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Romance De Las Rosas: Primer Libro Amor Apasionado En Cenizas
Romance De Las Rosas: Primer Libro Amor Apasionado En Cenizas
Romance De Las Rosas: Primer Libro Amor Apasionado En Cenizas
Libro electrónico228 páginas3 horas

Romance De Las Rosas: Primer Libro Amor Apasionado En Cenizas

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Un espritu celestial llamado Jovem Levid es enviado por Dios a la Tierra, antes del diluvio, para proteger a una mujer que ser la ascendencia de las primognitas sagradas. Jovem Levid sacrifica sublimemente su sentir esencial, ofreciendo todo lo que existe en su corazn, para la proteccin de la ltima primognita que nace de la anterior primognita. Los aos transcurren, y el espritu celestial enviado cumple fielmente su misin en la Tierra; cuidando y protegiendo con su vida a la descendencia consagrada. En el reino de Legna; la hermosa reina Guadalupe Beldad de Sassain, primognita perteneciente a la familia Beldad, espera a su primognita, pensando en que la historia se repetir, segn ha sucedido con las primognitas sagradas protegidas. El nacimiento de la princesa Rossetti Sassain, en la familia real de Legna, es un evento de gran importancia para Aurora Celestial, quien es una criatura fabulosa de gran belleza y que entrega su bendicin a la princesa Rossetti. La desconfianza en Jovem Levid es un hecho debido a su envejecimiento y su debilidad. Y recupera la confianza de todos al recibir la juventud perpetua. La primognita Rossetti representa el ms grande desafo para el espritu celestial enviado, siendo que ste es llevado hasta la muerte para protegerla, y puesto en duras pruebas a cambio de la vida de la princesa.

Para Jovem Levid los siglos pasaron con tranquilidad, y le lleg el da en que naci la ltima primognita sagrada, la cual le hizo sentir en su corazn lo mismo que sinti por la primognita Rossetti. Por los sentimientos incontrolables que haba recibido el espritu celestial enviado, hizo cosas que se le haban prohibido que hiciera; provocando que toda la historia sobre l desapareciera. El nico recuerdo que qued del espritu celestial enviado, fue un pequeo texto en las Sagradas Escrituras; en el evangelio de San Marcos, captulo catorce y versculos cincuenta y uno con el cincuenta y dos.

IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento7 jun 2013
ISBN9781463357443
Romance De Las Rosas: Primer Libro Amor Apasionado En Cenizas
Autor

Leonardo E. Méndez

Leonardo E. Méndez nació el Lunes 10 de marzo de 1980, San Salvador, El Salvador. Estudió Ingeniería Civil en la Universidad Nacional (UES), durante uno de sus trabajos como control de calidad de un proyecto de construcción, tuvo la oportunidad de escribir el primer libro de la serie Romance de las Rosas. Inspirado en una primogénita, comenzó a esbozar el argumento posible durante seis meses. Pero después de algunos años, el primer libro llamado Amor Apasionado En Cenizas salió a la luz en el año 2013, y a partir de entonces las historias se están escribiendo para conocer los otros libros.

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    Romance De Las Rosas - Leonardo E. Méndez

    Capítulo Cero

    Exordio

    Un espíritu celestial llamado Jovem Levid es enviado por Dios a la Tierra, antes del diluvio, para proteger a una mujer que será la ascendencia de las primogénitas sagradas.

    Jovem Levid sacrifica sublimemente su sentir esencial, ofreciendo todo lo que existe en su corazón, para la protección de la última primogénita que nace de la anterior primogénita.

    Los años transcurren, y el espíritu celestial enviado cumple fielmente su misión en la Tierra; cuidando y protegiendo con su vida a la descendencia consagrada.

    En el reino de Legna; la hermosa reina Guadalupe Beldad de Sassain, primogénita perteneciente a la familia Beldad, espera a su primogénita, pensando en que la historia se repetirá, según ha sucedido con las primogénitas sagradas protegidas. El nacimiento de la princesa Rossetti Sassain, en la familia real de Legna, es un evento de gran importancia para Aurora Celestial, quien es una criatura fabulosa de gran belleza y que entrega su bendición a la princesa Rossetti.

    La desconfianza en Jovem Levid es un hecho debido a su envejecimiento y su debilidad. Y recupera la confianza de todos al recibir la juventud perpetua. La primogénita Rossetti representa el más grande desafío para el espíritu celestial enviado, siendo que éste es llevado hasta la muerte para protegerla, y puesto en duras pruebas a cambio de la vida de la princesa.

