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Principios del desarrollo personal
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Libro electrónico143 páginas4 horas

Principios del desarrollo personal

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Todas las personas queremos tener una vida eficaz, plena y alegre, sin embargo, ¿qué podemos hacer para conseguirlo? ¿Contratamos un entrenamiento personal? ¿Asistimos a psicoterapia? ¿Participamos en sesiones de coaching? ¿Acudimos a un retiro de meditación?

En Principios del Desarrollo Personal el autor nos muestra la pauta que conecta todas estas disciplinas, explicándonos los siete principios que nos ayudarán a crecer de manera eficaz, plena y alegre, abarcando e incluyendo todos los aspectos de la realidad.

En Principios del Desarrollo Personal encontraremos diferentes técnicas, reflexiones y consejos para poner en práctica estos principios y conducirnos así a una autorrealización integral.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento20 dic 2022
ISBN9788411445474
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    Es un libro totalmente interesante, te muestra a tra vez de ejemplos y lo veo muy bueno este libro

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Principios del desarrollo personal - Jesús Melendo Moreno

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© Derechos de edición reservados.

Letrame Editorial.

www.Letrame.com

info@Letrame.com

© Jesús Melendo Moreno

Diseño de edición: Letrame Editorial.

Maquetación: Juan Muñoz

Diseño de portada: Rubén García

Supervisión de corrección: Ana Castañeda

ISBN: 978-84-1144-547-4

Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de manera alguna ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación, en Internet o de fotocopia, sin permiso previo del editor o del autor.

Letrame Editorial no tiene por qué estar de acuerdo con las opiniones del autor o con el texto de la publicación, recordando siempre que la obra que tiene en sus manos puede ser una novela de ficción o un ensayo en el que el autor haga valoraciones personales y subjetivas.

«Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)».

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A mis padres

INTRODUCCIÓN

El objetivo de este texto es reunir diferentes perspectivas de lo que se viene conociendo como desarrollo personal y otorgar a dichas perspectivas un hilo conductor que les provea de sentido y algo de orden.

A lo largo de los últimos 20 años me he aproximado a diferentes enfoques del acompañamiento personal: enseñanza, entrenamiento deportivo, psicoterapia, coaching, dirección espiritual, etc., bien desde el lado del receptor como del emisor y, en ocasiones, en ambos lados en este tipo de relaciones personales.

Todos estos enfoques, diferentes en lo relativo al ámbito de aplicación, comparten, sin embargo, una estructura profunda muy similar y que puede enunciarse en una serie de principios que aquí describiré.

Esta estructura se me hizo evidente tras la lectura e interpretación de dos libros: El alma del mundo, de Frédéric Lenoir (Ed. Ariel, 2013) y Huna, de Serge Kahili King (Ed. Urano, 2013), en los que los autores resumían o condensaban en siete apartados el conocimiento transmitido por las grandes religiones (el primero) y la cultura polinesia (el segundo).

¿Podría ser que estos principios fuesen la pauta que conecta los diferentes enfoques del crecimiento personal?

Para responder a esta pregunta tengo que referirme a Ken Wilber, otro autor que marcó un antes y un después en mi concepción y visión del mundo. La prolífica obra de este pensador norteamericano ha tratado de reconciliar oriente y occidente, ciencia y religión y también al ser humano y el mundo, elaborando una teoría de todo que se conoce como teoría, enfoque o visión integral. Gracias a este enfoque pude ordenar mis ideas y actualizar cada uno de esos principios de tal manera que han llegado a representar una guía completa de lo que, bajo mi opinión, debería incluir cualquier método que tenga intención de ayudar a mejorar las capacidades de las personas en armonía con su cultura y su entorno. Según esta teoría, todas las perspectivas tienen una parte de la verdad, por lo tanto, si podemos recopilar esas verdades parciales, podremos construir una verdad más plena y completa.

¿QUÉ ES EL DESARROLLO PERSONAL?

Definir el desarrollo personal es quizá el primer obstáculo con el que me he encontrado. Parece que todos sabemos de lo que hablamos, sin embargo, no sabemos decir qué es o en qué consiste. Esto es producto necesario de la multitud de perspectivas que se engloban en este campo, lo que dificulta su estudio, así como entender su estructura, indicar sus componentes y, en definitiva, delimitar su radio de acción.

Desde una perspectiva psicológica, podemos tomar como ejemplo al psicólogo Antonio Blay. Según él mismo afirmaba en su Curso de Psicología de la Autorrealización (SER, Ed. Sincronía, 2016), la vida está impulsada por una fuerza que la lleva a un pleno desarrollo del individuo y de la especie. Este pleno desarrollo se produce como consecuencia de la actualización del propio potencial que está constituido por tres cualidades básicas: energía, entendida como capacidad de acción; afectividad, entendida como capacidad de amar; e inteligencia, entendida como capacidad de comprender. «Es decir, que nuestra vida es como un proceso de actualización progresiva de ese potencial de inteligencia, energía y amor-felicidad» (pág. 24).

Si adoptamos una perspectiva más filosófica como la de Ken Wilber (La visión integral, Ed. Kairós, 2011), tendríamos que incluir las dimensiones de bondad, verdad y belleza, pues estas forman parte de nuestro propio ser a lo largo de todos los estadios que componen nuestro crecimiento y desarrollo. Por bondad nos estaríamos refiriendo al modo de relacionarnos, esto es, a la moral básica determinada por los valores compartidos de nuestra cultura. Por verdad nos referiríamos a la objetividad que nos ofrece la ciencia que estudia el entorno y la naturaleza. Por belleza nos estaríamos refiriendo a la expresión subjetiva de los individuos que encontramos, por ejemplo, en el arte y la estética. Como este enfoque indica, «si nos olvidamos de considerar la ciencia, el arte o la moral, soslayaremos algo muy importante, lo que acabará provocando algún que otro desajuste» (pág. 52).

