Sab
4/5
()
Información de este libro electrónico
La novela nos narra las relaciones humanas entre amos y esclavos antes de que se promulgara la ley que abolía la esclavitud.
- Sab es un esclavo mestizo, hijo de una esclava y del amo de la finca donde trabaja,
- que se enamora de Carlota, la heredera de la finca,
- y que antepone el amor que siente hacia ella a su libertad y a la de los suyos.Pero Sab es también la historia de Teresa, la criada de Carlota, que a través de sus actos y sus palabras refleja la voz del otro lado oscuro de la esclavitud: la mujer esclava de la época.
El esclavo al menos puede cambiar de amo, puede esperar que juntando oro comprará algún día su libertad: pero la mujer, cuando levanta sus manos enflaquecidas y su frente ultrajada, para pedir libertad, oye al monstruo de voz sepulcral que le grita: «En la tumba».
Además, la obra expone la situación trágica de los indígenas de Cuba, que es reflejo de hasta dónde es capaz de llegar esa sociedad que arrasó con todo lo que no se incluía en sus planes, como arrasó con el pueblo, la cultura, la lengua y la sociedad de la Cuba anterior a la conquista.
Gertrudis Gómez de Avellaneda
Poeta, escritora e historiadora cubana, famosa por sus escritos en el siglo XIX
Lee más de Gertrudis Gómez De Avellaneda
1000 Poemas Clásicos Que Debes Leer: Vol.1 (Golden Deer Classics) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAutobiografía Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Egilona Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSab Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones7 mejores cuentos - Cuba Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras completas. Tomo 2. Obras dramáticas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl cacique de Turmequé Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDos mujeres Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSAB Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa aventurera Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesObras completas. Tomo 5. Leyendas, novelas y artículos literarios Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDiario de amor Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCartas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSab Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesGuatimozin ultimo emperador de Méjico Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEspatolino Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa hija de las flores Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesOráculos de Talía Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa hija del Rey René Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDeseo de venganza Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEspatolino Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl héroe de Bailén Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesErrores del corazón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Relacionado con Sab
Títulos en esta serie (100)
Juan de la Rosa: Memorias del último soldado de la Independencia Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Las mentiras inexactas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuerpo feliz: Mujeres, revoluciones y un hijo perdido Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa raya oscura Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHuérfanos de Dios Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa misión de Pablo Siesta Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDos ángeles caídos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVida fingida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTinnitus (3 horas de vida) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El final de Norma Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa ciudad de Dios Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl sombrero de tres picos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl amigo de la muerte Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSensación de vértigo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAgostino Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNo aceptes caramelos de extraños Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Cuentos amatorios Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos años rotos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCortos americanos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa isla de las palabras desordenadas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa viña de uvas negras Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl capitán Veneno Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El mundo que vimos desaparecer Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMatusalén Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos días de "Lenín" Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLo que se oye desde una silla de El Prado Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVidas de tinta Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl año de Spitzberg Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesJacob, Jacob Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesBasti Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Libros electrónicos relacionados
Casas del Vedado Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMaría Nadie Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAmor de ciudad grande Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Juana la bruja Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La cabeza del santo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMemorias póstumas de Brás Cubas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5A toda costa: Narrativa puertorriqueña reciente Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDiáspora: Narrativa breve en español de Estados Unidos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos cristales de la sal Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El reino de este mundo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cena de cenizas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMiradas transatlánticas: El periodismo literario de Elena Poniatowska y Rosa Montero Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos pescadores Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Zarco Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEscribir el espacio ausente: Exilio y cultura nacional en Díaz, Wajsman y