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Historia del Antiguo y Nuevo Testamento: Descubre el valor histórico y espiritual de la Biblia
Historia del Antiguo y Nuevo Testamento: Descubre el valor histórico y espiritual de la Biblia
Historia del Antiguo y Nuevo Testamento: Descubre el valor histórico y espiritual de la Biblia
Libro electrónico218 páginas2 horas

Historia del Antiguo y Nuevo Testamento: Descubre el valor histórico y espiritual de la Biblia

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Edición renovada de esta famoso libro de teología bíblica utilizado en escuelas católicas durante años. Cubre los eventos más famosos narrados en la Biblia, y contiene mapas descriptivos e ilustraciones de los eventos bíblicos.

Originalmente publicado para alumnos de Cuarto Año de Colegios Nacionales, Liceos, Normales y Comerciales, contiene las lecciones que diversos autores publicaron en la revista “Didascalia”.

Encontrarás un completo panorama del Antiguo Testamento, nociones preliminares de la Biblia, su valor histórico y religioso, cronologías bíblicas, teología histórica, y los diferentes eventos vividos por el pueblo de Israel hasta llegar al nacimiento y vida de Nuestro Señor Jesucristo.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento28 jul 2021
ISBN9781640811164
Historia del Antiguo y Nuevo Testamento: Descubre el valor histórico y espiritual de la Biblia

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    Historia del Antiguo y Nuevo Testamento - Cofre Del Saber

     Al lector

    Hemos creído oportuno publicar en forma de someros apuntes de Religión para los alumnos de Cuarto Año de los Colegios Nacionales, Liceos, Normales y Comerciales las lecciones que diversos autores publicaron el año pasado en nuestra revista Didascalia.

    Conteniéndose la Historia del Antiguo y Nuevo Testamento íntegra – y llena de frescura y colorido – en los Libros Sagrados, no hemos pretendido en ningún modo sustituirnos al texto original. De allí que en la parte narrativa o episódica hayamos redactado una mera guía, que ha de llenar el Profesor con lecturas o narraciones apropiadas por lo que se refiere al Antiguo Testamento, y que puede completar por sí mismo el alumno en cuanto atañe al Nuevo.

    En las bolillas y tópicos no narrativos, sino ideológicos (como nociones preliminares e introductorias, Mesianismo, fuentes de la vida de Nuestro Señor Jesucristo, etc.), sin pretender suplir al catedrático, hemos dado – según creemos – un concepto claro y relativamente completo de la materia.

    Con nuestro modesto trabajo ambicionamos no sólo brindar un auxiliar – tal vez no del todo inútil – a profesores y alumnos, sino especialmente engolosinar con la lectura de la Sagrada Escritura.

    Como obras de consulta y ampliación de conocimientos recomendamos las mismas que nos sirvieron fundamentalmente para la redacción de estos apuntes:

    En la parte introductoria e histórica:

    Schuster-Holzammer, "Historia Bíblica», 2 volúmenes. Editorial Litúrgica Española. Barcelona.

    José Ricciotti "Historia de Israel», Editorial Excelsa. Bs. As.

    José Ricciotti, Vida de Jesucristo, Ed. Miracle. Barcelona.

    S. Juan Bosco, "Historia Sagrada», Librerías Salesianas.

    Luís Macchi, S. D. B., Lecciones de Sagrada Hermenéutica, Librerías Salesianas.

    En lo geográfico:

    Andrés Dossin, "Atlas Bíblico», Editorial Heroica, Bs. As. (De esta obra han sido tomados los mapas que ilustran este libro).

    Andrés Dossin. Para Iniciarse en la Historia Sagrada, Editorial Heroica, Bs. As.

    Andrés Dossin, Itinerario de la Vida de Nuestro Señor, Ed Heroica, Bs. As.

    Andrés Dossin, Cronología Bíblica, Ed. Desclée de Brouwer, Buenos Aires.

