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Las guerras de las Dos Rosas: Una guía fascinante de las guerras civiles inglesas que derribaron la dinastía Plantagenet y pusieron a los Tudor en el trono
Las guerras de las Dos Rosas: Una guía fascinante de las guerras civiles inglesas que derribaron la dinastía Plantagenet y pusieron a los Tudor en el trono
Las guerras de las Dos Rosas: Una guía fascinante de las guerras civiles inglesas que derribaron la dinastía Plantagenet y pusieron a los Tudor en el trono
Libro electrónico87 páginas1 hora

Las guerras de las Dos Rosas: Una guía fascinante de las guerras civiles inglesas que derribaron la dinastía Plantagenet y pusieron a los Tudor en el trono

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Descubra la fascinante historia de las guerras de las Dos Rosas

Las guerras de las Dos Rosas fueron un conjunto complejo de batallas, escaramuzas y secuestros durante el siglo XV en Inglaterra. Tuvieron sus orígenes en la cercana guerra civil de Francia, que influyó enormemente en la política inglesa durante años. Aunque no hay una fecha de inicio o final universalmente aceptada para estas guerras, los principales acontecimientos a lo largo de las guerras ocurrieron entre 1455 y 1485.

La razón principal de las guerras de las Dos Rosas, también conocida como la guerra civil inglesa del siglo XV, fue un tira y afloja entre dos familias por el trono de Inglaterra. Aunque ambas familias estaban de hecho estrechamente relacionadas, se habían separado medio siglo antes. En lugar de una familia Plantagenet unificada, los primos se convirtieron en Lancaster y York. Mientras los Lancaster permanecían en el trono, los York eran pasados por alto en la sucesión de reyes. Los York se pusieron celosos, dada su igual relación con la antigua monarquía de Inglaterra y cuando la dinastía Plantagenet-Lancaster quedó trágicamente debilitada por la sucesión de Enrique

En Las guerras de las Dos Rosas: Una guía fascinante de las guerras civiles inglesas que derribaron la dinastía Plantagenet y pusieron a los Tudor en el trono, descubrirá temas como:

  • Una breve historia sobre la Casa de Plantagenet
  • La guerra civil en Francia
  • La pérdida de Inglaterra y la enfermedad del rey
  • La traición del duque de York
  • La batalla de Northampton
  • El ejército de Margarita
  • La cruz de Mortimer y la batalla de Towton
  • York toma el trono
  • El rey en la Torre
  • El hacedor de reyes se arrepiente
  • Las batallas de Barnet y Tewkesbury
  • La muerte de un rey
  • Los últimos reyes Plantagenet
  • Ricardo III y los príncipes en la Torre
  • La batalla de Bosworth
  • La fundación de la dinastía Tudor
  • Los intentos de ocupar el trono de los Tudor
  • La santidad y el culto al rey Enrique VI
  • El legado de las guerras de las Dos Rosas
  • ¡Y mucho, mucho más!

¡Consiga este libro ahora para aprender más sobre las guerras de las Dos Rosas!

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento7 mar 2021
ISBN9781393224679
Las guerras de las Dos Rosas: Una guía fascinante de las guerras civiles inglesas que derribaron la dinastía Plantagenet y pusieron a los Tudor en el trono

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    Perfecto para continuar después con el libro de los Tudor, de la misma serie. Me encanta poder aprender historia y curiosidades en estos libros tan condensados.

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Las guerras de las Dos Rosas - Captivating History

© Copyright 2021

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Introducción

Las guerras de las Dos Rosas fueron un conjunto complejo de batallas, escaramuzas y secuestros durante el siglo XV en Inglaterra. Tuvieron sus orígenes en la cercana guerra civil de Francia, que influyó enormemente en la política inglesa durante años. Aunque no hay una fecha de inicio o final universalmente aceptada para estas guerras, los principales acontecimientos a lo largo de las guerras ocurrieron entre 1455 y 1485.

