uestra imagen es nuestra carta de presentación al mundo y, a pesar de que la genética es una lotería y su encanto reside precisamente en lo aleatorio de ello, desde que llegamos al mundo comenzamos a estar sujetos a una serie de leyes al respecto. Es lo que conocemos como el canon de belleza, lo que se espera de nosotros en la cuestión estética, que además gira en torno a una serie de tendencias que van cambiando según referentes y el momento social, político y económico que estemos atravesando. De este modo, nuestro cuerpo, nuestra salud, se acaba convirtiendo una vez más en un bien de consumo. En estos últimos años la medicina estética, la medicina estética avanzada y la cirugía estética (hay una diferenciación de acuerdo a lo invasivos que sean los tratamientos, las herramientas que se usen y la presencia o no de anestesia) se han normalizado. Y esto tiene su parte buena, ya que el estigma con el que cargaban las personas que se sometían a ellos y los profesionales que se o un tratamiento para mejorar la silueta corporal. En el caso de los rellenos hemos de pensar que son sustancias sintéticas que alteran el volumen de la piel y pueden dejar algún tipo de residuo. En ese caso la edad de inicio sí que importa puesto que habrá que aplicarlo muchas más veces, mientras que en el resto de tratamientos no se da esta circunstancia. Diferente es seguir un canon o moda, ya que no todas las anatomías se pueden adecuar a ello. No estamos hablando de un maquillaje o un vestido, estamos hablando de estructuras anatómicas a veces imposibles de modificar o cuya modificación puede ser muy traumática. En esos casos creo que el médico debe ayudar al paciente, joven o no, a entender de que se trata de conseguir la mejor versión de uno mismo, no de dejar de serlo. Debemos huir de la alienación estética". El doctor Antonio Clemente apunta por su parte que habitualmente cuando se decide hacer un tratamiento de este tipo a una edad tan temprana se debe a una cuestión de tendencias, precisamente, algo totalmente volátil. "La medicina estética no se debe banalizar, aunque hablemos de tratamientos temporales o tengamos dinero. Hay cosas que no se pueden revertir". Relacionado precisamente con la edad media de la penetración de la medicina estética en España tenemos el concepto de los tratamientos preventivos. El doctor Antonio Clemente comenta que están indicados en pacientes entre los 30-35 años y que por norma general se deberían adelantar sólo en tres supuestos: si se considera que hay algo concreto a mejorar por una cuestión relacionada con la salud mental resultando algo excepcional; algo a corregir, como pueden ser determinadas cicatrices, lo que además se suele aconsejar; o el caso de pacientes que por su forma de gesticular son susceptibles de tener esos signos de envejecimiento prematuros. "Lo que no tiene ningún sentido, y es algo que cada vez estamos viendo más, son esos pacientes de 18, 19 y 20 años con la piel perfecta que empiezan a ponerse bótox de forma preventiva. Los dermatólogos somos fieles defensores de estos tratamientos, no tenemos que hacerlo como antiguamente y esperar hasta los 60 o 70 años, un concepto que hay que desechar, pero no se puede banalizar ni la medicina ni la dermatología estética. Hay que estar bien asesorado".
¿ME QUERRÁS CUANDO YA NO SEA JOVEN Y GUAPA?
Mar 17, 2023
6 minutos
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