Santander, Esquicio Biografico del Procer

Por Juan de Dios Arias

La participación del general Francisco de Paula Santander en la guerra de independencia y luego como organizador de la república durante la ausencia del Libertador Simón Bolívar, es un apasionante periodo de la vida política e institucional de Colombia que amerita ser leído y comprendido en su dimensión histórica.

Esta breve biografía del general Santander, proporciona al lector una idea clara y concisa acerca de las vivencias más trascendentales de este prócer cucuteño, cuyo accionar político siempre fue controversial.

Aunque en este libro el escritor Juan de Dios Arias lo exime de toda culpa en el fallido atentado contra la vida del Libertador, ocurrido en Bogotá la nefanda noche del 25 de septiembre de 1828, los hechos históricos demuestran que Santander si sabía del plan criminal y guardó silencio cómplice, porque su ambición era gobernar a la Nueva Granada y disolver la Gran Colombia.

Por otra parte, es preciso reconocer el excelente aporte que dio Santander a la estructuración inicial de las instituciones republicanas y su marcada exigencia de la aplicación de las leyes, aunque él no las cumpliera en muchas de sus actuaciones públicas.

De cualquier forma esta es una obra importante que amerita ser leída para comprender mejor el escenario sociopolítico y cultural del cual nacen los gobiernos democráticos del hemisferio latinoamericano, después de la independencia de España.

Aquí historiadores, estudiosos de las ciencias sociales, educadores y lectores hispanoparlantes en general encuentran un texto fácil de leer y con importantes datos de referencia histórica.

Por otra parte, Santander es el mandatario que más tiempo ha estado en ejercicio del poder en Colombia, pues estuvo como vicepresidente durante la prolongada ausencia del Libertador y luego de su regreso del exilio, fue elegido para ejercer el cargo de presidente de la Nueva Granada en el lapso 1832-1837.

• Idioma: Español
• Editorial: Luis Alberto Villamarin Pulido
• Fecha de lanzamiento: 19 abr 2018
• ISBN: 9781370113705

Juan de Dios Arias

Escritor e historiador colombiano, cuya obra está enfatizada en la cultura de los departamnetos de Norte de Santander y Santander.

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Conceptos

He querido escribir a usted antes de haber leído su trabajo en toda su extensión. Pero por los dos primeros capítulos, lo voy juzgando digno de que sea publicado cuanto antes. Pronto lo haré leer en la Academia y confío en que sea bien acogido.

Max Grillo

De la Academia Nacional de Historia.

En la obra no encontrarán los eruditos los indigestos condimentos que la pseudocrítica histórica requiere para casos semejantes. Es una biografía para el pueblo, escrita con buen criterio, en buen lenguaje castellano y con gusto exquisito.

Agustín Gómez Prada

Del Centro de Historia de Santander.

Pero a más de representar un esfuerzo digno de todo encomio por la finalidad que persigue, su relación está ajustada a la verdad histórica; su narración es interesante y sencilla, sin fatigosas digresiones; muy propia para la vulgarización de nuestra historia y para el conocimiento popular de quienes, con alma grande y el espíritu fijo en los altos ideales de la patria, supieron formar la estructura republicana de este jirón de suelo, que es orgullo positivo de la América libre.

Carlos Julio Redondo

Del Centro de Historia de Santander.

No se trata de una obra erudita para uso de las Academias: es una obra de divulgación histórica, destinada a dar a conocer ampliamente entre el pueblo y las generaciones nuevas las principales etapas de la vida del prócer; una obra para los niños de las escuelas, para los trabajadores manuales, y aun en cierto modo, por su decorosa presentación literaria, para los mismos intelectuales, a quienes indudablemente debe interesar.

Teodoro Gutiérrez Calderón

Del Centro de Historia de Cúcuta.

"Creo, sin pecar de panglosianismo, que el trabajo de usted es lo más completo, elegante y potable que corre hasta hoy sobre el gran prócer colombiano.

La forma literaria es tan discreta y capciosa (y no lo digo por mal) que la obra sólo tiene el defecto imperdonable de hacerse leer y de ser tan corta!

José Fulgencio Gutiérrez

Del Centro de Historia de Santander.

En el presente estudio me he ceñido a la verdad histórica. He pretendido poner de relieve la figura de Santander, sin necesidad de panegíricos, limitándome únicamente a desprenderla de la ganga de acontecimientos diversos de que está acompañada en la historia general de nuestra patria, y que hasta cierto punto han mantenido borrosos algunos perfiles de su vida.

No ha sido mi ánimo hacer una biografía novelada. Los hechos están rigurosamente documentados, sin que la fantasía haya intentado deformarlos o darles brillo artificial innecesario. Pero como este libro está destinado especialmente al pueblo y no a los eruditos, he procurado halagar los intereses primarios de la gente indocta, dándole alguna atención a la parte pintoresca de los acontecimientos.

