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Manual de terapia de aceptación y compromiso para disfunciones sexuales. Conectando con el sentido de la experiencia sexual
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Manual de terapia de aceptación y compromiso para disfunciones sexuales. Conectando con el sentido de la experiencia sexual
Libro electrónico339 páginas3 horas

Manual de terapia de aceptación y compromiso para disfunciones sexuales. Conectando con el sentido de la experiencia sexual

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Las disfunciones sexuales representan un problema creciente en una sociedad que enfatiza excesivamente el rendimiento en las relaciones íntimas. Rompiendo con los enfoques tradicionales que predominan en la actualidad, este manual plantea un tratamiento del sufrimiento humano vinculado a este tipo de problemáticas desde una perspectiva diferente. El autor introduce un enfoque de intervención psicológica y sexológica fundamentado en el contextualismo funcional, abordando el malestar psicológico desde los procesos que subyacen a este tipo de problemáticas. Se sostiene que el problema no radica tanto en la disfunción per se, sino en la forma que tiene el individuo de vivir sus dificultades en las relaciones sexuales, atrapándose en una lucha por sus intentos de mejorar y solucionar su rendimiento sexual, siendo esto mismo parte del problema.
Esta obra presenta, por tanto, una aproximación de la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) para el abordaje en disfunciones sexuales, desde la perspectiva de los valores personales, la conexión con el presente y la aceptación. Se ofrece una crítica reflexiva al modelo de trabajo vigente en la Sexología Clínica, una explicación funcional contextual del origen y mantenimiento de los diferentes trastornos sexuales relacionados con la respuesta sexual, estrategias de evaluación y la sugerencia del modelo del «doble rombo», una adaptación del Hexaflex de ACT, en relación con la intervención clínica en disfunciones sexuales. Además, se proporciona una exploración exhaustiva de diversas problemáticas sexuales, presentando una serie de ejemplos y estudios de casos detallados en donde se guía al lector a través de diálogos clínicos en los procesos terapéuticos de cambio.
Destinado principalmente a ser un manual teórico-práctico en terapia sexual, este libro está dirigido a profesionales de la Psicología y la Sexología Clínica, así como a estudiantes de ambas disciplinas. Escrito en un lenguaje claro y accesible, no renuncia al rigor técnico necesario para una comprensión profunda de la materia.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento13 may 2024
ISBN9788410684799
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    Manual de terapia de aceptación y compromiso para disfunciones sexuales. Conectando con el sentido de la experiencia sexual - Miguel Ángel del Pino Jiménez

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    © Derechos de edición reservados.

    Letrame Editorial.

    www.Letrame.com

    info@Letrame.com

    © Miguel Ángel del Pino Jiménez

    Diseño de edición: Letrame Editorial.

    Maquetación: Juan Muñoz Céspedes

    Diseño de cubierta: Rubén García

    Ilustraciones de interior y portada: Elena del Carmen Navas Campaña

    Supervisión de corrección: Celia Jiménez

    ISBN: 978-84-1068-541-3

    Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de manera alguna ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación, en Internet o de fotocopia, sin permiso previo del editor o del autor.

    «Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)».

    .

    A todas las personas que durante mi

    camino profesional me han apoyado.

    A todos mis compañeros de profesión, y reconocidos profesionales de la psicología y sexología por aportarme sus conocimientos. Sin estas personas, este manual no sería posible.

    A mis clientes, por lo mucho que me han

    enseñado en mi labor profesional.

    A Elena, quien ha sido mi luz y

    mi constante a través de la creación de este libro.

    Prólogo

    En un mundo marcado por la globalización, la desconexión, paradójicamente, es más la norma que la excepción. La ingente cantidad de datos disponibles, así como el endiosamiento de la productividad y competitividad, dejan a la persona alienada, disociada de su esencia, los demás y el mundo. Las llamadas disfunciones sexuales bien podrían considerarse un ejemplo prototípico de desconexión humana, intra y/o interpersonal: el deseo, la erección o el orgasmo, entre otros, llegan a convertirse en tiranos de la experiencia sexual, desnaturalizándose un proceso en sí mismo espontáneo y, por ende, menoscabando el sentimiento de intimidad, el encuentro con el otro.

