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Estrategias Bíblicas para la ‎Guerra Espiritual y la ‎Expulsión de demonios
Estrategias Bíblicas para la ‎Guerra Espiritual y la ‎Expulsión de demonios
Estrategias Bíblicas para la ‎Guerra Espiritual y la ‎Expulsión de demonios
Libro electrónico245 páginas6 horas

Estrategias Bíblicas para la ‎Guerra Espiritual y la ‎Expulsión de demonios

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Este material surge como parte del curriculum de estudios para la capacitación ministerial de la escuela de formación ministerial del Ministerio Apostólico y Profético Cristo Rey, Inc.

Se constituyó como material de enseñanza debido a la necesidad de capacitación ministerial en el ejercicio de la guerra espiritual y la expulsión de demonios, doctrina que aunque bíblica, no forma parte de los pensum de estudios en los centros de formación ministerial de muchas de nuestras ciudades latinoamericanas.

Las normas de estudio de muchas de nuestras instituciones de capacitación ministerial no están atemperadas conforme a las doctrinas bíblicas, y resultan preparando inadecuadamente a quienes han dispuesto atender el llamado del Señor al ministerio de la proclamación del Evangelio del Reino.

Muchos ministerios cuentan con deficiencias ministeriales. La más grave, no poder establecer el Reino de Dios en sus lugares de ministración pese a que han logrado fundar congregaciones, muchas de ellas de gran tamaño.

El llamado del Señor es para establecer la Palabra del Reino de los cielos en los lugares a que somos enviados, aunque no necesariamente logremos fundar congregaciones eclesiásticas.

El fundamento del protocolo de formación lo desarrollamos a partir de la proclamación profética del profeta Isaías:

“Más los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.” (Isaías 40:31),

Y junto a esta proclamación, otra establecida anteriormente por el salmista David:

“Más los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.” (Salmos 37:9) 

Observemos el protocolo: Los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; según revelado y proclamado por el profeta Isaías, con el propósito de heredar la tierra, y establecer en ella el Reino de los Cielos.

Levantar alas como las águilas es para heredar la tierra.

No es una enseñanza aislada, tiene continuidad de revelación en la doctrina de Jesús.

En los escritos del evangelio de Mateo encontramos que en las palabras finales de Jesús a sus discípulos, Él incluyó la siguiente instrucción:

Porque donde quiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas. Mateo 24:28

En esta instrucción tenemos la parte final del protocolo. Las águilas, según la revelación del profeta Isaías, son los que esperan a Jehová, y como ya lo vimos, es para heredar la tierra.

Las águilas se juntan con el único propósito de levantar de la tierra aquello que la contamina. La contaminación y profanación de la tierra es lo que le otorga derecho legal a Satanás para poseer sus territorios.

Los que esperan a Jehová, las águilas, son los que operan bajo la revelación del Reino de los Cielos, y toman autoridad sobre las potestades satánicas que luchan por poseer la heredad de Jehová dada a los santos. Los que esperan a Jehová arrebatan el Reino, y lo toman en heredad.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento1 ene 2018
ISBN9781386426554
Estrategias Bíblicas para la ‎Guerra Espiritual y la ‎Expulsión de demonios
Autor

PEDRO MONTOYA

!Que la tierra sea llena del conocimiento de la Gloria de Dios! Soy pastor y maestro de la Palabra, ministro ordenado por la Gracia del Señor para el establecimiento y proclamación del Evangelio del Reino de los Cielos. Trabajo bajo un llamado apostólico y profético. Nuestro ministerio es de rompimiento y guerra espiritual. Enseñamos sobre la liberación de la esclavitud satánica por causa de derechos legales que hombres y mujeres le han entregado a los principados de maldad. Capacitamos sobre el tema de la liberación y expulsión de demonios, y sobre cómo levantar la maldicion de la tierra. I am a pastor, a teacher of the Word and a writer. The Lord called me to the ministry in the year 1982 and since that date, I have been involved in the proclamation of the Gospel of the Kingdom of God over the earth. I exercise the ministry of Deliverance jointly by my wife, the prophetess Yolanda Montoya. We operate on an Apostolic and Prophetic platform, with the commitment of instructing and correcting in the Righteousness of the Kingdom of Heaven. Our ministerial emphasis is on teaching about how to lift the curse from the earth, about the causes of the curse and about the weapons of spiritual warfare. You can visit also our English blog: www.earthenwarevessels.blog Be blessed ... to bless

