Un guerrero de rodillas: Gane sus batallas a través de la oración.

Por David Ireland

¡El éxito en la vida requiere de la militancia espiritual!

Si deseamos lograr la victoria en el mundo físico, debemos comenzar con el mundo espiritual.  Un guerrero de rodillas ofrece una valiosa guía de instrucciones para lanzar un ataque espiritual contra Satanás y reclamar las promesas de Dios para nuestra vida.  A través de acciones prácticas arraigadas en la oración, se ofrecen respuestas a preguntas como estas:

• ¿Qué es exactamente la guerra espiritual?
• ¿Cómo he de luchar por las promesas de Dios?
• ¿Cómo distingo entre las pruebas y los ataques espirituales?
• ¿Cómo puedo ayudar a los demás a hacer suyas las promesas de Dios?

Como cristianos, hemos sido llamados a luchar.  Es necesaria la mentalidad y la pasión  de un guerrero en nuestra vida de oración para recuperar nuestra vida profesional, avivar un matrimonio satisfactorio, fomentar una relación sana con nuestros hijos y obtener cada promesa que valga la pena recuperar.  Pero este proceso comienza de rodillas.

• Idioma: Español
• Editorial: Casa Creación
• Fecha de lanzamiento: 1 mar 2016
• ISBN: 9781629988733

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guerrero.

Capítulo 1

CÓMO SE HACE UN GUERRERO DE RODILLAS

HACE CINCO AÑOS, UN SIMPLE SUEÑO nocturno me enseñó más sobre la oración que seis años de seminario, incluso después de dos décadas de servicio pastoral. Al igual que muchos cristianos, creía que mi vida de oración era satisfactoria. Pero Dios tenía una opinión diferente. Suena extraño, ¿no? Después de todo, soy un predicador.

Cada semana comparto la Palabra de Dios con miles de personas que padecen de hambre espiritual. Ellos se acercan en busca de comprensión bíblica y de herramientas que permitan que su relación con Dios sea más fuerte. Pero, una extraña noche el Señor me mostró su perspectiva sobre mi vida de oración y lo que Él quería que yo hiciera al respecto.

Soñé que estaba trabajando en un complejo de oficinas rodeado de bosques y de vida silvestre. Cuando salí del edificio y caminé a plena luz del día, sabía que algunos miembros de mi personal aún permanecían en la oficina. Para mi sorpresa, grandes aves, como halcones y buitres, yacían heridas o muertas afuera del edificio. Era una escena aterradora. Estas aves majestuosas estaban esparcidas por todas partes, derrotadas y sin fuerzas en un lecho de rocas. Estaba claro que estaba en medio de una zona de guerra, donde los pájaros habían sido protagonistas de un combate mortal y habían perdido.

A través de la oración recuperamos

nuestras fuerzas para derrotar al

enemigo y llevar a cabo la voluntad

de Dios para nuestra generación.

De repente noté un águila entre las rocas, aparentemente escondida y muy agotada. Se estremeció en un esfuerzo por recuperar fuerzas. Estaba tan metida en la hendidura entre las rocas que los halcones y los buitres no podían verla. Me pregunté quién habría matado todos estos pájaros y rápidamente pude entender que el águila había derrotado a todos sus atacantes. Entonces vi remontar al águila con un graznido feroz. Mientras volaba sobre el lecho de rocas, tomó a un halcón y lo llevó hacia el cielo. Aunque el halcón luchaba por su vida, no podía liberarse de las afiladas y poderosas garras del águila. En unos momentos el águila hundió su afilado pico en el cuello del halcón. Mientras miraba la escena tratando de averiguar lo que estaba pasando, el águila sacó el pico del cuello del halcón, le levantó un ala, y le hundió el pico en el corazón para matarlo.

