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El Espíritu Santo Y Yo
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Libro electrónico167 páginas8 horas

El Espíritu Santo Y Yo

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Inspiracin divina
Este libro es una inspiracin que el Seor Jess me dio; cuando comenc a escribirlo el Espritu Santo me iluminaba y pona en mi mente y en mi corazn lo que deba escribir, y me llenaba con su presencia. Mientras escriba cada prrafo de este libro, la presencia del Seor Jess me administraba y me guiaba. Creo positivamente que aquellos que lean este libro sern iluminados y bendecidos por el poder del Espritu Santo.
Durante los 28 aos de mi ministerio como pastor siempre me he deleitado con la presencia del Espritu Santo, pero nunca tuve la idea de escribir un libro sobre el Espritu Santo hasta que l me inspiro hacerlo. El contenido de este libro no es una creacin personal, sino una iluminacin del Espritu Santo para guiar a los cristianos a vivir una vida unidos al Santo Espritu de Dios.
En cuanto a mi persona no tengo ninguna idea de lucrarme con esta obra, mas bien quiero ayudar a los cristianos a ser llenos con el poder del Espritu Santo y a conocer la voluntad de Dios para sus vidas, y sobre todo indicar como ellos pueden recibir y utilizar los dones espirituales.
Dr. Faustino Daz
IdiomaEspañol
EditorialXlibris US
Fecha de lanzamiento5 dic 2014
ISBN9781503516342
El Espíritu Santo Y Yo
Autor

Dr. Faustino Díaz

El Dr. Faustino Díaz es el fundador y obispo del concilio Luz Verdadera. En la actualidad, es pastor de la iglesia central con más de seiscientos miembros. También es director del programa radial “Amparo del Altísimo.” En su ministerio ha recorrido la mayoría de países de centro y sur América, incluyendo Europa. Su meta es de seguir plantando iglesias y ayudar a aquellos que lo están hacendó y sobre todo proveer material a aquellos pastores que trabajan con reuniones familiares y animar a aquellos que no lo están haciendo.

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    Vista previa del libro

    El Espíritu Santo Y Yo - Dr. Faustino Díaz

    Copyright © 2014 por Dr. Faustino Díaz.

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2014920363

    ISBN:   Tapa Dura   978-1-5035-1635-9

    Tapa Blanda   978-1-5035-1636-6

    Libro Electrónico   978-1-5035-1634-2

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    RESERVADO TODOS LOS DERECHOS A MENOS QUE SE INDIQUE LO CONTRARIO © 2014 POR EDITORIAL LUZ VERDADERA

    CATEGORÍA: Iglesia cristiana / Enseñanza

    KJV

    Las citas bíblicas marcadas RV son de la Santa Biblia, versión Reina-Valera (Versión Autorizada). Publicado por primera vez en 1611. Tomado de la versión King James de la Biblia de referencia clásico, Copyright © 1983 por The Zondervan Corporation.

    Fecha de revisión: 11/11/2014

    Xlibris

    1-888-795-4274

    www.Xlibris.com

    619225

    CONTENTS

    Dedicación

    Introducción

    Capítulo 1 El Espíritu Santo y Yo

    Capítulo 2 Como se recibe el bautismo con el Espíritu Santo

    Capítulo 3 ¿Porque deben todos los Cristianos recibir el bautismo con el Espíritu Santo?

    Capítulo 4 ¿Qué debe hacer una persona cuando recibe el bautismo con el Espíritu Santo?

    Capítulo 5 Buscando la llenura del Espíritu Santo

    Capítulo 6 La unción con el Espíritu Santo

    Capítulo 7 Los dones del Espíritu Santo

    Capítulo 8 Don de profecía

    Capítulo 9 El don de sanidad

    Capítulo 10 Reprensión de demonios

    Capítulo 11 La Fe

    Capítulo 12 Diversos géneros de lenguas e interpretación de lenguas

    Capítulo 13 El don de milagros

    Capítulo 14 Don de descernimiento de espíritus

    Capítulo 15 Palabra de sabiduría

    Capítulo 16 Don de ciencia

    Capítulo 17 La intima comunión con el Espíritu Santo

    DEDICACIÓN

    Dedico este libro a quien me inspiro a escribirlo, el Espíritu Santo; yo solo soy un instrumento de su presencia; sin Él nada puedo hacer. También quiero agradecer a todos los hermanos que de una forma u otra ayudaron para hacer posible que este ejemplar llegara a sus manos, y sobre todo a los que trabajaron imprimiendo el libro.