    En Manual de Terapia de Aceptación y Compromiso para disfunciones sexuales: conectando con el sentido de la experiencia sexual, el autor Miguel Ángel del Pino propone una revisión de la terapia sexual clásica, combinando su experiencia, conocimientos y pasión tanto en la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) como en la Sexología Clínica. Este ejercicio de sinergias le permite transitar desde un modelo teórico mecanicista, netamente médico, de reducción/eliminación de síntomas sexuales, a un modelo contextual-funcional, más basado en los procesos que en los contenidos.

    Esta propuesta teórico-clínica aspira a cumplir dos objetivos. Por un lado, en primer lugar, ofrecer al lector una nueva perspectiva clínica desde la cual poder conceptualizar la disfunción sexual, apoyándose en la robustez de la Teoría de los Marcos Relacionales, lo transdiagnóstico del Trastorno por Evitación Experiencial y la eficacia comprobada de los recursos terapéuticos de ACT. Esta nueva visión, contextual-funcional, ayudará al cliente a contemplar su problemática sexual como una evitación sistémica del malestar, que lo aleja de lo más valioso de su condición humana, dada su naturaleza relacional: la conexión con el otro y consigo mismo. Esta empresa alcanza su culminación con la sugerencia del modelo de los dos rombos: una adaptación del clásico Hexaflex de ACT al campo de la Sexología Clínica.

    En segundo lugar, y en referencia a este último punto, este manual permite arrojar luz sobra una tierra poca labrada, casi desértica, especialmente en lengua castellana: la aplicación de la terapia contextual-funcional en las disfunciones sexuales. Además de la propuesta teórico-clínica, el segundo objetivo de este texto es, por tanto, funcionar como guía y referencia para la investigación, resaltándose así su carácter innovador. El arrojo y la creatividad del autor, en este sentido, quedan patente en cada página de este texto. Esta nueva terapia sexual, más basada en los procesos que en los contenidos y que tiene por bandera la flexibilidad psicológica, tiene visos de convertirse en el tratamiento psicológico de primera elección para las distintas problemáticas de índole sexual.

    Este manual es, en definitiva, un libro imprescindible para todos aquellos clínicos que deseen revisitar el tratamiento psicológico de las disfunciones sexuales desde una óptica revolucionaria, que supere las francas limitaciones de la terapia sexual clásica, ayudando al cliente a conectar con sus valores personales. Al priorizar la conexión y la intimidad por encima del rendimiento, la antigua ansiedad de ejecución dejará de percibirse como un obstáculo para ser vivida, en su lugar, como un trampolín hacia el verdadero placer y, sobre todo, la libertad.

    Francisco Gómez Holgado

    Psicólogo Clínico

    1. Introducción a la sexología humana

    1. LA SEXOLOGÍA

    La Sexología se define como la disciplina que estudia la sexualidad humana y sus diversas manifestaciones, adoptando un enfoque interdisciplinar que incluye las dimensiones biológicas, psicológicas, médicas, sociales y culturales del sexo y las relaciones sexuales. Esta ciencia se interesa por aspectos como la educación sexual, la identidad sexual y de género, así como los trastornos y disfunciones sexuales. Además, reconoce que la sexualidad de cada individuo es única y dinámica, conformada por una compleja mezcla de elementos biográficos, biológicos, psicológicos y sociales, y está en constante cambio y evolución a lo largo de la vida (Zimmerman, 2020).

    La sexología nos permite comprender, entender y explicar el hecho sexual humano (HSH) y sus diversas manifestaciones. Dentro del HSH, es crucial comprender los ejes principales que lo constituyen. Desde la perspectiva sexológica, se estudian tres realidades del ser humano que, aunque se analizan de manera independiente, coexisten y se interrelacionan. Estas realidades son la sexuación, la sexualidad y la erótica (Amezúa, 1999). A continuación, se proporcionará una breve descripción de estos conceptos:

    Sexuación: se refiere al proceso biográfico y biológico que configura la sexualidad de un ser humano con todos sus matices y singularidad. Hablamos tanto de su sexo genético, biológico y fisiológico como su identidad y su orientación sexual.

    Sexualidad: es el modo en que cada persona vive su sexualidad como ser sexuado. La expresión de su sexualidad es el resultado de la interacción de factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y religiosos o espirituales.

