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Sin hacer preguntas
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Sin hacer preguntas

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Sin hacer preguntas retoma donde es dejada 'Tormentas', en el jardín trasero de Jeff Barton donde dará una barbacoa para lo vecinos, familia y amigos. Pero la fiesta debe terminar abruptamente cuando el cuerpo de un niño de once años, el hijo de una vecina de Jeff, es encontrado en los bosques de la zona. A medida que se van descubriendo los secretos de todos los que lo rodean, él se pregunta si el asesino podría estar entre alguno de ellos. Mientras intenta llevar su relación amorosa con su compañera de trabaja, la detective investigadora Rebecca Stockon, a un nivel mayor, la investigación lo lleva a retomar la confrontación con su némesis Bernie Connelly, uno de los gangsters más notorios de Manchester, quién, a su vez, tiene un gran interés en encontrar al asesino del niño, llegando a tomar nombres de una lista de pedófilos que son los principales sospechosos. Sumado a todo lo demás, es un caso de corrupción política que puede o no estar conectado con los asesinatos y esto prueba que se trata de uno de los casos más difíciles de resolver de Jeff Barton.

IdiomaEspañol
EditorialBadPress
Fecha de lanzamiento18 ago 2015
ISBN9781507117903
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    Sin hacer preguntas - David Menon

    SIN HACER PREGUNTAS

    UNA NOVELA DE DAVID MENON

    Copyright  2014 Silver Spring Press.

    Segunda Edición, Abril 2015.

    Todos los derechos reservados por el autor.

    © de la traducción, Sabrina Ferrino.

    La siguiente es una obra de ficción. Cualquier semejanza con la realidad y cualquier persona real, viva o muerta, es pura coincidencia.

    ––––––––

    David nació en Derby, Inglaterra, en 1961 y ha vivido en el Reino Unido toda su vida, sin embargo, en el presente, se encuentra viviendo en París, Francia. En 2009 abandonó su carrera de gran trayectoria en la industria de aerolíneas para cumplir su sueño como escritor. Ha publicado, ya, varios libros incluyendo las series de las novelas criminales protagonizadas por el Detective Inspector Jeff Barton y localizadas en Manchester, Reino Unido, y las series de Stephanie Marshall, localizadas en Sydney, Australia. También creó las series de la detective Sara Hoyland que comienzan con el libro Fall from Grace. Además de ser un escritor de tiempo completo, David viaja dos o tres veces al año a San Petersburgo a enseñarle Inglés a estudiantes rusos. Sus pasatiempos incluyen, viajar, la política, asuntos de actualidad internacional, todo lo relacionado a literatura, películas, televisión, teatro y música, y es un seguidor devoto de la cantante y compositora Stevie Nicks a quien él llama la voz de su mundo interior. Ama la comida Hindú, un gin tonic que sea pesado en la g y liviano en la t, y un vaso o tres de vino tinto. Bueno... eso no lo hace una mala persona.

    www.davidmenon.com

    www.facebook.com/davidmenoncrimefictionauthor

    www.amazon.co.uk

    Con un agradecimiento especial a Paul Barker por ayudarme a terminar de darle forma a esta edición.

    Otras obras de David Menon.

    Series del Detective Inspector Jeff Barton:

    Sorcerer.

    Fireflies.

    Storms.

    Straight back.

    Series de la Detective Inspectora en Jefe Sara Hoyland:

    Fall from Grace.

    Beautiful Child.

    Best Friend, Worst Enemy.

    Series de Stephanie Marshall:

    What Happened to Liam?

    Could Max Burley be a killer?

    Un misterio en Peak District con Danny Holdsworth:

    The Murder in His Past.

    The Murder of a Good Man. – próximamente. The Wild Heart.

    Historias cortas:

    Kind of Woman.

    Losing Grip.

    Una vez más, esto es para Maddie que me guió por este largo túnel de oscuridad y me ayudó a regresar a la luz... y para todos mis amigos que estuvieron a mi lado mientras yo esperaba que mi sueño se hiciera realidad.

