La Disciplina Comienza En La Silla Alta

Por Sara Hernández y Jonathan Matos

En "La Disciplina Comienza En La Silla Alta," usted podr descubrir como combinar amor con disciplina para que su nio pueda beneficiarse de las dos. Basada en la larga experiencia de la autora trabajando con nios y criando a su hijo, este libro provee lecciones valiosas para padres, futuros padres, y personas interesadas en cuidar de nios. Este libro presenta esta informacin de una manera clara, con cario, y humor honesto.

• Idioma: Español
• Editorial: AuthorHouse
• Fecha de lanzamiento: 27 ene 2010
• ISBN: 9781449040581

Sara Hernández

Nació en Nueva York y ha estado casada por 23 años, Sara Hernández ha cuidado de niños durante la mayor parte de su vida. En la escuela secundaria Sara trabajó parte del tiempo en un centro de cuidado de niños. Después de casada y comenzar su familia ella se quedó en la casa para cuidar de su hijo, y al mismo tiempo ayudaba a cuidar a otros niños ayudando a madres en la comunidad. Cuando su hijo comenzó la escuela ella se fue a trabajar parte del tiempo en el sistema de educación publica de la cuidad de Nueva York. Por más de 16 años ella ha estado trabajando con niños desde pre-escolar hasta octavo grado. Una vez que su hijo empezó tiempo completo en la escuela Sara continuó su educación siendo un ejemplo para su hijo. Sara ha sido maestra de escuela dominical por más de veinte años. Humildemente ella dice, "La mayoria de los niños que yo enseñe están ahora en la universidad o trabajando, todavía estamos en contacto y van a la iglesia." Frecuentemente ella es llamada por grupos de diferentes iglesias para compartir sus experiencias con los padres. "Yo he aprendido mucho a travéz de los años" ella dice, yo disfruto haciendo estas presentaciones.

Vista previa del libro

Contenido

Reconocimientos

1

Los Padres Necesitan Ayuda

2

Los Padres Tienen Que Hacerse Cargo

3

No Te Rindas

4

Amor Y Disciplina

5

Vamos A Vivir Lo Que Enseñamos

6

Hay Tiempo Para Todo

7

Mantengamos La Familia Unida

8

Vamos A Envolver A Los Hijos En Nuestro Ministerio

9

Vamos A Comunicarnos

10

Su Hijo Es Su Responsabilidad

11

Tus Hijos Te Aman

12

Disciplina

13

¿Donde Están Nuestros Modales?

14

La Disciplina No Siempre Es Color De Rosa

Reflexión

Sugerencia Para Leer

Corrige a tu hijo, y te dará descanso,

Y dará alegría a tu alma.

Proverbios 29:17

Reconocimientos

Quiero dar las gracias a las siguientes personas:

A mi esposo, Ángelo, por su gran apoyo durante mi larga jornada produciendo este libro; a mi hijo Daniel Ángel, que ha hecho que sea una bendición ser su mamá, a mi madre Carmen Medina, quien ha sido un gran ejemplo; Cecilia Chau, por el titulo de este libro, el cual salió de una de nuestras muchas conversaciones; Jonathan Matos, por toda su ayuda talentosa.

También quiero darle las gracias a Jennifer Sánchez, Janet B. Colón, Martha Vázquez, Cristina Morales, mi familia y amigas, y Brenda Rosario por ser mi porrista durante la producción de éste libro; Elli Grossman, por su ayuda y consejo; y sobre todo, quiero darle las gracias a mi Dios por inspirarme a escribir éste libro.

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1

Los Padres Necesitan Ayuda

El trabajo de los padres no es un trabajo fácil. Aunque ser padres es agradable, este consiste de mucho trabajo y responsabilidad. A veces no sabemos que hacer en ciertas situaciones. Nuestros hijos no nacen con un equipo de instrucciones, aunque algunos padres desean que sea así. Nosotros aprendemos a ser padres mientras pasa el tiempo y adquirimos experiencia. Según los niños van creciendo el trabajo se hace más difícil. No importa cuan difícil se hace el trabajo, tenemos que acordarnos que no podemos depender solo en nosotros mismos. La palabra de Dios nos dice como padres que hacer, y si nosotros oímos lo que padres con éxito tienen que decir, esto puede ser una tremenda ayuda. A veces no tenemos que ir muy lejos para conseguir un buen consejo; puede estar debajo de nuestras narices, pero no nos damos cuenta amenos que estemos escuchando atentamente.

Déjeme explicarle.

