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Libérate escribiendo
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Libro electrónico141 páginas2 horas

Libérate escribiendo

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Información de este libro electrónico

Técnicas de escritura creativa, con ejemplos y ejercicios.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento25 nov 2019
ISBN9781393210269
Libérate escribiendo
Autor

Eugenio Pacelli Torres Valderrama

Profesor universitario e investigador colombiano radicado en Viena, desde donde trabaja como corresponsal para el periódico Chicamocha News de Colombia. Escritor, ganador del Concurso Nacional de Cuento RCN-Ministerio de Educación de Colombia.

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    Libérate escribiendo - Eugenio Pacelli Torres Valderrama

    Libérate Escribiendo

    Consejos prácticos para crear gran ficción

    Eugenio Pacelli Torres Valderrama

    Ganador del Concurso Nacional de Cuento RCN-Ministerio de Educación de Colombia

    Dedicado a los miembros de la comunidad digital «Nativos go», de Málaga, pioneros en el despertar de la región.

    La libertad no es otra cosa que una oportunidad para mejorar.

    Albert Camus

    Leer y escribir constituyen un trabajo colaborativo. El escritor pone las palabras, el lector las transforma en imágenes.

    David Morley

    1

    SEIS PREGUNTAS

    En su libro: «Los cuentos de así fue», que data de 1902, Rudyard Kipling incluye el siguiente poema:

    «Seis fieles sirvientes

    Me enseñaron todo lo que sé,

    Sus nombres son: qué, quién,

    Dónde, cómo, cuándo y por qué».

    ***

    Estas preguntas resumen la información fundamental que todo escrito debe tener, y aunque su origen se remonta a los tiempos de Aristóteles (384-322 a.C.), continúan utilizándose ampliamente hoy en día en especial en el periodismo y las investigaciones policiales, donde se afirma que de faltar una de ellas, el reporte estaría incompleto.

    También en el mundo de la escritura creativa entran en juego. Para darle origen a un relato corto, todo lo que debemos hacer es responder a las tres básicas:

    Quién: Por el momento dos o tres personajes son suficientes. En su selección tenemos una amplia gama de posibilidades, tantas, que prácticamente son ilimitadas. Podemos escribir sobre cualquier cosa que se nos antoje, desde objetos inanimados, como un libro y una ventana, hasta personas tan reales como nuestros amigos; pasando, además, por toda clase de seres fantásticos: duendes, brujos, centauros o gigantes.

    Qué: Una vez que tengamos los protagonistas, procedemos a enfrentarlos a un problema, una situación inesperada que deban superar. En el caso del libro y la ventana, por ejemplo, podría ser que el libro quiere luz y la ventana insiste en mantener sus cortinas cerradas.

    Cómo: Finalmente, hay que ingeniar la forma de que los protagonistas solucionen el inconveniente, de una manera que sea creíble y de acuerdo a su naturaleza. Los finales rebuscados o que no resuelven por completo el problema dejan un sinsabor en el lector. Siguiendo con nuestro ejemplo de la querella entre la ventana y el libro, éste, agotado ya el límite de su paciencia, decide pedirle ayuda a una vela encendida que reposa sobre la mesa.

    La vela se dirige a la ventana con el ánimo de interceder por el libro, pero se acerca tanto a la cortina que le prende fuego. El libro es salvado por su dueña en el último momento y las llamas extinguidas. Semanas enteras pasan antes de que se instale una nueva cortina, pero para entonces la ventana se ha acostumbrado tanto a la claridad, que siempre las mantiene abiertas.

    ***

    Sin darnos cuenta, hemos creado ya nuestro primer relato. Veamos si podemos idear otras situaciones. A nivel de guía ofrezco las siguientes sugerencias, pero cada quien puede buscar las propias:

    Ejemplo 1

    Quién: Un cocodrilo y un renacuajo.

    Qué: El renacuajo no sabe que su destino es convertirse en rana, viendo a las criaturas con las que convive, piensa que se puede llegar a ser como cualquiera de ellas.

    Cómo: Se dio entonces a la tarea de preguntarle a sus compañeros por qué decidieron ser lo que son. Los demás animales no entienden la pregunta, pero …

    Ejemplo 2

    Quién: El leñador y la tortuga.

    Qué: Con hacha en mano, un leñador se acerca al árbol que pretende cortar, sin embargo, junto a él encuentra una tortuga de caparazón dorado, quien con voz femenina le pide que no lo corte.

    Cómo: El leñador piensa que es un disparate, que las tortugas no hablan y que probablemente se trata de una alucinación, efecto secundario de las pastillas para el dolor de espalda que ha estado tomando. Toma a la tortuga y la lleva al estanque cercano donde espera que se distraiga comiendo vegetación fresca. Al regresar al árbol encuentra que …

    Ejemplo 3:

    Quién: Ramón y Patricia.

    Qué: Ramón, un joven de quince años, busca la forma de que Patricia se fije en él. Patricia es una estudiante misteriosa que acude a clase en silla de ruedas.

    Cómo: […]

    ***

    Además de las tres preguntas básicas, a veces se requiere información adicional en cuanto al cuándo y el dónde, pero en una narración corta generalmente se pasan de alto con el consabido: «Había una vez, hace mucho tiempo, en un país lejano…».

