Algo personal
Por JESSICA STEELE
5/5
()
Información de este libro electrónico
Chesnie Cosgrove estaba emocionada desde que había empezado a trabajar para el guapísimo magnate Joel Davenport. Lo más difícil de aquel empleo no era las exigencias de Joel, que eran muchas, sino la cantidad de mujeres que intentaba seducirlo.
Las tornas cambiaron cuando Joel se enteró de que Chesnie estaba saliendo con su máximo rival. La mejor manera de solucionar aquel pequeño problema era anunciar su propio compromiso... ¡con Chesnie! Pero ¿su proposición era estrictamente profesional... o había también algo personal?
JESSICA STEELE
Jessica Steele started work as a junior clerk when she was sixteen but her husband spurred Jessica on to her writing career, giving her every support while she did what she considers her five-year apprenticeship (the rejection years) while learning how to write. To gain authentic background for her books, she has travelled and researched in Hong Kong, China, Mexico, Japan, Peru, Russia, Egypt, Chile and Greece.
Lee más de Jessica Steele
La esposa más adecuada: Primer amor (2) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Autores relacionados
Relacionado con Algo personal
Títulos en esta serie (100)
Una larga espera Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un bello romance Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Rescatar un corazón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El sabor del paraíso: Good time café Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAprendiendo a amar Calificación: 5 de 5 estrellas5/5¡Cásate conmigo! Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Un amor persuasivo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El secreto de la heredera Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Más allá del amor Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Esposa a medida Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La mejor proposición Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Más de cien besos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesConspiración para dos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El sueño de su vida: El deseo de un padre Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La mejor familia Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Dos bodas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Ganar el amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Regalo de Navidad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesBajo el muérdago Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Ocurrió en Venecia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Corazón de madre Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los planes del jefe Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPapá por error Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La pasión del jeque Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El hogar del corazón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn retorno inesperado Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Algo tan irresistible: Duos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El valor de un millonario Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Secretos en palacio Calificación: 5 de 5 estrellas5/5LLuvia en el corazón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Libros electrónicos relacionados
Un beso apasionado Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un matrimonio poco convencional Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCautivos del destino: Amantes y enemigos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Mentir por amor: Valle de pasión (2) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn brote de esperanza Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La novia del diplomático Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un pasado por descubrir Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El despertar del amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La mejor familia: Primer amor (4) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPerdiendo el control Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un millonario en su puerta Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Al son del amor: Historias de Larkville (2) Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Un amor imperfecto Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSe necesita amante Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna herencia para compartir Calificación: 5 de 5 estrellas5/5En brazos del ranchero: Cattlemans Club: desaparecido (7) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Rozando la tentación Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Juego de voluntades Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLecho de mentiras Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Defensa apasionada Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Caricias y diamantes Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Pasión en hollywood Calificación: 4 de 5 estrellas4/5No sin tu amor Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEn busca del amor Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Pasión y diamantes Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Imposible resistirse: El castillo Wolff (3) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Una dama de ciudad: Hombres indómitos de Rust Creek Falls (3) Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Conflicto de amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La heredera y el millonario: Cattlemans Club (4) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El valor de un millonario Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Romance para usted
Tesoro Oculto Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Después de Ti Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Don Quijote de la Mancha Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Contrato con un multimillonario, La obra completa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El mercader de Venecia Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Resiste al motero Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Contrato por amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/550 Microrrelatos calientes Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Vendida al mejor postor Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Fiesta de empresa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Novio por treinta días Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Tres años después Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Esposa por contrato Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Marcada por el alfa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Prometida falsa Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Matrimonio de conveniencia Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un hombre de familia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Dos Mucho para Tí Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un orgullo tonto Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Una virgen para el billonario Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Padre a la fuerza Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Putita Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Esclava de tus deseos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Hielo y Fuego Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Al Borde Del Deseo: Romance De Un Millonario: Los Secretos Del Multimillonario, #1 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Año del Billonario Vol. #1 : Conociendo su Secreto Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Llámame bombón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Tú de menta y yo de fresa Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Un capricho del destino Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Comentarios para Algo personal
1 clasificación0 comentarios
Vista previa del libro
Algo personal - JESSICA STEELE
Editado por HARLEQUIN IBÉRICA, S.A.
Núñez de Balboa, 56
28001 Madrid
© 2002 Jessica Steele
© 2014 Harlequin Ibérica, S.A.
