Profetas Menores III: Hageo a Malaquías

Por Dr. Brian J. Bailey

Los Profetas Menores III es un comentario excelente de los tres últimos libros proféticos del Antiguo Testamento: Hageo, Zacarías, y Malaquías.
Se le llaman los profetas posexílicos debido a que sus ministerios comenzaron después del exilio babilónico. Su tarea principal era hacer volver a los judíos a los propósitos de Dios, los escritos del templo, y el servicio de Dios hasta el tiempo de la primera venida de su Mesías, el Señor Jesucristo.
Veremos el carácter piadoso de Dios que Él desea que cada uno de nosotros imitemos a través de las vidas de estos tres profetas ungidos. Un estudio profundo de sus ministerios revelará el corazón de Dios para la restauración de Su pueblo. La restauración es uno de los enfoques principales del avivamiento de los últimos tiempos, y es vital que podamos restaurar con amor al descarriado.
¡Al meditar sobre este estudio, seamos animados a buscar al Señor y conducir una vida piadosa, santa, trayendo esperanza y restauración a Su iglesia, mientras lo esperamos para Su venida en gloria, poder, y majestad!

• Idioma: Español
• Editorial: Zion Christian Publishers
• Fecha de lanzamiento: 22 oct 2020
• ISBN: 9781596655607

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PROFETAS MENORES III

por el

DR. BRIAN J. BAILEY

Titulo original: Minor Prophets III

Copyright © 2002 by Brian J. Bailey.

Versión 1.0 en inglés

Título en español: Profetas Menores III

Copyright © 2006 Brian J. Bailey

Primera edición impresa en diciembre de 2006

Versión 1.0 en español

La ilustración de portada fue obtenida del recurso Learning Company’s Clickart Christian Graphics Deluxe product, 1999 The Learning Company Inc. y sus subsidiarias, 88 Rowland Way, Novato CA 94945, EE.UU. Todos los derechos reservados.

Traducción de Ariel E., Argentina.

Edición de la versión española por Raimundo J. E., Carla B.

Todos los derechos reservados.

Publicado por Zion Christian Publishers.

Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada o transmitida en

manera alguna ni por ningún medio, ya sea eléctrico o mecánico, sin permiso por escrito del editor, excepto en el caso de citas breves en artículos o reseñas.

A menos que se indique lo contrario, las citas son tomadas de la Santa Biblia,

versión Reina-Valera © 1960, propiedad de las Sociedades Bíblicas Unidas.

Publicado en formato e-book en octubre 2020

En los Estados Unidos de América.

ISBN versión electrónica (E-book)  978-1-59665-560-7

Para obtener más información comuníquese a:

Zion Christian Publishers

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Reconocimientos

A Ariel E. y Raimundo E. por su trabajo en la traducción al español de este libro.

A los hermanos en Guatemala y El Salvador por su ayuda en la impresión de este libro en sus respectivos países.  

Equipo Editorial en EE.UU: Rebecca B., Carla B., David K., Justin K. y Denise M.

Deseamos extender nuestro agradecimiento a todas esas queridas personas, pues sin sus muchas horas de inestimable ayuda este libro no hubiera sido posible. Estamos verdaderamente agradecidos por su diligencia, creatividad y excelencia en la compilación de este libro para la gloria de Dios.

INTRODUCCIÓN

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Profetas Menores III contiene un comentario sobre los tres últimos profetas del Antiguo Testamento. La historia del antiguo Israel es la historia de una nación que salió de la tierra de Egipto para habitar la tierra de Canaán.

Los israelitas, poderosamente favorecidos por Dios y con Su presencia que se manifestó también por medio de señales y milagros, fueron los receptores de Sus leyes. Aun habiendo recibido tales muestras de favor desobedecieron a Dios a sabiendas, por lo que fue necesario que el Señor les levantara profetas para advertirlos y hacerlos volverse a Él. En consecuencia, en toda la Biblia hallamos registros de estos hombres que hablaron en nombre del Señor.

Sin embargo, Israel no quiso escuchar y Dios trajo sobre ellos los juicios que había declarado por medio de Moisés, el dador de la ley. Estos juicios consistían, básicamente, en la división del territorio en el Reino de Israel en el norte, y el Reino de Judá en el sur; ambos fueron llevados cautivos. Israel cayó en manos de los asirios en 722 a.C. y Judá en manos de los babilonios en 586 a.C. Aun así, Dios prometió hacerlos volver a su tierra.

Esta promesa se cumplió con el decreto de Ciro en 536 a.C., cuando regresaron para reconstruir el Templo de Salomón, el cual se conoce como El Templo de la Restauración. Los libros proféticos de Hageo, Zacarías y Malaquías abarcan este período de la restauración, el cual duró aproximadamente hasta el año 444 a.C. Se les llama profetas posexílicos debido a que sus ministerios comenzaron después del exilio babilónico. Su tarea principal era hacer volver a los judíos a los propósitos de Dios, los escritos del templo y el servicio a Dios, hasta el tiempo de la primera venida de su Mesías, el Señor Jesucristo.

EL LIBRO DE HAGEO

CONTEXTO

Hageo es el primero de los profetas posexílicos. Profetizó entre agosto y diciembre de 520 a.C., en el segundo año de Darío, rey de Persia, unos 16 años después del decreto promulgado en el primer año de Ciro, que puso fin al cautiverio babilónico en 536 a.C.

REYES PERSAS

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Luego siguió Alejandro Magno, rey de Grecia (330-323 a.C.).

