Casa limpia o casa sólida: Una guía práctica para comprender la guerra espiritual, las fortalezas demoniacas y la liberación

Por Kimberly Daniels

 

 

Dios desea revelarle a usted el secreto para progresar en la vida aún cuando el enemigo desearía verlo a usted bajo tierra. ¡Llegó el momento para reclamar lo que Satanás le ha robado a usted! Con la protección y la unción de Dios, usted puede entrar en el campo de batalla, examinar el lugar, batallar y salir victorioso… ¡sin mucho esfuerzo!

 

¡Usted puede vivir en la cima!

Permítale a Kimberly Daniels mostrarle cómo deshacerse de esos problemas y esos pecados habituales hasta poder pararse espiritualmente fuerte en toda situación. Usted no tiene que vivir oprimido o adicto a toda clase de esclavitud porque ¡Jesús vino para hacerle libre!

 

¡La victoria es suya!

A Dios le encanta ver a sus hijos triunfar sobre el enemigo… ¡en Su nombre! Permítale a Dios enseñarle su estrategia. Tome las armas dadas por Dios y aprenda a utilizarlas con confianza mientras lee este manual básico de entrenamiento para la guerra espiritual.

• Idioma: Español
• Editorial: Casa Creación
• Fecha de lanzamiento: 26 sept 2012
• ISBN: 9781621361169

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LO QUE OTROS QUIEREN SABER

SOBRE ESTE LIBRO

Recomiendo entusiastamente esta enseñanza de Kim Daniels. Es un libro de revelación y visión sobre el ministerio de liberación. La liberación es un ministerio importante que requiere comprensión apostólica, y la penetración de Kim Daniels en el mundo espiritual es un don de Dios. Animo particularmente a los lectores a abrevar de su comprensión sobre puertas y guardianes. Este libro ayudará a los creyentes a entender las profundidades de la salvación y la liberación y dará a los lectores la capacidad de caminar con mayor unción y discernimiento para ayudar a los cautivos a ser libres.

—APÓSTOL JOHN ECKHARDT

La apóstol Kim Daniels dirige un ataque a toda máquina contra el enemigo en Casa limpia o casa sólida. Este libro es una invalorable guía para un eficaz ministerio de guerra espiritual y liberación. ¡Lo recomiendo entusiastamente a los guerreros cuyos corazones anhelan liberar a los cautivos!

—DR. KINGSLEY A. FLETCHER

ORADOR INTERNACIONAL Y ESCRITOR

RESEARCH TRIANGLE PARK, NORTH CAROLINA

¿Está deseando ser libre de una manera que nunca había experimentado antes? ¡Entonces, Casa limpia o casa sólida es para usted! En este provocativo libro, Kim Daniels le mostrará no solo cómo recibir su liberación, sino también cómo usted puede ser un instrumento para la liberación de otro. Al leer este libro, usted descubrirá una pureza y poder reservados para los que quieren vivir y caminar en la plenitud de Jesucristo.

—ROD PARSLEY, FUNDADOR Y PASTOR

WORLD HARVEST CHURCH

CEO DE BREAKTHROUGH MEDIA MINISTRIES

Casa limpia o casa

Sólida

KIMBERLY DANIELS

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Casa limpia o casa sólida por Kimberly Daniels

Publicado por Casa Creación

Una compañía de Charisma Media

600 Rinehart Road

Lake Mary, Florida 32746

www.casacreacion.com

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Internacional ©1999 por la Sociedad Bíblica Internacional.

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Las citas de la Escritura marcadas (BTX) corresponden a la

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Las citas de la Escritura marcadas (TLA) corresponden a la

Santa Biblia Biblia para todos. Traducción en lenguaje actual ©

2002 Sociedades Bíblicas Unidas. Usada con permiso.

La grafía y significado de los términos hebreos y griegos corresponden a la Nueva concordancia exhaustiva de la Biblia de Strong, de James Strong, Editorial Caribe, 2003. Usada con permiso

Traducido por: María Mercedes Pérez, María Bettina López y María del C. Fabbri Rojas.

