La cara oculta del aborto

Por Laura Abhika Aceves

La cara oculta del aborto, de Laura Abhika Aceves, es una reflexión profunda y conmovedora sobre las consecuencias psíquicas, físicas, sociales y espirituales del aborto, entendidas fundamentalmente desde la psicología transpersonal. Partiendo de la experiencia terapéutica de su autora y de los testimonios protegidos de algunos de sus pacientes, el lector podrá entender, en el marco de una exposición amena, tanto la necesidad de pensar sobre las responsabilidades que supone el derecho al aborto como el hecho de valorar «por encima de todo, la totalidad del ser y su interrelación con los demás seres».

• Idioma: Español
• Editorial: Laura Abhika Aceves
• Fecha de lanzamiento: 5 may 2021
• ISBN: 9781005201104

Vista previa del libro

Primera edición: abril de 2021

Copyright © 2021 Laura Abhika Aceves

Editado por Editorial Letra Minúscula

www.letraminuscula.com

[e-mail]

Todos los derechos reservados. Bajo las sanciones establecidas en el ordenamiento jurídico, queda rigurosamente prohibida, sin autorización escrita de los titulares del copyright, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático.

Índice

Prólogo

Introducción

Capítulo i

El principio de la aventura

Capitulo ii

La primera experiencia en el camino de la trascendencia

Capítulo iii

El sustento que brinda conocer la dimension espiritual

Capítulo iv

Angel bebé, angel guardian

Capítulo v

Amor trascendente

Capítulo vi

Padres truncados, hombres infelices

Capítulo vii

Mi propia experiencia

Epílogo

Bibliografía recomendada

PRÓLOGO

En esta sociedad de consumo que nos ha tocado vivir, resulta que eres triunfador según las cosas materiales que posees como, por ejemplo: entre más grande es la casa, el coche más costoso, la marca de ropa más famosa que uses o que tengas, eres más reconocido, envidiado y aceptado por los demás.

Por otro lado, hemos sido condicionados para creer que amar es casarse con la pareja adecuada, o sea, la que va a satisfacer mis necesidades sociales y sobre todo económicas.

Y cuando sentimos que, a pesar de poseer una solvencia económica «suficiente», nos damos cuenta de que no somos felices, entonces empezamos a buscar fuera del hogar a alguien que nos llene ese vacío de amor y el resultado son los triángulos amorosos, que perpetuamos porque no nos conviene romper la relación, ya que perderíamos la casa, el coche, la mensualidad, la posición social, etc. Y entonces nos convencemos de que lo mejor es el «perdón» y así «nos hacemos de la vista gorda» y no importa que sea un engaño, siempre y cuando no nos falte nada en el terreno material.

Pero el gran cuestionamiento sería:

¿Qué PASÓ CON LA ALEGRÍA DE VIVIR? ¿Dónde QUEDÓ EL AMOR? ¿QUÉ ES EL VERDADERO PERDÓN?

Tal parece que la alegría de vivir solo se da si tengo casa propia, un marido que presentar a la sociedad, el coche último modelo, el empleo mejor remunerado, la membresía del club de moda, las clases sobre temas de lo más sofisticado, etc.

Pareciera que el amor se confina a las telenovelas y a las películas y que el perdón es una frase que, de tan gastada, perdió todo su significado.

Y estos condicionamientos son el caldo de cultivo que llevan a muchas personas a tomar la decisión de abortar.

Varias de las frases que escuché como justificantes son:

No tengo dinero para mantener una boca más.

Que van a pensar mis padres al enterarse de que estoy embarazada.

Les fallé a mis seres queridos.

No voy a terminar mis estudios.

Mi novio va a creer que me embaracé para atraparlo.

No puedo estar embarazada porque en cuanto el jefe sepa, ya no me dará el ascenso.

Mi carrera se va a truncar.

Y así como estas «razones», vienen más, pero siempre enfocadas en el momento presente, el materialismo y la falta de fe, en que estamos acostumbrados a vivir.

Nadie piensa que va a sentir dentro de cuatro, cinco o más años después de haberse realizado un aborto.

Y lo que me he encontrado en el tiempo que llevo de práctica clínica es que las mujeres que se lo han practicado manifiestan tres síntomas principales:

Culpabilidad.

Daños importantes en su autoestima.

Fuertes sentimientos de no merecimiento.

Y muchas veces no los asocian con lo que le hicieron a ese ser que, al anunciarse, fue rechazado.

Estos síntomas generan actitudes autodestructivas que, al ser inconscientes, son muy difíciles de sanar.

Este libro tan pequeño en el número de páginas, pero tan poderoso en su mensaje, muestra un camino de sanación, basado en amor hacia la vida y hacia uno mismo, en el respeto y la comunicación con los demás seres humanos, aun los no natos.

Con palabras sencillas y claras, Laura Abhika nos explica técnicas terapéuticas potentes, que nos pueden conducir a retomar la alegría de vivir por vivir. A sentir la fuerza y la potencia del verdadero perdón y el calor y la esperanza del amor incondicional.

Nos lleva a rexperimentar los otros niveles del ser, que están más allá de lo que hemos estado acostumbrados a creer. Nos enseña que somos mucho más de lo que la sociedad de consumo insiste en convertirnos.