Al ver esto, rápidamente corrí hacia la oficina para conseguir a mi pastor ejecutivo y mostrarle esta escena única, pero no lo pude encontrar. Busqué en la oficina de uno de los pastores asociados, y tampoco estaba allí. Tomé el teléfono más cercano y llamé a un segundo pastor asociado. Este respondió el teléfono, pero dudó cuando le rogué que nos reuniéramos rápidamente en mi oficina. En el sueño fue claro: este pastor no estaba bien espiritualmente. Su pasión por la oración había menguado tanto, que no pudo detectar la urgencia del momento. Entendí claramente que su antena espiritual estaba terriblemente apagada. A pesar de ser un buen hombre, estaba completamente alejado de las actividades del Espíritu Santo y la dinámica de la guerra espiritual. Me di por vencido instándole a que fuera hasta donde yo estaba porque no sería de ninguna utilidad. Entonces el sueño terminó abruptamente. Me desperté temblando, así que de inmediato busqué al Señor pidiendo la interpretación de este sueño.

Esto es lo que Dios me reveló: las rocas representan la guerra espiritual que todos enfrentamos. El águila representa al cristiano que ha estado cansado y aparentemente derrotado por las batallas de la vida. Los halcones y buitres son los demonios que trabajan para destruir la sociedad y la vida de las personas, pero lucían heridos y muertos como una señal de su derrota. Dios me permitió ver cómo los poderes del enemigo serán conquistados por las águilas que recuperen sus fuerzas para pelear la buena batalla de la fe. La clave estaba en la necesidad del águila de retirarse entre las rocas para recuperar sus fuerzas para la batalla. Esconderse en la hendidura de las rocas es un símbolo de oración y de espera en el Señor (Is. 40:29–31). A través de la oración recuperamos nuestras fuerzas para derrotar al enemigo y llevar a cabo la voluntad de Dios para nuestra generación.

Luego de entender la revelación de Dios, supe que Él quería más de mí. Ser simplemente un hombre que oraba no era suficiente. Dios estaba diciéndome: "David, quiero que seas un hombre de oración".

Usted se estará preguntando cuál es la diferencia entre ser un hombre que ora y un hombre de oración. La diferencia es que ser un hombre de oración es convertirse en un guerrero de rodillas, alguien que ora con la intensidad de un boxeador profesional y que derriba con fuerza los obstáculos creados por el enemigo para entorpecer el propósito de Dios y la calidad de vida que Él nos ha llamado a experimentar.

Yo creé la frase guerrero de rodillas después de ver cómo el gran estadista Daniel luchó y derrotó las severas atrocidades de su época orando tres veces al día (Dn. 6:10). Él sabía que el poder de la oración podría derrotar a la más severa opresión demoníaca y el trato inhumano de la creación más alta de Dios, la humanidad. Además, Daniel nos dio un ejemplo de cómo un guerrero de rodillas puede formar parte de las altas esferas del Gobierno y aun así seguir siendo humilde ante Dios sin ver la oración como una función o un deber sin importancia.

Los campeones no se forman en los

gimnasios. Los campeones están hechos

de algo que tienen muy dentro de ellos,

un deseo, un sueño, una visión.

El estudio de Daniel me hizo aún más decidido. Convertirme en un guerrero de rodillas significaba más para mí que obtener el doctorado. Se hizo más imprescindible para mí que escribir libros o incluso levantar una iglesia próspera. Cuando escuché la motivación y la voz del Señor y entendí lo que Él me estaba llamando a hacer, lloré con la certeza de que mi vida estaba a punto de ser transformada completamente. Sabía que tenía que reevaluar y reorganizar todas mis prioridades y responsabilidades como esposo, padre y pastor para convertirme en el guerrero de rodillas que Dios me estaba llamando a ser. Las horas, entre las cuatro y las seis de la mañana, que había designado como algo sagrado para Dios, se convertirían ahora más que nunca en mi estación de batalla diaria como un guerrero de rodillas.

¿TIENE USTED EL DESEO DE CONVERTIRSE EN UN GUERRERO DE RODILLAS?

De niño, admiraba la confianza y la convicción de Muhammad Ali, que no es cristiano, pero que era profundamente perspicaz respecto a la mentalidad de los combatientes eficaces. Una vez, para amedrentar a un retador del título de peso pesado, Ali dijo: "Los campeones no se forman en los gimnasios. Los campeones están hechos de algo inmaterial que llevan dentro de ellos, un deseo, un sueño, una visión. Deben tener una resistencia de último minuto; deben ser un poco más rápidos; deben tener tanto la habilidad como la voluntad. Pero la voluntad debe ser más fuerte que la