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    Estrategias Bíblicas para la ‎Guerra Espiritual y la ‎Expulsión de demonios - PEDRO MONTOYA

    Consagración

    Y conoceréis la verdad, y la verdad os libertará. Juan 8.32

    Primeras Palabras:Descripción y Fundamentación del Protocolo de Guerra Espiritual

    Objetivos Generales

    Objetivos Específicos

    Introducción:Entendiendo el Evangelio del Reino de los Cielos

    Capítulo 1:Entendiendo la Visión del Reino de Dios

    La contaminación del Reino

    Las practicas paganas de los pueblos

    El Reino de Dios: La promesa de Restauración

    ¿Por qué Dios maldijo la tierra?

    Quita el calzado de tu pie...

    Vénganos tu Reino...

    El Reino de Dios se ha acercado a vosotros

    Capítulo 2:Lucha de Poderes. Lucha de Revelaciones

    La posición del hombre antes y después de Jesús

    La obra redentora de la Cruz del Calvario

    La posición de Satanás en el origen de la Creación.

    La posición del hombre frente a Satanás.

    La posición de la serpiente frente a la mujer.

    Capítulo 3:Reconociendo el Señorío de Jesús. Postrándose ante el Mesías

    Jesús es hijo de Abraham.

    El valor espiritual de postrarse. Activando el Señorío de Cristo

    El señorío de Cristo y la guerra espiritual

    Capítulo 4:El Pan de los Hijos. Tesoros Escondidos

    Procesos de revelación por medio de la comida

    Fornicar con dioses paganos: El valor de la comida y la bebida en las fiestas ceremoniales

    Alimentos libres de contaminación

    No sólo de pan vivirá el hombre

    La provisión Divina.

    Provisión Divina: El caso de Pablo

    Los tesoros escondidos

    La conquista y posesión de la tierra se lleva a cabo a través de la Cruz

    La cubierta de la nube y el fuego.

    Capítulo 5:Las Llaves del Reino

    ¿Qué son exactamente las llaves del Reino?

    Derecho de uso de las llaves del Reino.

    El modelo de Gedeón

    El modelo de José

    Capítulo 6:La Base Bíblica de la Expulsión de demonios

    Revisión de Casos generales

    Declaraciones de Autoridad

    Enunciados de victoria

    Capítulo 7:La Ética de la Liberación y Expulsión de demonios

    La expulsión de demonios se ejerce en función de la misericordia de Dios

    La expulsión de demonios es un beneficio para los que están sometidos a la voluntad de Dios

    La expulsión de demonios es para la persona que es digna de recibirla

    No liberar lo que Dios no quiere que se libere

    La cobertura espiritual

    No transformar piedras en pan

    Otros Libros publicados

    Primeras Palabras:Descripción y Fundamentación del Protocolo de Guerra Espiritual

    Este material surge como parte del curriculum de estudios para la capacitación ministerial de la escuela de formación ministerial del Ministerio Apostólico y Profético Cristo Rey, Inc.

    Se constituyó como material de enseñanza debido a la necesidad de capacitación ministerial en el ejercicio de la guerra espiritual y la expulsión de demonios, doctrina que aunque bíblica, no forma parte de los pensum de estudios en los centros de formación ministerial de muchas de nuestras ciudades latinoamericanas.

    Las normas de estudio de muchas de nuestras instituciones de capacitación ministerial no están atemperadas conforme a las doctrinas bíblicas, y resultan preparando inadecuadamente a quienes han dispuesto atender el llamado del Señor al ministerio de la proclamación del Evangelio del Reino.

    Muchos ministerios cuentan con deficiencias ministeriales. La más grave, no poder establecer el Reino de Dios en sus lugares de ministración pese a que han logrado fundar congregaciones, muchas de ellas de gran tamaño.

    El llamado del Señor es para establecer la Palabra del Reino de los cielos en los lugares a que somos enviados, aunque no necesariamente logremos fundar congregaciones eclesiásticas.

    El fundamento del protocolo de formación lo desarrollamos a partir de la proclamación profética del profeta Isaías:

    "Más los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán." (Isaías 40:31),

    Y junto a esta proclamación, otra establecida anteriormente por el salmista David:

    "Más los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra." (Salmos 37:9) 

    Observemos el protocolo: Los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; según revelado y proclamado por el profeta Isaías, con el propósito de heredar la tierra, y establecer en ella el Reino de los Cielos.

