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Las enseñanzas de Chuang Tsé
Las enseñanzas de Chuang Tsé
Las enseñanzas de Chuang Tsé
Libro electrónico260 páginas4 horas

Las enseñanzas de Chuang Tsé

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Cuando leemos este libro parece que las ideas del escritor chino Chuang Tsé de hace 2300 años fueron escritas ayer. La vigencia de su pensamiento obedece a dos aspectos fundamentales; el sentido práctico con que alecciona y la sencillez con la que propone soluciones prácticas para el desarrollo de los seres humanos.
El autor nos hace ver y comprender mejor al mundo contemporáneo, desde la perspectiva del movimiento constante y la adopción de nuevas proyecciones frente a esta dinámica de cambios. Su filosofía, con notable influencia en el Budismo, tan practicado en nuestros días, es una enseñanza para enfrentar las vicisitudes de la vida y cómo podemos mejorar nuestra existencia librándonos de los miedos, las ataduras y las actitudes nocivas.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento19 nov 2018
ISBN9780463960189
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    Vista previa del libro

    Las enseñanzas de Chuang Tsé - Pedro Bayona

    Introducción

    He aprendido que paralelamente al espíritu del tiempo actual, hay además otra clase de espíritu actuando, a saber: aquel que controla las profundidades de todo lo que existe ... ese hálito que gobierna lo más profundo de la existencia desde tiempo inmemorial y para toda la posteridad, posee un poder muy superior a ese espíritu que cambia con las generaciones.

    Cari G. Jung

    El presente libro expone el pensamiento de un antiguo escritor chino conocido como Chuang Tsé. Sus ideas, que han perdurado por más de 2,300 años, están plasmadas en un texto conocido como El Libro de Chuang Tsé, donde con buen humor, bastante ironía y alta calidad literaria, nos muestra cómo enfrentar las vicisitudes de la existencia humana y cómo mejorar nuestra vida.

    Por esta causa, esta antigua sabiduría ha atraído la atención de psicólogos, políticos, filósofos y hasta científicos de nuestra época, ya que se ha visto que las ideas Chuang Tsé representan puntos de vista diferentes a lo usual y que al aplicarlos en los múltiples campos de la actividad humana producen resultados, muchas veces sorprendentes.

    En el campo de la vida personal, muchas personas han sentido benéficas estas enseñanzas porque encuentran respuestas útiles para superar los momentos dolorosos que se presentan en su existencia. De igual forma, se ha visto que las enseñanzas de Chuang resultan valiosas para quienes buscan mejorar su vida, liberándose de ataduras, de miedos y actitudes nocivas.

    Se considera que la utilidad de conocer y poner en práctica las enseñanzas que se nos dan en El Libro de Chuang Tsé es múltiple e importante, porque estas enseñanzas, a pesar de su antigüedad, se pueden utilizar de manera sencilla por cualquier persona y con ello obtener soluciones eficaces para enfrentar las presiones que el mundo moderno nos quiere imponer. Por eso cuando se leen las páginas de ese viejo libro pareciera que fue escrito hace un mes. Tal es su vigencia y actualidad.

    La diferencia más visible de la antigua filosofía china con la occidental es su sentido práctico. Los chinos no se perdieron en especulaciones metafísicas, sino que se preguntaban cómo sacar provecho de una desgracia; cuál era la actitud más conveniente ante un problema; cómo sobrevivir a una invasión enemiga o cosas tan mundanas como el disfrute de una buena música o de una reunión con los amigos. Muchos occidentales, con una visión estrecha, consideran que lo escrito por los chinos de la antigüedad no es filosofía, sino que en el mejor de los casos, ensayos y opiniones muy particulares sobre la vida. Sin embargo, si se piensa en que el amor al conocimiento o filosofía, no necesariamente tiene que ver con cuestiones ontológicas sino que resulta más útil una filosofía de la vida que muestre cómo vivirla de la mejor manera, resulta claro que ese conocimiento proporciona más beneficio a las personas que muchas de las especulaciones occidentales. La prueba de esto está a la vista: por más de 2,500 años la filosofía china, sin importar la escuela de pensamiento, ha perdurado y sigue siendo de utilidad y consuelo a millones de personas. No se trata de simples opiniones, sino de una verdadera sabiduría de la vida que ha sido la fuente de la que se han nutrido muchas generaciones.