    Los Editores

     La Biblia - nociones preliminares

    1. La Biblia: Su contenido

    El 16 de abril del año 1849 era recibido en el seno de la Real Academia Española de la Lengua, como miembro correspondiente, el elocuentísimo orador Don Juan Donoso Cortés.

    Es costumbre de la docta institución que el nuevo miembro al ser recibido pronuncie un discurso o conferencia.

    Donoso Cortés creyó que el mejor y más elevado tema que podía elegir era: la Biblia. Y pronunció un discurso magnífico, uno de sus mejores, y el mejor, tal vez, que sobre este tema se haya pronunciado.

    Consignamos aquí unos párrafos, invitando a leer, y gustar íntegramente la pieza oratoria.

    En la Biblia están escritos los anales del cielo, de la tierra y del género humano, y en ella, como en la divinidad misma, se contiene lo que fue, lo que es y lo que será; en su primera página se cuenta el principio de los tiempos y el de las cosas, y en su última página el fin de las cosas y de los tiempos. Comienza con el Génesis que es un idilio y acaba con el Apocalipsis de San Juan, que es un himno fúnebre. El Génesis es bello como la primera brisa que refrescó a los mundos; como la primera flor que brotó en los campos: como la primera palabra amorosa que pronunciaron los hombres; como el primer sol que apareció en el Oriente. El Apocalipsis de San Juan, es triste como la última palpitación de la naturaleza; como el último rayo de luz; como la última mirada de un moribundo.

    Como conclusión de esta lectura cabe preguntarnos:

    a) ¿Qué es la Biblia?

    Sinteticemos lo dicho por Donoso Cortés en una definición y expliquemos:

    1. Biblia es la colección de los libros sagrados, que la Iglesia reconoce como escritos bajo la inspiración infalible del Espíritu Santo, y depositarios de la Revelación sobrenatural con que Dios quiso favorecer al género humano."

    2. Biblia (= libros), es el plural nominativo del vocablo griego biblon (= libro), que a través del latín vulgar ha pasado a la lengua castellana.

    Estos libros, dada su unidad admirable e innegable, aunque tengan características propias, han sido reunidos y coleccionados en un solo libro: la Biblia. Así son generalmente editados y conocidos.

    3. Estos libros, sagrados, porque escritos bajo la inspiración del Espíritu Santo (en el punto 49 se explicará qué significa inspiración) han recibido diversos nombres de parte de los mismos escritores sagrados. Y así los llaman Santas Escrituras o bien, Libros Sagrados, Sagradas Letras, Testamento, etc.

    Nuestro Señor Jesucristo y los Apóstoles siempre que debían referir o citar en su predicación algunos hechos o dichos contenidos en la Biblia, los expresaban simplemente como contenidos en la Escritura. Menos frecuentemente los traían como contenidos en la Ley, como expresados en los Profetas. Es decir, empleaban ordinariamente la denominación colectiva de Escritura y no la propia de cada libro citado. (Cfr. Juan 7:38; 17:12; Romanos 4:3; I Tim. 5:18; II Pedro 1:20).

    4. Decíamos que estos libros eran depositarios de la Revelación sobrenatural con que Dios quiso favorecer al género humano. Habíamos dicho también que uno de los nombres de la Biblia era Testamento.

    Testamento significa precisamente esto: la Revelación sobrenatural por la que Él estipula un pacto o acuerdo con los hombres, o mejor dicho lo concede a los hombres. En virtud de este pacto Dios se compromete a dar un premio a quienes cumplen su ley y sus mandamientos. El pacto antiguo fue hecho por medio de los Patriarcas del pueblo hebreo (especialmente Abrahán) y Moisés; el nuevo por medio de Jesucristo. De allí la división de la Biblia en Antiguo y Nuevo Testamento.

    Son del Antiguo Testamento los 46 libros inspirados, escritos antes de Jesucristo, y subdivididos en los siguientes grupos:

    21 libros históricos: El Pentateuco, o Cinco libros de Moisés (Génesis, Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio); libros de Josué, de los Jueces, de Rut, de Samuel, de los Reyes, los Paralipómenos, de Esdras y Nehemías, Ester, Tobías, Judit, y de los Macabeos.

