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El humano esperado
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Libro electrónico204 páginas3 horas

El humano esperado

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Información de este libro electrónico

El humano esperado es una obra de misterio y drama, cuya idea principal está centrada en ese complejo y controversial tema de la posibilidad de una vida sin muerte, una vida terrenal "eterna". Para muchos, esto sería un sueño; otros, ni siquiera quieren imaginarlo y, para algunos, este simple deseo es considerado un pecado. A través de las páginas se podrá palpar que no todo es como pensábamos, y se comprobará que la vida, aunque nos parezca corta y tediosa, es tal cual como debe ser, perfectamente diseñada. Es sin duda, un material con muchos condimentos, que adicionalmente, se mezcla con el drama familiar y social provocado por la existencia de un individuo que no envejece, no enferma; lo cual le otorga un tinte de "inmortal".
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento10 oct 2017
ISBN9788417005894
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    El humano esperado - Alejandro Tapia Delgado

    Primera edición: octubre de 2017

    © Grupo Editorial Insólitas

    © Alejandro Tapia Delgado

    ISBN: 978-84-17005-88-7

    ISBN Digital: 978-84-17005-89-4

    Ediciones Lacre

    Monte Esquinza, 37

    28010 Madrid

    info@edicioneslacre.com

    www.edicioneslacre.com

    IMPRESO EN ESPAÑA - UNIÓN EUROPEA

    Era una agradable y soleada mañana. La familia Morton se preparaba para afrontar un nuevo día. En realidad es una familia pequeña, conformada por el matrimonio, contraído hace años, entre Howard Morton y Rachel Williams, y un único hijo del matrimonio, Adán Morton. Los padres de Howard, al igual que los padres de Rachel, ya habían fallecido. Rachel y Howard también fueron hijos únicos. Es una familia de tres miembros, por fortuna, muy sólida y unida. Howard y Rachel superan los cincuenta años de edad, mientras que su hijo Adán tiene veintitrés años.

    Se han levantado todos en esta mañana, dispuestos a realizar las actividades que les competen. Howard y Rachel tuvieron una vida exitosa en todos los ámbitos y, gracias a esto, disfrutan de las comodidades que el dinero otorga.

    Rachel se levantaba por las mañanas para prepararle el desayuno a su joven hijo, estudiante de Psicología de una prestigiosa universidad de Filadelfia, ciudad donde la familia reside. Howard aprovechaba el cariñoso detalle de su esposa, y de esta manera, los Morton desayunaban juntos todos los días. Adán desayunaba con la prisa que suelen hacerlo los jóvenes. Este era un día especial: Adán habrá culminado su carrera universitaria. «Gracias por el desayuno mamá, estuvo delicioso», afirmó Adán. Con mucha prisa, Adán se dirigía hacia la puerta de salida de la preciosa casa. «Oye, muchacho, toma un poco de dinero, lo vas a necesitar», ofreció Howard. Adán se acercó hasta el lugar donde estaba sentado su padre y recibió el dinero ofrecido. Muchas gracias, los amo a los dos. Ambos son fantásticos, manténganse así para siempre. Son lo mejor de este mundo, afirmó Adán y se retiró de la casa de inmediato. Antes de embarcarse en su auto para asistir a la universidad, escuchó a su padre decir: «Se lo merece, es un excelente chico». «Sin duda alguna», completó Rachel.

    Los veteranos padres de Adán llevan una vida bastante sana, y aprovechan la mañana para salir a caminar por el sector. El barrio en que viven es muy tranquilo y agradable; los vecinos conviven en total armonía. Con los vecinos de en frente, los Morton han mantenido una gran amistad desde hace muchos años. Ellos son Christopher y Débora Phillips. Los Phillips han salido de casa para ir a realizar una visita, y han observado  que los Morton van a disfrutar de una caminata matutina. Aprovechan la ocasión para realizar una invitación. «¡Oye Howard! El viernes siguiente por la noche vamos a hacer una reunión aquí en casa, deben venir», dijo Christopher. «Encantados, allí estaremos», afirmó Howard… «Espera un segundo. No, no podremos ir de ninguna manera. El siguiente viernes es el baile de egresados de Adán», comentó Rachel. «Es cierto», dijo Howard. «¡Oye Christopher!, no podremos asistir. El viernes siguiente es el baile de egresados de mi hijo», gritó Howard. El automóvil de los Phillips ya estaba en movimiento. «No hay problema, organizaré la reunión para el sábado; de cualquier manera, aún no le he comentado nada al resto de invitados», gritó Christopher. Howard y Rachel ríen sin parar. «Eres increíble Christopher, excelente, el siguiente sábado estaremos en tu casa sin falta. ¿Quieres que llevemos algo en especial?», preguntó Howard. «Sí. Dile a tu hijo que lleve a sus compañeras de Facultad, para que haya algo atractivo en la reunión, respondió Christopher». Los Morton no podían contener la risa, mientras Débora, golpeaba con la cartera a su esposo diciéndole «viejo cochino». «Los esperamos», gritó Christopher, y de esta manera se marchó en el automóvil junto a su esposa.

