Sobre Escritura Creativa

Por Linda A Lavid

Nuestras vidas están llenas de creación. Despiertos o dormidos nos forjamos dando forma, ajustando, intentando de alguna manera u otra. La creatividad está incrustada en nosotros, en lo que somos. Y la ficción es una extensión de la creatividad. Dos historias jamás serán iguales, así como dos vidas jamás serán la misma. Cada escritor, cada persona, trae consigo una perspectiva única a la fiesta. Me estremezco cada vez que escucho que no hay historias nuevas; que todo lo escrito, ya fue escrito con anterioridad. Sí, existen temas generales, pero su ejecución siempre será única.

La ficción exige que se tenga el conocimiento práctico de muchos puntos del oficio. Y mientras el dominio del oficio puede ser desalentador, cada uno de nosotros tiene las habilidades para afrontar el reto. Si tienes una mente analítica, la causa y el efecto será sólido. Si eres intuitivo, su historia dará giros imaginativos. Si eres emocional, tendrás una brújula en tu interior que te hará contar historias fascinantes. Si eres un pensador global, verás el todo. Si eres una persona detallista, tu historia será apretada. Si eres una persona del tipo auditiva, táctil o visual, tu historia será intensa. Si tienes curiosidad, la escritura nunca te aburrirá. Si eres una persona empática, tus personajes serán creíbles. Si eres viejo, traerás una gama de experiencia al proceso. Si eres joven, tu historia será fresca. Si eres terco o incesante, tu historia, por fin, se acabó. Entonces, ¿Cuál es tu talento? Lo más probable es que tengas muchos, algunos jamás conocidos.

Antes de seguir adelante, les digo que la escritura puede ser tanto enseñada como aprendida. También sostengo que aquello que más necesitas no es ni el talento, ni el conocimiento, sino más bien el loco e implacable deseo de contar una historia.
Y con esa pasión, camina hasta el final del trampolín, afloja los hombros y da el paso.

• Idioma: Español
• Editorial: Plum Barn Press
• Fecha de lanzamiento: 27 ene 2023
• ISBN: 9798215790540

Vista previa del libro

VISUALIZA

La ilusión es el primero de todos los placeres.— Oscar Wilde

Visualiza . . .

De pie ante ti me encuentro, una decidida mujer de mediana edad, redonda, amasable y parpadeando a través de mis lentes nublados. Son las seis p.m. Nos encontramos en un puesto VFW (Veteranos de Guerras Extranjeras) tomando un amargo café en una taza plástica. Estoy nerviosa. Es mi turno de hablar. Todos los expectantes ojos me miran. Aclaro mi garganta, trago y luego digo: Mi nombre es Linda- Me detengo en frío. ¿Qué pensarías? ¿Que soy una tonta, una fracasada? Quiero salir corriendo, pero ya he llegado tan lejos. Mi confesión sale. Y ahora estoy auto-publicada.

Un silencio aterrador llena la habitación. Retrocedo en espera de burlas, mofas o que la habitación se vacíe. Sin embargo, sorprendentemente, desde la última fila de asientos una voz exclama (tal vez sea la suya), Buenas noches, Linda. Un alivio me traspasa. Me encuentro entre amigos...o al menos uno.

El trasfondo . . .

Hace trienta años, me embarqué y comencé a escribir la gran novela Americana. Para ese momento ya había completado mis estudios avanzados y necesitaba otro desafío. Escribir una novela me pareció una buena idea. Era una tarea de bajo costo para una madre soltera con hijos pequeños y un trabajo a tiempo completo. Ciertamente, podría robarme unos momentos a primeras horas de la mañana o durante el almuerzo. Sólo existía un problema – Nunca demostré talento alguno para la escritura. De hecho, mis peores asignaturas en la escuela fueron Inglés y Mecanografía. Apenas portentosa. Pero era una lectora con especial interés en historias y flaquezas de naturaleza humana. Así que, con un afilado lápiz y, una bonita y fresca almohadilla, me armé de valor y comencé a escribir. Sin embargo, en tiempo récord, descubrí que el mundo de la escritura se retorcía sombríamente. También aprendí que no sabía nada, absolutamente nada acerca de la escritura de ficción. Pero me sentía preparada para ese reto - al principio.

Leí libros sobre escritura y tomé copiosas notas. Lo desconstruí para hacer el proceso comprensible para mí mismo. Luché contra los tiempos, puntos de vista y la historia...Buen, eh, se trata de dos hermanas y ellas tienen una amiga que se suicidó. Pero es un misterio. Y ellos quieren saber el por qué sucedió. Aún no he trabajado lo suficiente en los detalles, ni en el principio, pero sé el final y eso es un buen comienzo. Eso creo...

A través de los años, destellos de inspiración chispearon, que luego desaparecían entre aguas turbulentas. Desconcertada, evitaba y me di por vencida en varias oportunidades si mal no recuerdo. ¿Qué me mantuvo en marcha? Ni los elogios, ni una guerra desesperada de ofertas por los derechos de reproducción, desde luego. Lo que me mantuvo en marcha fue aquello de lo que trata este libro. Se trata de cómo hacer el trabajo, la tecnología y de cómo llegar del punto A al punto B. Se trata de cómo mantener el rumbo y no perderse. Se trata de aquello que he aprendido tanto de la escritura de ficción como de la publicación de mi trabajo.

Entonces, ¿Dónde me encuentro hoy día? Mis relatos de ficción han utilizados en cursos universitarios y publicados por afamados diarios. He impartido clases sobre cuentos cortos y de escritura de novelas, así como también he sido moderadora de grupos de escritura. He aprendido y crecido, pero sobre todo me he hecho cargo, no sólo de mi escritura, sino de la edición y comercialización de mi trabajo. Gracias a la tecnología del siglo XXI, la edad de oro para los escritores está aquí.

El mundo editorial de finales del Siglo 20 era sombrío. Debido a un par