    UNO

    Gary Mitchell era un verdugo. Había heredado el último negocio de su padre hacía unos años y aún conservaba el letrero en el cual se leía G. Mitchell e hijo. La G era por George, el nombre de su padre. Gary y su esposa, Debbie, habían intentado tener hijos por años, pero jamás lo lograron, y ahora que estaban en sus cuarenta el reloj los apuraba, especialmente para Debbie, por lo que ahora había decidido hacerse un tratamiento de fertilización in vitro. Ya hacía un tiempo que lo venían intentando por este método y tampoco obtenían resultados, lo que hacía que Debbie se desesperara aún más y su obsesión creciera. Gary había querido adoptar, pero Debbie rechazó por completo la idea. Ella tenía que tener su propio hijo y no el de otro. Era una posición bastante irracional viniendo de una mujer que se caracterizaba por verle el lado racional a todo. Mientras Gary estaba levantando su negocio, Debbie había ido a la universidad como una estudiante madura y había logrado obtener un título en administración. Ella era ahora la gerente y era responsable de las estrategias de planificación. Ella tenía un salario más allá del de Gary y estaban económicamente cómodos. Luego de veinte años de matrimonio, ambos se conocían desde el pelo hasta la punta de los pies pero Gary estaba seguro que su esposa no sabía de sus pequeñas visitas a Lucy cruzando la calle o algunas de esas otras veces en las que él había sido un santo solo cuando su matrimonio corría peligro.

    Eso fue mágico, como siempre, Lucy Lou, dijo Gary mientras salía de encima de ella y se recostaba en la cama. Seguía exitado. Absolutamente mágico.

    Lucy deslizó su mano por la panza de Gary y subiendo hasta su varonil pecho cubierto de vellos. Ella reposó su cabeza sobre el pecho de su amante y dejó salir un suspiro de satisfacción. Él siempre lo había por ella; nunca la dejaría atrás. Si solo pudiera considerarla de otra forma además de solo sexo. Él Cruzó su brazo por la espalda de Lucy y la acercó a él. Ella no quería que él se fuera. Nunca quería que se fuera. Pero ahora el trato ya estaba hecho, ella sabía que una parte de él querría volver al otro lado de la calle a pasar el día de descanso en esa acogedora casa con la deliciosa Debbie. A Lucy nunca le había gustado Debbie. Incluso sin toda la complicación de dormir con su marido, Lucy pensaba que Debbie era una snob pretenciosa que la miraba por sobre el hombro porque ella era una madre soltera y la única residente de la calle que alquilaba en lugar de ser propietaria.

    ¿Ya has tenido tu comida de domingo? Le preguntó Lucy con desinterés. Por alguna razón insondable le parecía lo único sensato para decir.

    No, Respondió Gary. Pensó que era una pregunta algo extraña, pero estaba acostumbrado a eso con Lucy. Ella podía ser algo extraña por momentos. Iremos a la barbacoa de Jeff Barton, más tarde.

    ‘Iremos’ Pensó Lucy. Eso, por supuesto, significaba Gary-y-Debbie. Después de como la había hecho sentir durante todo el acto, era como una puñalada en el corazón oírlo hablar en plural y saber que se refería a Debbie y no a ella. Ella siempre había tenido que conformarse con tan poco en lo que se refería a la búsqueda de la felicidad personal. Tenía que mantener su cabeza en alto, sabiendo que ninguno de sus amantes jamás sintió por ella lo mismo que ella sintió por ellos. Ella había tenido que verlos irse con tanta facilidad. A ninguno de ellos parecía importarle estar rompiendo su corazón. Por supuesto, todos habían hecho excelentes actuaciones sobre cómo ‘en algún lado había alguien para ella’ y que ella ‘era una hermosa mujer’ y que ‘no era ella, eran ellos’. La misma mierda de siempre, destinada exclusivamente a ayudarlos a hacer frente a lo que sea que tenían que pasar por su conciencia. Ella le había dado todo a cada hombre que estuvo en su vida y había hecho todo lo que estuvo a su alcance para cubrir todas y cada de sus necesidades, mientras se daba cuenta que a ellos no les importaba en lo más mínimo lo que ella pudiera necesitar.

    Ah, cierto. Dijo Lucy Creo que toda la cuadra irá.

    ¿Tú también?

    ¡Sí! Pero lo preguntas como si no debiera ir.

    Bueno, es que... es que sería algo incómodo, nada más.

    ¿Incómodo para quién?

    Lucy, no me malinterpretes, pero tú y yo, compartiendo un espacio, intentando no mirarnos de cierta manera y sabiendo que estaríamos tomando de tonta a la pobre de Debbie, dijo Gary No me parece ni correcto ni justo.

    Nunca había dejado de sorprenderle a Lucy cómo los hombres que tienen romances con otras mujeres, muestran un nivel de insensibilidad tan alto. Nunca a nadie le había importado si ella quedaba como una tonta o no. Pero la pobre esposa en casa, debe tener sus sentimientos tranquilos.

