momento en el que no pudo más, dejó de creer por completo, no se puede forzar algo así. Paradójicamente al vendar su corazón y solo seguir dogmas se apartó de éste, lo cual la condujo invariable y exclusivamente a la razón, que sin estar en contacto con su esencia proveniente del Espíritu, la volvió completamente atea. Esto se reforzó con tantas noticias de cosas atroces realizadas por quienes se suponía debían ser los guías, sentía que su religión la había decepcionado. Se fue transformando en una persona cínica que hablaba la mayor parte del tiempo de forma sarcástica. Sin darse cuenta vivía cada vez más triste y con amargura en su corazón. Buscó evadir estos sentimientos con una vida banal llena de excesos que perjudicaban su cuerpo y su Alma. Se engañaba a sí misma con una máscara de perfección y convenciéndose de que estaba haciendo las cosas bien, estaba avanzando en sus metas profesionales, ¡qué más daba todo lo demás!

    ¿Por qué sentía tanta tristeza y una sensación tan rara en el estómago, sobre todo los domingos? Debía ser porque todavía no había cumplido todas sus metas, se contestaba, incluyendo encontrar una pareja con la que fuera muy feliz… Esta situación perduró durante años, se dio cuenta que ni yendo a lugares en el mundo considerados dentro de los más hermosos podía acallar esos sentimientos. Por fin se dio cuenta de que nada de lo que estaba viviendo la hacía feliz, se fue sumergiendo en una tristeza cada vez más profunda. Ni idea tenía que desde hacía muchos años vivía ya con depresión. Después de tres semanas y media de no poder levantarse para ir a trabajar por fin lo hizo, muy débil, mas sabía que no podía continuar así, fue entonces cuando supo que necesitaba profundamente volver a creer, no sabía en qué o en quién, así que sólo pidió volver a creer.

    En ese momento fue cuando le dieron la noticia de su traslado hacia Siria. Ahí aprendería, con un anciano de nacionalidad desconocida, que la espiritualidad nada tiene que ver con religión; ya que esta última suele ser, para muchas personas, una maraña de dogmas que incluso les es contraproducente, tal y como lo fue para ella. Así como para otros llega a ser hasta una adicción con diversas vertientes que incluso los aparta de la Verdad. Aunque claro, también existen otras personas que sí practican de forma honesta alguna, acercándose al Espíritu, sin desviarse en la crítica hacia otras religiones.

    Pero trasladándonos de nuevo al momento de la noticia de su transferencia hacia aquél país, Jade tenía sentimientos encontrados, apenas tenía la fuerza de voluntad para levantarse cada mañana, mas deseaba con todo su corazón salir de ese estado, ahora no sabía si al ir hacia esa otra parte del mundo, llena de tantos conflictos, se estaba dirigiendo hacia la muerte.

    Y así era…

    CAPÍTULO II

    CORRESPONDENCIA ENTRE JADE Y YAMANIK

    San Cristóbal de las Casas, México, 2009

    - ¡Mamá ya llegamos! – avisó Yahir al entrar a la casa de sus padres junto con su esposa Lourdes y su hijo Antonio.

    Amaru salió de la cocina para recibirlos, besó con alegría a su hijo y a su nuera, y se agachó extendiendo los brazos a su primer nieto:

    - Ven Antonio, dame un beso y un abrazo fuerte de oso.

    Antonio, de cuatro años de edad, abrazó y besó a su abuela, enseñándole luego su pandero nuevo que traía en la mano izquierda:

    - Mira mamá-rú me lo compró ayer mi papá.

    - ¡Qué bonito está hijo! ¿Ya aprendiste a tocarlo para que lo lleves al carnaval?

    - Sí mamá-rú, se lo voy a enseñar a mi papá-zar.

    - Cómo le causa gracia a Eleazar la forma en que ya nos apodó Antonio – rió Amaru, abrazando a su hijo y guiándolos hacia el comedor.

    - Antonio, hijo, háblale a tu tía Yamanik, dile que ya está el desayuno.

    - ¡Tíaaa! – gritó el pequeño corriendo hacia la habitación de Yamanik.

    La mesa estaba servida: sopa de chipilín con bolitas, tamales chiapanecos, para beber el tradicional taxcalate y de postre platanitos fritos con crema y queso.

