Poemas selectos
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Francisco Nicolás Castillo Rodriguez
Francisco Castillo Rodríguez nació en Piura, Perú, un país sudamericano, el 18 de abril de 1987. Lleva sus estudios en el colegio Americano hasta el 2003, que es cuando viaja a la capital de su país, Lima, en busca de alcanzar su sueño de convertirse en periodista. Es así que cursa estudios en la Escuela de Periodismo Jaime Bauzate y Mesa. Se adapta muy bien a la ciudad desde un primer momento, haciendo amigos de diferentes partes de la ciudad. Después de desarrollar diversos trabajos, desde en un supermercado hasta repartidor de volantes, decidió escribir su primer poema en el año 2014. Es ahí cuando empieza a escribir diariamente hasta compilar un manuscrito que llamaría Poemas Selectos 2015-2017. Ahora lleva escrita una novela de ficción y está terminando su último libro de poemas. Cuenta que el primer poema que escribió lo leyó en la Casa de la Literatura de Lima y surgió de una especial inspiración. Es uno de sus favoritos.
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Poemas selectos - Francisco Nicolás Castillo Rodriguez
9788417436643
El Silencio Tridimensional
escucho tu voz a lo lejos
tu mirada dobla
por viejas esquinas
autobuses recorren las gradas
policías que ya no juegan mas
damas chinas
en el cine
ya no pasan Duro de Matar
los directores de cine
ya no están en boletería
los actores de reparto
están filmando
el silencio
con cámaras digitales,
las bailarinas de ballet
reparten los diarios de mañana,
en las noticias
el dólar vale igual al nuevo sol
el sol
brilla más que en febrero
tu piel me abriga mejor que ayer,
tienes unos labios tan sexys
y un perfume tan embriagador
que siento pequeños mareos
de cuando en cuando...
mientras tanto
al otro lado de la ciudad
un loco al piano
toca Mozart y un poco de Chopin,
el mes pasado
regresó de Siberia
conoció ese frío despiadado
que cala los huesos,
y el alma
yo le dije
a todos nos pasa,
hermano...
el asegura
que vio unos ojos de marfil
una mañana de otoño
tan parecidos a los tuyos,
unas caderas como la muralla China
una sonrisa que le recordó a Paris...
y en su mirada
un mundo tan divertido
como solitario
se sentó junto a ella
y conversaron con el alma
entre las manos
Besos volados desde la Ciudad Blanca
Sentada en una banca
de la Plaza de Armas, ella
tomaba un helado con dos amigas,
las montañas desprendían
mucha paz
y armonía desde tempranas horas,
tiene los pechos más frescos de la ciudad
y adoro la suavidad de su piel,
ese cabello tan libre
como un Viernes de enero.
paso por el Arzobispado,más adelante
por Santa Catalina.
el sol abarca por todo lo ancho
y a contraluz,
la Gran Basílica.
algunas casas abiertas de par en par
tarde en plena verano, ellas
van conversando de muchos temas,
que no concluyen —la mayoría —
el día es muy corto,pasando
las 14 horas,
observando dar vueltas
a los viejos panaderos.
recuerdo que quedamos en vernos
después del almuerzo...
entro por San Agustín,
puedo escuchar ya tu risa,
empiezo a silbar caballo viejo
sin saber porque, observando
los grandes ventanales de algunas
casonas.
pienso en lo bien que sintonizamos
con esta ciudad,
energía especial en las esquinas,
en las terrazas y sus espontáneos
brindis.
camino un poco más,
a dos cuadras
la Plaza de Armas,
tu perfume alegra la tarde, y
siento un alivio particular
al verte tan despreocupada
y tomando un helado
de fresa y limón
*Sofía, como estas hoy?
hola, como estas?
dormiste bien? noto algunas ojeras en tu mirada
me gustaría darte la medicina para la tristeza.
sabes que vale la pena buscar las respuestas,
como una caja de pandora
caramelos de mil colores
en cada conversación
sonrisas nuevas,
palabras nuevas,
solo dime en que día del ayer te quedaste
prometo ir hacia allá y traerte de vuelta.
no tengas miedo, en la carretera hay niebla
nuestros corazones iluminan las esquinas
Sofía, me escuchas ahora?
oye
el corazón es un órgano que piensa
no lo escuchaste en las noticias?
no lo leíste en alguna revista?
en las novelas debe haber alguna referencia
no importa,
hoy te quiero un poco más
déjame ver tu sonrisa
recinto iluminado de mil primaveras
dame tus manos, son tan suaves
como aquel primer beso
que nos dimos
intentando parecer
adultos
Un nuevo Otoño en Weasmeath
herrero de mil tormentas
toma el martillo y forja tu alma
cada día un nuevo reto
algo nuevo que aprender
sabes que el camino es largo
y duro,
duro como la piedra
una chica te robó el corazón
una tarde de hojas secas
y sol juguetón
no te preocupes, ella guarda tu corazón
junto al suyo.
muy temprano, antes de ordeñar
las vacas,
lo toma
y lo llena de besos.
ósculos largos y profundos
llenos de ternura, y mucha inocencia
también,
su mirada esta llena
de
buenos recuerdos
y mejores augurios.
ahora que la soledad está presente
en las tardes
debes saber que esa chica —