Coordinación, revisión de la traducción y edición: María del C. Fabbri Rojas

Director de diseño: Bill Johnson

Originally published in the U.S.A. under the title: Clean House,

Strong House;

Published by Charisma House, A Charisma Media Company

Copyright © 2003 Kimberly Daniels

All rights reserved

Copyright © 2012 Casa Creación

Todos los derechos reservados

Visite la página web de la autora: www.kimberlydaniels.com

Library of Congress Control Number: 2012936699

ISBN: 978-1-62136-114-5

E-book ISBN: 978-62136-116-9

Dedicatoria

Dedico el contenido de este trabajo a mi mejor amigo, enamorado, protector, proveedor y todo eso: ¡Jesucristo! Señor, te presento todas las palabras que tú me has dado. Te devuelvo el ministerio que me diste. Te amo, Señor, y te doy las gracias por abrir los ojos de mi entendimiento, para que pueda a conocer la esperanza a la que he sido llamada.

Quiero manifestar que no soy nada sin ti. Te doy toda la honra, gloria y alabanza por haberme ayudado con este proyecto.

Tu bebé,

Kim

Al lector

¡GLORIA A DIOS! Por la gracia y misericordia de Dios, Él me ha ungido para entregar a su Cuerpo la información contenida en este libro. La Biblia nos dice que en todo ¡ lo que hagamos, debemos obtener entendimiento. Al obtener entendimiento, debemos tener cuidado de cómo oímos. Lucas 8:17-18 dice que no hay nada oculto que no vaya a ser revelado, ni secreto que no haya de saberse y salir a la luz. Tenga cuidado de cómo oye. Porque al que tiene conocimiento espiritual le será dado más, y al que no tiene conocimiento espiritual, aun lo que cree tener le será quitado.

Basándonos en este pasaje, hay una manera de escuchar. En la escucha de la Palabra, podemos obtener entendimiento de las cosas espirituales o perder lo que tenemos en la mente de la carne. Declaro que la sangre de Jesús está sobre su mente, en el nombre de Jesús. Oro para que usted tenga oídos para oír (correctamente) lo que Dios le está diciendo a su Cuerpo en las áreas de guerra y liberación.

Oro que usted tenga suficiente fundamento en la Palabra para que lo que hay en este libro no reduzca lo que usted ya tiene. Usted no puede leer este libro con la mente de la carne. La mente carnal no puede someterse a las cosas del Espíritu.

Declaro que dentro de usted, la llave se vuelve hacia la mente del Espíritu y desconecta la mente de la carne. Efesios 4:23 nos permite saber que debemos ser renovados en el espíritu de nuestras mentes. Esta es mi oración por los lectores de este libro: que usted va a recibir información e impartición de destruirán y enterrarán todos los pensamientos equivocados sobre el ministerio de guerra y liberación. Además, que su mente será atrincherada por verdad no adulterada, y se renovará en el Espíritu.

Antes de seguir adelante, debo explicar el título de este libro. Casa limpia o casa sólida se refiere a tener una casa sólida que está cimentada en el Señor, a diferencia de una casa que solo ha sido barrida, puesta en orden y adornada. La frase casa limpia se emplea en un sentido negativo. Con el fin de entender realmente esto, debemos estudiar tres palabras griegas.

1. Skoteinós: opaco y lleno de oscuridad; ser un bruto que no puede ver la verdad

2. Skótos: Una tiniebla confusa y turbia (que produce estafadores, mentirosos y engañadores)

3. Skotía: oscuro, no claro, sombrío, tibio, borroso, insípido, incapaz de distinguir

Nuestro próximo paso es citar escrituras con el significado de estas palabras griegas.

1. Lucas 11:34 nos dice que cuando el ojo es malo, el cuerpo está lleno de oscuridad (skoteinós).

2. Lucas 11:35 dice que nosotros, como creyentes, debemos tener cuidado de que la luz que hay en nosotros no sea oscuridad (skótos).