    7 libros didácticos o doctrinales, llenos de saludables normas de vida, consideraciones ascético-místicas, trozos de lirismo religioso, etc.: (Libro de Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los Cantares, Sabiduría, Eclesiástico).

    18 libros proféticos (profeta se llama no sólo el que revela lo oculto del porvenir, sino también el que sencillamente, habla en nombre de Dios, transmitiendo su mensaje). De ellos, 4 pertenecen a los llamados Profetas Mayores (Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel) y 12 a los Menores.

    Son del Nuevo Testamento los 27 libros inspirados, escritos después de Jesucristo y que se refieren directamente a su Persona y doctrina, y a la acción y predicación de sus apóstoles.

    Esos libros son:

    5 libros históricos: cuatro del Evangelio (S. Mateo, S. Marcos, S. Lucas y S. Juan) y uno de los Hechos de los Apóstoles.

    21 libros didácticos: 14 cartas de S. Pablo, 1 de Santiago, 2 de S. Pedro, 1 de S. Judas Tadeo, 3 de S. Juan.

    1 libro profético: el Apocalipsis.

    b) La unidad maravillosa de la Biblia

    Y bien, centra ella no obsta esta otra: ¡La división en Antiguo y Nuevo Testamento conteniendo 73 libros, escritos en el transcurso de 16 siglos por 40 autores diferentes!

    Precisamente esta segunda afirmación patentiza la primera cuando se examina el contenido de la S. Escritura. Esta unidad. por lo demás, sin dejar de ser sobrenatural, es lógica y natural cuando se piensa que el verdadero y único autor de la Biblia es Dios. Y es al comprobar tal unidad que S. Jerónimo, uno de los más sabios y eruditos estudiosos de la S. Escritura, (por ello mereció el título de Doctor de la Iglesia), afirmaba que el Nuevo Testamento se oculta en el Antiguo y el Antiguo Testamento se revela en el Nuevo.

    En un estudio minucioso R. Chasles ha comprobada que el Nuevo Testamento menciona 461 hechos y citas literales del Antiguo.

    c) La actualidad de la Biblia

    Dejando aparte por ahora su actualidad en el campo, religioso, debemos afirmar que tal ha sido la influencia de la Biblia en las otras manifestaciones de la vida humana (en las artes, sobre todo) que negarla sería no sólo pasar por ignorante, sino hacerse muy sospechoso de poca simpatía hacia la religión.

    Puede asegurarse con plena certeza que ningún libro ha sido fuente más inagotable de inspiración para escultores, músicos, poetas, novelistas, escritores y oradores, que la Biblia. Los museos, las bibliotecas, las exposiciones artísticas, las pinacotecas, los monumentos escultóricos y arquitectónicos son prueba irrebatible de tal actualidad.

    Ningún libro ha sido traducido como la Biblia a 1062 lenguas. Ninguno es más frecuentemente editado y reeditado. En los frentes de la segunda guerra mundial se han repartido 20.000.000 de Biblias entre Católicos y Protestantes.

    ¿Qué libro posee temas tan ricos, hechos tan fecundos, horizontes tan vastos que pueda ofrecer – como ha constatado Robert Pattison – 1009 títulos de libros en sólo la literatura inglesa de estos últimos años?

    Concluyamos entonces nuestra afirmación con este detalle bien significativo y esperanzador: el año 1947, el Dr. Wenceslao Ivanow ha traducido al ruso el Nuevo Testamento y la edición, en caracteres rusos, ¡la realizó la Tipografía Poliglota del Vaticano! ¡Ni la cortina de hierro puede cerrar el paso a la Biblia!

    2. Su valor Histórico y Religioso

    a) Antes de desarrollar este nuevo tópico será bueno recordarnos a nosotros, cristianos y católicos, que aun dándole al estudio de la Biblia aquel carácter científico que debe dársele, debemos con todo no olvidar que se trata necesariamente de una materia dogmática y teológica (dominio de la fe).

