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La Conspiración Ragnarok
La Conspiración Ragnarok
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Libro electrónico313 páginas3 horas

La Conspiración Ragnarok

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Información de este libro electrónico

La “Guerra de los Derechos”, iniciada debido a un asalto cuántico al blockchain, terminó con la creación de la peligrosa “Escombrosfera” y con el final de la era de la comunicación y de la moneda tradicional y virtual. En el mundo post guerra en donde la base de impresión es la nueva moneda, un joven científico forense viaja a la luna para desentrañar todas las teorías conspirativas sobre el alunizaje. Pero lo que encuentra en la luna terminar por desvelar una conspiración mucho más profunda de lo que nadie se imaginaría jamás.

IdiomaEspañol
EditorialRob J Meijer
Fecha de lanzamiento18 nov 2019
ISBN9789082348736
La Conspiración Ragnarok
Autor

Rob J Meijer

Rob is a multidisciplinary engineer with a focus on information security, data engineering, applied mathematics, cryptography and software engineering.In 2013 Rob added the writing of short science fiction stories to his already long list of interests that includes nutritional science, anthropology, power lifting and public speaking on geeky subjects.

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    La Conspiración Ragnarok - Rob J Meijer

    La Conspiración Ragnarok

    Rob J. Meijer

    Derechos de Autor 2019 Rob J. Meijer

    Edición de SmashWords

    Aviso de Derechos de Autor

    En este lugar es donde, en la mayoría de eBooks, encontrarías una retahíla agresiva y difícil de digerir de legalidades diciéndote que, a pesar de haber comprado el artículo, no puedes tratar a dicho libro como de tu propiedad del mismo modo que se haría con uno impreso. No tendremos nada de ese sinsentido aquí.

    Básicamente, si tratas este eBook como lo harías con un libro impreso, todo estará bien. Se lo puedes prestar a amigos o familiares como si fuese un libro impreso, regalarlo o incluso venderlo como si de una versión impresa se tratase.

    Los siguientes enunciados establecen lo mismo de manera formal:

    Quien posee los Derechos de Autor le otorga al comprador el derecho de transferencia de posesión de esta copia del libro bajo la condición de que él/ella se asegure de que no existe ninguna otra copia bajo el control de otros al momento de transferir la posesión.

    Quien posee los Derechos de Autor le otorga al actual poseedor del derecho de posesión de esta copia la licencia no transferible para entregar una copia de este libro a amigos directos o familiares de un modo no comercial.

    Si compraste este libro a través de un vendedor que ha aplicado restricciones de Gestión de Derechos Digitales a tu copia las cuales no son compatibles con los anteriores derechos, deberás contactar al autor y mostrar pruebas de la compra para poder recibir una copia del libro sin dicha Gestión de Derechos Digitales.

    Prefacio

    Hace varios años, durante una visita familiar en la República de Benín obtuve la inspiración para comenzar a escribir mi primera historia corta. Luego de terminar aquella historia, obtuve ideas para una segunda y una tercera y tuve la idea de escribir una colección temática de historias cortas. Me volví activo en Goodreads, encontré a un gran artista de portadas y un buen editor y comencé a publicar. Pero luego, dos cosas pasaron que hicieron que cambiara de planes. Un tema recurrente que tenía de las críticas de mis historias era que, aparentemente, estaba tratando de encajar una historia del tamaño de una novela y un mundo del tamaño de una trilogía en libros tamaño novela ligera. La segunda crítica era que mis personajes carecían de profundidad. Mi tercera historia no estaba terminada, así que intenté nutrirme de las críticas y expandirme en ella. Pero entonces el siempre solidario grupo de Goodreads en el que estaba se había tornado agresivo. Debido a problemas personales de salud en los cuales no ahondaré, tendí a apartarme de las principales fuentes de estrés de mi vida, así que dejé de escribir.

    Luego, varios años después, descubrí a la increíble plataforma basada en blockchain de Steemit. Teniendo muy poco sobre lo que bloggear, comencé a publicar mis novelas ligeras en series de publicaciones, entonces fue cuando el espíritu de la escritura me atrapó de nuevo y terminé escribiendo una serie de blogs de ficción rápidos que podrían encajar bien como un prólogo extendido de mi trabajo inacabado en mi tercera historia. Cada una de las publicaciones relataba la historia de uno de mis personajes. A medida que mis publicaciones continuaban, la historia seguía desarrollándose y las críticas directas de los capítulos me ayudó enormemente a terminar la historia esta vez. Steemit es una increíble plataforma para el contenido, no sólo debido a la increíble comunidad, sino porque al estar basada en el blockchain te permite ganar dinero del buen contenido.