La razón principal de las guerras de las Dos Rosas, también conocida como la guerra civil inglesa del siglo XV, fue un tira y afloja entre dos familias por el trono de Inglaterra. Aunque ambas familias estaban de hecho estrechamente relacionadas, se habían separado medio siglo antes. En lugar de una familia Plantagenet unificada, los primos se convirtieron en Lancaster y York. Mientras los Lancaster permanecían en el trono, los York eran pasados por alto en la sucesión de reyes. Los York se pusieron celosos, dada su igual relación con la antigua monarquía de Inglaterra y cuando la dinastía Plantagenet-Lancaster quedó trágicamente debilitada por la sucesión de Enrique VI, sus primos reales aprovecharon la oportunidad para pedir un nuevo gobernante.

Enrique VI se hizo cargo del gobierno de Inglaterra al morir su padre cuando aún no había cumplido su primer año de edad. Una disputa por el liderazgo en el Consejo de Regencia llevó al poder al primero de los tíos de Enrique Lancaster, al entonces Ricardo de York. Cuando Enrique alcanzó la mayoría de edad, Ricardo de York no estaba dispuesto a renunciar a su poder y, bajo muchas pretensiones, formó un ejército.

Durante varias décadas, el ejército monárquico y los ejércitos rebeldes lucharon en todo el país. Liderados primero por Ricardo de York y después por su hijo Eduardo de York, los rebeldes ganaron y perdieron el poder de la corona en múltiples ocasiones, como por supuesto lo hizo el lado real Plantagenet-Lancaster. La lucha continuó hasta que ambos bandos perdieron finalmente el control de la corona en manos del fundador de una nueva dinastía real.

Capítulo 1. Una breve historia sobre la Casa de Plantagenet

Todo aficionado a la historia sabe quiénes eran los Tudor. ¿Pero qué hay de la familia dinástica que gobernó Inglaterra durante casi 300 años antes de que los Tudor hubieran dejado Gales en busca de la grandeza más allá de las fronteras de su patria? Los Plantagenets fueron los monarcas ingleses que tomaron el control de una nación confusa y fraccionada después de la conquista normanda y suavizaron los bordes más ásperos. Eran violentos, de mano dura y carecían incluso de la tan cacareada civilidad y gentileza de épocas posteriores. Sin embargo, sin su brutal fuerza, Inglaterra y Gran Bretaña serían muy diferentes hoy en día.

La historia europea está llena de nombres familiares de larga vida, cada uno de ellos cargado con el peso de siglos de nobleza, guerra y enredo real. Los nombres Tudor, York o Plantagenet evocan imágenes de espadas, salas de tronos y los pesados cuellos dorados de las personas que ayudaron a moldear la historia. Puede ser sorprendente saber que el apellido histórico, o Casa, de los Plantagenet comenzó su infame vida como un simple apodo para el conquistador Godofredo V de Anjou. En el siglo XII, de Anjou era el poderoso Duque de Normandía y conde de varios dominios dentro de la Francia moderna.

Los historiadores tienen la hipótesis de que el nombre Plantagenet se le dio a Godofredo por las flores amarillas de paja que llevaba en su sombrero, que se llamaban plantagenets. Sea cual sea la razón del apodo, Godofredo V de Anjou es considerado el fundador de la Casa de Plantagenet, que también se llamaba la Orden de Anjou antes de la época de los Tudor. El título Plantagenet no se usaba en realidad en referencia a Godofredo y sus descendientes hasta el reinado de Enrique VII. Era una denominación puramente retroactiva de la casa creada simplemente para referirse a la dinastía gobernante anterior a Enrique Tudor y sus descendientes. En el siglo XVII, el término era común y plenamente aceptado por los historiadores y genealogistas reales que se habían acostumbrado a este tipo de departamentalización familiar.

El Plantagenet original, Godofredo, fue un normando continental que se casó dentro de la familia real inglesa en 1128 con la hija del rey Enrique I, Matilde. Fue un matrimonio político arreglado principalmente por Enrique I, que quería cimentar los viejos lazos entre Normandía y los descendientes ingleses de Guillermo el Conquistador de Normandía. Tanto Inglaterra como Normandía estaban políticamente ligadas, pero su administración no se centralizó hasta que Enrique I presionó a los líderes de ambas regiones para que prometieran su lealtad a su hija.

A pesar de los mejores esfuerzos de Enrique I para proteger su corona para Matilde, esta fue tomada por su sobrino, Esteban de Blois, después de su muerte en 1135. El rey Esteban tenía muchos partidarios, pero también los tenían Matilde y el duque de Anjou. La usurpación del trono causó una guerra civil en 1139

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