    Levantar alas como las águilas es para heredar la tierra.

    No es una enseñanza aislada, tiene continuidad de revelación en la doctrina de Jesús.

    En los escritos del evangelio de Mateo encontramos que en las palabras finales de Jesús a sus discípulos, Él incluyó la siguiente instrucción:

    Porque donde quiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas. Mateo 24:28

    En esta instrucción tenemos la parte final del protocolo. Las águilas, según la revelación del profeta Isaías, son los que esperan a Jehová, y como ya lo vimos, es para heredar la tierra.

    Las águilas se juntan con el único propósito de levantar de la tierra aquello que la contamina. La contaminación y profanación de la tierra es lo que le otorga derecho legal a Satanás para poseer sus territorios.

    Los que esperan a Jehová, las águilas, son los que operan bajo la revelación del Reino de los Cielos, y toman autoridad sobre las potestades satánicas que luchan por poseer la heredad de Jehová dada a los santos. Los que esperan a Jehová arrebatan el Reino, y lo toman en heredad.

    Levantar alas como las águilas, no es la sugerencia para imponerse sobre el desgano, o sobre la depresión, es la forma para poseer la tierra de nuestra heredad, para retomar el control sobre la tierra que ha sido usurpada, para levantar la maldición de nuestros territorios por causa del pecado y de la iniquidad en la que vivimos por años alejados de Dios.

    No se trata de una doctrina más de las muchas que conforman el cristianismo moderno, es la estrategia bíblica, escritural, para establecer la guerra espiritual.

    Este es el tiempo que Dios ha establecido para recuperar la tierra, tenemos que arrebatársela a las tinieblas, y establecer en ellas el Reino de los Cielos, conforme está escrito en las mismas Escrituras: Este Evangelio será predicado en todo el mundo.

    Objetivos Generales

    Debemos tomar las armaduras de nuestra milicia e iniciar una campaña de lucha espiritual para despojar a las tinieblas de sus territorios, puesto que no tenemos lucha contra sangre y carne (Efesios 6:12).

    Tenemos que declararle la Guerra al reino de las tinieblas y despojarles de los territorios ocupados.

    Trataremos el tema de la expulsión de demonios como parte del establecimiento del Reino de los cielos, tal y como nuestro Señor Jesús lo planteó cuando dijo:

    Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, cierto el Reino de Dios ha llegado a vosotros. (Lucas 11:20).

    Necesitamos conocer las condiciones que deben completarse para que este Evangelio del Reino sea predicado en todo el mundo. No sólo es una tarea evangelistica, es más una tarea liberadora.

    Las Escrituras señalan que antes del retorno de Jesús a la tierra, es necesario,

    que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies (1ra. Corintios 15:25; Hebreos 10:13).

    Este es el objetivo principal de la guerra espiritual y del establecimiento de su Reino.

    Objetivos Específicos

    El curso está orientado a levantar, capacitar y enviar ministerios idóneos a la labor apostólica y evangelistica.

    La instrucción que Dios nos ha dado está basada en Mateo 24:28:

    Porque donde quiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas. 

    Las águilas se juntan para quitar el cuerpo muerto y evitar así la corrupción de la tierra. La misión es:

    El Espíritu del Señor es sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres: Me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón; Para pregonar a los cautivos libertad, Y a los ciegos vista; Para poner en libertad a los quebrantados: (Lucas 4:18)

    www.ministerioscristorey.com

    Introducción:Entendiendo el Evangelio del Reino de los Cielos

    Este material de estudio pretende presentar una guía clara sobre los principios bíblicos, doctrinales y espirituales que sustentan y dan forma a la expulsión de demonios como parte constituyente del Evangelio de nuestro Señor Cristo Jesús.

    ..Rodeó Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del Reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Mateo 4:22-24

    Pretende también presentarlo como protocolo de guerra espiritual para la expulsión de demonios de los territorios que el reino de las tinieblas ha usurpado, y establecido en ellos un imperio de maldad.

    La expulsión de demonios está ampliamente documentada en los escritos del Nuevo Testamento.  En los evangelios se da fe de que Jesús lanzaba fuera demonios en toda reunión donde propició la predicación del Evangelio.

