Adolescencia y transexualidad
Damos espacio a un fenómeno que preocupa e inquieta. En el número anterior reflexionamos sobre lo femenino y lo masculino a partir de la educación. Esta vez lo haremos desde la perspectiva de la sanidad y en relación a un segmento preciso de población: los adolescentes. Conversamos con la doctora Inmaculada Palanca, profesional de la salud mental infantil y juvenil y jefa de la Sección de Psiquiatría Infantil y Adolescencia del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid.
–Desde su perspectiva ¿cómo era la adolescencia hace veinte años y cómo se muestra hoy?
–Llevo atendiendo a adolescentes unos treinta años. Puedo decir que esta franja de la vida, que significa hacia el crecimiento1, no ha cambiado en su núcleo. Sigue siendo etapa de cambio en las identificaciones e idealizaciones de la infancia, de experimentación, de búsqueda de identidad para conseguir la autoestima. Tampoco ha cambiado una cierta desregulación emocional y una mayor impulsividad. Lo que ha cambiado a lo largo de los años, y radicalmente, es el entorno y su influencia. ¿Qué nuevos modelos de identificación se ofrecen a los adolescentes?, ¿cómo se tolera su desregulación emocional o impulsividad?, ¿qué grado de aceptación tienen algunas de sus conductas?
Constato una mayor desregulación, más dificultades emocionales, menor tolerancia a la frustración, mayor necesidad de gratificación inmediata. Todo ello en un contexto de mayor y de mayor precocidad del adolescente en su proceso de independencia: los padres asumen
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