    - ¡Qué rico se ve todo! – exclamó Lourdes – ¡Y huele delicioso! La sopa de chipilín es mi favorita.

    - ¿Conoces la leyenda del chipilín? – preguntó Eleazar a su nuera.

    - No, ¿de qué se trata?

    - Cuenta la leyenda de origen Maya, que Chac, Dios de la lluvia, se enamoró perdidamente de Ix Chel, diosa de la luna, pero ella no le correspondía. De manera que Chac cubrió el cielo con nubes negras para que nadie pudiera ver la belleza de Ix Chel. Durante tres años el cielo se cubrió de nubes y llovió sin cesar. Los ríos se desbordaron y los sembradíos se inundaron dejando al pueblo sin alimento, si eso continuaba la gente pronto moriría. Una noche a Ix Chel se le ocurrió una solución. Se casó con Chac para que quitara las nubes negras y dejara de llover. Sin embargo, ella no concebía estar casada con alguien a quien no amaba, por lo que la noche de bodas, en el preciso momento en que Chac desapareció las nubes, ella se escapó en forma de pequeñas hojitas verdes que cayeron como lluvia por todo el territorio. Esas hojitas, que se podían comer preparadas de diferentes formas, salvaron a los mayas de la muerte. Nuestros ancestros las llamaron Chepil-Ix, que significa hojas de la luna.

    - ¡Bastante interesante! No me cabe duda que uno nunca acaba de aprender sobre nuestras tradiciones y leyendas, ¡en México hay tanta riqueza cultural!

    - Gracias a nuestra artesanía, bailes, costumbres, leyendas, música, proverbios y hasta supersticiones, Yamanik se interesó en estudiar arqueología, le nació el gusto desde muy pequeña… desenmarañar los misterios de lo que dio origen a lo que ahora conocemos – comentó Amaru.

    Yamanik asintió con una sonrisa mientras tomaba un bocado. Amaru entonces se dirigió a Yahir:

    - ¿Y cómo va la siembra hijo?

    - Muy bien, mamá, este año las mazorcas están más grandes que nunca, y están dando maíz de muy buena calidad.

    - ¡Qué bueno hijo, me da mucho gusto que tanto trabajo rinda fruto! – luego se dirigió hacia su hija - ¡Ah, Yamanik!, te doy la carta que te envía Jade.

    Amaru se dirigió hacia la vitrina, abrió la puerta de vidrio, sacó el sobre y se lo entregó a Yamanik.

    - Gracias, mamá. Hace poco me escribió un mail, pero ya sabes que disfruta más escribiendo cartas con su puño y letra. Las amigas siempre le hemos dicho que es un alma vieja.

    - Lo último que nos contaste es que estaba por terminar la especialidad en inmunología en Estados Unidos. ¿Qué te decía en el mail?, ¿cómo está?, ¿qué hace?, ¿en qué parte del mundo esta viviendo?

    - No lo van a creer. Se unió como voluntaria al Cuerpo de Paz, estaba en Liberia, pero la acaban de retirar de ahí, la trasladaron a Siria.

    - ¡Qué! – exclamó preocupado Eleazar – ¡No sé qué es más peligroso: que esté en África por el ébola o en el medio oriente con todos los conflictos de guerra!

    - ¡Ay, esa muchacha, siempre tan empeñada en ayudar a la humanidad, que Dios nos la cuide! – prorrumpió Amaru.

    - Me pregunta por ustedes, siempre dice que somos su segunda familia y que me quiere como a una hermana.

    - Por supuesto que lo somos – afirmó Amaru – desde el día que se conocieron, las dos con 6 años de edad, se hicieron amigas inseparables y ha sido otro miembro de nuestra familia. Dile que se cuide mucho, y que busque la posibilidad de traslado a lugares más pacíficos ¡Dios santo!

    - Me dice que está muy contenta de ayudar, que se está instalando y familiarizándose con el idioma.

    - Lo bueno es que ya habrá practicado el árabe en Liberia – comentó Yahir.

    - No hermano, el idioma en Liberia es el inglés – dijo Yamanik.

    - ¡Ah, no lo sabía!, entonces apenas lo empezará a practicar con nativos.

    - Lo bueno es que hace poco lo estudió – añadió Yamanik.