    Erótica: hace referencia al componente motivacional y emocional que nos lleva a anhelar y buscar a otras personas sexuadas. Esto involucra la forma en que cada individuo expresa y experimenta su sexualidad en distintos momentos. La expresión del erotismo se manifiesta tanto internamente, a través del deseo, como externamente, mediante gestos. Dichas expresiones incluyen caricias, besos, palabras, miradas, masturbación, entre otros.

    En resumen, la sexuación se ocupa de las estructuras, la sexualidad de las vivencias y la erótica de la expresión.

    1.1. Ámbitos de actuación

    El sexólogo debe enfocarse en que cada individuo se conozca, se acepte y se exprese de acuerdo con su propia sexualidad, excluyendo juicios, prejuicios, dogmas o actitudes paternalistas de su práctica profesional. Es esencial trabajar con rigor científico y respetar las preferencias del individuo respecto a la sexualidad que deseen experimentar en su vida, dentro por supuesto, del marco legal. En la actualidad, se observa un aumento de profesionales dogmáticos que, asemejándose más a activistas que a científicos, imponen su perspectiva de la sexualidad a clientes o estudiantes. Estas actitudes, influenciadas por corrientes políticas o ideológicas, pueden crear más conflictos que soluciones para las personas a las que pretenden ayudar.

    Dentro del ámbito de la sexología podemos concluir que hay tres campos principales de actuación para el sexólogo:

    Educación sexual: la educación sexual es la educación de los sexos, entendida como aquella transmisión de conocimientos relativos a la sexualidad (Ortega y Santacruz, 2019). Se realiza en diferentes ámbitos (escuelas, facultades, centros de salud, etc.) e incluso en el propio entorno terapéutico. Incluye aspectos tan relevantes como contribuir al desarrollo de actitudes positivas ante al sexo, enseñar diferentes habilidades y conocimientos sobre la sexualidad o promover un comportamiento sexual responsable, seguro y saludable.

    Salud sexual: en este ámbito, se actúa sobre los principales problemas de salud sexual como, por ejemplo, alteraciones del funcionamiento o disfunciones sexuales, parafilias, problemas dentro de la relación de pareja o conflictos personales en identidad de género u orientación sexual.

    Investigación: una ciencia se sostiene sobre las bases de la investigación, por tanto, es inherente a la educación y salud sexual. Dentro de este ámbito, el sexólogo trabaja, por ejemplo, para aumentar la comprensión y evaluar la eficacia de estrategias de prevención, programas de educación sexual y tratamientos de intervención.

    Tras lo anteriormente expuesto, se deduce que la labor del sexólogo puede abordar temas tan diversos como: el desarrollo en las diferentes etapas de la vida, cómo educar a los niños y jóvenes en temas de sexualidad, actividades docentes en la formación de nuevos profesionales, la investigación en temas de sexualidad, la intervención en salud para la creación de estrategias que permitan garantizar los derechos sexuales, y por supuesto, la actividad sexual y los problemas de la función sexual.

    1.2. La salud sexual (Sexología Clínica)

    La sexología como ciencia aplicada, se inscribe a las ciencias de la salud. Esta disciplina, denominada Sexología Clínica, toma de múltiples fuentes y hace uso de la interdisciplinariedad para conformar un campo cuya finalidad es promover la salud sexual. La salud sexual se define como «un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad; no es mera ausencia de enfermedad, disfunción o malestar. La salud sexual requiere un acercamiento positivo y respetuoso hacia la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de obtener placer y experiencias sexuales seguras, libres de coacción, discriminación y violencia. Para que la salud sexual se logre y se mantenga, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y satisfechos» (OMS, 2002).

    Los principales ámbitos de intervención del sexólogo en Sexología Clínica son (Cabello, 2010):

    Disfunciones sexuales.

    Parafilias y agresiones sexuales.

    Terapia de pareja.

    Asesoramiento en el malestar en torno a la orientación sexual.

    Asesoramiento en el trastorno de la identidad sexual.

    Optimización de la sexualidad en personas con necesidades físicas especiales.

    Asesoramiento jurídico y peritaje.

    Promoción de la salud sexual.

    Investigación.

    Dada la alta prevalencia existente, las disfunciones sexuales constituyen el ámbito de intervención en Sexología Clínica más importante dentro de la salud sexual y motivo de realización de este manual. Según un estudio del Instituto Andaluz de Sexología y Psicología con una muestra de 300 sujetos entre el año 2000 y 2002, el 93,5 % de los casos consultados eran por algún tipo de disfunción sexual (Cabello, 2010, p. 21).