Algo personal, n.º 1776 - julio 2014
Título original: A Professional Marriage
Publicada originalmente por Mills & Boon®, Ltd., Londres.
Publicada en español en 2003
Todos los derechos están reservados incluidos los de reproducción, total o parcial. Esta edición ha sido publicada con autorización de Harlequin Books S.A.
Esta es una obra de ficción. Nombres, caracteres, lugares, y situaciones son producto de la imaginación del autor o son utilizados ficticiamente, y cualquier parecido con personas, vivas o muertas, establecimientos de negocios (comerciales), hechos o situaciones son pura coincidencia.
® Harlequin, Jazmín y logotipo Harlequin son marcas registradas propiedad de Harlequin Enterprises Limited.
® y ™ son marcas registradas por Harlequin Enterprises Limited y sus filiales, utilizadas con licencia. Las marcas que lleven ® están registradas en la Oficina Española de Patentes y Marcas y en otros países.
Imagen de cubierta utilizada con permiso de Harlequin Enterprises Limited. Todos los derechos están reservados.
I.S.B.N.: 978-84-687-4697-5
Editor responsable: Luis Pugni
Conversión ebook: MT Color & Diseño
Capítulo 1
El señor Davenport la está esperando.
Chesnie sintió que le daba un vuelco el corazón, pero se puso en pie con elegancia y siguió a Barbara Platt, la mujer a quien esperaba sustituir, al despacho contiguo.
–Chesnie Cosgrove –anunció Barbara al hombre alto y rubio que lo ocupaba.
–Gracias, Barbara –contestó este, que tendría unos treinta y seis o treinta y siete años–. Siéntese, señorita Cosgrove –le indicó Joel Davenport cuando su secretaria se hubo retirado–. ¿Le ha costado encontrar la empresa? –añadió en tono agradable mientras observaba a aquella mujer de ojos verdes y pelo ámbar.
–No –contestó ella, pensando que era difícil no ver las oficinas de Yeatman Trading.
–Bien… Hábleme de usted –le indicó Joel Davenport comenzando la entrevista.
–He estudiado…
–Si no supiera que tiene tres años de experiencia como secretaria de dirección, que escribe a máquina increíblemente rápido y que, según su antiguo jefe, posee unas habilidades natas para la organización y la comunicación, no estaría aquí –la interrumpió.
¿De verdad quería aquel trabajo? ¡Aquel tipo era realmente duro! Antes de llegar frente a él había pasado dos entrevistas en Recursos Humanos. Obviamente, aquel hombre lo sabía todo sobre ella. ¿Y por qué no volverse a Cambridge? Porque había decidido probar suerte lejos de allí y debía intentarlo. Decidió dar otra oportunidad a Joel Davenport.
–Tengo veinticinco años –dijo dándose cuenta de que eso, evidentemente, también lo sabría–. He trabajado siempre en Cambridge –añadió. «Tranquila, Chesnie, tranquila», se dijo–. ¿Qué quiere saber exactamente?
Joel Davenport la miró fijamente.
–Tiene usted unas referencias inigualables. Lionel Browning pensaba que es usted la mejor secretaria del mundo. Obviamente, la estima mucho.
–Y yo a él –contestó Chesnie.
–Entonces ¿por qué se ha ido?
Pensó en contestar lo mismo que les había dicho a los de Recursos Humanos, que deseaba un puesto mejor, pero decidió que no quería mentir a aquel hombre que podría convertirse en su nuevo jefe.
–Siempre me han gustado los retos y quería mejorar en la profesión…
–¿Pero?
–Pero nunca habría dejado a Lionel si no hubiera sido porque su hijo decidió incorporarse a la empresa. La compañía de Hector Browning se arruinó y entonces decidió echarle una mano a su padre.
–¿No se llevaban bien?
–Eso no es relevante a nivel profesional –contestó Chesnie muy digna.
–Entonces ¿qué fue mal?
–¡Todo! –contestó sinceramente. Aquella entrevista iba fatal, así que ya no tenía nada que perder–. El mismo día que mi casero me anunció que iba a vender la casa en la que vivo y que debía buscarme otro sitio, tuve una buena pelea con Hector.
–¿Suele pelearse con las personas con las que trabaja?
–¡Lionel y yo no intercambiamos una palabra más alta que otra en todos los años que trabajé con él! –exclamó Chesnie pensando que, sin embargo, con Joel Davenport podría pelearse en cualquier momento.