    Así que, cuando mi historia se comenzó a desarrollar, fui capaz de poner algo de dinero en la plataforma y hacer algunas rondas de retroalimentación con premios que podían ser ganados con críticas constructivas. Se puede decir que Steemit me ayudó editar basándome en mis lectores. Espero que la edición hecha de esta manera me haya ayudado a mejorar la calidad del trabajo lo suficiente. Es un experimento. Por lo que, por favor, hazme saber su publicar este libro de esta manera fue algo prematuro.

    Este libro se trata del blockchain. No pudo haber visto la luz sin el blockchain de STEEM que impulsa esta plataforma, y los cimientos del mundo que yace en este libro se basan en un evento que asustaría a todos aquellos involucrados en las criptomonedas. Pero recuerden mientras leen, es sólo ficción. No entren en pánico y vendan sus Bitcoins o Etheriums por miedo a un atraco cuántico real al blockchain.

    Espero que este libro, mi primer trabajo como novelista, ataque el problema con la densidad y los personajes que sufrieron mis anteriores trabajos. Y si es así, consideraré reescribir una de las otras dos historias en forma de novela.

    Hoy por hoy, Steemit es mi red social principal, en donde me pueden encontrar como @pibara.

    Nota del Traductor.

    La lectura ha sido mi vía de escape de la realidad durante mi vida. Desde chico, a pesar de haber tenido una infancia muy buena y tranquila, la curiosidad siempre ha estado presente, lo que me llevó a manejar el alfabeto a temprana edad y así comenzar a leer cuanto estuviese a mi alcance: Artículos de periódico, vallas publicitarias, libros infantiles y no tan infantiles, y un muy largo etcétera. Mi vida ha tenido siempre algún ejemplar bañado en tinta sostenido entre mis manos.

    Junto con la habilidad de lectura, llegó la interpretación de un segundo lenguaje. Doy infinitas gracias a mis padres, quienes no sabían lo que hacían y me permitían escuchar sus conversaciones con dificultades con sus amigos en inglés para que yo no pudiese entender lo que decían, ¡Quién imaginaría que así aprendería el idioma! Si bien en los primeros años no fue perfecto, con la constancia y las ganas de mejorar se volvió una extensión de mi habla y algo que me permitía conocer aún más piezas literarias, en un idioma extranjero.

    Llegan los finales de la adolescencia y desarrollo el interés por la escritura, disfruto de escribir para mí, para mi familia, para mis amigos, y con esto nacen los grandes proyectos por venir que he ideado ¿A temprana edad ya pensaba dedicarme a esto? Probablemente, no sabía ni si quiera qué deparaba el destino. La Conspiración Ragnarok Es el punto de inflexión, lo que me dejó entrever que, sí, definitivamente debo dedicarme a esto, no sólo al arte de la escritura, sino al de la traducción, llevar el arte a quienes no puedan entender su forma original es una bella tradición que merece ser cultivada y que será promulgada por mí. Una obra llena de emoción, con una historia bien trabajada en un mundo cambiante y un desenlace que… Bueno, supongo que deberán de leerlo para encontrarle una descripción apropiada, ¿Cierto?

    Doy gracias a Rob, el autor original, por haberme brindado esta oportunidad a través de su ilustradora y muy buena amiga mía, María; ambos me ayudaron a darme cuenta de lo mucho que esta vocación significa para mí. Fueron meses de trabajo honesto, bajo circunstancias personales que, si bien no me permitieron ser el más veloz, permitieron brindar calidad a la obra, digna del disfrute de todos.

    El mundo del Ragnarok está por abrirles las puertas ¿Preparados para la aventura? Yo nunca lo estuve, y me siento satisfecho con los resultados. Que la magia de la lectura te lleve, entonces, a un mundo diferente; ¡Buen viaje!

    Gabriel González. El Traductor.

    Prólogo

    1

    Dakila

    Manila.

    Junio 17 del 2027

    ¡Vaya manera de pasar mi cumpleaños diecisiete! —pensó Dakila para sí mismo—.

    Hasta el día anterior, sus chicas solteras simuladas le habían estado generando un ingreso constante de dinero a sus bolsillos. Pero hoy, debido al lanzamiento del último sistema anti IA, Dakila debió de pasar horas manejando a sus señoritas en modo manual para asegurarse de que sus objetivos no lo descubrieran y dejaran de lucrarlo.

