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Dime lo que lees y te diré cómo juegas: Prólogo de Juan Manuel Rodríguez Iglesias
Dime lo que lees y te diré cómo juegas: Prólogo de Juan Manuel Rodríguez Iglesias
Dime lo que lees y te diré cómo juegas: Prólogo de Juan Manuel Rodríguez Iglesias
Libro electrónico199 páginas1 hora

Dime lo que lees y te diré cómo juegas: Prólogo de Juan Manuel Rodríguez Iglesias

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Información de este libro electrónico

Libro de libros donde el autor reivindica la importancia de la lec­tura y cómo esta puede influir positivamente en el deporte y en las personas que forman parte de él. Busca inspiración en las letras para adaptarlas al contexto del deportista y desarrollar una mirada más amplia y ser más resilientes ante el mundo que nos rodea. ¿Y si muchas de las cosas que encontramos en los libros nos sirvieran para el deporte? Comprobémoslo.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento11 ene 2021
ISBN9788418261701
Dime lo que lees y te diré cómo juegas: Prólogo de Juan Manuel Rodríguez Iglesias

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    Vista previa del libro

    Dime lo que lees y te diré cómo juegas - Andrés Parada

    Primera edición digital: enero 2021

    Campaña de crowdfunding: equipo de Libros.com

    Composición de la cubierta: Raquel P. Zarzuelo

    Ilustraciones: Alejandro Sánchez Matos @alexsanmatattoo

    Maquetación: Álvaro López

    Corrección: Verónica Sarria

    Revisión: Juan F. Gordo

    Versión digital realizada por Libros.com

    © 2021 Andrés Parada

    © 2021 Libros.com

    editorial@libros.com

    ISBN digital: 978-84-18261-70-1

    Andrés Parada

    Dime lo que lees y te diré cómo juegas

    Prólogo de Juan Manuel Rodríguez Iglesias

    En mi casa la vida nunca se ha entendido sin libros; los cuentos de El Barco de Vapor, los mitos de Jasón, Perseo y Ulises, los cómics de Astérix, los ensayos, la poesía, la historia, la fantasía. El latín.

    Dedicado a mi perro Argo, él ya nos está esperando en Ítaca.

    Y especialmente a mi madre, ella dice que heredaré su biblioteca. Aquí tienes uno más, mamá.

    «Dormir con el balón y levantarse con los libros».

    Lema del Departamento de Formación y Captación de la UD Las Palmas

    Libros

    Un libro es fuego que sabe quemar,

    luz de luna, claridad mágica

    reflejando en tu pupila una isla solitaria,

    una espada y el mar.

    Un libro es profundo laberinto

    que despacio, mientras lees,

    debes dibujar; un libro es

    viaje, palabra, deseo; un libro

    es vivir un instante prestado, un tiempo

    que nos sueña, un tiempo que soñamos.

    Un libro es muchas cosas.

    Es viento que susurra su nombre al pasar;

    es un mundo ajeno que haces tuyo,

    un universo en llamas, un amanecer detenido.

    Un libro es un sueño

    que no puede dejar de soñar.

    Lur Sotuela

    Índice

    Portada

    Créditos

    Título y autor

    Dedicatoria

    Cita

    Poema

    Prólogo, por Juan Manuel Rodríguez Iglesias

    Nota del autor

    Dime lo que lees y te diré cómo juegas

    10 libros. 10 capítulos

    1. Al principio, lo esencial es invisible a los ojos

    2. Todos estamos atrapados en una armadura

    3. ¿Quién es ese que estorba? ¿Qué parte de tu mente es la que estorba?

    4. Al permitir que la mente se relaje, suele llegar la inspiración

    5. El logro real no depende tanto del talento como del espíritu de superación

    6. ¿Qué importancia puede tener para la humanidad correr los 100 metros lisos en 10 segundos o en 9’59"

    7. Aprende a ser creativo. Aumenta la calidad de las experiencias

    8. Después de todo, la respuesta no está en la cabeza, sino en el corazón

    9. Pon tu corazón, toda tu mente y toda tu alma en todo lo que hagas

    10. Al final, lo más importante es encontrar el camino de regreso a casa

    Carta a Carlota

    Referencias

    Bibliografía

    Mecenas

    Contraportada

    Prólogo

    Juan Manuel Rodríguez Iglesias

    Vivir es el quehacer cotidiano que nos preocupa constantemente. Es la experiencia más radical que nos motiva, nos estimula y nos tiene en permanente actividad. Es lo incuestionable.