    No se puede separar la expulsión de demonios de la proclamación del Evangelio; de hecho, en la Gran Comisión, se presenta la urgencia de proclamar el Reino de Dios, y junto a ello se impone la práctica de expulsar demonios como evidencia de que se ha establecido el Reino de Dios en ese lugar.

    Y rodeaba Jesús por todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el Evangelio del Reino, y sanando toda enfermedad y todo achaque en el pueblo.   Mateo 9:35.

    Junto con el, id y haced discípulos,[1] se establece también las "señales que seguirán a los que creen en su nombre".[2]  Y entre dichas señales aparece la señal de, echaran fuera demonios.

    Cuando Jesús escoge a los apóstoles y los envía a predicar, el evangelista atestigua que Jesús les dio potestad de echar fuera demonios,[3] y claramente también establece que éste era su mensaje evangelizador. Jesús les hizo hincapié de que dijeran que hacían todas estas señales como evidencia de que el Reino de los cielos se ha acercado.[4]

    La expulsión de demonios se presenta también como cumplimiento del mensaje profético del Antiguo Testamento. Cuando Jesús presenta las credenciales de su ministerio, en la sinagoga de Capernaum,[5] y lee los escritos del profeta Isaías, Él declara que en Él se cumplen las promesas de liberación y restauración profetizadas por los profetas.[6]

    El sacerdote Zacarías, de la clase de Abías, profetizando sobre este advenimiento, tanto de Juan el Bautista como de Jesús, dijo que tal advenimiento era porque Dios "ha visitado y redimido a su pueblo, y todo esto como parte del juramento echo por Dios a Abraham".[7]

    La expulsión de demonios, es pues, las buenas nuevas que Dios ha dado a conocer a su pueblo que por años ha vivido bajo la opresión y cautividad, a expensas de la voluntad de Satanás.

    Pablo reconoce que aunque históricamente han surgido tribus y naciones poderosas que han oprimido al pueblo, en vista de que nuestra lucha no es contra sangre y carne, en realidad detrás de cada pueblo opresor ha estado Satanás escondiéndose para llevar a cabo su plan de destrucción.

    La expulsión de demonios es el cumplimiento de la palabra profética. Dios ha entregado la autoridad necesaria para someter bajo los pies a todos sus enemigos.[8] La restauración de la imagen perdida ha comenzado. Se restauran las Palabras divinas de cuando el hombre y la mujer fueron formados en el huerto del Edén, cuando al final de su obra vio Dios que era bueno en gran manera.[9]

    Salvación de nuestros enemigos, y de la mano de todos los que nos aborrecieron; Que librados de nuestros enemigos, sin temor le serviríamos en santidad y en justicia delante de él, todos nuestros días. Lucas 1:71-75.

    La expulsión de demonios, sin embargo, no puede ni debe entenderse, presentarse o proclamarse como conocimiento y/o práctica independiente de la doctrina del Reino de Dios. La Biblia no lo presenta de forma independiente.

    La expulsión de demonios es parte integral de la expresión doctrinal del Reino de Dios.  En la predicación del evangelio de Cristo Jesús, la expulsión de demonios es presentada como la evidencia de que el Reino de los cielos se ha acercado a los hombres.

    Dios le prometió a Abraham que la principal característica del pueblo que se estaba fundando por medio de su descendencia sería poseer las puertas de sus enemigos.[10]  Esta misma promesa fue confirmada y corroborada por Jesús cuando le declaró a Pedro que las puertas del infierno no prevalecerían ante la presencia de la iglesia.[11] Ambas Palabras establecen la presencia del Reino de Dios sobre la tierra.

    A partir de aquí, la regla que la Biblia establece y que se mantendrá como la vara de medir para quien ejerza el ministerio de la liberación, es que la expulsión de demonios es el resultado de haberse establecido el Reino de Dios en la posesión que las tinieblas tenían bajo su dominio.

    Quiere decir, entonces, que si en algún momento identificamos la necesidad de practicar la expulsión de demonios, esa necesidad nos debe exigir constatar que el Reino de Dios se está estableciendo dentro de esa área.

    No sólo se trata de conocer sobre los demonios y la forma de despojarlos de sus dominios, se trata de entender que la expulsión es parte de la doctrina del Reino de Dios y que su mensaje evangelizador debe contemplar despojar a los demonios de sus territorios con el único fin de que el Reino sea establecido en su lugar. Este es el Evangelio predicado por los apóstoles: Dios ha enviado a su unigénito hijo para trasladarnos del reino de las tinieblas al Reino de su amado hijo.[12]

    Y si por espíritu de Dios yo echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el Reino de Dios.