    - Cuando le escribas mándale muchos saludos de nuestra parte, dile que ya sabe que aquí estamos para lo que sea que se le ofrezca y que esperamos que este año sí pueda venir a México a celebrar la navidad – dijo Eleazar a su hija.

    - Claro papá, yo le digo.

    La familia terminó de comer, Amaru y Lourdes comenzaron a recoger la mesa y lavar los trastes. Yamanik avisó que saldría con Álvaro, por lo que regresó a su habitación para arreglarse. Eleazar se fue a la sala a jugar con su nieto. Mientras tanto Yamanik salió al patio y se sentó en la banca que tenían bajo el árbol de mamey para leer la carta de Jade:

    Querida Yamanik,

    Ya cumplí el mes en esta ciudad del medio oriente, a pesar de toda la agitación que se esta viviendo en estas tierras me siento algo tranquila. Tengo mucho trabajo todos los días, sin embargo, en mis días de descanso he salido a conocer la ciudad, por supuesto haciendo caso de las recomendaciones que se me han dado de por dónde andar y qué horas son las más convenientes para hacerlo. He ido a ver las tiendas de artesanías hechas de madera y otras repujadas en metales preciosos, como oro, plata y cobre. También he pasado por algunos talleres de bordado de sedas y tejido de alfombras. Aprovecho para platicar con la gente y así conocer más de sus costumbres, cada día entiendo más el idioma.

    Me ha gustado toda la comida que he probado, sobre todo el baba ghanush que son berenjenas asadas mezcladas con tahina (ajonjolí molido), limón, ajo, jarabe de granadas y comino. De ensalada el tabule, hecha de lechuga, perejil, trigo, aceite de oliva, tomate y hierbas aromáticas con zumo de limón. Y de postre la baklava en cualquier presentación, que creo tiene origen turco pero aquí también es típico, se trata de diferentes tipos de pastelillos hechos con una pasta de nueces en una masa que de vista se parece al hojaldre pero tiene diferente sabor y están bañados en almíbar o jarabe de miel, a algunos les ponen también avellanas y almendras, entre otros frutos secos y una especie como de crema. Claro que a veces extraño la comida mexicana, ¡cómo me gustaban los tamales de azafrán que hacía tu mamá! Acá también he distinguido el azafrán en algunos platillos, así que inmediatamente me acuerdo de ellos. Recuerdo que siempre los acompañábamos bebiendo pozol. Tengo antojo también de los chiles en nogada, y por supuesto de los mariscos que comía en Sinaloa mientras hice allá la residencia. ¡Ya se me abrió el apetito! En un momento bajaré a cenar.

    Estoy rentando una habitación en una casa antigua, la cual esta hecha de bloques de cemento pintados de diversas tonalidades marrón, tiene un patio central con una fuente en medio y varios árboles frutales cítricos, además de parras y pequeñas flores blancas y amarillas. Su dueño es un comerciante, se llama Atum, no sé de dónde es, al parecer tanto él como sus antecesores han viajado muchísimo y se han establecido por épocas en distintos países, tampoco sé que edad tiene, se ve ya mayor pero con muy buena salud y está bastante lúcido, todas las noches cenamos juntos y me platica anécdotas de sus viajes por el mundo. Su cara irradia mucha sabiduría, su voz es serena y su mirada amable. Al mismo tiempo, es una persona exigente, lo extraordinario está en que toda la gente, incluso la desconocida, lo obedece no porque deban, sino porque quieren hacerlo, tal vez se deba a que pide las cosas con firmeza y a la vez con humildad, además de que irradia tanta paz, que tranquiliza estar a su lado. Se me figura que así debieron ser los sabios del mundo antiguo, con ese aire tan enigmático y pacífico a la vez. Tiene pocos años que se asentó en esta ciudad, decidió comprar la casa y arrendar los cuartos, él también vive aquí. Tiene una tienda con mercancía de diversos países, seleccionó a sus mejores contactos y ellos le envían las cosas que ahora vende.

    Es muy interesante todo lo que me platica, te iré escribiendo sobre ello. Generalmente me describe las ciudades que ha conocido y sus costumbres, sin embargo, hay veces que menciona algo sobre unos pergaminos y secretos que se dedicó a buscar por todo el mundo, y entonces su mirada brilla y su voz se llena de misterio, luego dice (aunque hablando más para sí mismo que hacia mi): solo faltan tres, pero es momento de esperar, yo ya estoy cansado de viajar y tengo fe en que estas últimas enseñanzas llegarán a mi, no yo a ellas.

