Nacido en el palacio de St. James, Londres, el 12 de agosto de 1762, el futuro rey Jorge IV creció dando muestras de una personalidad amable y dotada de abundantes talentos. Sin embargo, como disfrutaba de una cartera muy bien forrada, se mostraba excesivo en sus apetitos. A la vez, carecía de independencia de acción, ya que el rey le prohibía ocuparse de los asuntos políticos. Tal cortapisa sugiere que el príncipe debería haber buscado un papel complementario que no presentara rivalidad con el del rey.
Quizá la más onerosa de las restricciones impuestas al futuro Jorge IV fuera la Ley de Matrimonios Reales (1772), que prohibió al príncipe casarse sin permiso real hasta la edad de veinticinco años, y, aun después, solo con el consentimiento del Parlamento y nunca con una mujer católica, unión en todo caso ya prohibida por la Ley de Instauración de 1701.
Al altar con una católica
Los años de juventud del príncipe