    Una vez que se tiene conciencia de vivir, lo siguiente es dar sentido a la vida, ponerle un fin, una meta, buscar razones de vivir y crear expectativas de futuro para seguir viviendo.

    Y, por último, tanto el vivir como el dar sentido a la vida se llevan a cabo de una manera, con una carga emocional, con un color característico. Esto último es lo que matiza la vida de cada uno, le da tonalidad, nos hace distintos unos de otros. Y aquí quería llegar, para caer en esta experiencia radical: cómo se vive. Unos lo hacen trágicamente, otros lo hacen espiritualmente, otros lo quieren hacer altruistamente, otros intelectualmente, otros lo hacen de modo idealista, otros de modo pragmático, y hay quien sugiere que se haga deportivamente. Y no es esto último un descubrimiento intelectual de quien escribe estas líneas, una forma personal de retorcer el pensamiento para que concluya en lo que le interesa, sino que es una explicación, varias veces repetida, de nuestro más famoso filósofo contemporáneo, José Ortega y Gasset.

    … si sigo en la vida, es que acepto libérrimamente su penosa tarea, su angustiosa tarea. Y ese aceptar libérrimamente un penoso esfuerzo, es la definición misma del esfuerzo deportivo.

    Quedémonos pues en un justo medio, cuando hacemos teoría y tratamos con ideas, entre la abrumadora seriedad de la vida, del vivir, y la irresponsable liviandad del jugar. Ese justo medio es el deporte, que tiene del vivir el riguroso esfuerzo y tiene del jugar el albedrío con que se emprende.

    Sobre la Razón Histórica. 1940

    Estás reflexiones iniciales intentan situar el libro que prologamos. La vida, el vivir, como problema filosófico radical, se puede comprender y afrontar deportivamente. Estirando la idea algo más, la filosofía, su contenido y cometido, se puede hacer deportivamente (y también de modo idealista, o pragmático, o materialista, etc., dando origen a las diversas corrientes filosóficas). Del mismo modo, el deporte se puede pensar, se puede presentar, se puede divulgar filosóficamente, reflexionando sobre sus fundamentos antropológicos, su sentido en la vida, su coherencia en la visión total del desarrollo de un ser humano. En fin, se puede superar la manifestación física, técnica, lúdica, organizativa y buscar más al fondo, profundizar, dándole cuerpo interior, dimensión espiritual. Y esto último es lo que intenta hacer este libro.

    Aun así, no es fácil definirlo concretamente.

    No es un libro de técnica deportiva, ni un vademécum o prontuario de preparación a la práctica deportiva, pero en su lectura descubrimos consejos acertados, directrices imprescindibles previas para la práctica deportiva.

    No es un libro de teoría o, incluso, de filosofía deportiva, pero la experiencia personal y las reflexiones con las que lo ilumina el autor hacen que todo él parezca un tratado de filosofía deportiva, un subrayado de la dimensión intelectual, racional, lógica, espiritual y teórica que tiene el deporte

    No es un libro de autoayuda, un libro de psicología del deporte, pero su lectura tiene la intención de potenciar las cualidades, los hábitos, los valores y las destrezas básicas que debe adquirir todo iniciado en el ejercicio del deporte.

    No es un libro de divulgación y entretenimiento, porque su lectura compromete tanto al autor como al lector, pero su estructura didáctica, abierta y a la vez organizada, lo hace fácil de leer y de aprovechar.

    Entonces, ¿qué es este libro?

    Como la misión de este prólogo no es anticipar lo que se va a leer, sino hacer una invitación y una reflexión pertinente sobre su lectura, descubridlo vosotros mismos y después definidlo… ¿es un libro de autoayuda, de psicología del deporte, de filosofía deportiva, de divulgación deportiva…? El autor nos da unas pistas:

    Es un libro de libros. Este libro es una visión muy personal. … No es un libro de consejos ni pretende aleccionar a nadie. Es mi visión personal sobre esas lecturas y lo que de ellas se puede aplicar al deporte como instrumento de formación en valores.