    No me atrevo todavía a hacer preguntas, solo escucho atentamente lo que me dice, pero tengo mucha curiosidad. Su forma de ver la vida es tan especial, que estoy segura será una persona de la que aprenderé mucho. En este corto tiempo ya le tengo mucho afecto.

    Querida amiga, me despido. Les mando a ti y a tu familia un fuerte abrazo. Deseo que todos estén muy bien y seguimos en contacto.

    Tu amiga y hermana

    Jade

    Esa misma noche Yamanik, quien era más práctica y de pocas palabras, le escribió un correo electrónico a Jade.

    Querida Jade:

    Estamos muy contentos de tener noticias tuyas, es muy interesante todo lo que estás viviendo, sobre todo lo que me platicas del anciano, debe ser muy interesante su vida y los secretos de los que habla, me imagino que si te los está mencionando es porque los va a compartir contigo. En este momento se me vino a la cabeza el chiquillo de karate kid con el anciano oriental, jajaja… Bueno, no sé, esa es la impresión que me da.

    Aquí todo va bien, estoy en espera de una beca que solicité para participar en unas excavaciones en Egipto y sigo muy contenta con Álvaro. ¿Y cuándo vienes a México? Espero que pronto, ¡ya tenemos mucho tiempo sin verte! Cuídate mucho, ¡nos preocupa bastante que andes en aquella zona!

    Con cariño, tu amiga y hermana

    Yamanik

    CAPÍTULO III

    EL CÓDICE IN’LAKESH: LOS VEINTIÚN PERGAMINOS

    Siria, 2009

    Jade entró a la cocina para prepararse algo de cenar. Atum estaba muy apacible sentado a la mesa bebiendo una taza de té.

    - Buenas noches Atum.

    - Buenas noches Jade, ¿gustas una taza de té?

    - Sí, gracias. Huele muy bien ¿de qué es? – preguntó Jade.

    - Es té de oolong – contestó Atum – un té chino tradicional, su nombre significa té de dragón negro, unos dicen que es por la forma de sus hojas oscuras, largas y curvas; otros que por el monte donde se producía originalmente; y otros que deriva del apellido de su descubridor. Es de mis favoritos, me traje bastante de mi último viaje a China.

    Jade sorbió un trago:

    - Mmm, está muy rico.

    - Y ¿qué tal estuvo tu día?

    - Interesante, con mucho trabajo durante el día, pero luego disminuyó y nos dio tiempo a un compañero y a mí de tener una charla sobre religión.

    - ¡Un tema siempre controvertido! – sonrió Atum.

    - ¡Bastante! Mi compañero confundía el hecho de creer con el de tener una religión. Por lo que su punto era la gran cantidad de violencia que ha generado el fanatismo. Le dije que ambas cosas son bastante diferentes, que en mi país la mayoría de la población somos creyentes, sin embargo no todos somos religiosos, y mucho menos fanáticos. En general, podemos tener amigos de otras religiones, no les declaramos la guerra… Platicamos mucho al respecto, y finalmente me dijo que lo había vencido con mis argumentos.

    - Bueno, yo no diría que lo venciste, el debate no es un combate, sino la búsqueda de la verdad. Un diálogo entre personas maduras donde se exponen ideas y conocimientos de manera honesta, reconociendo desde el inicio que podemos estar equivocados o tener solo parte de la verdad sobre el tema, para entonces estar abiertos a realmente escuchar los argumentos de los demás y reflexionar al respecto. Así, no hay vencedor ni vencido, ya que al acercarnos a la verdad todos ganamos.

    - Usted siempre me sorprende con su forma de ver las cosas.

    - Debo confesar que es sabiduría que he aprendido de otros hombres, tanto ancestrales como de la actualidad, todos me han guiado hacia un descubrimiento interior, por lo que conocerlos ha ayudado en la formación de mi tipo de pensamiento y creencias – dijo con humildad Atum - No he hecho distinción de nacionalidad, edad, raza, profesión, grado académico, nivel socioeconómico o religión, que es precisamente como empezamos este tema. En mis viajes me he dado cuenta que en esencia todos los hombres somos más parecidos de lo que pensamos, nuestra gama de sentimientos es la misma y buscamos también lo mismo: la felicidad y la paz.