    ¿Entonces está bien que me quede aquí, sola, mientras vas a la barbacoa de Jeff con tu esposa luego de que pasaste el domingo conmigo? Está al otro lado de la calle, Gary. Podré escucharte como si nada.

    ¿No volverá pronto Bradley?

    Si ¿Pero qué tiene que ver con esto? Dijo Lucy, agradecida de haber sido madre de un niño como Bradley. Sin un niño tan especial al cual cuidar, probablemente ya habría tocado fondo, aún así, se lamentaba que él nunca tuvo papá."

    ¿Quieres que Debbie se entere?

    ¿Qué clase de pregunta es esa?

    Porque eso significaría el infierno para mi.

    Lucy acarició el brazo de Gary Corazón, lo siento. Se disculpó ella, de repente temiendo que él terminara la relación por considerarla un problema. Ella siempre lamentó tener que valerse por sí misma en caso de perder lo que más deseaba. Y, en ese momento, eso significaba desear que Gary fuera a su casa más de una vez a la semana y fuera de ella por ese corto lapso que él estaba allí. Solo me dejé llevar un poco. Por supuesto que no quiero que Debbie se entere. No quiero que esto se termine.

    Bien. Dijo Gary Y mira, pensándolo bien, habrá mucha gente en la fiesta y nos podremos perder en la multitud. Puedes ir si quieres.

    Solo si estás seguro que no te dificultará las cosas. Digo, tengo mucho que hacer aquí, como planchar y esas cosas.

    Estoy seguro, dijo Gary Te mereces tener un buen momento tanto como cualquiera, Lucy. Pero has todo lo que puedas para mantenerte lejos mío mientras estás ahí.

    Muy bien, dijo Lucy aguantando el llanto, el cual dejaría fluir una vez que él se fuera.

    ¿Y, nena?

    ¿Sí?

    No irás con nadie más ¿Verdad? No frente a mí. Odiaría ver eso.

    Sabes que no te haría eso. Dijo Lucy.

    Lo sé.

    ¿Quieres un café antes de irte?

    Tengo prohibido tomar café, Dijo Gary Debbie leyó en algún lugar que puede tener efectos adversos en la fertilidad del hombre y ya sabes lo desesperada que está por quedar embarazada.

    Lucy quería gritar ¿Té?

    Si, perfecto ¿Tienes bizcochos para acompañarlo? Necesito recuperar energía ya que has estado abusando de mi.

    ¡Entonces mejor te traigo todo el paquete!

    Annabel, es naturaleza, no tortura, le dijo Jeff a su hermana sentado en su reposera del jardín de atrás Solo porque Toby esté rodeado de gays, no significa que crecerá para convertirse en uno. Yo crecí heterosexual porque eso es lo que soy. Nuestro Lewis creció gay porque eso es lo que es.

    Si, lo entiendo, Dijo Annabel, quien había estado pensando en su hijo Kyle y su aparente sexualidad ¿Entonces no te preocuparía que Toby fuera gay?

    No, por supuesto que no, Dijo Jeff Me sorprende que siquiera lo preguntes.

    Jeff, no quise decir nada. No soy homofóbica. Es solo que no esperaba que la sexualidad de mi hijo de quince años la despertara un hombre de cuarenta y tres.

    Annabel, Tim Ryder estaba rompiendo la ley.

    Si, lo sé, pero yo pensaba que era un buen hombre. Un hombre al que consideraba mi amigo.

    Entonces, espera ¿Esto es sobre ti o sobre Kyle?

    Jeff, eso no es justo.

    Entonces explícamelo.

    Tim Ryder, simplemente estaba usándome para llegar a mi hijo. Se me hace difícil eso, Jeff. Se me hace difícil pensar que él veía a Kyle de esa manera y que yo lo guie a Kyle.

    Jeff sostuvo su mano Sé que sí, corazón. Pero Tim Ryder era un hombre muy astuto y cualquiera podría haber caído.

    Y ahora nuestras vidas están llenas de trabajadores sociales y terapeutas. Fue examinado por un doctor. Si Kyle es realmente gay, no tengo problema con eso. Pero aún esun niño, Jeff. Es mi niño y estoy asustada por él.

    ¿Qué es lo que te asusta?

    Que Tim Ryder lo haya marcado de por vida y que Kyle no pueda superar lo que le hizo y no sea capaz de encontrarse a sí mismo Explicó Annabel ahogada en llanto Discúlpame por seguir torturándonos con esto, Jeff.