Bolaño Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLiteratura hispanoamericana y sus valores. Actas del I coloquio internacional Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl verbo J Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Seúl, São Paulo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Violencia y marginalidad en la literatura hispanoamericana Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCorazón que ríe, corazón que llora Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La ruta de su evasión Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Casa de Muñecas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La novela en México en el siglo XIX Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCon los libreros en Cuba Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa feminización de la palabra y las pensadoras costarricenses: Antología de ensayos selectos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones100 años de literatura costarricense Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesExplotación de géneros literarios en los niveles A1-B1 de ELE: Reflexiones didácticas y propuestas para la clase de Español como Lengua Extranjera Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Regenta Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEntre los actos (traducido) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Don Casmurro, de Machado de Assis Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Clásicos para usted
Los 120 días de Sodoma Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Odisea Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Obras Completas Lovecraft Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Meditaciones Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Principito: Traducción original (ilustrado) Edición completa Calificación: 5 de 5 estrellas5/5EL PARAÍSO PERDIDO - Ilustrado Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Arte de la Guerra - Ilustrado Calificación: 4 de 5 estrellas4/550 Poemas De Amor Clásicos Que Debes Leer (Golden Deer Classics) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Arte de la Guerra Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El lobo estepario Calificación: 4 de 5 estrellas4/5To Kill a Mockingbird \ Matar a un ruiseñor (Spanish edition) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cuentos completos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Crítica de la razón pura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Poemas de amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Ilíada Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Divina Comedia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El libro de los espiritus Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Yo y el Ello Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Crimen y castigo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El leon, la bruja y el ropero: The Lion, the Witch and the Wardrobe (Spanish edition) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Libro del desasosiego Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las 95 tesis Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La interpretación de los sueños Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Política Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Don Quijote de la Mancha Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El amor, las mujeres y la muerte Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La casa encantada y otros cuentos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El sobrino del mago: The Magician's Nephew (Spanish edition) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Psicología de las masas y análisis del yo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Categorías relacionadas
Comentarios para Sab
11 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Sab - Gertrudis Gómez de Avellaneda
Gertrudis Gómez de Avellaneda
Sab
Edición de Adriana
López-Labourdette
Barcelona 2023
Linkgua-ediciones.com
Créditos
Título original: Sab.
© 2023, Red ediciones.
© Prólogo y revisión de Adriana López-Labourdette.
e-mail: info@linkgua.com
Diseño de cubierta: Michel Mallard.
ISBN CM: 978-84-9007-945-4.
ISBN tapa dura: 978-84-1126-350-4.
ISBN rústica: 978-84-96290-74-7.
ISBN ebook: 978-84-9816-976-8.
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar, escanear o hacer copias digitales de algún fragmento de esta obra.
Sumario
Créditos 4
Prólogo 7
Bibliografía crítica 13
Palabras al lector 15
Primera parte 17
Capítulo I 19
Capítulo II 28
Capítulo III 33
Capítulo IV 40
Capítulo V 46
Capítulo VI 53
Capítulo VII 59
Capítulo VIII 64
Capítulo IX 71
Capítulo X 78
Capítulo XI 91
Segunda parte 101
Capítulo I 103
Capítulo II 113
Capítulo III 126
Capítulo IV 135
Capítulo V 143
Conclusión 151
Carta de Sab a Teresa 159
Libros a la carta 171
Prólogo
Afirmaba Jorge Luis Borges, en uno de esos giros tan caprichosos como lúcidos, que la muerte de un autor conllevaba siempre a un proceso «ruin, porque parece husmear corrupciones»¹ en el que los críticos intentan vaticinar cuán fugaz o imperecedera será la obra de dicho autor. Sab (Madrid, 1841), la primera novela de Gertrudis Gómez de Avellaneda estuvo, ya mucho antes de la muerte de su autora, sometida a un juicio que parecía querer dictaminar su permanencia en el mundo de los lectores. Sab fue censurada en Cuba hasta 1883 y excluida de sus Obras completas por la propia autora, en 1869. A eso se suma la poca frecuencia con que ha sido reeditada, y la relativa atención que durante mucho tiempo le dedicó la crítica. Sab ha sido considerada como obra menor, cargada de los clásicos errores de una ópera prima y fiel a un supuestamente pobre paradigma de la novela romántica, en el que una historia de amor imposible se desarrolla en un escenario mezcla de locus amoenus y cuidado exotismo. Quizá la más dura predicción haya venido de manos de Marcelino Menéndez y Pelayo, lúcido crítico español del siglo XIX y en ciertas ocasiones elogioso de la obra de la autora cubana,² para quien la primera novela de Gómez de Avellaneda «no tiene posibilidades de llegar a la posteridad». Incluso las «Palabras al lector», correspondientes al 1841 —el texto fue escrito entre 1836 y 1838— parecieran mostrar un distanciamiento de la propia autora para con su texto, señalando que: «acaso si esta novelita se escribiese en el día, la autora, cuyas ideas han sido modificadas, haría en ella algunas variaciones».