    1.3. La terapia sexológica o terapia sexual

    El concepto de terapia sexual se popularizó a raíz de los trabajos de Masters y Johnson (1970) para denominar al tipo de terapia centrada en tratar los problemas de la respuesta sexual, es decir, el ámbito genital. Haciendo una distinción de lo que sería la terapia de pareja, más centrada en la interacción de pareja, sea sexual o no.

    Algunos autores han preferido hablar de terapia sexológica para englobar ambos conceptos y tratar todo aquello relacionado a los sexos (Pérez Opi y Landarroitajauregui, 1995), es decir, la influencia de la relación en las problemáticas de sexualidad. Por tanto, la terapia sexológica podría ser definida como «el diseño y aplicación de métodos de evaluación y tratamiento centrados en demandas o dificultades relacionadas con los sexos» (Ortega y Santacruz, 2019, p. 13). Puede realizarse tanto a nivel individual como en pareja y requiere un diseño y aplicación de un tratamiento individualizado enfocado desde el análisis de las dificultades particulares del demandante. Dichos cambios suelen ser labor del especialista médico y/o psicólogo.

    En términos generales, la terapia sexológica es una modalidad de intervención clínica que está orientada:

    A producir cambios acordes al interés del cliente en relación con dinámicas de comportamientos sexuales, ya sea de una persona o en una relación.

    A la eliminación o mejora de algún tipo de disfunción sexual que dificulte el desarrollo del funcionamiento sexual (incluida la respuesta sexual).

    En este manual, utilizaremos el término «terapia sexual» para referirnos al tipo de terapia enfocada en tratar problemas asociados con la respuesta sexual (disfunciones sexuales). Dicha terapia considera el posible impacto de la relación de pareja y constituye una de las áreas de problemática abordadas dentro de la terapia sexológica.

    2. ANATOMÍA SEXUAL

    Aquí presentamos un resumen de la anatomía sexual masculina y femenina. El objetivo es proporcionar un conocimiento anatómico que permita entender y responder a la respuesta sexual humana, un fundamento esencial en la terapia sexual (Rathus, Nevid y Fichner-Rathus, 2005; Jiménez, 2018).

    2.1. Anatomía sexual masculina

    Los órganos sexuales masculinos se clasifican en externos e internos. Los órganos externos incluyen el pene y el escroto, y este último alberga los testículos. Los órganos internos comprenden la próstata, las vesículas seminales, las glándulas de Cowper y los conductos que interconectan estas estructuras, como el epidídimo, los conductos deferentes y los conductos eyaculatorios.

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    Figura 1.1. Órganos sexuales masculinos

    2.1.1. Órganos sexuales masculinos externos

    Pene: es el principal órgano sexual externo del hombre. Su estructura es cilíndrica, su tamaño es variable dependiendo de la persona y está formado por tres estructuras.

    El cuerpo esponjoso: es la parte inferior y más prominente del pene, sobre todo en la fase de erección.

    Los cuerpos cavernosos: son dos columnas de tejido esponjoso que forman la mayor parte del cuerpo del pene y contienen vasos sanguíneos que se llenan de sangre durante la excitación sexual dando lugar a la erección y endurecimiento del pene.

    El glande (cabeza o punta del pene): está formado por el cuerpo esponjoso y sobre él, tiene un orificio donde se encuentra la abertura de la uretra. Por este lugar, sale el líquido preeyaculatorio, el semen (eyaculación) y la orina. El glande es la zona más sensible a la estimulación física ya que es la zona donde se concentran más terminaciones nerviosas sensoriales. El prepucio es la piel que protege al glande, es retráctil durante la erección y tiene una capa de piel llamada frenillo que une el glande con la superficie interna del prepucio.

    Escroto: es una bolsa de piel rugosa y delgada, cubierta de vello que cuelga debajo del pene y que contiene los testículos (gónadas masculinas). El escroto suele reaccionar y cambiar su posición según a las diferentes condiciones en que se exponga el hombre debido a que su función principal es la de conservar los testículos en su temperatura idónea para la conservación del esperma.