    Los Morton comenzaron entonces su sana y relajante caminata. Mientras recorrían el sector, una gran caravana pasó por las calles, promocionando productos de belleza rejuvenecedores, contra el envejecimiento y ostentando otras propiedades. A Rachel le ha llamado mucho la atención los productos promocionados: decide adquirir un pequeño kit que contiene artículos variados. El incrédulo Howard considera esta compra como un gasto innecesario. «Mi querida Rachel, el destino de todos los seres humanos es envejecer», aseguró Howard. Rachel sonrió y ambos continuaron caminando.

    Por su parte, Adán llegó a la universidad y se dirigió rápidamente a su aula de clases. Al llegar, saludó con sus compañeros y amigos, y con su novia Jasmine. Todos estos personajes egresarán de la Facultad de Psicología junto con Adán en este día. Únicamente se hará la revisión de un examen y su calificación respectiva. Después de esto todos se podrán retirar, seguramente a festejar.

    El profesor ha llegado al aula y todos ocupan sus respectivos lugares. Se procede a la revisión y calificación de la prueba escrita y, afortunadamente, todo este talentoso grupo de jóvenes logró aprobarla. El maestro da buenos augurios a la vida profesional venidera para este grupo de estudiantes, y aprovecha para desearle éxitos a cada uno de ellos:

    —Chicos, soy fiel creyente de dos cosas en la vida. La primera, es que el ser humano no tiene límites, y la segunda, es que lo único seguro en la vida, es que algún día moriremos. Lo que trato de decir es que si aprovechan la variabilidad de las cosas y desperdician la menor cantidad de tiempo, cumplirán sus objetivos y anhelos en su debido momento. Vivan su vida plenamente y sean felices. Cuídense —pidió el maestro y luego se retiró del aula.

    Los estudiantes agradecieron los buenos deseos de su maestro y abandonaron su aula por última vez. Parece ser que estos jóvenes ya tenían planeado los festejos posteriores a este momento. Lo piensan hacer por separado, es decir, los hombres se divertirán en un sitio y las mujeres en otro.

    Por este motivo, Adán se despide de su novia Jasmine, asegurándole que se verán luego. Las mujeres irán a almorzar y a tomar bebidas en un lujoso restaurant de la ciudad, mientras que los hombres, mas acelerados, se dirigen en sus respectivos autos hacia un cabaret ubicado en las afueras de Filadelfia.

    El grupo femenino llegó al restaurant, y entre bebidas comenzaron a contarse las anécdotas vividas en la universidad. Las historias tristes fueron muy pocas, pues en  balance general, ésta había sido una etapa satisfactoria en la vida de las jóvenes chicas.

    Mientras tanto, los seis chicos van en la autopista rumbo al famoso cabaret; van repartidos en dos carros: tres jóvenes por carro. A excepción de Adán, todos van haciendo uso de alcohol, marihuana y otras drogas. Cometiendo estos actos indebidos van todos hacia su destino. Lo único positivo de este viaje es el hecho de que se transportan a la velocidad ideal. Los padres de Adán han regresado a casa después de cumplir con la caminata. Van a darse un baño y, luego, irán a almorzar en un restaurant. El baño ha sido refrescante, y ya vestidos Howard y Rachel salen de su residencia: en su automóvil, van a disfrutar de un delicioso almuerzo.

    El grupo de chicos finalmente llegó al cabaret. Todos bajan de los autos e ingresan al sitio uno por uno. El anfitrión consiguió una mesa de excelente ubicación para que los jóvenes disfruten del espectáculo. Los jóvenes lucen contentos con el lugar que eligieron para celebrar la culminación de su carrera universitaria y acomodados en la mesa que se les otorgó, se van ambientando en el pecaminoso lugar. Howard y Rachel llegan al restaurant: es el mismo sitio en donde se encuentran Jasmine y sus amigas. Jasmine se acerca a la mesa donde se encuentran los padres de su novio para saludarlos cordialmente, mientras las demás chicas saludan desde lejos. — ¡Jasmine!, ¿Dónde están Adán y los demás muchachos?— preguntó Howard.

    —Ellos fueron a celebrar por su propia cuenta, y no dijeron donde irían, respondió Jasmine.

    —Ya veo. Me encantó verte nuevamente, pero será mejor que vuelvas a la mesa con tus amigas, te están llamando y tienen mucho que celebrar, sugirió Howard a Jasmine.

    —Así es. Hasta luego, nos veremos, dijo Jasmine.