    Una de las enseñanzas más presentes en Chuang Tsé consiste en mostrarnos la conveniencia de obtener una visión superior para poder ver y comprender al mundo contemporáneo desde una perspectiva diferente, que no se pierde en detalles sino que abarca el conjunto del todo para hacernos conscientes de que al fin de cuentas, nada es definitivo, ni eterno, sino que nuestra vida es un constante cambio que fluye incontenible y que lo que en un momento se consideraba doloroso, en otro se ve como trivial. De este modo si tomamos esta enseñanza y logramos esa visión superior, descubriremos un mundo que se podría considerar totalmente nuevo, porque nuestra actitud se ha modificado a tal grado que nos lleva a mirar comprensivamente el sufrimiento, el duelo o cualquier otra circunstancia que los demás consideran horrible y que ante nuestra nueva actitud, no sea sino un evento más en el cúmulo de vivencias que nos regala la vida.

    En la actualidad se oye decir a muchas personas de valía, que se ha perdido gran parte de aquello que constituye la riqueza del ser humano: los altos ideales, la cordialidad, la honestidad instintiva, la sinceridad, el gusto por la vida despreocupada, el silencio melodioso y tantas otras formas valiosas de vida. Chuang Tsé nos enseña cómo recuperar esta riqueza y nos muestra la manera de enfrentar algunas de las peculiaridades de la vida contemporánea como son la afición al estrés destructivo, la vida agitada como sinónimo de éxito y el estruendo en todo para olvidarse a como dé lugar de uno mismo y perderse en falsos paraísos.

    El sentido práctico de los antiguos filósofos chinos llega a todos los ámbitos de la vida, pues como se dijo, lo que buscaban era cómo vivir mejor. La pregunta del hombre actual es entonces, ¿de qué me sirve Kant, Hegel o Heidegger cuando se trata de enfrentar problemas de salud, de pérdida o de dolor? Pocas respuestas se encontrarán en los escritos de estos y muchos otros filósofos occidentales preocupados por construir impresionantes estructuras conceptuales alejadas de la vida y de las necesidades de los simples humanos. Y si el hombre contemporáneo ya no encuentra respuestas satisfactorias ni en la religión, ni en la ciencia, ni en la filosofía o en los cantos de nuestras actuales sirenas que nos invitan a sus paraísos de deshumanización, Chuang Tsé sí tiene respuestas al mostrarnos lo que se podría llamar la estrategia del comportamiento sabio ante los sucesos de nuestra vida, que incluye entre otros muchos, la habilidad de lograr nuestros propósitos sin llamar la atención, la actitud más sabia para enfrentar el dolor, el sufrimiento, la pérdida y la muerte.

    Este libro es el compañero de Las enseñanzas de Lao Tsé, publicado por Editorial Prana, en donde presento el pensamiento de ese otro escritor y su libro El Tao Te King. Se considera que Chuang Tsé y Lao Tsé fueron los pilares en los que se sustenta el taoísmo filosófico, también llamado sapiencial, para diferenciarlo de otras formas de taoísmo, como el mágico alquímico, el religioso o el comercial, que se tratarán en un apéndice al final de este trabajo.

    Los lectores se preguntarán qué es el taoísmo sapiencial y qué tiene que ver en la vida práctica del hombre común del siglo xxi. Para decirlo en pocas palabras: el taoísmo sapiencial es una forma de vida que armoniza la propia existencia con los ciclos de la naturaleza gracias a una visión y comprensión superiores y que por ello, no violenta el orden natural de las cosas con lo que se logra vivir de la mejor manera utilizando favorablemente todo lo que la vida nos da, sea agradable o no. Ya se dijo en líneas anteriores que existe una gran cantidad de personas que están profundamente descontentas con su vida y que no encuentran respuestas satisfactorias. El taoísmo sapiencial nos da respuestas que nos señalan cómo superar la insatisfacción o vicisitudes que pudiéramos tener en nuestra existencia.

    Además de lo anterior, El libro de Chuang Tsé es importante en la historia de las religiones debido a que contribuyó de manera más que significativa al surgimiento del budismo Chan en China durante los siglos VI a X D.C. y que se expandió a Japón donde se le conoce como budismo Zen. Parecería incompatible que un libro con una visión tan práctica de la vida y de cómo vivirla sabiamente se mezclara tan firmemente con el sentido místico del budismo de la India, pero cuando uno se encuentra con las ideas que Chuang Tsé nos presenta y ve la forma en que el budismo se modificó al incorporar estas ideas para crear una forma nueva de obtener la tan buscada iluminación, resulta claro cómo se pudo realizar esta fusión.