    La muerte de Rossetti ocasiona duramente el eclipse del corazón del espíritu celestial enviado. Por mucho tiempo él esperó volver a sentir en su corazón lo que antes sintió por Rossetti. Para Jovem Levid los siglos pasaron con tranquilidad, y le llegó el día en que nació la última primogénita sagrada, la cual le hizo sentir en su corazón lo mismo que sintió por la primogénita Rossetti.

    Por los sentimientos incontrolables que había recibido el espíritu celestial enviado, hizo cosas que se le habían prohibido que hiciera; provocando que toda la historia sobre él desapareciera.

    El único recuerdo que quedó del espíritu celestial enviado, fue un pequeño texto en las Sagradas Escrituras; en el evangelio de San Marcos, capítulo catorce y versículos cincuenta y uno con el cincuenta y dos.

    Poesía de Jovem Levid

    Una mirada de tus ojos, un beso de tus labios y una caricia de tus manos; es suficiente…

    El eco de tu dulce voz camina en el aire, y los latidos de mi corazón siguen con firmeza sus pasos…

    ¿A quién amo? A la mujer que hace latir el corazón con tanta pasión que envuelve la luz en su vientre…

    Haz que mi piel se derrame para cubrirte; haz que mi espíritu se convierta en perfume para acariciarte…

    Poesías tristes han sido escritos con mi sangre, y cantos de llanto profundo han sido escuchados al tocar mis sentimientos…

    La danza a la luz de mil velas, revelan las puertas de tu nacimiento donde hay mucho encanto y furor…

    He desatado mis miradas sobre tu hermoso rostro, y he atado tus sonrisas a mis esperanzas…

    Escucho las gotas de lluvia caer sobre los jardines, como lágrimas sobre el cristal de tus sentimientos…

    Haz herir mi corazón, desata tu odio; pero jamás permitas que el recuerdo de mi espíritu sea olvidado…

    Tengo que decir el adiós; y pensando en jamás regresar. Y despedirme de todo aquello que amo, sin dejar de morir…

    Canta tu voz como el cantar del rocío, como el suave caminar del arroyo; a donde contemplo el dulce eco de tu risa…

    Por qué arrebatarme el sentimiento, que tan dulcemente conservo; un latido de tu corazón y un parpadeo de tus ojos es lo único que recuerdo…

    Una herida profunda e incurable existe en mi corazón, que solamente tu amor puede sanar; pero una cicatriz no quiero…

    Dolor por tu alma, castigo por tus labios, laceración por tu mirada, látigo por tu latido y muerte por tu sangre…

    Incansable es mi corazón para amar apasionadamente; y al arrancar sus latidos, nunca ha dejado de amar…

    Nuestras heridas se besaron en la desnudez; y nuestras sangres, a través de las venas, se abrazaron…

    Respirando el olvido, los recuerdos de un pasado sin olor; los pensamientos gotean y mi mente ha latido…

    Bella niña de virginidad perpetua, encanto de amores, perfume de aliento pasional y fantasía de noches continúas…

    Alcanzable es la felicidad amándote, sin llegar a la necesidad de esperar a que me ames; porque tu amor existe…

    Perdón a través de un gesto; miles de palabras sutilmente en silencio, ruegan con el arrepentimiento. Derramaría las gotas de mi sangre a cambio de evitar de que derrames las lágrimas de tus ojos…

    Clara sonrisa que acarician tus mejillas, es un dulce beso que arrastra los labios, y fielmente halagadora a la mirada…

    Personajes principales

    Jovem Levid, el espíritu guardián de las primogénitas sagradas.

    Roda, la primera primogénita sagrada protegida.

    Hatsa, un espíritu del diluvio y amado de Roda.

    Richard Sassain, rey de Legna

    Guadalupe Beldad De Sassain, reina de Legna y primogénita sagrada.

    Nancy Linarc, la prima de la reina Guadalupe Beldad.

    Oscar Rogic, un enamorado de Nancy y amigo de Jovem.

    Zancir Ular, el príncipe de Dezema

    Gilberto Sassain, el hermano mayor del rey Richard.

    Gladis Supramia, la amada de Gilberto Sassain.

    Alessandro Sassain, hermano menor del rey Richard.

    Estefany Laidlal, la amada de Alessandro Sassain.

    Rossetti Sassain, la princesa de Legna; primogénita sagrada, hija de los reyes Richard y Guadalupe.

    Guisselle Sassain, hija de Estefany Laidlal, prima de Rossetti y una lágrima encarnada

    Rostro/Emerson Bello, una lágrima encarnada.