    La novia de Adán volvió a la mesa de las demás chicas, mientras Rachel se preguntaba, «¿Dónde fueron esos chicos?, me parece que hubiese sido una mejor idea que celebraran todos juntos, después de todo, estuvieron compartiendo la misma aula durante años»,  se decía Rachel.

    «Yo creo saber a donde fueron, pero no lo diré», afirmaba para sí mismo Howard mientras expresaba varias sonrisas. Pusieron punto final a la interrogante y ordenaron al mesero los respectivos platos que se servirán de almuerzo, acompañados de una costosa botella de vino, pues parece que festejarían el logro de su hijo por separado. Transcurrieron los minutos y los Morton disfrutaron de una comida inmejorable que tuvo como complemento perfecto un excelente vino y un gran motivo para celebrar. Sin nada más por hacer en el restaurant, los Morton se ponen de pie para retirarse del sitio. A lo lejos, se despiden del grupo de chicas recomendándoles que no abusen de las bebidas alcohólicas. Han dejado el lugar y van de vuelta al hogar, seguramente para descansar un poco.

    Llegan a casa y ya en la recámara, intentan reposar.

    Mientras tanto, Adán y los demás chicos están perfectamente ambientados en el lujurioso sitio, han realizado la compra de tres botellas de whisky. Esto quiere decir que tienen pensado embriagarse y en grande. Myke, Dennis, Justin, George y Bryan son los amigos y compañeros de Adán. Myke es el mejor de sus amigos aunque poseen personalidades bastante distintas. En algún momento Myke solicitó al anfitrión del local que envié unas bailarinas a la mesa de ellos para que les hagan compañía; al parecer, a Adán la idea no le ha agradado.

    — ¿Para qué llamas prostitutas?, la idea es pasar entre nosotros para celebrar, de lo contrario, hubiésemos ido a festejar con las chicas — dijo Adán.

    — ¡Demonios Adán!, ¿Qué sucede contigo?, hemos acabado la universidad y pareces un cadáver sentado en esa silla. Desde que llegaste a la universidad, desde el primer año, has sido novio de Jasmine, y desde ese momento has vivido encerrado en un inexistente lugar en el que solo ella puede entrar. Cuando llegaban los fines de semana, y salíamos con los demás chicos, nunca podíamos contar contigo. Vives tu vida con una lentitud extrema, y recuerda que la vida es corta, y la juventud más corta aún. ¿Cuándo piensas empezar a disfrutar de los placeres de la vida? ¿Cuando estés viejo, amargado, con enfermedades, sin pelos en la cabeza, arrugado y sin varias piezas dentales?

    Este fue el duro reclamo que le hizo Myke a su amigo Adán. Aparentemente, Adán no prestó mucha atención a lo dicho por su amigo, y accedió a cambiar su responsable actitud, por lo menos, por ese día.

    —De acuerdo, el día de hoy me voy a portar mal, dijo Adán.

    —Así se habla, y aprovecha ahora para llamar a tus padres, pues de aquí saldremos mañana pues vamos a ingerir alcohol en grandes cantidades —le aseguró Bryan a Adán.

    Adán consideró la idea de Bryan y llamó a casa para comunicarse con sus padres. Rachel contesta la llamada de inmediato y sabe que la llamada proviene del teléfono móvil de su hijo:

    —Acabamos de encontrarnos con tu novia, estaba almorzando junto con tus compañeras, dijo Rachel.

    —Sí, así es. Decidimos celebrar por separado. Madre llamaba para avisarte que no iré a dormir, llegaré por la mañana. En realidad iremos a una fiesta fuera de la ciudad y prefiero no conducir en la madrugada —le comentó Adán a Rachel.

    —De acuerdo, cuídate mucho, recomendó Rachel y colgó el teléfono.

    «Pues bien, si ya están avisados todos los padres de familia, me parece oportuno apagar los celulares», sugirió Justin a los demás. Todos acataron la sugerencia de Justin y se dispusieron a pasar una tarde, noche y madrugada de gran diversión. Llegaron a la mesa las bailarinas solicitadas, portadoras de un bello rostro y una figura exuberante. Las atractivas mujeres se sentaron junto a los chicos de manera intercalada, es decir, una mujer junto a cada chico. Esto con la finalidad de tener una conversación directa y profunda con cada uno de ellos.

    Como se esperaba, al que más trabajo le cuesta convertir la plática con la bailarina en un momento agradable es a Adán. Es una situación bastante incómoda para él, y aunque pone de su parte, no logra disimularlo.

    —No te aflijas, eres un chico muy guapo y saludable. He notado con claridad que no te ha agradado el lugar y no te sientes a gusto aquí —dijo la bailarina a Adán.