    Los sitios de citas son así. Pierde su atención y perderán el interés y enfocarán en nuevas posibles conquistas. Dakila tenía mucho tiempo invertido en su granja de IA como para dejar que eso ocurriera ahora. Incluso en el modo manual, Dakila debía enfocar toda su atención y esfuerzos en estar atentos a no caer ante la casi omnipresencia que demostraban los anti IA. Estos softwares no solo detectan inteligencias artificiales, sino que también hacen un muy buen trabajo correlacionando conversaciones para detectar ataques de copia y pega por parte de scammers o conversaciones programadas. Dakila comenzaba a cansarse de buscar excusas creíbles para poder desconectarse por algunas semanas, debía de haber alguna otra manera de hacerla; ¡Debía de haberla!

    Dakila nunca había tenido un problema similar. Todas sus chicas simuladas tenían su propia IA única. Gracias a esto, mientras los anti IA estaban evolucionando era raro que una actualización le costase más de una simulación u objetivo.

    Pero hoy era diferente. ¡Catorce simulaciones y doce objetivos muy bien valorados en sólo cuestión de veinte minutos! Y para empeorar las cosas, Dakila, dentro de su estado de nerviosismo y pánico, terminó haciendo una serie de errores mientras manejaba el modo manual de las simulaciones que le hicieron perder otras seis. «Alguien murió en mi familia, querido ¡Qué estúpido e imbécil soy! ¡Mierda! ¡Idiota! La primera excusa de mierda que se e ocurre y la utilizo en varias conversaciones y videochats, ¡Mierda!»

    Dakila, ¿Bajarás? ¡La cena está lista!

    ¡En un segundo, mamá, debo terminar esto!

    Mientras ella terminaba de hablar, Dakila se dio cuenta de que probablemente había perdido otro objetivo, ¡Maldito modo manual!

    ¿Mamá? ¿Qué pasa, Ligaya? ¡Tu madre murió hace dos años! Al menos es lo que me habías dicho.

    ¡Podría salvar este objetivo? Demonios, Theo era un gran gastador al cual la simulación Ligaya había estado ordeñando por ocho meses «Piensa, Dakila, piensa, ¿Qué diría Ligaya?»

    No seas tonto, querido, es la madre de mi casera cobrándome la renta de nuevo. Ella está haciéndose cargo del edificio mientras mi casera está fuera. Es una mujer muy desagradable, pero si le digo mamá se ablanda un poco. Pero me temo que me desalojará del edificio de todas formas. No le agrado en absoluto, querido. ¿Podrías enviarme otro BareunCoin o dos para poder ayudarme a pagar la renta este mes?

    Al decir esto, Dakila presionó el botón F6 el cual hizo que la simulación facial de Ligaya fuese a través de una serie de movimientos que le habían dado a Dakila vía libre al éxito en, oh, demasiadas ocasiones. Su IA combinó aspectos de una dulzura casi infantil y desarmadora con suficiente connotación sexual para hacer que aquel hombre calenturiento de mediana edad quedase completamente ciegos ante las fallas en la IA.

    Dakila no hizo ninguno de los errores de los principiantes. Ninguna de sus simulaciones era demasiado atractiva, no usó a modelos como base; ningún tipo de insinuación sexual. ¡No! Las simulaciones de Dakila estaban diseñadas para ser la clase de chica que es tierna e inocente. No muy inocentes, no, ni muy jóvenes, no quería atraer pedófilos ya que ellos atraen policías.

    No. Todas las creaciones de Dakila estaban basadas en mujeres locales en sus veinte años. Agrega un poco de ingenuidad irresistible y un poco de su sensualidad gatuna como marca personal y todos esos calenturientos con crisis de mediana edad bajarían la guardia lo suficiente como para comenzar a sacarles lentamente los BareunCoins. Y para ser honesto, la mayoría de ellos se lo merecía. Sus dedos anulares mostraban, más seguido que no, decoloraciones como si un anillo hubiese estado puesto recientemente. Ahora esos imbéciles tenían lo que se merecían, «Karma, malditos», y si Dakila podía llenarse sus bolsillos gracias a ellos, era sólo una bonificación extra.

    Theo era uno de los peores y aun así uno de los mejores. Estaba siendo trabajado por cuatro simulaciones diferentes. Cada una de ellas fue prometida con una propuesta de romance e incluso de matrimonio. Theo estaba trabajando en una visita a Filipinas en sus próximas vacaciones, dispuesto a tomar ventaja de lo que él pensaba eran chicas reales. Debía de pensarse a sí mismo un galán, y mientras tanto los BareunCoin iban directo al bolsillo de Dakila.