    No necesitas disculparte, Dijo Jeff reconfortantemente Y ahora que te mudarás aquí con Kyle, podemos hablarlo todo lo que quieras. Pero, exactamente ahora, necesito preparar la barbacoa antes de que llegue la gente.

    Annabel secó su cara con sus dedos e intentó reanimarse ¿En qué puedo ayudarte?

    Tus maravillosas ensaladas ya están hechas.

    Lo sé, pero puedo hacer más. Dijo Annabel.

    Te diré qué... Gary, el que vive a dos casas, es carnicero y me trajo toda la carne. La trajo anoche. Está en el refrigerador, en un gran balde ¿Quieres traérmela?

    Muy bien, Dijo Annabel Por cierto ¿A dónde fue Rebecca?

    Fue al mercado a buscar más vino, dijo Jeff vendrá pronto.

    Es una chica muy bonita, Jeff, y claramente, solo tiene ojos para ti. ¿Entonces vasa hacer algo con eso?

    No te metas.

    Jeff, puedo ver lo solo que estás.

    Bueno, sí, más o menos he decidido intentar con Rebecca.

    ¿Más o menos?

    Bien, siempre hay un montón de incertidumbres cuando comienzas una nueva relación, Dijo Jeff Entonces veremos qué sucede y lo tomaremos un día a la vez.

    Excelente. Creo que es la mejor decisión.

    Excepto por una cosa.

    ¿Cuál?

    Bien, he estado evitando ver otras mujer porque, si lo hiciera, eso significaría que tendría que dejar de creer que Lily Mae no está muerta.

    Ah, Jeff, Dijo Annabel mientras reposa su cabeza en el hombro de su hermano Mi gran boca y yo, lo lamento.

    No, no importa. En serio.

    Solo quiero que seas feliz de nuevo.

    Yo también lo quiero, Annabel, pero para llegar a ese punto, tengo que aceptar que Lillie Mae se ha ido y no volverá, dijo Jeff, con la voz entrecortada Eso ha sido muy duro. Amaba hasta sus huesos, Annabel. Nunca nadie me había hecho sentir de la manera que ella me hizo sentir y, cuando llegó Toby, era como que mi vida estaba realmente completa. Era una madre y una esposa excepcional, de hecho, un ser humano excepcional. Ella era demasiado para mi, yo fui muy afortunado de haberla tenido por esos pocos años. Nunca tendré la misma suerte.

    Bien, no, no será lo mismo con alguien más, como Rebecca, Jeff. Dijo Annabel Rebecca no es Lillie Mae. Pero ella tiene lo suyo y también podría hacerte feliz, si le dieras la oportunidad. Mereces volver a ser feliz, Jeff. Date esa oportunidad.

    Debbie Mitchel condujo su auto hacia el estacionamiento de su casa y se detuvo por un momento. Ella había ido a ver a su hermano y su cuñada, que acababan de terner su tercer hijo. Una cosita redonda y pequeña, llamado Casey. Debbie iba a ser la orgullosa tia que consentiría a su nuevo sobrino tanto como había consentido a todos sus sobrinos y sobrinas, pero aun no era capaz de evitar que todo eso le rompiera el corazón. Estaba tan desesperada por un niño propio. Ella tenía que embarazarse y no era justo que siguiera esperando.

    Entró por la puerta frontal justo mientras Gary bajaba las escaleras. Él llevaba puesta su camisa de siempre, de mangas largas y cuello abotonado, y unos jeans. Ella había comenzado a odiar ese tipo de camisas que él amaba, de hecho, ella odiaba todo de él.

    ¿No te vas a poner nada más? Gruñó ella.

    ¿Qué tiene esto de malo? preguntó él con suma inocencia.

    Jeff debe haberte visto mil veces con esa cosa vieja.

    Debbie, Jeff es un hombre, como yo. Yo ni cuenta me daría de lo que lleva él puesto y él no se daría cuenta de lo que llevo yo.

    No, pero yo sí.

    Bueno, supéralo, no voy a cambiar.

    ¿Recién te levantas?

    respondió él defensivamente Me levanto a las seis todos los días, excepto los domingos, y si quiero quedarme un rato más en cama un domingo, lo hago. Excepto que eso significaba haberse ido a la cama de Lucy, ni bien Debbie se fue a la casa de su hermano.

    "Me haces sonar

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