    Decimos necesariamente, porque no sólo no debe olvidarse, sino que ha de creerse en su carácter sobrenatural, en el origen divino de los libros inspirados y en los principios dogmáticos que son la regla infalible para la exégesis bíblica.

    b) Dicho previamente esto, es decir, supuesto para todo católico su valor histórico indiscutible, creemos útil desarrollar el siguiente esquema:

    Breve síntesis historio gráfica: Recuérdese que los israelitas tuvieron desde sus orígenes, cronistas e historiadores, según la costumbre que ya desde tiempo antiguo existía entre los Caldeos, sus ascendientes.

    Moisés al redactar el primer libro del Pentateuco debió servirse de antiguos documentos. Lo mismo dígase de Números 21:14, Josué 10:13, Samuel 1:18. Dios mismo ordenó a Moisés conservar por escrito los grandes acontecimientos del Éxodo y del Sinaí: Éxodo 17:14, 24:7: Deut. 17:18, 28:58-61, 29:20-27, 31:24: Jos. 18:9, 24:26.

    El libro de Josué y el de los Jueces muestran bien a las claras el deseo de conservar el recuerdo de los principales hechos que acompañaron y siguieron a la conquista de la Tierra Prometida. Con todo, hasta entonces no existía oficialmente el título de historiador.

    Fue con el establecimiento de la monarquía, más exactamente con David, quien reorganizó su corte al estilo oriental, cuando se instituyó el cargo de mazkir, es decir historiador. El cargo lo colocaba entre los grandes oficiales de la corte. (II Sam. 18:16; 20:24).

    Sus sucesores imitaron el ejemplo. Bajo Salomón el mazkir, figura entre los tres secretarios reales (I Reyes 4:3). El primero que desempeñó este cargo fue Josafat hijo de Ahilud durante el reinado de David y luego bajo Salomón (II Sam. 8:16, 20:24; I Rey. 4:3). Sus sucesores nos son desconocidos. Solamente dos nombres más se han conservado: Joa hijo de Asaf, historiógrafo de Ezequías (II Rey. 18:18-37; Isaías 36:3, 22) y Johá hijo de Joacaz, historiógrafo de Josías (II Paral. 34:8).

    Recuérdese además que muchas crónicas fueron compuestas por voluntarios, generalmente profetas. Citamos sucintamente:

    Samuel, el Profeta Natán y Gad el vidente han escrito la historia de David al menos en parte (I Paral. 29:29).

    El profeta Natán, Ahías y Addo, la historia de Salomón (II Paral. 9:29).

    Jason de Cirene, la historia de los Macabeos (II Mac. 2:24).

    7. Con respecto al Nuevo Testamento es fácil la cita de autores: Mateo, Marcos, Lucas. Juan, Pablo, Pedro, Santiago, Judas Tadeo.

    c) De lo brevemente expuesto se comprenderá el inmenso valor de los datos históricos traídos por la Biblia para el conocimiento de la historia universal en lo que a la antigüedad más remota se refiere, y luego en lo referente a las vicisitudes del pueblo judío y a la vida y acción del Redentor y de sus Apóstoles. No hay otro libro que nos ilustre con la autoridad suprema y la veracidad absoluta de la Biblia, acerca de los orígenes del mundo y la actuación de los grandes imperios de la edad antigua. Por sus páginas desfilan los pueblos con sus grandezas y miserias… (Léanse los párrafos pertinentes del discurso de Donoso Cortés).

    d) Y así vemos que aun aquellos mismos libros sagrados que tienen un marcado carácter histórico o narrativo, no por eso dejan de estar informados de un hondo sentido religioso. Aserción que queda confirmada con la simple lectura de los libros y además por el testimonio:

    de la tradición judaica que a los libros de Josué, Jueces y Reyes llamó profetas anteriores.

    de los Padres y Doctores de la Iglesia, quienes destacaron el carácter profético (didáctico-religioso) de las narraciones sagradas.

    del mismo historiador sagrado quien tiene por finalidad (al exponer lo que Dios ha hecho por su pueblo y la actitud de Israel

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