Plagios

Por Ulalume González de León

Plagios reúne los siete libros breves de poemas que Ulalume González de León produjo entre 1968 y 1979. "Todo es creación: yo elijo decir aun lo que fue dicho, que es ahora distinto porque lo transforma ese cúmulo de datos convergentes en cuyo punto de intersección me encuentro. Y todo es plagio", dice la autora.

• Idioma: Español
• Editorial: Fondo de Cultura Económica
• Fecha de lanzamiento: 23 oct 2014
• ISBN: 9786071623744

Vista previa del libro

1978

PLAGIO

Hay varios órdenes en este libro: un orden cronológico (1968; 1969-1971; 1970-1971 —fechas en las que se trabajaron las tres partes de Plagio—); un orden que refleja la aparente desaparición progresiva del yo (el yo comenta, después sólo describe, después cede a otros la palabra), y un orden de progresiva afirmación del yo (No digo lo que otros dicen sino para decirme mejor).

Todo es creación: yo elijo decir aun lo que fue dicho, que es ahora diferente porque lo transforma ese cúmulo de datos convergentes en cuyo punto de intersección me encuentro.

Y todo es plagio. Todo ha sido ya dicho.

U. G. L.

Para JORGE HERNÁNDEZ CAMPOS, cómplice mío

en estas (y otras) aventuras

No digo lo que otros dicen sino para decirme mejor.

MONTAIGNE

Juegos

 [1968-1969] 

La reflexión no excluye el juego y el hombre que juega es ya un hombre que conoce.

RAMÓN XIRAU

INVENTANDO QUE VIVO

Inventando que vivo

en palabras me pierdo.

Dónde empieza la vida?

Dónde acaba mi cuento?

Se abren todas las puertas:

busco la que se niega.

Cada cinco minutos

gano y pierdo una apuesta.

AMBOS

 (habla el poeta) 

Deja el jardín y la casa

el que duerme,

y el que sueña

casa y jardín recupera.

La noche borra a la noche

con todo el lujo del día

que sólo ahora se entrega.

El sueño es interminable

despertar.

No es el que duerme

el que sueña.

Es otro.

Abre

los ojos.

Propone,

inventa

a dobles innumerables.

Nunca a sí mismo se encuentra.

Qué galería de espejos

por el jardín y la casa!

Ahora se sueña el sueño.

De su despertar despierta

el que sueña

y a su sueño

cierra los ojos.

Los ojos

cerrados abre el que duerme.

Es hora del reencuentro

de ambos en mí en armisticio.

Y la casa y el jardín,

menos creíbles,

habito

y ando dos veces despierto.

Sobre el jardín y la casa

canta un pájaro inventado:

recupero la confianza.

DIFÍCIL CONTAR JARDINES

El jardín donde estamos,

mi-jardín-tu-jardín,

es el mismo o son dos?

Mi jardín

Tu jardín

De acuerdo con los robles,

la hierba,

los geranios.

Pero yo sé de un árbol

que viene de mí misma

y en su jardín no ocupa

más sitio que un deseo.

Y tú, qué has inventado?

—porque vuelvo los ojos

y descubro en el fondo

una flor extranjera

TELEGRAMAS PARA JORGE

1. (Proyecto-Wittgenstein)

"Compartamos

kilómetros de disparates..."

2. (Al amigo poeta)

Tienes la edad del mundo

y ni un minuto menos.

Pero te ves más joven.

3. (En que pido posada)

Estar sola es perder el sitio,

andar a la intemperie.

Dame un aquí en tu cuerpo.

4. (Tu amiga atolondrada)

En mi prisa por crecer

eché alas y raíces:

qué voy a hacer?

5. (Contra el frío)

Amigo desnudo:

te voy a escribir

un poema envolvente.

6. (Marvell)

Let us roll all our strength and all

Our sweetness up into one ball

PROPIEDAD EN CONCESIÓN

De algún modo

sumando nada y nada

tengo todo.

Sueños?

Cosas?

O un puente

entre cosas y sueños?

De algún modo

todo se acabará y al mismo tiempo:

lo de afuera y adentro.

PUNTO SOBRE LA I

Qué resume el colibrí?

Qué abrevia la rosa de pitiminí?

Un escaso ahora.

Un precioso aquí.

Dios hecho punto

sobre la i.

Pero estoy de viento:

siempre en otra parte

a Dios diluyendo.

Ni ahora.

Ni aquí.

DIJO PAVESE

La primera vez

para nunca fue.

La primera vez

será

para siempre

la segunda vez.

Después,

corregida,

aumentada,

la primera vez

será nada.

Después:

siempre en vez de

siempre en vez de

siempre en vez.

CARTA DE UNA SUICIDA

Todo lo perdido

nuestro para siempre,

a prueba de vida,

a prueba de muerte.

Hoy soñé que ayer

era diferente

y me desperté

para no perderte.

Hoy soñé que era

lo mismo mañana:

por tenerte siempre

me morí en la cama.

CUENTO

Se enamoró de Aquiles la Tortuga

y fingió huir de él para atraerlo.

Cuenta el cruel Zenón que esa tortuga

no perdió nunca la virginidad.

Pero Cantor,

Bolzano,

   Weierstrass,

rehabilitaron para siempre al héroe.

Otra versión (no menos conocida)

asegura que éste no alcanzó a la Tortuga

porque el tendón de Aquiles se torció en la carrera.

VOCES

El viento y las palabras no escarmientan:

siempre desenterrando caracoles

donde estrenar su viejo asunto.

A sí mismos se plagian.

CANCIONES CASI SIN PALABRAS

1

Tán lejos

vuela

el pájaro

que entre él y yo cabría cualquier