    En otro orden de ideas, el actual trabajo responde al deseo de presentar a los lectores hispano hablantes una visión e interpretación coherente de la obra Chuang Tsé que ha llegado al público en versiones traducidas del inglés o francés y muy raramente del original en chino. El resultado, en un porcentaje muy elevado, son textos que tergiversan —algunas veces gravemente— el sentido original del texto. Es común percibir que el traductor apenas conoce las circunstancias y el contexto de la China de Chuang Tsé. Como no entiende ni al autor, ni a su época, la interpretación que presenta de muchas partes del texto, resulta ajena por completo al sentido que el antiguo escrito realmente tiene. Por estas consideraciones, este trabajo trata de presentar la filosofía y enseñanzas que se desprenden de El libro de Chuang Tsé, fundamentado en una revisión histórica y filológica para así poder comentar las diversas secciones y ayudar a los lectores a una mejor comprensión del texto que, en el caso de este libro, por su gran variedad de sutilezas pueden conducir a la idea de que su lectura resulta completamente incomprensible, especialmente para las personas que cuando lo leen se quedan meramente en las palabras, que como dijo Chuang Tsé, estas son un pobre medio de comunicar lo realmente valioso.

    El presente libro se puede leer de diversas maneras. Se puede comenzar por el principio y continuar hasta el final, aunque esto no es necesario. Si se quieren recorrer de forma aleatoria las páginas resulta igualmente útil porque en todas partes se encontrará alguna de las enseñanzas de Chuang Tsé. Está diseñado para distintos tipos de lectores, que se pueden agrupar según el grado de conocimiento que se tenga sobre Chuang Tsé o el taoísmo filosófico. El contenido está dividido en los capítulos que se consideraron adecuados para poder recorrerlo según el gusto de cada lector.

    El primer capítulo se destina a presentar al contexto histórico del autor y su libro; se estudia desde diversos ángulos su estilo y forma literaria y la historia del texto que ha llegado a nosotros. En el capítulo segundo se pone al tanto a los lectores del contenido de las siete primeras partes llamadas capítulos interiores, incluyendo una breve explicación de cómo acercarse al texto para no realizar una lectura literal que puede conducir a equívocos, y de allí se pasa directamente a lo que es mi traducción de los capítulos interiores con los comentarios explicativos. El tercer capítulo incluye la traducción de una selección de fragmentos de los llamados capítulos exteriores, acompañados como en el capítulo anterior de los comentarios que se consideraron necesarios. El cuarto capítulo está destinado a relacionar lo dicho por Chuang Tsé con las situaciones de la vida contemporánea y mostrar cómo las enseñanzas de este autor pueden ser aplicadas cotidianamente en una amplia variedad de situaciones.

    Se agregaron tres apéndices. El primero constituye una reseña de la China antigua y del surgimiento de las distintas filosofías con lo cual los lectores podrán tener una visión más clara de la época y las circunstancias en que fue escrito El Libro de Chuang Tsé. El segundo presenta las diferencias entre el taoísmo filosófico y las otras formas de taoísmo. El tercero muestra la importante influencia de Chuang Tsé en el establecimiento del budismo Chan en China que después se convirtió en budismo Zen en Japón.

    Debo agradecer a muchas personas su ayuda, especialmente a mi esposa, con quien pasé largas horas discutiendo las sutilezas y las connotaciones de cada uno de los intrincados párrafos y de las palabras que finalmente seleccionamos para poner en español, con la mayor fidelidad que creímos posible, la compleja redacción del texto original.

    I

    Chuang Tsé y su obra

    China ha tenido desde la más remota antigüedad una historia que cíclicamente pasa de períodos de guerras, hambrunas y sufrimiento a tiempos pacíficos, llenos de abundancia y bienestar. Se considera que durante la dinastía Chou (1027 a 221 A.C.) nació propiamente la civilización y la gran cultura china. Muchos de los famosos inventos chinos aparecieron en esa época: el hierro sustituyó al bronce, la escritura evolucionó y se hizo asequible a un número mayor de personas, surgieron los grandes filósofos y escritores que dieron origen a las múltiples escuelas de pensamiento que han perdurado hasta nuestros días. Este nacimiento cultural se produjo durante una época inestable, llena de conflictos bélicos, que culminó en el período llamado de los Estados Combatientes caracterizado por guerras interminables entre los estados feudales y que sólo terminó 255 años después.