En todo caso, el tiempo y los lectores han hecho de esta novela un clásico ya no solo de la literatura cubana, caribeña o hispanoamericana, sino también un texto clave dentro de la literatura romántica, la literatura antiesclavista o la literatura femenina.
Sab cuenta el amor imposible del esclavo del mismo nombre, prendado locamente de Carlota, joven criolla, proveniente de una familia de la antigua sacarocracia provinciana (la novela se desarrolla en Camagüey, provincia oriental de la isla) que a su vez persigue el amor de Enrique, un apuesto joven inglés en busca de una pretendiente acomodada social y sobre todo, económicamente. Teresa, Don Carlos, Jorge y Martina completan el cuadro de personajes en el que priman las asociaciones no tanto en función de lazos familiares (Carlota, Teresa y Don Carlos por un lado, Jorge y Enrique por el otro, y, finalmente, Sab y Martina), sino más bien a partir de afinidades selectivas que, una y otra vez, reorganizan la escena en que se desarrolla el relato. Dichas afinidades se erigen básicamente alrededor de tres ejes principales: la actitud frente a la naturaleza —o su contraparte, la civilización—, la condición subalterna —o su contraparte, el poder—, y la alteridad irresuelta —o su contraparte, la identidad en tanto unidad y homogeneidad—. La fuerza de la primera novela de Gertrudis Gómez de Avellaneda consiste precisamente en imbricar dichos ejes de modo tal que en la fluidez del relato estos se tornen imperceptibles. Bajo la apariencia de una «simple» novela sentimental se oculta un complejo tejido de posicionamientos y desplazamientos.
El texto abre con un encuentro entre Sab y Enrique, el prometido de Carlota, que por primera vez visita el ingenio Bellavista, donde vive Don Carlos junto a Carlota y Teresa. Ambos personajes son presentados al lector a través de un narrador que se detiene en su fisionomía cual si de un cuadro se tratara. Enrique, alternativamente visitante, viajero y extranjero, de «hermosa presencia», blanco, rubio y de cabellos azules, se contrapone a Sab, campesino, labriego o nativo cuya alta estatura y proporciones regulares no esconde su «fisonomía particular», «un compuesto singular en que se descubría el cruzamiento de dos razas diversas». Nada se dice de su condición de esclavo. Por el contrario, su belleza peculiar, su facilidad de palabra y su cuidada dicción desorientan tanto al visitante como al lector, que «ven» por primera vez a Sab. De hecho, Enrique llega a pensar que Sab es un terrateniente de la zona:
—Presumo que tengo el gusto de estar hablando con algún distinguido propietario de estas cercanías. No ignoro que los criollos cuando están en sus haciendas de campo, gustan vestirse como simples labriegos, y sentiría ignorar por más tiempo el nombre del sujeto que con tanta cortesía se ha ofrecido a guiarme. Si no me engaño es usted amigo y vecino de don Carlos de B...
Confusión sostenida no solo por la apariencia del esclavo —por ese «pasar por blanco» que tanto eco tiene en el habla cubana—, sino también debido al hecho de que el propio Sab resalta las condiciones inhumanas en que trabajan y viven los esclavos, refiriéndose a estos en tercera persona y creando así una distancia entre ellos y su propia persona. Solo ante la insistencia del visitante, Sab se «identifica» y lo hace con el gesto y la mirada antes que con la palabra:
—No soy propietario, señor forastero, y aunque sienta latir en mi pecho un corazón pronto siempre a sacrificarse por don Carlos no puedo llamarme amigo suyo. Pertenezco —prosiguió con sonrisa amarga—, a aquella raza desventurada sin derechos de hombres... soy mulato y esclavo.