    Flavio Sassain, príncipe de Legna, hijo de los reyes Richard y Guadalupe.

    Alessandro Beldad, príncipe de Legna, hijo de los reyes Richard y Guadalupe.

    Krista, niñera de Hermosa Dian

    Laura, la hija de Krista

    Karina Krastra, la madrastra de Guisselle Sassain.

    Leonardo Dian, el líder de los cronistas menores.

    Beatriz Redas, la amada de Leonardo Dian.

    Hermosa Dian, hija de Leonardo y Beatriz.

    Luis Ra Baltar, el hijo del líder de la secta Auros y príncipe de Amlan.

    Medo, el abuelo de Luis Ra Baltar.

    Carlos Ciler, el príncipe de Lradmrakra.

    Margarita Manantial, princesa y reina de Utopía.

    Byron Vier, Marlon Vido y Erasmo Von; los muñecos de algodón que se convierten en los niños del pan.

    Karen Poema, escultora.

    Irving Vier, el príncipe de Rosla.

    Aurora Celestial, espíritu celestial.

    Alias Romance, espíritu celestial.

    Diego Doga, un espíritu del diluvio y coleccionista de reflejos.

    Germán Pracoz, el príncipe de Catarga.

    Griseyda, la cuidadora de la casa de huérfanos de Utopía.

    Kevin Supramia, el hijo de Gilberto y Gladis.

    Hazel Vido, amiga de los niños del pan.

    Francisco Beldan, el viejo panadero de la calle Ciler.

    Catalina, religiosa perteneciente a la Sociedad De Los Ancianos.

    Lissette, niña huérfana y amiga enamorada de Luis Ra Baltar.

    Capítulo Uno

    Las Escaleras De Diamante

    Los cielos fueron abiertos, y unas escalinatas de diamante aparecieron descendiendo hacia las tierras llamadas Auras; planicies y praderas de gran extensión se visaban; las nubes viajaban a través de aquellas brillantes escalinatas, un silencio suave acariciaba sus bordes hasta que se escuchó que un espíritu celestial caminaba sobre ellas. El espíritu frágil, solo en aquel ambiente, avanzaba a paso lento y comenzaba a sentir una carga de carne y sangre sobre sí mismo; y huesos dentro de él. El espíritu se detuvo un momento a la mitad de las escalinatas, miró hacia el cielo, acercó su mano a su pecho y buscó su corazón; los latidos eran lentos, pero cuando se llenaron de sentimientos se hicieron rápidos. El espíritu convertido en una criatura humana y hecho varón, descendió en silencio hasta posar sus pies en la tierra; cuando él descendía su cuerpo fue cubierto con ropas y sus pies tuvieron calzado. Y alzando su voz dijo: Quiero escuchar tu voz y saber para qué me has enviado. Terminando de decir éstas palabras, las nubes se cubrieron de fuego y la tierra se sacudió sin parar, y la voz que él esperaba escuchar no apareció; y una nube cayó del cielo a sus pies, y el fuego que la cubría le entregó un mensaje: Existe una mujer a la cual debes cuidar hasta que nazca su primogénita; y cuidarás de la primogénita hasta que la primogénita de ésta nazca; y será así hasta que nazca el primogénito. El espíritu hecho humano, alzó nuevamente la voz, y dijo: Quiero el nombre de la mujer y el nombre de aquél que has enviado. Los cielos apagaron su fuego y la tierra se dejó de sacudir; y él no recibió respuesta. El espíritu hecho humano se marchó, y no regresó a las tierras llamadas Auras porque así se le había ordenado.

    Estando las escalinatas de diamante en el mismo lugar, multitudes se acercaron para apreciar aquel fenómeno. Los niños corrían alrededor de las escalinatas; las subían y las bajaban alegremente. Los días pasaban y el fenómeno se dio a conocer en tierras muy lejanas. Nadie se atrevía a subir las escalinatas hasta el cielo; los niños tenían curiosidad de saber que había en el cielo, pero no subían más de setenta y siete escalones. En una noche las escalinatas brillaron con una luz blanca tan intensa que hizo pensar que la noche ya no existiría en las tierras llamadas Auras; pero la luz se disipó dejando ver una escalinata fisurada. Al llegar la madrugada una multitud de espíritus celestiales descendió a través de aquellas escalinatas, y hasta el atardecer seguían descendiendo espíritus celestiales, los cuales se cubrían de carne y sangre, y su interior se llenaba de huesos; pero éstos espíritus decidían que emblema romántico tener. Algunos espíritus decidieron ser hombres y otros en ser mujeres. La belleza de estas nuevas criaturas producía la sensación de éxtasis y el deseo delirante de saciar la piel.

