Existe una diferencia enorme entre encajar y pertenecer; cuando buscas a toda costa encajar te pierdes para complacer a los demás. Sentir que perteneces es hacer las pases contigo para sumar a otros espacios y no sólo estar en búsqueda de aceptación.



En este episodio te cuento algunas experiencias de mi vida por las que crecí sintiéndome apartada, ¿te puedes identificar?



Cuando eliges desde la mente tus “espacios seguros” en realidad lo que habla es tu necesidad de sanar heridas del pasado a través de validación y aceptación externa.



Lo que crees que la gente no acepta de ti es lo que tú no aceptas de ti.



La auténtica validación y pertenencia parte de tu propia aceptación y de la conciencia de un hecho: sobre todo, te perteneces a ti.



Hay demonios de tu pasado que viven contigo y te acompañarán en muchos momentos de tu vida. El valor del trabajo personal es que este te enseñará a lidiar con ellos. No desaparecen, y sin embargo, saber que existen te hacen capaz de atravesarlos.



Tú puedes crear tus propios espacios de pertenencia en los que elijas abrir tu corazón, pero para sentirlos seguros, tuyos y de expansión, no lo hagas desde el control de lo que los demás pueden o no saber de ti.





Finalmente nunca olvides: sí eres y sí perteneces.



Yo pertenezco y tú perteneces porque somos parte del planeta, de la madre, del todo; cualquier cosa que nos separe es creada por la mente.



Todos somos uno.

Perteneces al Universo y te perteneces a ti.



Bienvenido a ‘El poder de lo incómodo’.

Si no creces, te encoges.