Ania Iglesias confiesa que hace más de veinte años su vida cambió cuando entró en la casa de “Gran Hermano”. Pero lo que no sabía es que la vida le tenía preparado un revés: su novio, con quien se iba a casar, le era infiel. La actriz confiesa que cuando se enteró de todo y fue tirando del hilo, no se lo podía creer y que se llegó a sentir “tonta”. Lo que no se esperaba Ania era que Javier, con quien empezó una relación hace cinco años, le había sido infiel múltiples veces desde el principio.
Ahora ya lo ha asimilado y ha empezado a vivir una nueva vida. No está cerrada al amor y ha vuelto al teatro con “Divorcio a la española”,