    - Pero la felicidad es distinta para cada ser humano ¿no lo cree así?

    - Es verdad que el camino que debemos andar es diferente para cada individuo. Habrá unos que busquen la felicidad aislándose en un monasterio, otros formando una familia, otros dedicándose de lleno a la ciencia o a practicar algún deporte. Sin embargo, lo que se busca con eso es el sentimiento de felicidad, de plenitud, de la Verdad.

    - ¿Y cree que la verdad la tenga solamente una religión?

    - La Verdad esta en todos y cada uno de nosotros. Es un sentimiento muy fuerte de Amor puro, que en realidad es muy difícil de explicar con palabras, algunos lo llaman Iluminación. Tiene que ser experimentada, ya que no hay palabras en ningún idioma que la puedan describir fielmente y con certeza. Y contestando a tu pregunta: cualquier religión que tiene como esencia el Amor, es una guía que te puede conducir a ella. Cabe señalar que una persona que no sigue una religión definida, pero entra en contacto con su Divinidad interior, también la puede experimentar.

    - Si la esencia de la mayoría de las religiones es el Amor, ¿cómo es que surge la violencia?

    - Todos los escritos sagrados han pasado por muchas manos, lo cual significa: pensamientos subjetivos sujetos a experiencias propias, ideas de cada época e intereses tanto personales como de grupos que han influido en qué agregar y qué no; además de malas traducciones. Algunos los habrán tergiversado con alevosía y ventaja, otros accidentalmente. Pero a fin de cuentas no son tan puros como la parte Divina que habita en cada persona.

    - Pero todas las personas estamos llenas de defectos, experiencias negativas, en algunos casos incluso traumáticas, y todo eso se refleja en las malas acciones y el caos mundial – replicó Jade.

    - Todo lo que acabas de mencionar es la parte humana, yo te estoy hablando de la esencia de Amor puro en nosotros, aunque muchas veces esté demasiado escondida – sonrió Atum con cierta tristeza – Por otro lado, es cierto que hay delitos, revueltas y guerras en el mundo; pero también es cierto que existe mucha bondad, y me atrevo a decir que hay mucha más bondad que maldad. Lo que pasa es que reina el amarillismo en los noticieros y no hay un medio donde se anuncien diariamente los sacrificios que hacen los padres por los hijos, la ayuda que brindan muchos ciudadanos de forma personal a los indigentes, todas las donaciones a diversas asociaciones de ayuda o investigación para encontrar la cura y prevención de enfermedades, no se lee sobre la gente que gratuitamente va a leerles a los ancianos de los asilos, tampoco hay una estadística de los jóvenes que ayudan a cruzar la calle a la gente mayor o con problemas visuales…

    - Tiene razón, todos los días, si estamos atentos, podemos encontrar actos de bondad a nuestro alrededor. Acabo de recordar a una amiga que impartía talleres para propiciar la lectura en jóvenes que estaban presos. El programa era por parte del gobierno, sin embargo era muy poco el dinero dedicado a eso, por lo que ella siempre ponía de su bolsillo, y me decía que no le importaba, porque era mucho más grande la satisfacción que recibía al ver el gran cambio de actitud en los jóvenes, no solo hacia la lectura, sino hacia la vida, lo cual le daba la esperanza de que al salir serían mejores ciudadanos. Cuando comparaba ese sentimiento con el dinero que ella aportaba, sonreía diciendo que no era nada… También tengo el ejemplo de mis padres y hermanos, quienes son enormemente buenos con el prójimo, todos son muy nobles, generosos y amables.

    - Lo ves, en todas partes hay buenas personas. Todos somos diamantes en bruto que hay que pulir – afirmó Atum.

    - Lo que no entiendo es ¿por qué hay personas que al hacerse más religiosas, al mismo tiempo se vuelven muchísimo más críticas con los demás?, ¿no deberían ser más humildes, comprensivas y amorosas? – preguntó Jade desconcertada.