    Quedaría faltando el por qué, la razón para el actuar de los personajes, esta es una pregunta cuya respuesta se espera que se forme en la mente del lector, y en escritos cortos raramente aparece de forma explícita. En historias más largas, digamos en una novela, el «por qué», toma especial relevancia y muchas veces se convierte en una de las principales herramientas que usa el escritor para captar la atención del lector.

    ***

    Lo quiero intentar

    Ejercicio 1 — Conozco ya el primer secreto de la escritura creativa, responder a las preguntas simples. Sé que por el momento este es un ejercicio sólo para mí y que no tengo que mostrar ni discutir los resultados con nadie. Por lo tanto, gozo de total libertad en mi creación.

    Quién: Si no encuentro sobre quién podría escribir, abro un periódico o una revista al azar, o miro por la ventana, y el primer animal que vea será mi personaje.

    Qué: [No me da miedo escribir disparates, imagino una situación en que se puedan ver involucrados.]

    Cómo: [Sé que esta es una oportunidad para ejercitar mi ingenio, así que doy una solución creativa al conflicto].

    ***

    Cuentan quienes lo han intentado

    [Juliana M., 19 años]

    Quien: Mi vecina la señora Lurdes y una rana.

    Qué: Al salir de casa la señora Lurdes olvida su paraguas, pero piensa que no va a llover. Sin embargo, no solamente llueve, sino que en vez de gotas caen ranas de todos los tamaños y colores.

    Cómo: Además de su paraguas, la pobre Lurdes había olvidado su propio cumpleaños y que también ella era una rana. La avalancha de batracios era una fiesta sorpresa que le prepararon sus amigos.

    ***

    [Rafael J., 28 años]

    Quién: Un caballero medieval y un dragón

    Qué: En el tiempo en que los caballeros cazaban dragones para salvar a hermosas damiselas, ocurre lo contrario, un grupo de dragones va tras un caballero, y una joven llega a su rescate.

    Cómo: La muchacha, al final, logra domar a los dragones, y hace que los lleven a su reino. En el camino, sin embargo, sufre una transformación, deja de ser humana y se convierte en dragón, lo mismo le sucede a su acompañante. Es por eso que ya no existen dragones en la Tierra.

    ***

    La escritura creativa es un camino maravilloso de auto-conocimiento y muchas veces de sanación de traumas. Desafortunadamente es más común desanimarnos que intentar el desafío.

    Existen muchos paralelos entre la vida real y el proceso de escritura. Nuestros días transcurren de forma rutinaria, y si no pasa algo extraordinario corremos el riesgo de que sean monótonos o aburridos. Tomar el pasatiempo de la escritura creativa es algo que nos separa del común, nos hace especiales, interesantes, y nos da la confianza para desarrollarnos con soltura en otros campos.

    Como dicen Lennon y McCarteney en la canción Hey Jude: «El movimiento que necesitas está en tu hombro».

    Como escritores, nos vemos enfrentados a una libertad sin igual. En nuestro diario vivir no podemos de la noche a la mañana convertirnos en condes y vivir en la época medieval rodeados de sirvientes y sin más afanes que los preparativos para las cacerías. Sin embargo, en nuestra fantasía podemos lograrlo. Si creamos un personaje con el que nos identifiquemos plenamente, sus gustos y disgustos, sus miedos y esperanzas, sus ilusiones o desilusiones pueden ser nuestras. Todo proceso creativo es una fuente inagotable de satisfacción y felicidad. Las situaciones a las que sometemos a nuestros personajes son también nuestras, pasan a formar parte de nuestra experiencia personal.

    Como con todo lo que se intenta por primera vez, encontramos a menudo obstáculos que debemos vencer. Una de las principales razones para sentirnos paralizados ante una tarea es que la consideramos demasiado grande o que nosotros no estamos preparados para ella.

    Escribir todo un libro pareciera a simple vista un trabajo colosal, pero si fuera imposible no existirían libros publicados. La experiencia nos enseña que este no es el caso, los estantes de las librerías y las bibliotecas están colmados de ellos, sin hablar de la gran cantidad en formato electrónico que se ofrece en Internet.

    El miedo de no ser lo suficientemente buenos es aterrador, pero incluso los autores experimentados confiesan haber tenido que enfrentarse a esta situación. Una analogía que podría traerse a colación sería la de un deportista que compita en la categoría de salto alto. Por supuesto, hay un ideal que quisiera alcanzar, pero sus primeros intentos no van encaminados a él, sino que se fija metas más modestas y a medida que las supera, va aumentando la altura de la marca. Cada pequeño logro le da el incentivo para enfrentarse a algo mayor.

    Con nuestros intentos en la escritura creativa podemos elegir entre mostrarlos o guardarlos para nosotros hasta que lleguemos a producir algo que nos haga sentir orgullosos.

    Si nuestro objetivo es llegar a escribir un libro de 50.000 palabras, comencemos escribiendo cuentos, de 200 ó 300, con ello ganaremos confianza e iremos afianzando nuestro estilo antes de

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