ETAPAS DE LA RESTAURACIÓN DEL TEMPLO

• Se erige el altar: día primero del mes séptimo, en el año primero del reinado de Ciro.

• Se celebra la fiesta de los Tabernáculos.

• Se echan los cimientos: segundo mes del año segundo

• La obra se detiene hasta el segundo año de Darío (520 a.C.) cuando, por medio de las profecías de Hageo y Zacarías, el gobernador Zorobabel y el sumo sacerdote Josué comienzan a construir. Esta iniciativa fue confirmada por el decreto de Darío I (Esd. 6:8).

• El templo se concluye el día tercero del mes sexto, el mes de Adar (516 a.C.).

Nota: El nombre Artajerjes fue agregado más tarde por el autor para señalar el carácter definitivo de la aprobación (Esd. 6:14).

INTRODUCCIÓN

Hageo profetizó durante el período de la restauración, cuando Israel volvió de la cautividad babilónica. Los mensajes de los profetas de este período (Hageo, Zacarías y Malaquías) son muy diferentes a los mensajes de los otros profetas. Son de gran relevancia para nuestro tiempo porque hablan de restauración, lo cual será uno de los aspectos principales del avivamiento que viene. Hageo fue el primer profeta que se levantó después del exilio y profetizó en el período en que Persia dominaba Oriente Medio e Israel. Sofonías había profetizado aproximadamente setenta años antes que él, al comienzo del exilio, al igual que Jeremías, Ezequiel y Daniel.

Hageo se levantó después de los setenta años de cautiverio predichos por Jeremías y de la destrucción de Jerusalén, la caída de Babilonia y el retorno de Israel a su tierra (esto último había sido profetizado con anterioridad). El Imperio Babilónico, que había destruido Jerusalén en 586 a.C., cayó ante el Imperio Persa en el tiempo de Hageo. Isaías 44:28 dice: Que dice de Ciro: Es mi pastor, y cumplirá todo lo que yo quiero, al decir a Jerusalén: Serás edificada; y al templo: Serás fundado. Esta profecía fue pronunciada unos 150 años antes de este suceso y se cumplió en el tiempo de Hageo, al reconstruirse el templo.

Hubo dos personas al frente del proceso de restauración del templo: el sumo sacerdote Josué y Zorobabel. Bajo Zorobabel (un príncipe de Judá y descendiente de David) y el sumo sacerdote Josué, regresaron a Jerusalén alrededor de 40.000 hombres libres y 7.000 siervos y siervas, lo cual está registrado en Esdras capítulos 1 y 2. El decreto para la reconstrucción del templo fue promulgado por Ciro en marzo de 536 a.C., durante su primer año de reinado (Esd. 6:8). El altar fue restaurado en el mes séptimo de ese mismo año, y se echaron los cimientos en el mes segundo del segundo año de Ciro, en 535 a.C. (Esd. 3:8-10).

El Rey Darío de Media tomó Babilonia en Octubre de 539 a.C. En realidad, Babilonia fue tomada por Ciro, quien en ese momento era el capitán del ejército de Darío (ver Is. 44:28). Darío el medo reinó por tres años, luego de lo cual Ciro, su sobrino y capitán de su ejército, se convirtió en el primer rey de Persia en 536 a.C., llevando de esta manera a los persas al poder. En cierto sentido, Ciro, como capitán de Darío, co-gobernó con él durante los tres años de su reinado. Por esta razón, algunos historiadores señalan que Ciro reinó desde 539 a.C., aunque en realidad no tomó la posesión absoluta del trono hasta 536 a.C. Ciro fue capitán de su tío Darío el medo, quien reinó de 539 a 536 a.C.

Los cimientos del templo de Jerusalén se echaron en 535 a.C., pero los enemigos dificultaron y aun detuvieron la obra por cerca de quince años. La reconstrucción del templo continuó en 520 a.C., gracias al ministerio profético de Hageo y Zacarías durante el reinado de Darío de Persia (Esd. 5:1-5), y se completó en 516 a.C. Estas fechas nos permiten ver que el enemigo logró detener por muchos años la obra iniciada a partir del decreto del rey. Debemos perseverar en oración en contra de decretos de autoridades o contra personas malvadas que utilizan a las autoridades para detener la obra del Señor.

Dios levantó dos profetas en ese tiempo: Hageo y Zacarías. Ambos profetizaron alentando a los líderes Zorobabel y Josué, a finalizar la obra en los días de Darío rey de Persia en 516 a.C. Cuando el templo fue restaurado celebraron la fiesta de los Tabernáculos. Esta fiesta es un tipo de la Iglesia de los últimos días, ya que esta celebrará espiritualmente la fiesta de los Tabernáculos después de su restauración. Por eso, el mensaje de Hageo es extremadamente significativo para nuestro tiempo.

El ministerio profético de Hageo del que tenemos registro duró quince semanas. El llamado y ministerio de cada persona son diferentes ya que el Señor usa a los Suyos en maneras diferentes. El ministerio de Jesús duró tres años y medio y el de Juan el Bautista sólo unos dieciocho meses, mientras que Oseas y Daniel profetizaron durante casi sesenta años. Dios quizá use a algunos de nosotros por un corto período de tiempo, mientras que otros pueden ser usados durante un período más largo. Es como el teclado de un piano: hay teclas que se usan casi todo el tiempo, como el Do central, mientras que otras tienen su momento de gloria en alguna que otra pieza. Aunque se utilizan por apenas un momento, son esenciales para