Mariano Moreno nació en Buenos Aires, el 23 de septiembre de 1778, en el Virreinato del Río de la Plata. Fue el primero de catorce hijos que tuvieron Manuel Moreno y Argumosa, nacido en Santander, España, quien arribó a Buenos Aires en 1776, y Ana María Valle, una de las pocas mujeres que sabía leer y escribir en Buenos Aires. Sus abuelos maternos fueron Antonio Valle y Luisa Ramos, propietarios de importantes extensiones de tierras en la provincia de Buenos Aires.
Era sobrino de Tomás Antonio Valle, de destacada actuación pública en tiempos del virreinato y en la Asamblea del Año XIII, y primo hermano de la familia Salvadores por línea materna.
Estudios
Moreno cursó sus estudios primarios en la escuela del Rey y secundarios en el Real Colegio de San Carlos. Uno de sus profesores fue Mariano Medrano, que le extendió un elogioso certificado de estudios, mientras que fray Cayetano José Rodríguez vio la vocación de Moreno por el estudio y se transformó en su protector. A tal efecto le dio acceso a la biblioteca del convento de San Francisco y lo puso en contacto con Felipe de Iriarte, sacerdote del Alto Perú, de visita ocasional en Buenos Aires, quien sugirió que debía continuar sus estudios universitarios en Chuquisaca, a cuyo efecto le ofreció la protección del arzobispo de Chuquisaca, fray José Antonio de San Alberto, y una “mesada” o mensualidad para que pudiera pagar sus gastos en esa ciudad. Los padres, con gran esfuerzo, le costearon el viaje.
Después de un largo y penoso viaje de dos meses y medio de duración, Moreno llegó a Chuquisaca en 1800, tenía entonces 22 años, y se incorporó a la Universidad de Chuquisaca y a la Real Academia Carolina de Practicantes Juristas de Charcas. La Academia Carolina era una institución parauniversitaria, de asistencia obligatoria y cuyos objetivos eran dar a los alumnos conocimientos útiles sobre las leyes generales del Reino y municipales. El método utilizado era ir a las fuentes y no a los “comentarios” que se hacían de ellas y realizar prácticas de “casos” donde los alumnos desempeñaban distintas funciones que los familiarizaban con los diversos aspectos forenses y procesales.
Según consta en un certificado expedido en octubre de 1804, mientras Moreno cursaba sus prácticas en la Academia Carolina,distinguido, por sus “destacados méritos”, como Celador Fiscal de esa institución. La función del cargo consistía en velar por el cumplimiento de las resoluciones del presidente, examinar la documentación requerida para el ingreso que presentaban los aspirantes, firmar los gastos que rendía el tesorero, hacer de maestro de ceremonias en los actos oficiales y tomar asiento al lado del presidente de la Academia.