    Lo haré, mi querida Ligaya. ¿A la misma hora mañana?

    Mientras Dakila trataba de encontrar las palabras correctas para poder retrasar la conversación por unos cuantos días, una notificación apareció en su pantalla.

    ¡No! —gritó Dakila, sin pensarlo— ¡Sí, sí, sí! ¡Mierda! —La cara de desconcierto de Theo mirando a Dakila, o a Ligaya hasta donde sabía él, era mucho más grande de lo que Dakila esperaba—. Sí, mañana está bien, nos vemos mañana.

    Mientras la cara de Theo mostraba cada vez más y más confusión, Dakila terminó la videollamada y abrió la ventana de análisis.

    ¡Sí, sí! Soy el puto rey del universo. Sí.

    Dakila, recuerdas que hablamos acerca de tu obsesión sexual con las simulaciones, ¿Cierto? —Mientras su madre entraba a su habitación con un plato lleno de comida, Dakila minimizó la ventana de análisis en su escritorio—. Comienzo a pensar que lo que dijo tu padre al respecto es verdad, te mandaremos a una terapia, esto se está saliendo de las manos. Ten, cariño, aquí tienes tu silog. Llamaré a la doctora Ocampos ahora mismo, tu padre dijo que ella hace maravillas con los chicos obsesivos.

    Vamos, mamá, no es una obsesión, y dije que bajaría en un momento. Cumplí diecisiete hoy, ¿No soy lo suficientemente mayor como para ganarme un poco de maldita privacidad?

    La madre de Dakila volteó a verlo, con molestia, enfurecida y un poco de indignación en su semblante, pero entonces una gran sonrisa se formó en su rostro.

    Feliz cumpleaños, cariño. Hablaremos sobre esa boca sucia tuya mañana. Por ahora, disfruta tu silog y, cuando termines, ven abajo por un poco de pastel de cumpleaños, ¿Ok?

    En cuanto su madre salió de la habitación, Dakila reabrió la ventana de análisis. «¿Esto es real? Si es así, ¡Soy más rico que el maldito Alec Yi! Debo compararlo con mi blockchain. Tal vez Mahalia está jodiéndome.

    Mientras Dakila ejecutaba un nuevo análisis con las claves que había encontrado en la laptop, tuvo algún tiempo para apreciar lo que estaba sucediendo. «Si esto es real, ¿Quién creó eses archivo y cómo terminó en la laptop del novio de Mahalia? ¿Y por qué estaba en un lugar así de peculiar? Es casi como si alguien hubiese querido que Mahalia encontrara estos archivos».

    «Concéntrate, Dakila, concéntrate» Mahalia le había pedido que le diera un vistazo a la laptop de su novio. Una laptop que no lograba arrancar. «Jódete, Mahalia, si ésta es tu manera de gastarme una broma». Mahalia y Dakila habían sido amigos inseparables desde que tenía memoria, pero últimamente, desde que ella comenzó con su novio cerebro de músculo de veintiséis años hace cuatro meses, ellos pasaban muy poco tiempo junto. El tonto trabajaba para una compañía de seguridad privada y a juzgar por su casa y residencia, el idiota sin cuello se las arreglaba muy bien por sí mismo. Así que cuando Mahalia le pidió que le echara un ojo a la laptop de Kidlad, él no estaba precisamente rebosando alegría. Kidlad era un idiota comparado con Mahalia, ¿Por qué tenía ella que salir con semejante bruto? Pero fue ella quien le pidió que la revisara. ¿Negarle algo a Mahalia? ¿Cualquier cosa? No, esa no sería una opción, ¡Jamás! «Cuando sea asquerosamente rico, Mahalia se dará cuenta de que soy mucho mejor hombre que él» Suficientes distracciones, ¡La clave del archivo!

    La laptop no podía inicializar por el simple hecho de que la partición del arranque no contenía nada más que un único archivo llamado claves.privadas. Ningún Kernel, ningún archivo de arranque, nada, sólo aquel misterioso archivo. Esto no podría ser un accidente, no había manera de que el cabeza de chorlito pudiera haberle hecho eso al sistema por su cuenta. Y, a pesar de que Mahalia y Dakila solían gastarse bromas, ninguna había sido así. Ella no era estúpida, pero tampoco hábil con las computadoras. Así que ¿Quién puso ese archivo ahí? En un lugar en el cual sería encontrado por la primera persona con conocimientos al respecto que pusiera sus manos en la laptop. Alguien quería que alguna persona encontrara ese archivo, alguien aparte de Kidlad.

