Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

La Casa de Bernarda Alba
La Casa de Bernarda Alba
La Casa de Bernarda Alba
Libro electrónico114 páginas1 hora

La Casa de Bernarda Alba

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Este drama realista presenta una lucha entre una madre autoritaria de cinco hijas, Bernarda Alba, y la libertad de su hija menor, Adela. Una madre que trata de preservar la imagen –su imagen– ante las habladurías de la gente del pueblo. El autor experimenta con temas, personajes y géneros de la tradición teatral, a los que presenta con el uso de técnicas expresivas modernas de las vanguardias del momento para representar el dolor cotidiano y familiar hasta las últimas consecuencias.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento13 jun 2018
ISBN9789874490230

Lee más de Federico García Lorca

Relacionado con La Casa de Bernarda Alba

Libros electrónicos relacionados

Artículos relacionados

Comentarios para La Casa de Bernarda Alba

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    La Casa de Bernarda Alba - Federico García Lorca

    Bibliografía

    Estudio preliminar

    El autor

    Primeros años y sus comienzos

    Nace en 1898 en Fuente Vaqueros (Granada, España), hijo de una familia acomodada, lo que le permite el acceso a una muy buena educación. Hijo de una profesora de música y de un abogado, se forma musicalmente con su madre. Luego de realizar la carrera de Derecho y la de Filosofía y Letras en la Universidad de Granada –esta última no finalizada–, se dedica a la literatura en exclusivo.

    Se traslada a Madrid para vivir en la famosa Residencia de Estudiantes, donde se contacta con las ideas literarias de la época y tiene una amistad con escritores consagrados como Juan Ramón Jiménez y otros jóvenes artistas hospedados allí. Reparte su vida entre Madrid y Granada. En esta última, establece una gran amistad con el compositor Manuel de Falla, quien le transmitió el interés musical por el cante jondo¹ flamenco.

    Si bien ya había publicado libros de poesía y algo de teatro, el éxito le llega tras la edición de Romancero gitano en 1928. No se conforma con ser un escritor folclórico y busca otros estilos. Por esos años, sufre una fuerte crisis sentimental y viaja becado a Estados Unidos a fines de 1929, previo paso por París, Londres, Oxford y Escocia. Nueva York lo impacta por sus características cosmopolitas, su extremo materialismo y las grandes desigualdades sociales que allí percibe. Los poemas que compuso a partir de su estancia en dicha ciudad se publicaron, después de su muerte, con el título de Poeta en Nueva York.

    Federico García Lorca

    En 1930, antes de su regreso a España, viaja a Cuba para dar una serie de conferencias. Allí, es muy bien recibido y se siente extrañamente libre al poder expresar abiertamente su homosexualidad. De regreso a su país, prosigue con su intensa labor artística y, en 1931, ya instalada la República, por sugerencia del Ministro de Instrucción Pública, dirige el grupo teatral universitario La Barraca, cuyo elenco está formado por los estudiantes de la Universidad de Madrid. Este grupo recorrerá con sus obras todos los rincones de España en los años siguientes. Conocido abiertamente su apoyo por la República, participa en numerosos actos de izquierda.

    En octubre de 1933, viaja a Buenos Aires debido al éxito del estreno de su obra Bodas de sangre, puesta en escena por la compañía de Lola Membrives. Permanece hasta marzo de 1934 y, durante su estadía, se estrenan Mariana Pineda y La zapatera prodigiosa; dirige en Buenos Aires La dama boba, de Lope de Vega. Regresa a España para el estreno de Yerma.

    En 1936, termina La casa de Bernarda Alba. El 16 de julio de ese año se marcha a Granada, donde estaba en prensa su libro de poesías Diván del Tamarit. Ya presentía seguramente la caída del gobierno republicano y quizá creyera que allí estaría más seguro. El 17 de julio estalla el movimiento militar-falangista y una de las primeras noticias trágicas que recorre el mundo es el asesinato de García Lorca.

    Habría sido supuestamente descubierto en la casa del escritor Luis Rosales, perteneciente a una destacada familia falangista, y detenido, no se sabe si por venganza o error. Al amanecer, lo habrían sacado de la prisión y luego fusilado en las laderas de un cerro. Hoy aún no se sabe siquiera el lugar de su sepultura.

    Características del teatro y la evolución de sus producciones teatrales

    García Lorca se vio sometido, durante toda su labor de dramaturgo, a la vocación de un difícil equilibrio entre lo tradicional, aceptado suavemente por el público, y la experimentación, que podía acarrear ciertas dificultades comunicativas. Sin embargo, el éxito de su teatro sostenido en el tiempo, lo convierte en un referente insoslayable y un clásico. Tomó algunas cuestiones de los dramaturgos modernistas, Marquina y Villaespesa. La evolución de sus personajes a lo largo de la trama, la incorporación de elementos líricos, como poemas, la música y la danza, son hitos que, a lo largo de los años, elaboraron un teatro muy personal.

    Resulta ampliamente conocido el camino populista, que condujo a García Lorca hasta los escenarios teatrales. Recordemos sus épocas de La Barraca recorriendo todos los pueblos de España durante la época republicana. El poema, como representación privada, se muestra indefenso ante la representación pública y amplia del teatro, con todo su carácter educativo y moralizante. Desde la Charla sobre teatro hasta las palabras escritas En homenaje a Lola Membrives, pasando por la "Alocución en el Ateneo Enciclopédico de Barcelona, García Lorca confirma la idea de un teatro extenso, vivo como un poema que se levantara de su libro, capaz de extender sus enredaderas morales entre los más amplios sectores de la población (García Montero,

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1