    Quiero agradecer a la editora y al compositor, quienes hicieron un trabajo muy especial en la edición y la composición de este libro.

    Como Escritor deseo que al estudiar este libro sean edificados en el poder de Dios y de su Espíritu Santo. De mi parte estaré orando para que el Señor lleve a cabo el plan que tiene con usted.

    INTRODUCCIÓN

    El Bautismo en el Espíritu Santo es la puerta inicial por donde podemos entrar y encontrar los dones espirituales. Después de ser bautizado con el Espíritu Santo podemos pedir los dones espirituales y el Señor nos los dará de acuerdo a su voluntad.

    Dios tiene un propósito con cada uno de nosotros. Cuando somos bautizados con el Espíritu Santo, Dios nos equipa con los dones que necesitamos para llevar a cabo la obra que él desea con nosotros.

    En nuestros tiempos el Bautismo con el Espíritu Santo se ha hecho opcional; solo las personas que lo quieren lo piden, y las demás permanecen como si no fuera necesario. Son muchas las explicaciones que dan aquellos que no buscan este Bautismo, pero lo cierto es que si no hay bautismo no hay unción, no hay poder para reprender demonios, no hay poder para sanar a los enfermos, no hay poder para que acontezcan milagros, porque todas las obras milagrosas acontecen por obra del Espíritu Santo a través de la oración.

    Muchas denominaciones están en contra del Bautismo en el Espíritu Santo; su argumento es que desde que creímos fuimos sellados con el Espíritu Santo; pero una cosa es ser sellado y otra cosa es ser bautizado con el Espíritu Santo. El cello nos identifica como propiedad de Dios, mientras que el Bautismo en el Espíritu Santo nos da poder y unción para llevar a cabo el plan de Dios aquí en la tierra.

    Un cristiano sin el bautismo del Espíritu Santo es como un foco sin electricidad, como un refrigerador sin corriente, como una bomba sin fulminante. Sabemos como funciona un refrigerador, pero sin corriente no puede enfriar; una bomba sin fulminante no explota y a usted no le sirve para nada. El poder del Espíritu Santo es lo que nos hace útil para toda buena obra.

    Algunas religiones dicen que el bautismo en el Espíritu Santo era para los tiempos apostólicos, pero el tiempo apostólico no ha terminado. Los hechos de la Iglesia están en pie; estos terminarán cuando Cristo venga. La Iglesia en el día de hoy es la misma Iglesia apostólica; la Iglesia no ha cambiado. Tenemos el mismo Dios, el mismo Señor y el mismo Espíritu Santo, y la dispensación de la gracia no ha terminado.

    Muchas denominaciones se burlan de los hermanos pentecostales que reciben el bautismo en el Espíritu Santo. Ellos dicen que es producto de la emisión de ellos, o de su estado nervioso, y muchos en su ignorancia llegan a pensar que ese bautismo puede ser del diablo. Es cierto que vivimos en medio de un mundo lleno de tinieblas y mucha confusión, pero si usted tiene un corazón sincero, Dios te guiará con su Santo Espíritu por el buen camino.

    Son muchas las religiones que existen en el mundo que están vacías; simplemente son teologías, psicologías, cátedras con grandes predicas, latas vacías que hacen grandes ruidos pero que no tienen poder ni unción. Quizás usted diga, ¡pero la gente aceptan a Cristo cuando ellos predican! La razón que las personas aceptan a Cristo cuando ellos predican es porque la palabra que ellos predican es Palabra de Dios y la Palabra de Dios tiene poder, pero lo demás es solo ruido.