    Un pitido y una nueva ventana emergente anunciaron que el segundo análisis estaba completo,

    Dios mío, ¡Es real! —dijo Dakila suavemente.

    Dakila supuso que el archivo pudo haber sido una concatenación de claves privadas e hizo una búsqueda por todos los archivos del sistema buscando posibles claves públicas. Y sí que lo hizo. Cientos y cientos de las claves privadas coincidían con las claves públicas en el disco de la laptop, pero esa no era la parte más sorprendente, sino en dónde estaban ubicadas esas claves públicas. ¡En blockchains! Una búsqueda en su propio blockchain confirmó sus sospechas. Las claves en el archivo misterioso estaban vinculadas a cantidades sin gastar en el blockchain. ¡Dinero! ¡Dinero en cantidades ingentes! ¡Dinero!

    No, espera, ¡Esto es imposible! —gritó Dakila— ¿Siete coincidencias en mi propio monedero? Imposible. ¿Pero qué…?

    La mandíbula de Dakila pareció desencajarse mientras veía la pantalla con una mirada vacía por casi un minuto entero. Un minuto que, para Dakila, se sintió más como una semana. Luego, la claridad volvió a Dakila. Esto sólo podía significar una cosa, una sola opción que parecía demasiado descabellada: ¡Computación Cuántica! ¡Computación Cuántica a gran escala! ¡Un puto atraco cuántico al blockchain!

    Un maldito atraco cuántico al blockchain —susurró Dakila—, esto es grande.

    Dakila comenzó a hiperventilarse. Tomó una bolsa plástica. «Cálmate, Dakila, ¡Ya lo tienes!»

    Necesito ser rápido. El atraco no ha ocurrido aún, o al menos en una escala muy grande. Lo puedes hacer aún, ¡Recuerda los planes del retiro! Pasaporte falso, cuentas en el extranjero, una isla recóndita en el pacífico. Casi todo está en su lugar. Pero, ¿Para quién está trabajando Kidlad? ¿Gente que puede llevar a cabo un atraco cuántico? Jesús, María y José, si estos tipos me atrapan… —pensó Dakila— ¡Cálmate, respira! No lo harán. Necesitas hacerlo ahora, Dakila, respira, respira. ¿Cómo lo hacemos? No quiero hacer caer la economía mundial ni que las fuerzas de la ley caigan en mí.

    » ¡Fíltralo! Eso es, sólo blockchains viejos y sólo cantidades que no hayan sido movidas por más de diez años, tal vez doce. Sí, así nadie se daría cuenta…

    » Puedes hacerlo, Dakila. no te apresures, hazlo con calma. ¡Retirado a los diecisiete! Demonios, Dakila, eres el rey del universo.

    Parte I

    2

    John

    Seru Grandi, Curazao.

    Abril 1 del 2034.

    Quita esa sonrisa presumida y has tus quehaceres, Junior. Tu padre llegará en cualquier momento.

    Mientras John junior llevaba los cubiertos a la mesa del porche, su mente comenzaba a divagar de nuevo. Maruja era dos años mayor que él, no era la persona más brillante que conocía, pero era realmente bella. Para todos en su clase de chicos de apenas dieciséis años, ella estaba muy lejos de su alcance, o al menos eso pensaba John hasta la semana anterior. Ahora se sentía en las nubes.

    ¡John Junior! —gritó su madre mientras el seguía recordando su beso con Maruja. No un beso cualquiera, sino uno real, con lengua incluida— ¡John William Bridgewater Junior!

    En ese preciso instante en que ella le gritó y él trataba de mantener en su mente el recuerdo, levantó la mirada. John pudo ver el contorno de la chancla azul de su madre volando en su dirección una fracción de segundo antes de que diera de lleno en su cara.

    ¡No te quedes simplemente parado ahí, Junior!, ve a poner la mesa, ¡Ya!

    La mirada que su madre le brindó le dejó sin dudas de que, si no hacía lo que le pedía, no podría sentarse sin sentirse adolorido por al menos un par de días. Entonces se apresuró adentro para sacar los platos del cajón de la cocina, entonces, su madre le dio una firme palmada detrás de su cabeza. John no sabía de dónde había venido su mano, y cuando miró por encima de su hombro la vio ahí, batiendo la leche y el azúcar exactamente como había estado antes de que entrara corriendo a la casa.

    ¿Qué buscas, Junior? ¿Quieres otra?

    Su madre dejó a un lado la leche y tomó un gran cuchillo de carnicero, lo miró directamente a

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