    Testículos: son dos órganos reproductores de formas redondeadas que cubre el escroto y cuyo tamaño es más o menos en torno a cinco centímetros de largo, dos de grueso y tres de ancho. Los testículos tienen dos funciones importantes, una es la de producir una hormona denominada testosterona y la otra es la de producir espermatozoides. A diferencia de las mujeres que ya nacen con todos los óvulos, el hombre produce espermatozoides de forma ininterrumpida desde la adolescencia.

    A la hora de las relaciones sexuales, es importante conocer que son muy sensibles al tacto y a la presión y para algunos hombres resultan muy excitantes las caricias o la presión suave durante el acto sexual, mientras que para otros resulta molesto.

    2.1.2. Órganos sexuales masculinos internos

    Próstata: es una pequeña glándula del aparato reproductor masculino. Se ubica rodeando la uretra, por debajo de la vejiga y por delante del recto. Tiene el tamaño aproximado de una nuez. La próstata segrega un líquido transparente que forma parte del fluido seminal en un 30 % aproximadamente.

    Vesículas seminales: las vesículas seminales son dos estructuras en forma de saco y están situadas detrás de la próstata. Las vesículas segregan un líquido seminal que es más o menos tres cuartas partes del semen expulsado.

    Las glándulas de Cowper: se trata de dos bolitas del tamaño de un guisante que se sitúan justo detrás de la próstata. Su secreción neutraliza la orina, además de lubricar la uretra previa a la eyaculación. La mayoría de los hombres durante la fasede la excitación segregan unas gotas de fluido que aparecen en la punta del pene y que normalmente tienen unas gotitas de semen.

    El fluido seminal

    El semen, el líquido expulsado en la eyaculación, contiene espermatozoides y otros componentes como agua, mucus y nutrientes. El fluido seminal tiene una textura viscosa, pegajosa, espesa y normalmente se expulsan de 3 a 5 mililitros por eyaculación, con un número variable de espermatozoides. Este fluido ayuda a los espermatozoides a sobrevivir y moverse, neutraliza entornos ácidos y contribuye al proceso reproductivo.

    2.2. Anatomía sexual femenina

    Los órganos sexuales femeninos se clasifican en órganos sexuales externos y órganos sexuales internos. Los órganos sexuales externos femeninos los componen el monte de Venus, los labios, el clítoris y el perineo y los órganos sexuales internos femeninos la vagina, las trompas de Falopio, el útero y los ovarios.

    2.2.1. Órganos sexuales femeninos externos

    Monte de Venus:es una prominencia redondeada de tejido graso que cubre el hueso púbico y está recubierta de vello. Tiene un gran número de terminaciones nerviosas sensibles al tacto y a la presión. La estimulación de esta zona contribuye a la excitación sexual, y para algunas mujeres, su estimulación puede resultar tan placentera como la estimulación directa del clítoris.

    Los labios vaginales: existen dos tipos de labios y son pliegues de piel que rodean la abertura vaginal.

    Los labios mayores o externos: son dos pliegues de tejido voluminosos y carnosos que protegen los órganos genitales externos en ausencia de estimulación sexual. Se extienden desde el monte de Venus en la parte frontal hasta la horquilla perineal en la parte trasera, presentando vello púbico y numerosas terminaciones nerviosas. Su color, tamaño y forma varían entre las mujeres.

    Los labios menores o internos: ubicados dentro de los labios mayores, son pliegues cutáneos más delgados y sin vello. Compuestos de tejido esponjoso que incluye células grasas, vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas, rodean la entrada de la vagina y el clítoris, formando el capuchón del clítoris en su unión anterior, el cual protege el clítoris.

    Para la gran mayoría de mujeres, los labios son una zona erógena importante debido a sus múltiples terminaciones nerviosas que actúan como receptores sensoriales.

    Clítoris: se sitúa debajo de los labios mayores y justo en la unión superior de los labios menores. El clítoris tiene forma de i griega invertida, pero la única parte que está visible es el glande del clítoris que tiene forma de botoncito, que puede verse si se retira el capuchón que lo recubre. El clítoris tiene un gran número de terminaciones nerviosas siendo muy sensible al tacto, a la temperatura y a la presión. El clítoris es el único órgano sexual con la función exclusiva de acumular y proporcionar placer.

    Perineo:es la zona de piel que va desde la parte inferior de los labios hasta

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