    —La verdad no me gustan este tipo de lugares, e imagino que tú tampoco te sientes a gusto, ¿Verdad? —insinuó Adán a la bailarina.

    —Realmente no es el trabajo con el que una mujer sueña, pero no tengo más opciones —contestó la mujer.

    — ¿Y por qué motivo viniste a este lugar si no te agrada?— preguntó la bailarina.

    —Estamos festejando la culminación de nuestros estudios universitarios, y como todos mis amigos querían venir a este lugar, tuve que aceptarlo —comentó Adán.

    — ¿Cómo te llamas?

    —Adán,

    — ¿Y tú?

    —Ángela.

    — Ese nombre no va contigo —comentó Adán mientras reía.

    —Es cierto —dijo Ángela mientras reía junto a Adán.

    — ¿Tienes novia?.

    —Sí. Estoy con ella casi cinco años —respondió Adán.

    —Sabes, te envidio.

    — ¿Me envidias porque tengo novia?

    La cómica pregunta de Adán desató la risa de Ángela.

    —Claro que no, me gustan los chicos. Sino que envidio la calidad de vida que tienes y que seguramente seguirás teniendo. Ya acabaste la universidad y de seguro te irá bien en tu vida profesional, formarás una familia y envejecerás al lado de tus hijos y tu esposa, como cualquier persona decente. Pero yo no tengo esa opción. Es probable que continúe trabajando en este sitio hasta que mis carnes estén duras, y luego, me expulsarán de este lugar sin compasión —comentó Ángela—. Con tu permiso, es mi turno para bailar en la pista, en un momento volveré y se retiró de la mesa.

    En esos mismos momentos, Jasmine intentaba comunicarse con Adán llamándolo a su teléfono móvil, que como se sabe, se encuentra apagado. «¡Oye Jasmine!, ya deja en paz a tu novio, sugirió Alina», una de las amigas de Jasmine. «Lo haré, igual no tiene caso seguir llamando, el teléfono está apagado», comentó Jasmine. «Lo ves, mejor toma esto, es amaretto y esta delicioso», ofreció Alina a Jasmine. De este modo todas continuaron con su festejo.

    En el cabaret donde se encuentran los muchachos, Ángela ha iniciado su baile erótico en el escenario. Los jóvenes disfrutan mucho del momento mientras el alcohol de las botellas ya se está acabando. Myke lo notó y ordenó al mesero tres botellas más del mismo whisky. «¿No crees que es suficiente?», preguntó Adán. «Cállate, que no ves que esto recién comienza», dijo Myke. El tiempo avanza mientras todos observan el gran show que está mostrando Ángela. Estos jóvenes cada vez están más ebrios, y el turno de Ángela para brindar espectáculo ha culminado.

    Tal y como lo prometió, Ángela volvió a la mesa donde se encontraban los chicos , y se sentó junto a Adán.

    —¿Qué te pareció?

    —Excelente, lo haces muy bien. Debes ser de las mejores haciendo este tipo de shows —consideró Adán.

    —Muchas gracias, que bueno que te haya gustado, así te aburres menos —dijo Ángela. Transcurrieron las horas y sin que estos jóvenes se hubieran dado cuenta, ya era la medianoche. Todos estaban completamente borrachos y como cualquier ebrio, pronunciaban incoherencias y utilizaban un vocabulario vulgar y grosero.

    Con el pasar de los minutos, Adán se fue fijando profundamente en el atractivo físico de Ángela, y ya en estado de ebriedad, parece estar muy a gusto con el lugar y la compañía de la hermosa chica: sorpresivamente, Adán y Ángela empezaron a besarse. Los amigos de Adán no pueden creer lo que están viendo. Lo que están presenciando es algo inimaginable e improbable para ellos, sin embargo aprovechan el suceso para burlarse de su amigo y aplauden su acto. Como en todo lugar de estos, siempre hay un entrometido y busca pleitos. Así un cliente del lugar, que se encontraba en una mesa situada detrás de la mesa de estos jóvenes, se ha acercado con una actitud bastante agresiva hacia Adán, para decirle:

    — ¡Oye estúpido! ¿Crees que esta vagabunda es tu novia? Es una prostituta, imbécil, expresó el alterado sujeto refiriéndose a Ángela.

    — Ese no es tu problema, amigo. Ni siquiera te conozco. Retírate de aquí por favor

    —pidió Adán—, quien al parecer, tomó los insultos con tranquilidad.

    —Pues me vas a conocer —aseguró el acelerado individuo, y cogió de la mesa un vaso lleno de alcohol, arrojando el líquido al rostro de Adán.

    La provocación dio inicio a una tremenda pelea. Adán se puso de pie y empezó a golpearse con el sujeto de forma salvaje. Aquel desconocido estaba acompañado por tres amigos, quienes decidieron participar de la gresca. Los amigos de

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