Como es sabido, la apertura de un texto es esencial no solo porque presenta —adelanta— el cuadro que enmarca al relato, sino también porque crea un horizonte de expectativas y otorga ciertas pautas de lectura. En lo que respecta al personaje protagónico, éste aparece como figura irresuelta de una amalgama entre el ser y el parecer (parecer terrateniente y ser esclavo), entre el cuerpo y el alma (de alma libre y cuerpo esclavo), entre lo público y lo privado (el nombre oficial, Bernabé, frente al nombre familiar, Sab), entre el pasado y el presente (un pasado grandioso, encarnado en la madre, «libre y princesa», y un presente villano, de humillaciones y esclavitud), etc. Toda una serie de contraposiciones frente a las cuales Sab aparece como híbrido o figura inquietante, que se exime de toda categorización rigurosa e inamovible. Esto explica las referencias al «monstruo de especies tan raras», en el epígrafe del primer capítulo, que al responder a las dos preguntas primeras: «¿Quién eres? ¿Cuál es tu patria?», sitúa la problemática de la identificación (en ambos sentidos de la palabra) en el centro de toda la novela. Pero más que nada se apunta aquí, y a través de la propia descripción del esclavo, la voluntad antiesclavista de toda la novela.
En el carácter abolicionista de Sab coincide una buena parte de la crítica literaria. El énfasis con que, por ejemplo Max Henríquez Ureña,³ lo subraya sin dejar de anotar su vocación romántica y costumbrista, hace pensar que la unanimidad de opiniones al respecto no ha estado exenta de dudas.⁴ Once años antes de La cabaña del tío Tom Harriet Beecher Stowe (1852), considerada hoy el paradigma de la literatura abolicionista, Sab ofrecía un discurso antiesclavista basado en idénticos argumentos. En el contexto cubano, las primeras décadas del siglo XIX estuvieron marcadas por un alza en el deseo abolicionista en lucha con los intereses políticos de la época (la capitanía general en manos de Miguel de Tacón y Leonardo O’Donell). El discurso antiesclavista proviene básicamente de las tertulias del grupo delmontino (alrededor de la figura de Domingo del Monte) que, tras comprar la libertad del poeta cubano Juan Francisco Manzano, promueve su Autobiografía (1938). La novela de Gómez de Avellaneda coincide en tiempo —que no en espacio, pues la autora radicaba por aquel entonces en España— con el ateneo delmontino. Sin embargo, en lugar del elogio a la metrópolis inglesa, tan ensalzada por del Monte y su grupo, aparece en Sab un claro rechazo que cobra en los personajes de Enrique y su padre una significación innegable. Al ateneo delmontino pertenecía también Cirilo Villaverde que publicara en Cuba en 1939 una primera versión de su famosa novela Cecilia Valdés y más, tarde, ampliada y revisada, en Nueva York en 1882, una segunda y definitiva versión. En este contexto, la primera novela de Gertrudis Gómez de Avellaneda puede ser considerada, por su indudable amalgama de un discurso antiesclavista y un discurso de género, como disyuntiva al grupo delmontino. No menos esclarecedor resulta observar los paralelismos de Sab con la producción textual de la Condesa de Merlín en una perspectiva de género, así como la manifiesta disparidad en cuestiones sociales y de raza, teniendo en cuenta el carácter claramente pro-esclavista de ésta última.
En las últimas décadas el acento de la crítica a esta novela se ha desplazado hacia la cuestión de género (Guerra, Davies, Araujo, Pastor). En esta línea la localización de Sab en una red de textos o escritos por mujeres (por ejemplo, Aves sin nido [1889] de Clorinda Matos) o cuyos personajes centrales son mujeres (María de Jorge Isaac [1867], Amalia de José Mármol [1851] o Cumandá de Juan León Mera [1879]) ponen en evidencia un momento particular de la producción tanto del sujeto nacional como del sujeto femenino.