    Esto último nos ha inducido a dudar de que la verdadera intención del autor fuera hacer un libro sobre el deporte, porque en más de una página se manifiesta que este libro es un homenaje a la lectura y al libro. Hay momentos en los que da la impresión de que el tema deportivo es solo la excusa para hacer un gran homenaje al libro y a la lectura. Me atrevo a interpretar que lo que pretende el autor es poner de manifiesto que la medicina o, si se quiere, la vitamina intelectual más potente, la gran fuerza espiritual del deportista es el libro y su lectura. Me pregunto, parodiando a Erasmo de Rotterdam en su Elogio de la locura, si no será una locura o dislate, difícil de entender, presentar un Elogio del libro, Elogio de la lectura en un aparente libro sobre el deporte… Pero no, no es una salida de tono, ni una locura ni un dislate, sino todo lo contrario, es «coger al toro por los cuernos» y ayudar al alumno y al deportista a descubrir razones intelectuales, teóricas y éticas de su quehacer deportivo: es un elogio del deporte inteligente.

    Parece como si hubiera leído las Memorias de Adriano (emperador romano, hispano, de una cultura citada y valorada por el autor) de Marguerite Yourcenar cuando dice: «Mucho me costaría vivir en un mundo sin libros… pero la realidad no está en ellos, porque no cabe entera». Andrés manifiesta pasión por los libros, y con ellos transmite su experiencia de vida profesional, aunque «no cabe entera».

    El autor ya está entrenado en el quehacer literario y divulgativo. Sus artículos, su revista, sus anteriores libros lo avalan. Está en la tradición de los inquietos deportistas, profesionales de la información deportiva y los teóricos y expertos en organización deportiva, desde Escartín y Matías Prats, pasando por José María Cagigal, hasta Valdano y Robinson. Han sido y son profesionales del deporte que van más allá de la práctica, superando lo que se ve, lo que se toca, el juego, el ejercicio físico, el espectáculo (el significante), para profundizar en lo que no se ve, la teoría, el ideal, los valores, la profundidad, la filosofía del deporte (el significado).

    Andrés es entrenador, técnico, profesor del deporte y la educación física, pero, a pesar de su juventud, se está haciendo maestro. En cada uno de los párrafos del libro está latente la intención didáctica, pedagógica, la intención de educar. Seguramente cuando lo ha escrito ha estado pensando en cada uno de los deportistas y alumnos con los que a diario convive. Se lo está diciendo a ellas y a ellos, no paternalmente, sino desde la autoridad moral del experto: con palabras sencillas y entendibles, como un maestro. Trasmite valores de modo indirecto y de modo explícito: el esfuerzo, la solidaridad, la iniciativa personal, la inteligencia aplicada, la improvisación y, a la vez, la preparación previa, etc.

    Por eso, este es un libro coloquial, no un monólogo autorreferencial, sino un diálogo con el posible lector, el deportista aprendiz, el alumno, el objeto de su vocación pedagógica. Tiene un estilo directo, como si estuviera hablando con el lector, contándoselo personalmente. Manifiesta capacidad e ingenio literario. Y, sobre todo, tiene una gran dosis de empatía, porque Andrés hace autobiografía, se manifiesta de un modo cercano, desde sus conocimientos y las limitaciones que ha ido descubriendo en su experiencia personal, como si estuviera diciendo a su alumno: «Para que aprendas conmigo…».

    No podemos olvidar también la perspectiva interdisciplinar del libro. El autor entiende la educación física y deportiva como una tarea integral e integradora, donde se atienden a todas las dimensiones del ser humano en formación: lo intelectual, lo técnico y lo deportivo. De este modo logra dar profundidad, volumen intelectual, a una materia, asignatura o actividad aparentemente superficial, lúdica y «cuerpocéntrica».

    El deporte, desde su dimensión de desarrollo y formación del que lo practica, tiene un aporte intelectual y creativo de capital importancia para el ser humano. Me atrevo a decir que el deporte es como la música, una combinación de arte y técnica, de lógica y estrategia, de matemáticas e inspiración, de algoritmo y proceso hipotético. Por un lado hay un reglamento de juego, que determina una organización y

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