3. En Juan 1:5 nos encontramos con que a veces aunque la luz brille en las tinieblas (skotía), la oscuridad sigue sin comprenderla (LBLA, RV2000, SSE).

Mateo 12:43-44 pone la guinda en el pastel cuando dice que cuando un espíritu inmundo sale de un hombre (después de que somos liberados), busca lugares secos. Cuando el espíritu no puede encontrar un lugar seco, busca un lugar familiar (la persona en la que una vez habitó). Cuando encuentra la casa (el cuerpo) de esa persona barrida y limpia, vuelve a entrar con otros siete espíritus (peores que el que la había dejado). A pesar de que la oscuridad había sido barrida de esta casa, permitiendo que fuera expuesta a la luz, la oscuridad volvió a entrar, esta vez, siete veces más oscura y tenebrosa.

Es muy claro, basándonos en esas escrituras y en la interpretación de las palabras griegas clave enfatizadas, que no solo puede un cristiano tener un demonio, sino que aunque el mal haya sido barrido de su vida, y se le haya hecho conocer la luz, la oscuridad puede volver y él puede llegar a ser siete veces peor que antes de ser salvado y liberado.

Estas tres palabras griegas nos advierten que después de haber obtenido la luz, debemos tener cuidado de que ella no sea oscuridad. ¿Cuáles son las manifestaciones de que nuestra luz sea oscuridad?

• Operar de maneras oscuras o sombrías en el ministerio, incluso en el trato diario con la gente (Lucas 11:35).

• Caminar en un espíritu de tibieza. De la iglesia tibia fue de la única que Dios no tuvo nada bueno que decir cuando se dirigió a las siete iglesias en el libro de Apocalipsis (Apocalipsis 3:16).

• Exhibir o mostrar terquedad en la doctrina o una inclinación impía a ser religiosamente correcto, junto con un espíritu no enseñable. Esto promueve las tinieblas y obstaculiza las nuevas verdades. Eso conduce a que la fe naufrague y a una guerra que no es buena (1 Timoteo 1:18-20; 2 Timoteo 2:17-18).

• Ser un caldo de cultivo para la carnalidad sin disciplina espiritual en las áreas de lo que es santo y lo que es profano (Levítico 10:10).

Para resumir el significado del título y la visión de este trabajo, Dios le está diciendo a la iglesia del siglo XXI que es el momento de separarnos de las cosas del mundo que contaminan nuestras mentes y nos bloquean a la verdad. Esto es pertinente a nuestro empeño de manifestarnos nosotros mismos (a toda la creación) como los verdaderos hijos de Dios. Debemos evitar y renunciar a lo que nos haría operar en oscuridad y bajo el manto de la sombra.

El mundo debe poder distinguir la diferencia entre nosotros y todos los otros que vienen en nombre de Dios. Si no prestamos atención a esta palabra y tomamos las medidas necesarias para mantener nuestra liberación, las mismas cosas de las que fuimos liberados traerán la skotía a nosotros y nos harán ser siete veces peores.

Los siguientes pasajes van en apoyo de la verdad que hablo:

Es imposible que renueven su arrepentimiento aquellos que han sido una vez iluminados, que han saboreado el don celestial, que han tenido parte en el Espíritu Santo y que han experimentado la buena palabra de Dios y los poderes del mundo venidero, y después de todo esto se han apartado. Es imposible, porque así vuelven a crucificar, para su propio mal, al Hijo de Dios, y lo exponen a la vergüenza pública.

HEBREOS 6:4-7, NVI, ÉNFASIS AÑADIDO

para engañar, de ser posible, aun a los elegidos.

—MATEO 24:24, NVI

La palabra engañar en el griego es planáo, y significa hacer descarriar de la seguridad y la verdad. Literalmente, significa que se pasó de la luz de la verdad a la oscuridad del engaño.