La larga discusión del origen (literario) de Gertrudis Gómez de Avellaneda y su correspondiente pertenencia a un canon cubano y/o español ha ido perdiendo eco en aras de una lectura que asume el vínculo doble y ve en esa irresolución una de las mayores riquezas de toda la producción de la Avellaneda. El problema de la identidad de sí mismo y del otro aparece en Sab como un problema central, en el que cada personaje aparece en un movimiento hacia un espacio futuro (Sab hacia el sacrificio, Teresa hacia la paz interior, Carlota hacia el desengaño, Enrique hacia la riqueza). De modo que el escenario en el que se afianza el yo aparece proyectado hacia un lugar en el que aún no se está, un lugar más del deseo que de la propia experiencia. Es precisamente esta postergación del deseo el motor más fuerte de todo el relato y aporta, además, una fortaleza inusitada a la «Conclusión» de la novela. Aquí el desenlace del capítulo anterior, en el que matrimonio (de Enrique y Carlota) muerte (de Sab), y reclusión (de Teresa) parecerían cerrar la obra, se convierten en material transitorio a través de un encuentro —cinco años después— entre Carlota y Teresa, por un lado, y, por el otro, una carta de Sab dirigida a Teresa y redirigida ahora a Carlota. Con esto se reabre el relato a un «nuevo» final, que al presentar otro orden de cosas hace del desplazamiento —la inseguridad de todo estado aparentemente seguro, la doble cara de toda realidad sosegada— un tema central tanto para la construcción del relato como para la misma historia que se cuenta. De esta forma la supuesta liberación —a través del amor, la muerte, o la fe— se convierte en otra forma de atadura. Este ciclo puede ser leído como alegoría de la dinámica poscolonial basada en procesos sucesivos de sometimiento y emancipación, tal y como lo advirtiera William Louis en su análisis de las diferentes etapas de la sociedad cubana (Literary Bondage: Slavery in Cuban Narrative, 1990).
La perspectiva poscolonial sugiere además una atención especial a la representación del otro, en este caso desdoblado en las figuras del esclavo, el subalterno y la mujer. Tal y como lo ha visto una crítica basada en la vinculación obra-autor estas figuras responden a un desdoblamiento de la autora. Más fructífera que esta perspectiva algo estrecha, heredera de aquella postura que asume el texto literario como representación especular de una biografía, sería otra que resultaría de antender al acto de traducción que aparece sea en el texto sea en la vida de la propia Avellaneda. Su situación intermedia entre España y Cuba, como espacios de producción pero también de recepción, producen un horizonte de lectura y de pertenencia doble que es igualmente un horizonte imposible. A esta tensión no resuelta obedece quizá una apertura, que algún crítico ha visto como desequilibrio del texto y falta de unidad. A diferencia de otras obras en las que el amor imposible corresponde al esquema mujer-mestiza-subalterna versus hombre-blanco-poder, en Sab estos términos se invierten. Aquí la invisibilidad del esclavo viene a ser matizada por una insistencia recurrente en el cuerpo y sus sentidos, mientras que, paralelamente, el mutismo del subalterno —del que hablaba Gayatri Spivak— viene a ser difuminado con la carta final en la que el esclavo toma la palabra y cierra todo el relato. La autora traduce el paradigma del otro como reverso —apasionado, pasivo y mudo— de un sujeto occidental, tan visitado por la novela romántica, a una situación de entremedio; Sab traduce el paradigma y —siguiendo el conocido juego entre traduttore y traditore— lo traiciona. Si bien el texto ofrece suficientes puntos que podrían leerse como una repetición más del clásico «buen salvaje», la autorización que al final de la novela transfiere el poder de la palabra al esclavo hace pensar que más que ante una mímesis del modelo romántico estamos ante aquello que Homi Bhabha denominaba mimicry. En la apropiación de una estrategia de poder (la palabra) por parte de un sujeto «inapropiado» (mujer-esclavo en el caso de Sab) se visualiza el poder colonial y patriarcal, y en esa semejanza, en esa familiaridad que Sab, como novela romántica, ofrece al lector está la amenaza a ese poder y también la más contundente riqueza de esta novela.