    La vida de Chuang Tsé

    Como sucede con muchos personajes chinos de la antigüedad, se sabe muy poco de la vida de Chuang Tsé. Las investigaciones más confiables señalan que nació en el pueblo de Meng, en el estado de Sung (actual Shángqiu, Henan) y que vivió aproximadamente entre los años 369 y 290 A. C. Esto sitúa su nacimiento a más de 100 años después de la muerte de Confucio en el 479 A.C. Según el idioma al que se le traduce se pronuncia Chuang Tzu o Shuangzi, esta última la más apegada a la pronunciación en Chino mandarín. Su nombre propio era Chou y su apellido Chuang. El vocablo Tsé, Tzu o Zi es un título reverencial que se puede traducir entre otras acepciones como maestro, por lo que Chuang Tsé puede significar Honrable Chuang o Maestro Chuang. También se le conoció como Oficial Meng, Meng Chuang y Anciano Meng y, según se dice, algunas veces era llamado Intendente de los jardines de los árboles de la laca, porque había desempeñado tal cargo durante algún tiempo. A Chuang Tsé le tocó vivir durante la época más intensa del período de los Estados Combatientes que duró del 476 hasta el 221 A.C cuando terminó la dinastía Chou. Las continuas calamidades que sufrió la zona de Sung y el apego a las tradiciones de la antigua dinastía Shang, de alguna manera influyeron en el tipo de pensamiento y actitud ante la vida de nuestro autor que al parecer disfrutaba de una buena posición económica lo que le permitió una gran independencia. Por lo que se lee en su libro Chuang Tsé se casó, tuvo hijos y enviudó. Se sabe también que en vida casi no tuvo seguidores y que le gustaba ir a pescar al río Pu cercano a donde vivía. Al parecer no se relacionó con otros escritores y filósofos de su época aunque se habla de un amigo muy cercano, el filósofo Hui Shi o Hui Tsé (380-305 A.C) al que se menciona varias veces en el libro, con quien tuvo largas discusiones por seguir otra corriente filosófica y que a pesar de esto, estuvo siempre cerca de Chuang Tsé.

    Por su obra se deduce que fue una persona inteligente, culto y con gran talento literario. Es casi seguro que cuando inició la escritura de su libro conocía bastante bien lo escrito por los filósofos que lo precedieron como Confucio y su nieto Kung Ji o Zisi, el taoísta Lao Tsé, el pacificador Mo Tsé, los legalistas y sofistas que en la época de Chuang Tsé constituyeron las llamadas Cien Escuelas. Por su inclinación hacia una vida apegada a la naturaleza y sin convencionalismos Chuang Tsé nunca aceptó las doctrinas confusionistas, ni las mohistas de Mo Tsé o de los legalistas a las que consideraba artificiales, inútilmente intelectualizadas y en muchos casos hipócritas. En su libro las ataca con un intenso sarcasmo burlándose de los discursos legalistas que representaban lo que en occidente llamamos discusiones bizantinas que eran contiendas de ingenio sobre temas completamente banales. Nuestro autor utilizó a Confucio como blanco de su sarcasmo pintándolo de diversas formas: a veces como un maestro taoísta y en otras como un aprendiz del camino del Tao, haciéndolo decir en algunos pasajes que él aún no estaba listo para ese conocimiento superior.

    Además de esta postura intelectual, Chuang Tsé no podía desligarse de la realidad en su comarca. Era una situación tan extrema que la gente sabía que había despertado pero no podía asegurar si llegaría viva al anochecer. Las causas de tal calamidad eran los gobernantes tiranos y arbitrarios; los invasores despiadados que borraban aldeas completas matando a todo mundo y las enfermedades y la hambruna producto de las guerras interminables. Una situación así, que ya habían vivido sus antepasados aunque no tan aguda, condujo a la creación de una estrategia de vivir de la mejor forma, porque no se sabía cuando se moriría y para lograrlo, Chuang Tsé recurrió a las enseñanzas de Lao Tsé que hacía más de 100 años había señalado un camino de vida sabia que se le conoce ahora como el taoísmo filosófico o sapiencial.

    Chuang Tsé y el taoísmo

    En la actualidad se reconoce a Lao Tsé y a Chuang Tsé como los padres del taoísmo filosófico a pesar de que muchos estudiosos recientes han afirmado que ni Lao Tsé ni Chuang Tsé sabían que eran taoístas.

