Gregorio MARAÑÓN Y Bertrán DE LIS
MARAÑÓN TENÍA 17 AÑOS CUANDO SU ABUELO, EL INSIGNE DOCTOR Y HUMANISTA, LE DIJO: “LA BONDAD VALE MÁS QUE LA INTELIGENCIA”. Y, AUNQUE ENTONCES ANDABA MÁS FASCINADO CON LA INTELIGENCIA, CON EL TIEMPO HIZO DE ESA OTRA VIRTUD UNO DE SUS LEMAS.
“Nunca olvido aquella lección, y la vida me ha enseñado lo certera que es”, confiesa hoy este abogado, empresario y académico desde su despacho madrileño. Lo cuenta con serenidad y con esa elegante inteligencia que le otorga haber sido testigo de muchos de los grandes acontecimientos de la historia reciente de España. Una historia que desgrana en Memorias de luz y niebla (Galaxia Gutenberg) y en la que relata de manera detallada y amena una vida repleta de aventuras laborales y empresariales, transitando por ámbitos tan diversos como la banca, el derecho, la política, la comunicación y la cultura.
“RECHAZO ÉTICAMENTE ESE “TODO VALE” QUE ALGUNOS PROPUGNAN… NO SÓLO EN EL ÁMBITO EMPRESARIAL”
El cálido despacho que tiene en una casita ubicada en los aledaños del Auditorio Nacional en la También es miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y de la de Ciencias Históricas de Toledo y cuenta, entre otros reconocimientos, con la Gran Cruz de Alfonso X o la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, hasta el premio Mariano de Cavia de periodismo. Y a todo ello suma una lista interminable de amistades que han engrandecido su periplo vital, desde la universidad hasta los primeros años en el Banco Urquijo de la Transición (contribuyó a la constitución de la UCD), pasando por su aventura editorial en el grupo Prisa, la fundación de empresas como Gescapital o el impulso de instituciones culturales como el Círculo de Bellas Artes, la Real Fundación de Toledo o el Teatro de la Abadía.
Estás leyendo una previsualización, suscríbete para leer más.
Comienza tus 30 días gratuitos