Adriana López-Labourdette
Bibliografía crítica
Araujo, Nara: Visión romántica del otro: Estudio comparativo de Atala y Cumanda, Bug-Jargal y Sab. México: Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, 1998.
Barreto, Reina: «Subvertion in Gertrudis Gómez de Avellaneda», en Decimonónica 3, 2006. Págs. 1-10.
Borges, Jorge Luis: Discusión, en Obras Completas. XX.
Caas, Jeremy L.: «Deciphering Sedition in Sab», en Romance Quarterly 3, 2010. Págs. 183-204.
Charques Gómez, Rocío: «Sab y el juego de las miradas», en Anales 23, 2014. Págs. 353-362.
Davies, Catherine (ed.): «Introction» Sab. Manchester: MUP, 2001. Págs. 1-29.
Guerra, Lucía: «Estrategias femeninas en la elaboración del sujeto romántico en la obra de Gertrudis Gómez de Avellaneda» en Revista Iberoamericana 51, 1985. Págs. 707-722.
Kalinonski, Charlene F.: «The other Side of the Same Coin: Nationalism in Sab and Jane Eyre» en Hispanofilia 131, 2001. Págs. 75-84.
Kirkpatrik, Susan: «Gómez de Avellaneda’s Sab: Gendering the Liberal Romantic Subject», en In the Femenine Mode: Essays on Hispanic Women Writers. Lwisburg: Bucknell, 1990. Págs. 115-130.
López Cruz, Humberto: «Sab: Precocidad literaria-social de Gertrudis Gómez de Avellaneda», en Revista Cultural Lotería 416, 1998. Págs. 86-95.
Pastor, Brígida: Fashioning Feminism in Cuba and Beyond. The Prose of Gertrudis Gómez de Avellaneda. Nueva York: Peter Lang, 2004.
Paulk, Julia C.: «A New Look at the Strains of Allegory in Gertrudis Gómez de Avellaneda’s Sab», en Revista Hispánica Moderna 2, 2005. Págs. 229-241.
Percas, Helena: «Sobre la Avellaneda y su novela Sab», en Revista Iberoamericana 18, 1962. Págs. 347-357.
Picon Garfield, Evelyn: Poder y sexualidad: El discurso de Gertrudis Gómez de Avellaneda. Amsterdam / Atlanta: Rodopi, 1993.
Rexach, Rosario: «La avellaneda como escritora romántica», en Anales de Literatura Hispanoamericana, 1973. En
Rivera-Barnes, Beatriz: «Gertrudis Gómez de Avellaneda and the Experiences of the Unhomely», en AfroEuropa 3, 2007. En http://journal.afroeuropa.eu/index.php/afroeuropa/article/viewFile/34/59. Consultado: 06 nov. 2015.
Rodríguez, Linda M.: «Gertrudis Gómez de Avellaneda’s Sab: The Fate of the Slave in Nineteenth-Century Cuba», en Caribbean Studies 3-4, 1994. Págs. 402-460.
Scott, Nina M. (ed.): Sab and Autobiography. Austin: UTP, 1993.
Sebold, Russel P.: «Esclavos y almas sensibles en Sab, de la Avellaneda», en La novela romántica en España. Entre libros de caballería y novela moderna. Salamanca: Ed. Univ. de Salamanca, 2002. Págs. 181-194.
Severa, José: «Introducción» Sab. Madrid: Cátedra, 1999.
Sommer, Doris: «Sab c’est moi», en Foundational Fictions: The National Romances of Latin America. Berkeley: UCP. Págs. 114-138.
Thomas, Hugh: Cuba or the Pursuit of Freedom. Nueva York: Da Capo, 1998.
1 Esta posición se afianza en la particular actitud de Jorge Luis Borges frente a la idea de inmortalidad literaria, asociada, según