Recuerde que estamos orando por avivamiento. Necesitamos un avivamiento en nosotros, y deseamos ver a las almas reviviendo desde el reino de las tinieblas a su luz admirable (1 Pedro 2.9), La palabra para admirable es dsaumastós, que significa una luz para ser admirada y deseada. Los que vienen deben ver la luz.

PREDICADORES

Predicador, si usted está predicando que un cristiano no puede tener un demonio o que una vez que una persona es salva, es siempre salva, ¡póngase de rodillas y arrepiéntase rápidamente! ¡Lo amamos a usted, pero odiamos un evangelio tan bonito! Jesús no predicó un evangelio bonito, y nosotros no podemos hacerlo.

Pablo, para mí, fue uno de los menos religiosos de los apóstoles. En realidad no caminó, durmió ni comió con el maestro como los demás. Fue criado por el diablo lejos de Cristo. Cuando empezó en su ministerio, él no estaba obligado por el statu quo o la moda de la iglesia.

¡Él anduvo por fe . . . El justo vivirá por fe (Hebreos 10:38)!

Oro por una unción paulina sobre usted, que lo saque del ministerio de agradar al hombre al ministerio del evangelio completo. No se trata de si su denominación lo hace o si sus compañeros lo están haciendo.

Únase a mí y haga lo que Jesús hizo. La liberación no es una opción: ¡es el ministerio de Jesucristo! ¿Está su casa limpia, puesta en orden y decorada? ¿Tiene su iglesia programas ininterrumpidos, y fluyen con tan hermosa precisión que ni siquiera el propio Espíritu Santo puede intervenir? Podemos estar en tal orden religioso que estemos fuera del orden de Dios.

Los demonios están buscando lugares que proclaman a Jesús, pero que están tan bellamente decorados y son tan carnales que Dios no podría moverse si quisiera. A veces el Señor tiene que ensuciar nuestra limpia casa y convertirla en una casa sólida para que la gloria sea para Él.

Mire este pasaje:

Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos.

Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos. La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.

—HAGEO 2:6–9, RV

La gloria postrera de la casa será mayor. Pero el Señor ha declarado que habrá primero un temblor. Este movimiento desencadenará el orden ¡el orden de Dios! Pero va a derribar el engaño demoníaco del orden (maravilloso) que se ha fijado en la casa de Dios para obstaculizar la verdadera gloria. La riqueza de los impíos es guardada para el justo, pero primero Dios tiene para sacudir algunas cosas.

¡La verdadera unción paulina nos lleva a conocerlo! Este conocimiento no está sólo en el poder de su resurrección, sino en la comunión con sus sufrimientos. Predicador, si usted quiere reinar con Él, como parte del sacerdocio, debe sufrir con Él en el ministerio como Él hizo en mayor medida.

La obra de liberación y guerra fue lo que Jesús hizo todos los días. Él salió victorioso. El propósito de este libro es que este ministerio no sea una cosa tan extraña. ¡Familiarícese con el ministerio de Jesucristo!

No estoy diciendo que la liberación sea todo lo que debemos hacer, pero estoy diciendo que Jesús dijo que cuando no estamos con Él en este ministerio, estamos contra Él (Mateo 12:30). Nos dispersamos cuando estamos llamados a reunirnos. ¡Deje que el Espíritu Santo estropee su casa limpia y haga de ella una casa sólida!

Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada.

Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación.

—MATEO 12:43–45

Contenido

Prólogo, por J. Lee Grady

1 El nuevo nacimiento

2 La placenta

3 ¿Quién es el hombre fuerte?

4 Tratar con el espíritu magnificador

5 ¿Liberación para mí?

6 ¿Por qué el diablo odia a las mujeres?

