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Sueño del ojo y del espejo
Sueño del ojo y del espejo
Sueño del ojo y del espejo
Libro electrónico73 páginas16 minutos

Sueño del ojo y del espejo

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Información de este libro electrónico

La poesía de Saúl Yurkievich, de quien Carlos Fuentes nombrara como un virtuoso de las palabras, es una recreación del lenguaje que rechaza la autoridad de cualquier forma tradicionalista rígida, permitiendo que las posibilidades expresivas del poema se manifiesten sin atender a las esclavitudes de la claridad como única moneda de cambio.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento12 dic 2013
ISBN9786071617453
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    Sueño del ojo y del espejo - Saúl Yurkievich

    textos

    SOSPECHA

    Los Arcontes no ven.

    No nos ven.

    Enceguecidos por el resplandor

    van tan desorientados

    como nosotros

    sin rumbo van

    como los hombres

    sujetos al tiempo de la precariedad

    también desaparecerán

    se perderán en el olvido cósmico.

    ¿Dónde los mirlos

    dónde los rocíos

    el leve el trémulo sauce

    entre trigales el camino

    ¿DÓNDE?

    Videntes y no visibles

    los Arcontes cejan, están cegados.

    A tientas van

    como los humanos

    se encenagan.

    ¿Cuál la anchura del decir

    cómo ensanchar el entender?

    Teniente a Dios

    no soy quito de mal

    y con suciedad me untan.

    Cuero y carne

    mi vestidura

    con la carcoma en derredor

    la Su mezquindad.

    Trabajosas las noches

    me estremezco

    se sobrecoge mi vislumbre.

    ¿Dónde los sones

    dónde los dones

    y los advenimientos?

    De la casa del lodo eres

    tierra es tu avenencia

    y en el polvo

    está

    tu fundamento

    tu tumbadero.

    Los Arcontes ¿desde cuándo?

    Desmontado

    como ciclista que lleva

    su bicicleta con la mano

    me apeo

    me allano.

    ¿Matar a Dios

    para que no nos separe de los hombres?

    Sometido estoy

    a una persistente espera:

    no veo el fin.

    CONTAR POR SOBRESALTOS

    No medir,

    contar el tiempo.

    ¿Cómo contar tu tiempo?

    Por lo que acontece

    distintamente

    por eras personales

    según vivas

    dicha o dolor

    —lo que en ti se destaque

    agudamente

    o se confunda en el corrimiento—

    lo que te corroe

    lo que te corrobora.

    Contar por sobresaltos

    o por sucesión

    por prelaturas de celebrantes

    de las sacerdotisas

    en el santuario de Hera

    cerca de Argos

    o por genealogías

    más y más vagas

    a medida que remontan

    en edad

    o por las hazañas

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