Nos coloca en la senda de la auto transformación, que nos permite volvernos dueños de nosotros mismos al ser capaces de saber que queremos y luchar por obtenerlo, sin temor al qué dirán o a lo que va a pasar. Y a estar dispuestos a afrontar las consecuencias posteriores, porque las decisiones que hemos tomado han sido en conexión con nuestro YO Superior.

Al menos estos son los sentimientos que este libro y el seguir sus consejos me ha llevado a vivenciar a mí y a muchas de mis pacientes. El compartirlos con ustedes es como una invitación a su lectura.

Feliz viaje a su paraíso interno.

Ma. Verónica Aceves Navarro

«Dra. Vero»

INTRODUCCIÓN

Cuando fue escrito este libro por primera vez en 2007 (que trata de experiencias que se iniciaron en 1996), algo me impedía buscar la manera de editarlo y publicarlo hasta que hice un examen profundo de mis motivaciones y descubrí que lo que me lo impedía era que tenía miedo a dos cosas:

La primera era a ser catalogada de estar a favor del aborto y que eso me podría provocar situaciones de agresión y violencia a mi persona, puesto que, en ese momento, el aborto no estaba legalizado en ninguna parte de nuestro país y aún era clasificado como ilegal. Cabe aclarar que yo no estoy ni a favor ni en contra del aborto, solo me he dedicado a ayudar a sanar las vidas de los seres (hombres y mujeres) que, después de haberlo realizado, su existencia no era lo que podría decirse satisfactoria, llegando incluso a ser dolorosa. Y al trabajar para su desarrollo personal, en una gran cantidad de casos, encontramos que, al haber practicado un aborto, quedaron soterrados en el inconsciente sentimientos dolorosos y difíciles de explicar, que generaron pensamientos de desvalorización y de no merecimiento de una vida feliz, lo que los empujaban a vivir vidas insatisfechas.

El segundo motivo, lo compartiré en el epílogo del libro.

Por ahora es más importante mencionar lo que en el presente me impulsó fuertemente a publicar este libro, que es precisamente lo contrario: hoy por hoy, en el movimiento feminista y los elementos de la modernidad que estamos viviendo, aunados a la falta de valores, el aborto se ve como un derecho legítimo de las personas y está siendo legalizado en algunas partes de nuestro país y del mundo.

Estoy de acuerdo en que se revisen los derechos de los seres humanos, pero también estoy a favor de que se definan las responsabilidades que conllevan dichos derechos y que se establezcan, valorando por encima de todo, la totalidad del ser y su interrelación con los demás seres que cohabitamos la tierra, empezando por los otros seres humanos y continuando con todos los seres vivos, ya sean animales, plantas o minerales.

Pero considero imperativo, en torno al aborto, que se conozcan y se consideren las consecuencias a largo plazo tanto psíquicas, físicas y sociales como espirituales de tal acción porque, en el fragor del momento, la decisión puede ser considerada muy adecuada, pero conforme la persona va creciendo en consciencia va tomando fuerza en su inconsciente, impulsos derivados de la parte más elevada de nuestro ser total, haciéndonos responsables de haber privado del derecho a vivir a un ser que era totalmente indefenso y, con ello, provocando sentimientos y emociones difíciles, como la culpa, la desvalorización, la vergüenza, etc. Estas, como un cáncer, van afectando la vida sin que nos demos cuenta, haciéndonos desdichados y haciendo desdichados a los seres que nos rodean. Incluso, llegado el caso, alcanzan a dañar el cuerpo físico con enfermedades a las que les damos otros motivos u otras causas.

Por supuesto que es válido luchar por nuestra libertad de expresión en el terreno sexual, pero igual de válido es obligarse a conocer y a aplicar todos los métodos anticonceptivos que hoy están en cualquier farmacia y luchar por el derecho de utilizarlos, antes que pensar en la afectación definitiva de otra vida.

¿Por qué hablo de la afectación de otra vida, aun siendo intrauterina? Porque gracias a los avances de la psicología transpersonal y a trabajos tan importantes como las MATRICES PERINATALES de STANISLAO GROFF, se ha podido confirmar que lo vivido en el útero materno también conforma nuestro inconsciente, y la mayoría de las veces llega a formar patrones de vida, partiendo de las sensaciones que recibe el feto y del encausamiento que posteriormente al nacimiento le damos a nuestras vidas. Basándonos en esto, podemos afirmar que el ser que viene en camino ya es un ser que tiene consciencia y se da cuenta del rechazo que hacen sus padres, al abortarlo.

Y entrando en el terreno espiritual, casi nunca nos hemos detenido a pensar que nuestro cuerpo es el diseño perfecto de esa Inteligencia Divina que está más allá de nuestra comprensión y que la llegada de una nueva vida, a través de nosotros, está definida por la voluntad de esa misma sabiduría.

Esto se puede desprender de los innumerables casos de personas que han buscado embarazarse por todos los medios y no lo han conseguido, incluso recurriendo a los avances científicos a su alcance. Existen experiencias de parejas que después de buscar incansablemente la concepción, finalmente deciden adoptar un hijo y, después de tenerlo, logran embarazarse.

Con este trabajo me ha sido posible ayudar a muchas personas a