    Mateo 12:28; Lucas 11:20.

    La expulsión de demonios es el ejercicio de la autoridad delegada por el Espíritu Santo, en virtud de la imagen y semejanza del nuevo hombre restaurada por Jesús en la cruz del calvario. Conocemos el proceso, según la enseñanza establecida por revelación a través de los escritos del apóstol Pablo:

    por cuanto Jesús se humilló a sí mismo y fue obediente hasta la muerte, Dios le ensalzó Sobre todo principado, y potestad, y potencia, y Señorío, y todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, más aún en el venidero, Filipenses 2:8-10

    Y de esa autoridad tomamos nosotros por la fe en Jesús.[13] Se expulsan a los demonios porque se tiene conocimiento del Reino y se posee la autoridad de la imagen del Nuevo hombre.

    El propósito no es andar expulsando demonios, se trata de que el Reino de los Dios sea establecido en la tierra.  Expulsar demonios sin el cometido de que el Reino se establezca en el sitio, dominio o propiedad de las tinieblas expulsadas sería equivalente a echar nuestras perlas a los puercos,[14] y traería graves consecuencias posteriores dado que abriríamos la posibilidad de que las tinieblas reposicionen su anterior dominio y que el postrer estado sea peor que el primero.[15]

    Lamentablemente, no todos aceptan la expulsión de demonios como doctrina bíblica, vigente para nuestros días; y peor aún, son muchos los ministros quienes desde los pulpitos la desacreditan, volviéndonos con esto más susceptibles a la presencia del reino de las tinieblas en regiones completas, y aun dentro de iglesias locales.

    Temas doctrinales tales como el misterio de la iniquidad, identificada por Pablo en su segunda carta a los Tesalonicenses; los nicolaitas, señalada en apocalipsis; espíritu de fornicación mencionada en el libro del profeta Oseas, entre otros temas, no son ni siquiera material de enseñanza de los seminarios teológicos e institutos bíblicos.

    Aunque en el Antiguo Testamento no hay una referencia tan prolifera como en el Nuevo Testamento, la verdad es que el judío promedio sabia de la existencia de los demonios y el daño que le pueden provocar a la humanidad.

    Referencia dada por los mismos fariseos en torno a que Jesús echaba fuera a los demonios por Beelzebub, príncipe de los demonios,[16] es un dato contundente del conocimiento que ellos tenían de la interacción de los demonios en la actividad diaria. Este mismo Beelzebub citado en el Nuevo Testamento es el Baal-zebub citado en el segundo libro de Reyes, en el capítulo uno.

    Así pues, la ignorancia que sobre el tema se tiene de la intervención de los demonios y del reino de las tinieblas en la actividad humana y cotidiana, hace que la predicación e injerencia de la iglesia no sea tan contundente en el establecimiento del Reino de los cielos en esta tierra, y obviamente, nos hace más débiles para conservar territorios enteros. Es lamentable ver como regiones enteras se convierten en regiones narcos, en regiones dominados por maras y gánster.

    Es nuestra oración, que podamos ver que no estamos siendo efectivos como dispensadores de la Gracia de Dios. Que podamos ver cuánta semilla del Reino está siendo arrebatado desde el mismo corazón de aquellos en quienes fue sembrada.[17]

    No se trata de terreno, el terreno es bueno. Se trata de sembradores que están tirando la semilla pero sin el cuidado necesario para evitar que caiga entre espinos o pedregales que la malogran. Se trata de ministerios que no estamos siguiendo la instrucción de la Gran Comisión tal y como se presentó originalmente.

    Danos ojos, Señor, para poder ver con claridad y con discernimiento.

    www.ministerioscristorey.com

    Capítulo 1:Entendiendo la Visión del Reino de Dios

    "Entonces Jesús fue llevado del Espíritu al desierto, para ser tentado del diablo.  ²Y habiendo ayunado cuarenta días y cuarenta noches, después tuvo hambre.  ³Y llegándose a él el tentador, dijo: Si eres Hijo de Dios,...  El diablo entonces le dejó: y he aquí los ángeles llegaron y le servían."    Mateo 4:1-11

    El Reino de Dios y su justicia es el tema central de la predicación de Jesús.

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