Pasemos ahora a introducir un enfoque de política internacional. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) define «desarrollo humano» como «el proceso de expansión de las capacidades de las personas que amplían sus opciones y oportunidades». Este programa se ha visto influido por el enfoque basado en las capacidades, una teoría económica concebida como alternativa al estado del bienestar impulsada por el economista indio Amartya Sen y la filósofa norteamericana Martha Nussbaum, entre otros.

A pesar de que el señor Sen no es partidario de ofrecer una lista de capacidades, la señora Nussbaum propone en su libro Crear capacidades (Ed. Paidós, 2012) una lista de lo que ella denomina «capacidades centrales» que pertenecen a personas individuales y que considera que deberían tenerse en cuenta para un desarrollo humano digno. Estas capacidades centrales serian una combinación de las capacidades internas de los individuos y las condiciones externas en las que se encuentran esos individuos. Esta combinación da como resultado 10 capacidades centrales: capacidad de vivir, capacidad de gozar de buena salud, capacidad de moverse libremente, capacidad de usar la imaginación, los sentidos y los pensamientos, capacidad de amar, capacidad de reflexionar críticamente, capacidad de afiliación, respeto y no discriminación, capacidad de relación con la naturaleza, capacidad de disfrute y capacidad de control del entorno político y del trabajo.

Llegados a este punto, sería interesante comprobar de qué manera se relacionan las perspectivas de Blay y Wilber con las capacidades de Nussbaum. Si podemos identificar las cualidades internas de acción, de afectividad y de inteligencia, por un lado, y las condiciones externas del propio individuo, su cultura y su entorno, por el otro, las capacidades centrales podrían encontrar su lugar. En la siguiente tabla podemos ver cómo se relacionan.

Además de estas relaciones, aparecen otras tres capacidades que considero transversales y que, por tanto, participan en todas las intersecciones y combinaciones y que son la capacidad de vivir, de salud y de disfrute.

Con este análisis puedo ya aventurarme a dar una definición propia de desarrollo personal que, como decía más arriba, ayude a su estudio y delimite su radio de acción. Es la siguiente:

«El desarrollo personal es el proceso de expansión de las cualidades potenciales de acción, afecto e inteligencia del individuo que amplían las oportunidades y opciones de este de vivir de manera digna y plena, dentro de su cultura y su entorno».

Esta definición podría ser un buen punto de partida. En primer lugar, define este desarrollo como un proceso, algo, por tanto, dinámico, en continuo cambio. En segundo lugar, tiene la cualidad de expandir, esto es, aumentar, que es precisamente el significado primero de desarrollar según el Diccionario de la Real Academia. Además, esta definición revela un hecho que puede pasar inadvertido y que, en mi opinión, es de gran importancia. Eso que expandimos es algo que ya poseemos las personas, no se trata de adquirir o de incorporar nada nuevo, sino de desenrollar lo que llevamos con nosotros. Y esto es de gran importancia por lo que dice de los seres humanos: somos seres completos. Esto que ya tenemos son nuestras cualidades potenciales, lo que significa que es necesario actualizarlas, es decir, debemos ejercitarlas como si fuesen músculos: el músculo de la acción, el músculo del afecto y el músculo de la inteligencia que se ejercitan en el gimnasio de nuestra individualidad que también llamamos «yo», «ego» o «personalidad»; en la palestra de la cultura o de las costumbres compartidas; en el terreno de juego de nuestro entorno social y natural, esto es, nuestra población, nuestra nación y nuestro planeta.

Lejos de delimitar el campo de acción, esta definición revela su amplitud como algo multidimensional y abarcador, que no deja fuera ningún aspecto de la realidad de nuestra vida, a la vez que ayuda a colocar las diferentes perspectivas en su lugar atendiendo a la capacidad central que quieran desarrollar, sin dejar de lado en ningún caso el disfrute, la salud y la Vida.

PANORÁMICA GENERAL DE LOS PRINCIPIOS

Los principios del desarrollo que voy a exponer a lo largo de los siguientes capítulos no solo tratan de sentar las bases del proceso de desarrollo, sino que tratan de ordenar la secuencia de dicho desarrollo. Esto quiere decir que, si bien pueden abordarse todos los principios a la vez, será mucho más provechoso seguir el orden que aquí establezco. Los principios pueden agruparse en dos grandes bloques: uno preparatorio, que incluye los tres primeros, y otro actualizador, que incluye los cuatro últimos. Sería muy recomendable respetar al menos el orden en el abordaje de estos bloques.

Los siete principios del desarrollo personal se describen a través de su nombre hawaiano, un enunciado y un aforismo, son estos:

IKE. Principio de consciencia: «Sé consciente de tu realidad».

KALA. Principio de liberación: «Libérate de los obstáculos que te impiden crecer».

MAKIA. Principio de propósito: «El propósito de la vida es vivir a propósito».

MANAWA. Principio de presencia: «Ahora es el único momento que existe».

ALOHA. Principio de amor: «Amar es disfrutar de paz interna y armonía externa».

MANA. Principio de voluntad: «La voluntad es el puente que une tu afectividad con tu inteligencia».

PONO. Principio de eficacia:

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