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El duelo
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Libro electrónico124 páginas34 minutos

El duelo

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Duelo es una palabra que bien puede significar el dolor de una pérdida, como también el enfrentamiento entre dos rivales; o entre dos conceptos ideológicos. En este libro creemos que estas dos acepciones se mezclan de diversas maneras, en especial en el enfrentarse a una pérdida, en la lucha entre la vida y la muerte. El Duelo es una obra donde la protagonista «principal», sor Catalina, en nuestra percepción, representa la sublimación y la decadencia —de la carne y el alma humana— muriendo y reviviendo en una espiral que involucra diferentes épocas que se mimetizan una con otra, sobre todo en la relación del hablante poético con los hechos que va relatando. Dicho hablante asume tanto la voz femenina como voces masculinas, sublimando momentos que tienen que ver con lo marginal y la lucha interior del ser humano [...].
Alejandro Lavquén
IdiomaEspañol
EditorialMAGO Editores
Fecha de lanzamiento7 nov 2016
ISBN9789563171204
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    El duelo - José María Memet

    El Duelo

    José María Memet

    © Copyright 2011, by José María Memet

    Primera edición digital: Diciembre 2014

    Colección de Poesía Rieles

    Director: Máximo G. Sáez

    editorial@magoeditores.cl

    www.magoeditores.cl

    Registro de Propiedad Intelectual Nº 91.763

    ISBN: 978-956-317-120-4

    Diseño y diagramación: Valery Villanueva

    Lectura y revisión: Juan Jabbaz

    Fotografía portada: Lucy Cristina Chau

    Edición electrónica: Sergio Cruz

    Derechos Reservados

    A Frances Calderón Hafon

    A Patricia Pardo, Sergio Medina y Virgilio Rodríguez

    En la tierra, el viento y la intuición guiaban nuestras

                                                                            /ideas

    y el viento llegaba a los bares, en ráfagas llegaba a

                                                                          /los bares;

    no había mujer en ellos porque las habíamos matado

                                                              /hace milenios.

    Eso nos repetíamos todos, riendo,

    riendo a carcajadas,

    hasta que despertaron con nuestras risas.

    Encerrada como estoy en demasía

    y en la oscuridad de mi noche

    he escrito estos sueños

    que no son si no la evidencia

    de mi desesperación.

    No fueron escritos para este tiempo

    ni con certeza puedo asegurar que servirán

    a otras mujeres en épocas futuras,

    pero los hice.

    Por algo soy una mujer

    que pertenece a un tipo de linaje

    donde piel y mente se desean.

    Es mi locura.

    Sé que han de pasar siglos y más siglos

    antes que un poeta rescate páginas y sueños;

    así debe ser,

    para que mi nombre vuelva a pronunciarse

    sin vergüenza por el mundo.

    Catalina de Lo Ramos

    Convento del Biógrafo, 1623

    LA CONTRICIÓN

    Rezo como tantas noches en el convento.

    El crucifijo en la pared

    observa mi deseo,

    trato de explicarle que me entrego

    en cuerpo y alma,

    pero gira la cabeza hastiado de mí.

    Afuera los aullidos de los perros

    son la prueba que Luzbel

    merodea en los jardines;

    no me dejes sola ángel de la guarda,

    coge la empuñadura de tu espada

    y prepárate, que la hoja con su brillo

    queme las retinas del que me persigue.

    Tiemblo sólo de pensar

    que abra la puerta de la celda,

    separe mis piernas con sus garras

    y me cubra en llamas como un bosque.

    Emerge de la noche el convento.

    Muros y jardines parecieran

    conservar la oscuridad.

    En el villorrio ladran perros,

    mientras los tañidos en el campanario

    anuncian que el miedo visita las almas.

    ¿Es otro tiempo o es el mismo?,

    se preguntan los abuelos

    oscilando

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