    - En muchas es porque les gana la soberbia, creen estar más cerca de Dios que la demás gente. La mayoría de los seres humanos viven con la consciencia dormida, de manera que al poner su atención en la eliminación o disminución de alguna imperfección o de los llamados pecados, descuidan todas las demás imperfecciones, se centran en una y las demás a veces se intensifican. Y entonces, en lugar de seguir en su camino de evolución espiritual, se detienen a comparar el aspecto que ellas han mejorado con el comportamiento de las demás personas. Olvidan que cada persona tiene su propio camino de aprendizaje, que cada persona tiene una historia de vida diferente y que el tiempo para aprender cada lección es distinto.

    - Ya entiendo, se pierden en la crítica hacia los demás en lugar de seguir dedicándose a la auto-observación para continuar su propio crecimiento. He escuchado en lenguaje religioso que cuanto más te acercas a Dios, más cerca está el diablo.

    - Las tentaciones siempre existen en este mundo. Es por eso que hay que hacer lo posible por estar conscientes todo el tiempo, no dormirnos en nuestros laureles por haber mejorado en algo. Y en lugar de ver la paja en el ojo del vecino, ver la viga que hay en el nuestro.

    - Muy cierto – afirmó Jade - creo que daríamos un gran paso si antes de criticar a los demás nos detenemos, no sabemos si estando en sus zapatos actuaríamos de forma similar.

    - Y aunque estuviéramos casi seguros de que estando en sus zapatos no actuaríamos así, siempre será mucho más provechoso para nosotros y para el mundo, mejor dedicar esa energía en despertar nuestra propia consciencia.

    - Atum, seguido le escucho mencionar la palabra consciencia, y decir que la mayoría de los hombres vivimos en un estado de consciencia dormida. ¿A qué se refiere con eso?

    - Me refiero a que la mayoría de los hombres no viven, sino que sobreviven. Se despiertan, se asean, se visten, van al trabajo, regresan, pasan gran tiempo pegados a la t.v. o a otros medios escuchando sobre la vida de otros y olvidándose de la suya. No se detienen al despertar para agradecer un día más de existencia en este mundo, mientras se bañan están pensando en tantas cosas en lugar de disfrutar el agua que recorre su piel, no disfrutan su trabajo sino que lo hacen solo por la recompensa del pago monetario, ven programas de drama o violencia en lugar de salir a contemplar el atardecer, hacer una caminata, realizar un hobby o compartir tiempo de calidad con sus seres queridos. Al comer no saborean los alimentos, ya que su mente está en otras cosas. Y en general, se vive en el pasado o en el futuro, perdiéndose de cada momento presente. Siempre que no estamos presentes en nuestras acciones de cada momento es cuando digo que estamos actuando con la consciencia dormida, ya que la consciencia es el conocimiento de las experiencias que a cada momento vive el espíritu humano, es percatarse de su existencia, solo estando conscientes podemos discriminar lo que va acorde con el Espíritu de lo que genera nuestra separación de Él.

    - ¿Se refiere a que esa consciencia nos da un conocimiento sobre lo que está bien y lo que está mal? – preguntó Jade para entender mejor.

    - Según algunas religiones no existe el bien y el mal, ya que se juzga según las costumbres que tiene cada pueblo, así como por la experiencia y educación familiar de cada persona, de manera que algo bueno para alguien puede ser algo malo para otra persona. Además de la tendencia de juzgar como malo lo diferente. Existe mucho relativismo cultural y personal para cada tema.

    - ¡¿Pero cómo pueden decir que no existe el bien y el mal?! ¡¿Qué hay de los asesinatos, violaciones, abusos a niños…?! ¡En cualquier parte del planeta me imagino que se considera algo malo! – exclamó Jade estupefacta y con indignación.

    - Si vas viendo el panorama más ampliamente, analizándolo más allá del hecho aislado te darás cuenta que todos los involucrados son víctimas de víctimas, y yéndote hacia atrás, así sigue siendo la cadena. La mayoría de las veces se trata de víctimas en la infancia de adultos que de la misma manera fueron víctimas en su infancia. Y cuando se llega a una persona que no sufrió daños ocasionados por alguien más, estudios demuestran que tiene algún daño cerebral. Esta cadena se rompe cuando una de las personas está conscientemente en contacto con el Espíritu. Por supuesto esto no se trata de justificar a nadie, sino de ayudar en el despertar de la humanidad comenzando con nuestro propio despertar.