    No estoy diciendo que las personas que no tienen el Bautismo con el Espíritu Santo no son salvas; lo que estoy diciendo es que las personas que no han recibido el Bautismo con el Espíritu Santo se están perdiendo una bendición muy grande que Dios quiere darles y tiene preparada para ellos.

    Los historiadores cuentan que en la Iglesia primitiva para ser uno miembro tenía primero que ser bautizado con el Espíritu Santo. Y para lograr esto reunían a todos los recién convertidos, los llevaban al desierto y no regresaban hasta que ellos recibieran el Bautismo con el Espíritu Santo.

    En aquellos tiempos el Bautismo con el Espíritu Santo se consideraba indispensable para aquellos que aspiraban administrar algún don espiritual en el altar. Los líderes que escogía la Iglesia tenían que estar llenos del Espíritu Santo; la escritura lo dice así: "Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo" (Hechos 6:3).

    CAPÍTULO 1

    El Espíritu Santo y Yo

    A todos nos gustaría poseer habilidades espirituales en las que pudiéramos ver la gloria de Dios, como sanar a los enfermos, reprender a los demonios, hacer milagros, profetizar, y mucho más. Dios desea hacer todo esto en nuestras vidas, pero hay un precio que debemos pagar, y no es con dinero, bienes materiales, o penitencias, sino con una vida entregada a Dios en obediencia a su palabra. El profeta Samuel dijo: "¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros" (1 Samuel 15:22). Dios está buscando hombres y mujeres para utilizarlos con poder y autoridad, pero ellos tienen que obedecer y creer todo lo que Él dice. Obedecer implica, en diverso grado, la subordinación de la voluntad a una autoridad mayor; es el acatamiento de una instrucción, el cumplimiento de una demanda o la abstención de algo prohibido. Son muchas las personas que tienen problema con la obediencia, porque en nuestra naturaleza humana no está el impulso a obedecer; Pablo decía, yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Somos nosotros los que debemos someternos y humillarnos a obedecer lo que Dios manda; si desobedecemos, el castigo va a llegar. Al igual que los padres castigan a sus hijos cuando estos desobedecen a las reglas establecidas, así Dios castiga a sus hijos cuando desobedecen a lo que esta establecido en su Palabra.

    La voluntad de Dios es bendecir a su pueblo

    La voluntad de Dios es bendecirnos con el poder de su Espíritu Santo, porque es a través de su Espíritu que Dios hace todas las cosas. Fue a través de su Espíritu que Dios abrió el mar rojo, fue a través de su Espíritu que Elías hiso descender fuego del cielo, fue con su Espíritu que Pedro sanó a los enfermos usando su sombra. Dios, cuando mueve su mano, lo hace a través de su Espíritu Santo. La naturaleza humana debe ser disciplinada y sometida a un régimen de santificación y obediencia para que la obra de Dios se pueda ver en la vida de sus hijos, puesto que todos los que han dedicado sus vidas para buscar a Dios en espíritu y en verdad han experimentado lo lindo y lo bello que es caminar cerca de Dios.

    En el tiempo del profeta Ezequiel, Dios buscó a una persona adecuada mediante quien pudiera dejar ver su gloria, pero no lo encontró, pues la Sagrada Escritura dice: "Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé" (Ezequiel 22:30). En nuestros tiempos pasa lo mismo, Dios quiere mostrar su gloria y sigue buscando hombres y mujeres que se pongan en la brecha. Nosotros servimos a un Dios que no miente, cuyas promesas están en la Biblia; lo que la Iglesia necesita son hombres y mujeres que, creyendo las promesas de Dios, estén dispuestos a entregar todo su ser al servicio de Dios. Servirle a Dios significa que tenemos que pagar un precio, pues tenemos que consagrarnos, y tenemos que vivir una vida sin tacha, integra, de la cual Dios no tenga que avergonzase. Estamos entregando nuestras vidas a Dios para que Él las utilice para su gloria. El cristiano promedio solamente se congrega pero no quiere compromisos: no diezma, no

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