    Cuando todos los que habían visto las escalinatas vieron a estas criaturas celestiales las comenzaron a llamar dioses. El día en que el último espíritu celestial descendió por las escalinatas, todas las criaturas humanas, sin excepción de alguno que hubiera visto la escalinata, se llenaron de valor y subieron las escalinatas que se seguían fisurando. Una multitud de criaturas humanas murió porque las escalinatas se derrumbaron, y no quedó ningún testigo del fenómeno de las escalinatas de diamante; y todo el diamante de las escalinatas se hizo polvo y desapareció.

    El último espíritu celestial en descender las escalinatas de diamante se hizo varón humano; desde entonces nació un miedo terrible sobre estos espíritus celestiales que descendieron, un miedo que se guardó en sus corazones y que no sentirían hasta que vieran por primera vez la muerte acercarse a ellos. Había un anhelo en ellos, un anhelo que los condenó a no subir al cielo de regreso, porque su anhelo los alejaba de toda voluntad divina; y fueron conocidos como los hijos y las hijas de Dios, la voluntad de estas nuevas criaturas era saciarse de la belleza humana, pero algunas corrompieron su mente y llenaron sus corazones de maldad que llegaron hasta el punto de saciarse de todo aquello que no fuera humano.

    Los días pasaron y el protector de las primogénitas buscaba a la mujer que debía cuidar, y encontró un arca, y acercándose vio una gran cantidad de animales que entraban en el arca; una multitud estaba alrededor, pero no se interesaban en subir al arca. El protector de las primogénitas se abrió paso entre la multitud, y un hombre llamado Noé le llevó adentro del arca cuando le vio entre la multitud. Noé le dijo: El Dios que adoramos me ha revelado muchas cosas; una de ellas es tu nombre en esta tierra y que tu búsqueda terminará pronto.

    El protector de las primogénitas sonrió, mostrando su corona dental comenzó a llorar; Noé le pidió paciencia y le reveló el nombre por el cual le conocerían, ese nombre era Jovem Levid. Jovem se marchó lejos del arca, y en su mente llevaba grabado estas palabras de Noé: Cuando la veas sabrás que ella es la mujer que andas buscando. Caminando vio a lo lejos a una mujer joven recostada sobre un árbol cuya madera era la misma utilizada para elaborar el arca de Noé; inmediatamente reconoció que su búsqueda había terminado, de repente comenzó a llover, y la mujer corriendo hacia él, le dijo: En mis sueños te he visto; pero no sé quién eres. Jovem respondió: He sido enviado para protegerte. Ambos corrieron rumbo al arca, pero se dieron cuenta que no podían subir a ella; así que corrieron hacia los montes más altos.

    Los días de lluvia hicieron que toda la tierra se cubriera de agua; Jovem y su protegida estaban tratando de sobrevivir sujetándose de un tronco. Cansados de estar flotando vieron una pequeña embarcación, y nadaron hacia ella. Un hombre los recibió y ayudándoles a subir les preguntó sus nombres, pero ellos se quedaron callados. Esperando a que la lluvia terminara decidieron no hablar, y se mantuvieron con vida bebiendo agua, para el bien de ellos en la embarcación había un pequeño árbol que daba de todo fruto; el árbol era alimentado con lágrimas mezcladas con sangre que salían de los ojos del dueño de la embarcación, y derramaba sus lágrimas con sangre sobre la tierra del árbol, cada seis días durante la noche.

    Jovem Levid arrancó un fruto del árbol, y al instante apareció otro fruto de otra clase en el mismo lugar; la protegida se sorprendió al ver el árbol que daba distintos frutos. Todos se alimentaban del extraño árbol.

    Cuando los cielos dejaron de llorar, Jovem se acercó a su protegida llamada Roda para abrazarla, y le dijo: Todo estará bien. La mujer preguntó: ¿Hasta cuando hemos de esperar para ver tierra?. En esos momentos vieron una paloma que volaba con una hoja de olivo en su pico, Jovem respondió: Poco tiempo falta para ver tierra.