    Jade se quedó callada un buen rato reflexionando, primero estaba por completo en desacuerdo, de repente recordó una noticia que fue muy sonada y que le impactó demasiado:

    - Se me ha venido a la mente el caso de un señor que atropelló y mató a unos niños. Él se quejaba una y otra vez con el personal de la escuela de que obstruían su entrada, por lo que llegaba tarde a su trabajo. Cuando escuché esto yo estaba cursando una materia de neurociencias, entonces además de sentir muchísima pena por los papás de esos niños y enorme tristeza por los pequeños, también sentí muchísima lástima por ese hombre, sabía que había actuado de forma cegada e inconsciente dirigido por la ira. Esa ira en forma de compuestos bioquímicos que habían gobernado su conducta y habían sido derramados en su cerebro y en su cuerpo en respuesta a la impotencia por no tener respuesta por parte del personal de la escuela y estarse viendo afectado en su vida cotidiana. Desde mi punto de vista fue la inconsciencia por parte del personal de la escuela la que provocó todo.

    - En ese suceso todos estaban viviendo de forma inconsciente. Cuando se vive despierto es mucho más difícil caer en la ira y conducirse cegadamente por ella. Una sola persona consciente modifica muchas cosas a su alrededor, circunstancias y acciones tanto propias como ajenas. Es por esto que el propio despertar contribuye de forma inimaginable en cambiar las cosas hacia la paz de toda la humanidad, porque ningún hecho está aislado. Al estar consciente: 1) tú eres el único dueño de tus reacciones ante las acciones de los demás; 2) al estar en ese estado tú no harás cosas que alteren de forma negativa la vida de otros; y 3) te conducirás de forma amable y bondadosa, lo cual ayudará de forma positiva a otras personas, al planeta, al universo y por lo tanto, a ti. Un solo acto de bondad realizado por una persona puede llegar muy lejos, tocando a muchísima gente; de igual forma un solo acto negativo puede desencadenar una serie de sucesos negativos pasados de dormido a dormido. Es por esto que debemos enfocarnos constantemente en experimentar y vivir en la verdadera Iluminación, porque así puedes discernir sobre cómo proceder de forma acorde con la Divinidad que habita en tu interior. Cuando tienes la consciencia despierta, más que pensar o reflexionar, sientes cuál es la elección correcta para la evolución de tu Alma. Es un saber integral, no solo mental, sobre qué es lo que lleva hacia la Verdad.

    - ¿Usted esta viviendo siempre lo que llama verdad o iluminación? – preguntó la joven, quien consideraba bastante sabio a ese gran hombre.

    Atum esbozó una gran sonrisa y sus ojos irradiaron más brillo del habitual. Después de respirar profundamente, contestó:

    - Vivo alerta recordándome constantemente vivir el presente, es decir, vivir con la consciencia despierta, ya que no es tan fácil permanecer todo el tiempo en ese estado.

    - ¿Y cómo lo logró? – preguntó Jade incorporándose hacia Atum y abriendo aún más lo ojos - ¿Fue gracias a sus viajes como comerciante?

    - Sí fue gracias a mis viajes, pero no como comerciante, sino como seguidor de mi propósito sobre encontrar la Verdad.

    - No entiendo, ¿a qué se refiere? - inquirió Jade, bastante interesada en conocer la historia del misterioso anciano.

    - Mis antecesores y yo nos hemos dedicado a la búsqueda de veinte pergaminos que, junto con el que nos fue heredado, conforman los veintiún principios del Códice de la Verdad, llamado también Códice IN’LAKESH. Este texto antiguo y sus instrucciones traspasadas oralmente son como el mapa y la llave de un tesoro, uno que contiene la comprensión de grandes misterios. El mapa son los principios enseñados por escrito; la llave, las prácticas pasadas a través de generaciones; y el tesoro, la revelación del gran arcano que lleva a vislumbrar la Iluminación. Este Códice estaba en Egipto, en manos de un hombre virtuoso alrededor del año 2017 a.C. Él los enseñaba a su pueblo, mas pocos lo comprendían. Le preguntaban que si de dónde provenían, y el contestaba que de una civilización a la que llamaba los antepasados, o en otras ocasiones el pueblo elegido por Dios. Sin embargo, no se refería a sus ancestros, sino a una civilización de tierras muy lejanas que vivía en la misma época. Pero en el siglo XVII a.C. Egipto atravesó por una invasión extranjera. Los hicsos, un pueblo proveniente del cercano Oriente,

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