    Se puede decir que el taoísmo filosófico o sapiencial es una forma de vida que armoniza la propia existencia con los ciclos de la naturaleza gracias a una visión y comprensión superiores, que no violenta el orden natural de las cosas y que traza senderos para lograr desprenderse del yo artificial y recuperar al original con lo cual se logra vivir de la mejor manera, debido a que se utiliza favorablemente todo lo que la vida nos da, sea agradable o no. Este taoísmo además de ser una escuela de pensamiento tiene una profundidad espiritual que reconforta en momentos de crisis, mientras que el confucianismo sólo posee un sentido pragmático de las relaciones humanas y políticas. El taoísmo sapiencial ha enriquecido la poesía y la imaginación creativa de los chinos; ofrece una puerta que permite evadirse a las severas limitaciones confucionistas, por lo que humaniza a los mismos humanistas. El escritor Lin Yutang escribió en el siglo XX que cuando un chino tiene éxito en este mundo, es un confucionista, mientras que cuando fracasa, es siempre un taoísta.

    Chuang Tsé tiene entonces la importancia de ser el primero que desarrolló la tesis taoísta de la armonía con las etapas de la vida. Al contrario de otros filósofos chinos, ocupados principalmente con las cuestiones prácticas de gobierno y personalidad moral, Chuang Tsé instituyó una filosofía existencial que propone por primera vez lo que se podría llamar una mística práctica. Como se mencionó, la visión y la comprensión superiores, la fusión con la Unidad, la supresión de la idea del ego y la noción de lo existente inexplicable, propiciaron, siglos después, el nacimiento y desarrollo del Budismo Chan que más tarde se denominó Zen en Japón.

    Se puede decir que la ciencia moderna está llegando a conclusiones similares a las que el taoísmo chino llegó a través de una visión superior 23 siglos atrás. No sorprende, que los líderes de la física moderna y Chuang Tsé estén de acuerdo sobre la relatividad y apariencia de todas las cosas. La diferencia está en que los científicos actuales tomaron el camino complejo de las matemáticas, mientras que Chuang Tsé nos entregó de manera visionaria el equivalente al principio de incertidumbre y de la física cuántica.

    El Libro de Chuang Tsé

    Es notable ver cómo este libro ha sido analizado desde diversas disciplinas e ideologías tanto por los occidentales como los orientales. Se encuentran los enfoques filosóficos donde hay posturas rígidas y flexibles pero que en muchos casos, al final de cuentas no comprendieron cabalmente el contenido y redujeron todo a ismos lo que, se estima, los equipara a la cigarra y el gorrión del primer relato del libro. Otro enfoque es el que ve más de lo que hay y mistifica al libro para caer en un culto que nada tiene que ver con el taoísmo sapiencial, donde la religión como tal no aparece. Hay que buscar en los traductores de Chuang Tsé la mejor comprensión del libro, aunque no en todos los casos es ciento por ciento objetiva como sucede con una traducción realizada por jesuitas que sesgan el contenido a su formación teológica. Sin embargo y a pesar de estas limitaciones, han sido los traductores quienes mejor y mayor luz nos han dado sobre este libro que a continuación se examina.

    Aunque el libro es generalmente tratado como producto de un autor, los académicos chinos y europeas han reconocido que algunas partes del libro no fueron escritas por Chuang Tsé. Sin embargo, desde tiempos antiguos, los primeros siete capítulos, llamados nei pian o Capítulos Interiores han sido considerados sin ninguna duda como de la autoría de Chuang Tsé. Además de estos capítulos iniciales se tienen los que van del 8 al 22, wai pian o Capítulos Exteriores y los once restantes, za pian llamados Capítulos Misceláneos. Es generalmente aceptado que tanto los capítulos exteriores y misceláneos pudieron haber sido escritos en parte por Chuang Tsé pero que tuvieron subsecuentes modificaciones y en muchos casos fueron obra de escritores posteriores que trataron de igualar la brillantez de los capítulos interiores.

    Se desconocen en su gran mayoría los detalles de El Libro de Chuang Tsé en la época previa a la dinastía Han (206 A.C.). Conviene aclarar que en esos tiempos los libros se escribían en tiras o tablillas de bambú que medían aproximadamente 80 x10 cms. que se cosían y enrollaban. Se tienen algunas de estas tiras de otros libros y con ello se pudo calcular que se requirieron alrededor de 110 tiras tan sólo para los siete capítulos interiores, lo que da un rollo bastante grueso. Como no se conoce el original ni copias de fechas cercanas no se sabe si los capítulos se distribuyeron en varios rollos o todos estuvieron en uno

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