de Boris Izaguirre (Caracas, Venezuela, 1965) nadie puede decir una mala palabra desde que llegara a España en 1992. Después de participar como guionista en varios proyectos y colaborar en distintos programas de televisión, alcanzó la fama con Crónicas marcianas, cuando Xavier Sardá lo llamo para que se incorporara al espacio, donde se convirtió en todo un fenómeno mediático con sus apariciones estelares y provocadoras, que hacía que subieran los audímetros en las audiencias. Desde entonces, se ha convertido en uno de los rostros más conocidos de la televisión en nuestro país. Ahora se le puede seguir los domingos en La 1, en Lazos de sangre, programa dedicado monográficamente a personajes conocidos.
Con 16 años de Caracas, ¿ya pensaba por entonces que se iba a dedicar en el futuro al periodismo y a la literatura?