–¿Hector Browning la trató mal?
–Eso me habría dado igual –contestó Chesnie haciendo una pausa–. Lo que no podía soportar era… Verá, por lo comentarios que hacía, me di cuenta que no podía soportar que su padre y yo estuviéramos tan unidos –volvió a dudar, pero decidió seguir. Al fin y al cabo, era inocente y estaba contando la verdad–. Cuando Hector me acusó de tener una aventura con su padre, supe que uno de los dos se iba a tener que ir de allí y obviamente iba a ser yo, porque él es su hijo.
–Dimitió.
–Me fui la semana pasada…, cuando finalizó el mes.
–¿Y era cierto? –preguntó Joel Davenport.
–¿A qué se refiere?
–¿Era cierto que tenía usted una aventura con su padre?
Chesnie lo miró con los ojos muy abiertos. ¿Cómo se atrevía a hacerle aquella pregunta?
–¡Claro que no! –contestó muy digna.
Joel Davenport asintió y no insistió, así que ella asumió que la creía.
–El departamento de Recursos Humanos ya le habrá explicado otros aspectos del cargo: el sueldo, la jubilación y las vacaciones. Supongo que le parecerán bien o no estaría aquí…
–Me parecen bien –contestó Chesnie.
¿Bien? ¡Le parecían insuperables!
–Le aseguro que el puesto está bien pagado, pero la persona que lo ocupe se lo va a ganar de verdad. Mi secretaria personal tiene que tener cien por cien de disponibilidad –le explicó–. Aparte de sus estudios y su experiencia, es usted una mujer guapa y supongo que tendrá varios admiradores –añadió. Aquello la sorprendió.
No tenía ninguno y, además, lo último que buscaba en su vida era una relación, pero, de repente, en un alarde de feminidad, le dejó creer lo contrario.
–Le aseguro que no interferirán en mi trabajo.
–A veces, puede que tenga que venir conmigo a las oficinas de Glasgow –le advirtió él–. ¿Y si la aviso media hora antes de que empiece la representación teatral a la que va con el hombre de su vida?
–Espero que el hombre de mi vida sepa disfrutar de una obra de teatro con o sin mí –contestó Chesnie.
–¿No existe ese hombre todavía?
–No.
–¿No tiene planes de casarse ni nada parecido?
Chesnie lo estudió despacio y se dio cuenta de que aquellos grandes ojos azules la estaban escrutando también.
–No estoy ni remotamente interesada en casarme –contestó por fin.
–Parece como si tuviera usted algo en contra del matrimonio.
Con el ejemplo de sus padres y de sus hermanas, como para no tenerlo…; pero no se lo dijo.
–Creo que, según las últimas estadísticas, el cuarenta por ciento de las parejas que se casan se divorcian. Me interesa más el trabajo que el matrimonio, la verdad.
Joel Davenport asintió.
–¿Sigue viviendo en Cambridge?
–Sí, de momento sí, pero estoy pasando unos días en casa de mi hermana aquí en Londres.
–Ya sabe que se tendría que mudar aquí, claro. ¿Ha buscado ya un piso?
–No, me pareció más sensato que, primero, me dieran el trabajo –contestó, sorprendida al verlo ponerse en pie.
–Pues vaya buscando –le dijo amablemente.
Chesnie lo miró. Obviamente, la entrevista había terminado. Se levantó
–Me gustaría que empezaras el lunes, Chesnie –sonrió dándole la mano.
Chesnie mantuvo la compostura y la seriedad hasta que hubo abandonado el edificio de Yeatman Trading, pero, una vez en la calle, sonrió encantada. ¡Lo había conseguido!
Le apetecía aquel trabajo. Iba a ser duro, pero aquello había sido una constante en su vida. Trabajo y más trabajo, siempre ocupada.
Mejor que casarse, desde luego.
Sus padres se habían llevado mal toda la vida y ninguna de sus hermanas tenía una bonita historia de amor.
Nerissa se casó por primera vez cuando ella tenía doce años. La relación había durado muy poco y su hermana mayor no tardó en volverse a casar y en cansarse de su segundo marido.
Robina, la segunda, se pasaba el día entre la casa que compartía con su marido y la de sus padres. Siempre estaban