Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

El Septimo Novio
El Septimo Novio
El Septimo Novio
Libro electrónico57 páginas1 hora

El Septimo Novio

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

La sexualidad define a todos los seres humanos de un modo u otro. Es algo inevitable en nuestras vidas. Esta es la historia de un joven que empezara su aventura con un experimento social en su escuela con siete chicas de su clase. Se dara cuenta que puede ser el mejor.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento23 abr 2020
ISBN9781393814153
El Septimo Novio

Lee más de D. S. Drwinland

Relacionado con El Septimo Novio

Libros electrónicos relacionados

Cuerpo, mente y espíritu para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para El Septimo Novio

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    El Septimo Novio - D. S. Drwinland

    FINA HIPOCRESÍA

    recí en un pueblo sumamente religioso. Aprendí que, en muchas religiones sólo se viven tradiciones culturales, intereses personales, etc. Comprendí que, a pesar de lo que se dice: Las creencias en cosas parecidas a mí, no tienen sentido para lograr conquistar la parte que me toca salvar. ¿Quizás mi alma? Aunque puede serlo, pero no es a lo que me refiero. Simplemente, te estoy hablando del elemento femenino por el que muchos poetas se inspiran, muchos cantantes se estremecen y, otros que son más discretos, se lo guardan para sí. Supón que lo que intento decirte es que, el complemento fundamental para la existencia del ser se torna agradable en el mismo ser, sólo que femenino. Tontamente dicho, sólo te he hecho dar vueltas a la rotonda de mi casa, que se habitúa en un lugar pésimo. Si sabes a lo que me refiero, ya a lo mejor te la habrás imaginado desnuda, bañándose en la ducha que se escucha hasta mis tímpanos a través del pequeño micrófono que instalé en su baño.

    Ella me considera un tipo muy cristiano. Pero para nada involucro a Dios en esto, porque es mi símbolo personal. A la religión sí, porque es un negocio. Me sirve de excusa para poder acercarme a ella. Cualquier cosa que sirva de excusa para una persona es, porque eso mismo no vale la pena. Mi intención única: conquistarla. Al principio resultaría difícil, porque por eso, trabajo con lo complicado. No me gusta el producto usado y, no es que no se encuentren nuevos hoy día, es simple y llanamente que, nos merecemos tanto como cuanto amemos. En fin, partiendo del hecho de que a mí me encantaría llegar a respetar a mi novia, no por eso dejaría de llevarla a la cama. ¿A poco el respeto se pierde por tan poca cosa? ¿Desnudarse y mover un poco la cadera? Creía que el respeto era algo más importante.

    Bueno, el punto es que, a partir de cómo quieras conocer a una chica, así mismo recibirás tus resultados, ya por el producto invertido. Te quieres acostar con tres, cuatro, cinco y, pretendes para el colmo de esta historia, seguir con una mujer en un noviazgo formal. No tardarás en pensar, por lo que ya te he dicho, que ella no se acueste con otro. Y no necesariamente, porque si se enamoró, te habrás convertido en su príncipe inalcanzable para su corazón que se aferró a ti y ahora vive como en un cuento de hadas, una fantasía, un soplo erróneo del concepto amor, o del compuesto etéreo denominado como la nada. Una sencilla pulga que salta y salta buscando neuronas sentimentales para seguir conquistando y ocupando terrenos ajenos, dejando heridas profundas en el corazón enamorado e ilusionado. Desde luego dirás que no matas. Quizás no lo haces de forma directa, pero, de todas formas, destruyes lo que no te pertenece.

    Con todo esto, no dejo de insistir y me le acerco en la Iglesia para susurrarle al oído lo mucho que me gusta. Le hablo de sus cosas íntimas, de las que más le incumben a su estilo. Soy su brujo personal que de repente adivina gran parte de sus locuras dentro de un baño. No sabe quién soy, al igual que yo. Mientras más hipócrita es una persona con los demás, más aún lo es consigo misma. Pierde su identidad. Sin embargo, no por eso me retracto. Doy marcha a la mancha negra que me fastidia con su rostro tétrico. Continúo enarbolando mi bandera ante su belleza física, puesto que no se ha dado cuenta de que no soy lo que hasta ahora ella cree. Me le dirijo directamente:

    —Hay que pasar a la otra fase cuanto antes. ¿Por qué te resistes tanto? Hacer el amor no tiene nada de malo.

    —Bueno, pero yo no estoy con eso. Entiendo que sea excitante la idea, mas, suena tan tonto como querer hacer un círculo cuadrado. Te doy paso para que me hagas el amor y es tanto como querer perder mi virginidad, mi dignidad, mi respeto a ti, si lo hago fuera del matrimonio. Trata de entenderlo, por

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1