    El hombre de la embarcación se hacía llamar Hatsa, y resultó ser uno de los espíritus celestiales que había descendido por las escalinatas de diamante, y él se enamoró de la protegida de Jovem. Y Hatsa pronto se uniría a Roda para dejarla embarazada. La naturaleza de Jovem fue revelada a la mujer, y ésta se lo contó todo a Hatsa, quien le pidió a Jovem que los abandonara, pero Jovem no aceptó abandonarlos por causa de Roda. Y llegó el día en que Roda iba a dar a luz, y nació la primogénita llamada Gerda, quien iba a ser la nueva protegida de Jovem. Con los días contados, Hatsa estaba preocupado por su hija, y le confesó todo a su amada delante de Jovem; cuando Hatsa estuvo en su embarcación, ya había hecho un trato con el antiguo espíritu traidor de luz, quien le prometió salvarlo de las aguas a cambio de sacrificar a sus primeros tres engendros. Y el mismo trato había hecho el traidor con todos aquellos espíritus que habían descendido por las escalinatas de diamante. Cuando la amada del desamparado Hatsa escuchó esto, comenzó a llorar, pidiéndole a Jovem que protegiera a la primogénita. Un espíritu celestial apareció en la casa de Hatsa y entregó una espada a Jovem para que defendiera a la primogénita recién nacida.

    En una noche llegaron los verdugos a traer a la recién nacida, pero Hatsa salió a decirles que no se las entregaría; la mujer se acercó a la ventana para ver a los verdugos, y vio unos caballos negros que exhalaban fuego por la nariz y la boca, además los que cabalgaban no tenían piernas y su cinturas estaban unidas al centro del lomo de sus caballos, y sus jinetes tenían puestos unas túnicas negras, que no permitían ver sus cuerpos y sus rostros. Los verdugos se marcharon para regresar en la mañana con la intención de matar a Hatsa juntamente con su amada, si no entregaban a la niña. Hatsa decidió huir esa misma noche porque su amada y Jovem no le permitieron que les arrebatara a la primogénita; y Roda preguntó a Jovem si podían huir, a lo que éste respondió que de nada serviría porque siempre los encontrarían. En la mañana llegaron los verdugos con el cadáver de Hatsa, y los caballos exhalaban fuego con furia, los jinetes exigieron que entregaran a la primogénita, al no recibir respuesta los jinetes convirtieron a sus caballos en piernas humanas, y entrando a la casa atacaron a Jovem, y lograron arrebatarle la primogénita a su madre, quien quedó muy herida. Jovem logró matar a uno de los verdugos que entró a la casa, y al hacerlo el verdugo comenzó a quemarse con su propio fuego, Jovem corrió detrás de los otros verdugos que se llevaban a Gerda, y logrando alcanzar a uno lo cortó con la espada, dejando libre el caballo para cabalgarlo, el cual no se quemó con su propio fuego, y rápidamente alcanzó al verdugo que llevaba a Gerda en sus brazos; el verdugo lanzó a la primogénita a los brazos del otro verdugo antes de que Jovem lo decapitara, el verdugo expulsó todo su fuego haciendo que Jovem y su caballo fueran derribados, pero eso no detuvo a Jovem para salvar a la primogénita, y levantando al caballo siguió con la persecución; cuando se estaba acercando al último verdugo que quedaba, lo perdió de vista porque éste se había dirigido a un precipicio para dejarse caer al fondo, y su perseguidor también hizo lo mismo al seguirle; al caballo del verdugo se le formaron unas alas plateadas con ojos rojos parpadeantes en ambos lados de ellas, mientras que Jovem con su caballo solamente caían hacia unas rocas. Y sujetando Jovem su espada firmemente decidió lanzarla hacia el verdugo; por un momento Jovem pensó que iba a morir, pero su caballo no tocó las rocas del fondo del precipicio, sino que salió volando rápidamente, y dirigiéndose hacia el verdugo, la espada de Jovem había atravesado el cuerpo del verdugo; parecía que el protector había matado también a la protegida, pero el caballo del verdugo seguía volando, y se movía lentamente lo que permitió que Jovem se acercara sin antes pensar que había sacrificado a la primogénita Gerda, los mantos que cubrían a la niña estaban bañados en sangre, y los dos caballos volaban al mismo ritmo y a la par; el rostro de Jovem palideció, y esperó a que el caballo que llevaba el cuerpo de la niña descendiera, y el caballo del verdugo descendió al otro lado del precipicio en la cima, y se echó a descansar esperando su muerte. Jovem también descendió con su caballo que agonizaba, y quedando alejado del otro caballo esperó a que su caballo se echara, y cuando lo hizo, él se puso de pie en tierra y pensó que todo había sido en vano, y caminó lentamente hacia el verdugo con lágrimas en los ojos, y estando frente a la niña se puso de rodillas para comenzar a pedir perdón por lo que había hecho; retiró el cuerpo de la niña de los brazos del verdugo que estaba inclinado levemente sobre ella; y se dirigió hacia un árbol de la misma especie del árbol en donde

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