Hubo un tiempo que yo estaba teniendo un problema con mi hijo. Sacarlo a tiempo de la casa en la mañana era una dificultad grande. Yo me apuraba en la mañana, como nosotras las madres usualmente hacemos. Yo preparaba el desayuno, planchaba las ropas y hacia sándwiches. Mi hijo tomaba su santa calma comiendo su desayuno, vistiéndose y haciendo su devoción que consistía de un verso y una oración corta de My First Bible Calendar (Mi Primer Almanaque Bíblico). Después caminábamos a la escuela. Yo tenía una gran lucha. ¡Yo llegaba al trabajo diez minutos tarde casi todos los días! Yo estaba realmente frustrada y mis mañanas estaban arruinadas. Yo hablaba, yo regañaba, y me quejaba, pero nosotros todavía corríamos tarde porque todo lo que estaba haciendo no me funcionaba.

En las mañanas, yo usualmente oigo una estación radial Cristiana mientras me visto. Una mañana, yo oí a un hermano en la estación y hablaba a los padres. El mencionó de un tiempo cuando su hija le estaba dando a su esposa problemas en la mañana. Ellos estaban teniendo el mismo problema que yo tenia, y le preste mucha atención. El hermano dijo que el y su esposa discutieron el asunto y decidieron que si ellas llegaban quince minutos mas tarde por causa de su hija, entonces la hija tenia que acostarse quince minutos mas temprano. No importa cuan tarde ella llegaba, esa era la cantidad de minutos añadidos a su hora usual de acostarse. Mamá y Papá unidos se ajustaron al plan. Después de algunos días, la hija se canso de tener que ir a la cama temprano, y ella comenzó a salir de la casa temprano, y mas temprano, hasta que ella finalmente salio de la casa a tiempo. Yo me dije, Esto puede funcionar. Como no estoy apurada en la noche; yo me puedo ajustar al plan de acostar a mi hijo temprano.

Cuando mi hijo y yo llegamos a la casa de la escuela esa tarde, yo presenté la nueva ley durante una larga discusión. En aquel tiempo, yo trabajaba a diez minutos de la escuela de mi hijo. Yo expliqué la nueva ley diciendo Cual sea la cantidad de minutos que yo llegue tarde al trabajo será añadido a la hora de tu acostarte. Si yo llego al trabajo diez minutos tarde tú tendrás que acostarte diez minutos más temprano. Yo continué diciendo, si tu llegas a la escuela cinco minutos tarde y yo llego diez minutos tarde, tendrás que ir a la cama a las 7:45PM, en vez de las 8:00PM. Ese será tu castigo.

Comencé la nueva ley esa misma tarde, sin posponer. Fue una lucha, pero lo hice. Mi hijo no estaba nada de contento. A él nunca le gustaba ir a la cama a las 8:00PM, mientras sus padres todavía estaban levantados. Ahora el tenia que ir a la cama más temprano, esto quiere decir ¡guerra! Pero yo estaba determinada a ganar esta batalla. Después de algunos días de mi hijo tener que ir a la cama mas temprano de las 8:00p.m., mi hijo comenzó a moverse mas rápido en la mañana. Estábamos saliendo de la casa en la mañana sin estar corriendo como gente loca. ¡Yo gane la guerra!

A veces necesitamos la ayuda de otras personas especialmente otros padres, únase con otros padres y no se avergüence de hablar. Use reuniones familiares, fiestas de cumpleaños, bodas, etc., para hablar e intercambiar ideas. Yo estoy casi segura que usted va aprender nuevas maneras para conseguir que sus hijos cooperen. Yo se que yo lo he hecho.

Una vez yo estaba en una fiesta de baby-shower. Usted sabe como nosotras las mujeres nos reunimos y hablamos; bueno, una de mis amigas, Débora estaba compartiendo lo que su hija había hecho durante la semana. Aparentemente, ella no quería quedarse en la escuela un día y logro que la enfermera de la escuela llamara a Débora. Cuando ella llegó a la escuela, ella tenia un presentimiento raro de todo esto, pero ella se llevó a su hija para la casa de todas maneras. Cuando ambas llegaron a la casa, su hija inmediatamente puso el televisor y comenzó a jugar con sus muñecas.

La sospecha de Débora fue confirmada: su niña absolutamente no tenía nada. Ella fue a donde su niña y le dijo, Ve a la cama y acuéstate. Tu estas enferma y los enfermos se acuestan. Su hija le preguntó, ¿Me puedo acostar en la sala y ver el televisor? Débora dijo, No. Las personas enfermas se acuestan y no ven el televisor.

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Bueno esto no estaba en los planes de su hija. Al próximo día, ella intentó hacer lo mismo, pero Débora estaba preparada. Ella se llevo un vaso de agua y Tylenol para la escuela. Primero, ella habló con la maestra; entonces ella se llevó a la hija al pasillo y le dijo, Mira, yo te traje Tylenol. El trabaja muy ligero, para que regreses a la clase después que te lo tomes. La hija dijo, Pero, Mamá, yo estoy muy enferma. Tu tienes que llevarme a la casa. "Bueno dijo Débora, si yo te llevo a la casa