Cuál sea el mérito de este propósito y el éxito de mi esfuerzo lo dirá quien leyere. Y en último término, he pretendido que sea éste mi homenaje anticipado al General Santander en el primer centenario de su muerte.

Juan de Dios Arias

Del Centro de Historia de Santander.

"... Yo he obtenido en mi patria por largos años diferentes destinos públicos. He sido Oficial y Jefe, vencedor y vencido, he sido vicepresidente de Cundinamarca y de Colombia con ejercicio del gobierno, convencional en Ocaña, y presidente de la Nueva Granada; he ocupado el solio, y pasado por un juicio criminal, sufrido prisiones y destierros; he merecido muchas elecciones populares conforme a las leyes del país; he recorrido las épocas más difíciles y espinosas; he tenido relaciones con los personajes más prominentes de esta tierra, y me he acercado a muchas de las naciones más cultas; gané la íntima confianza del general Bolívar, y la perdí posteriormente; tuve verdaderos y falsos amigos; hice la guerra a los españoles, participé de las contiendas civiles, y representé un papel principal en las disputas políticas que agitaron a Colombia; he lidiado muchos congresos, contribuido a la confección de muchas leyes, y puestolas en ejecución; he tratado con los primeros gobiernos del mundo, he ventilado cuestiones importantes, celebrado tratados, transigido diferencias graves; en fin, he tenido una parte no pequeña en todos los negocios públicos de estos países en los 27 años que cuentan de haberse emancipado de España.

Tan ardua y larga carrera empezada a la edad de 18 años, y sin la preparación correspondiente, no puede menos que estar llena de faltas y defectos más o menos notables, aunque conservo la esperanza de que se notará un amor decidido por la independencia y la libertad de mi patria, una consagración ilimitada a sus servicios y una fidelidad a toda prueba a mis promesas y juramentos. Me juzgarán el mundo actual y la posteridad, no por los hechos aislados ni por acciones inconexas entre sí, sino por el conjunto de toda mi vida pública, teniendo en cuenta las circunstancias que en cada acto me obligaron a tomar un partido. No puedo inhibirme del juicio de la historia, ni lo pretendo tampoco..."

Francisco de Paula Santander

(Apuntamientos para las Memorias sobre Colombia y la Nueva Granada).

Capítulo I

Cuna

Mucho ir y venir de mujeres se notaba aquel día -2 de abril de 1792- en la casona de la hacienda. El patrón, don Juan Agustín Santander, gobernador de la ciudad del Rosario de Cúcuta y de la Provincia de San Faustino de los Ríos, se paseaba por los corredores con rostro alegre, pero en el cual aún no se habían borrado algunas huellas de reciente preocupación.

Daba breves órdenes a los peones que de paso lo saludaban, pero su mayor interés no iba hacia el agro pródigo: se concentraba en la alcoba del extremo del corredor principal, donde su esposa, doña Manuela Omaña, descansaba de las fatigas del alumbramiento.

Junto a la puérpera un niño rollizo, con gemidos apagados, daba sus primeros saludos a la vida.

Olor a remedios, a sahumerios y esencias, a ropa limpia, se difundía en el ambiente.

Parientas y vecinas comentaban los percances ordinarios del caso, y se regocijaban por el afortunado suceso. Quizá se cruzaba entre ellas el diálogo tradicional:

–Es varoncito, dirían algunas.

–Y se parece al papá, agregarían otras.

–Y casi no llora! apuntaría una anciana.

Las copas de las palmeras eran agitadas por un viento de venturosos presagios.

Once días después, en el hermoso templo parroquial del Rosario de Cúcuta, recibía aquel párvulo las aguas bautismales y la sal de la sabiduría, y quedaba consagrado con un nombre cristiano. En el libro parroquial de bautismos quedó constancia de aquel suceso memorable:

Abril 13 de mil setecientos noventa y dos. Yo el infirmado teniente de Cura, bauticé y puse óleo y crisma a un párvulo nombrado Francisco José de Paula hijo legítimo de don Juan Agustín Santander y doña Manuela Omaña; fueron padrinos, Bartolomé Concha y doña Salomé Concha, lo que certifico y firmo. –Manuel Francisco de Lara.

Los primeros años de su existencia los pasó Santander en la casa paterna. Hizo sus primeras letras en la escuela de doña Bárbara Josefa Chaves, maestra a la usanza antigua, eternamente ceñuda, severísima con sus discípulos y menos inclinada al estímulo que al castigo de aquellos.

A los doce años y medio de edad fue llevado a Santafé por su tío el presbítero Omaña, y allí, apadrinado por