7 Servir: la clave del verdadero poder en el ámbito espiritual

8 Testimonios de liberación

9 El ministerio de Jesucristo

10 Pautas generales para una liberación eficaz

11 Protección sobrenatural en el ministerio de liberación

Conclusión

Apéndice A: Escrituras de combate para derrotar a nuestro enemigo

Apéndice B: Términos de guerra espiritual

Notas

Prólogo

LA BIBLIA NOS ofrece algunos curiosos detalles acerca de una de las seguidoras de Jesús, María Magdalena, en Lucas 8:2. El relato evangélico la describe como una mujer de la que habían salido siete demonios. No es así exactamente como a cualquiera de nosotros nos gustaría ser descritos, pero la liberación de María de estos espíritus malignos debe haber hecho un gran impacto en ella y en quienes la conocieron. Me pregunto si Lucas estaba viendo la escena cuando Jesús echó esos demonios de María, uno por uno. Si antes Lucas hubiera dudado del poder de Dios, ¡viendo la dramática sesión de liberación se habría hecho un creyente de él!

La experiencia de María me recuerda que el ministerio de liberación no es solamente algo que Jesús hace por los endemoniados que deambulan desorbitados por los cementerios y hablan con ellos. La liberación es para los que siguen de cerca a Jesús. De hecho, si realmente queremos tener intimidad con Jesús, deberíamos esperar que Él eche la oscuridad de nosotros. Muchos entre los que amamos al Señor, incluso los de ministerio de tiempo completo, siguen batallando con vidas controladas por adicciones, tendencias pecaminosas o esclavitud oculta que tratamos de esconder bajo nuestras respetables máscaras religiosas. No podemos echarle la culpar de nuestros problemas al diablo, sino que todos necesitamos a Jesús para liberarnos de las causas raíces de nuestro pecado.

Durante años los cristianos han discutido si es posible que un creyente nacido de nuevo tenga un demonio. Después de todo, ¿cómo puede un demonio vivir cómodamente junto con el Espíritu Santo? Yo solía hacer eso demasiado, hasta un día de 1988, cuando dos pastores echaron un demonio fuera de mí. Lo que sucedió ese día no cuadraba con mi teología, pero yo no podía descartar la experiencia.

Les pedí a estos dos hombres que oraran conmigo, porque estaba luchando con un hábito recurrente que ocasionó a mi vida una gran cantidad de culpa y vergüenza. Mientras hablábamos de mi pasado, fuimos identificando algunas experiencias dolorosas de mi infancia que, evidentemente, habían creado una oportunidad para que el diablo ganara un punto de apoyo. Mientras hablábamos y orábamos juntos empecé a llorar, simplemente porque nunca había compartido el dolor o la vergüenza con nadie.

De repente me di cuenta de que mis manos se contraían cada vez más. Una extraña sensación de adormecimiento se movió en mis brazos y en mi pecho. Después de unos cuantos minutos, se había extendido hasta el final a mi cara. Me sentí como si toda la parte superior de mi torso se hubiera paralizado. Incluso apenas podía mover la boca para hablar. Los dos pastores reconocieron de inmediato que se trataba de una manifestación de un espíritu demoníaco, y gentilmente me acostaron en el suelo y comenzaron a orar en forma más enérgica.

Uno de los pastores comenzó a mandarle al espíritu que saliera. Nada pasó durante un tiempo, y la tensión en mi cara y el pecho comenzó a ser realmente dolorosa. Era casi como si un pulpo invisible me estuviera apretando en un férreo control. Mis puños estaban cerrados y apretados, tenía la boca seca y la piel de mi cara se sentía como cuero. Pero de alguna manera sentí paz en mi corazón, porque yo sabía que Dios estaba realizando un milagro.

¡Sal de él! ¡En el nombre de Jesús!, gritó uno de los pastores. Después de algunos minutos empecé a sentir una presencia invisible pasando por mi abdomen, mi pecho y hacia mi cabeza. Yo no dije nada, pero el entumecimiento y la rigidez comenzaron a debilitarse. En unos quince minutos todo había terminado. Yo era libre.

A partir de ese momento de mi vida cristiana, llegué a comprender que hay veces en que Jesús puede y hará un milagro de liberación para rescatarnos del poder del diablo. Nosotros no debemos centrarnos en ello, y ciertamente no deberíamos prescribir la liberación como la respuesta a