Vamos a arrancar con una consulta que llegó por mensaje de texto. Desde Buenos Aires, Argentina. Dice que “tengo 40 años y ahora mismo no tengo pareja. Resulta que siempre pierdo en mis relaciones porque no tengo deseos sexuales”. Pregunta al respecto: “¿Hay algo que pueda hacer con esto que me pasa?
Para el Dr. Santiago Cedrés, eso es un motivo muy frecuente de consulta. “No hay que dramatizar y es algo que tiene una solución y que se puede abordar”. Dice además que “esto a veces, tienen más causas orgánicas, médicas, otras veces son más elementos emocionales”. Para el profesional, “está claro es que la sexualidad de la mujer es multidimensional. Acá se juega cómo te educaron, los valores sexuales que tenés, como fue el inicio sexual, cómo fue tu historia sexual. Todo eso se pone en juego a la hora de de tener ganas de tener relaciones sexuales o de desear a tu pareja”.
En este episodio del Dr. Santiago Cedrés habla de que cada vez hay más recursos farmacológicos para tratar desde punto de vista químico, desde el punto de vista hormonal, afrodisíacos, naturales, químicos, hormonales. Ahora se están en boga también algunos psicofármacos que provocan aumento del deseo sexual. “Todo esto es como una batería de herramientas que tenemos los sexólogos para para poder tratar este estado. Pero lo que sí es importante es decir bueno, tengo que apostar por la salud sexual. No es normal que uno esté como anestesiado sexualmente, no es normal, porque esto empezamos perdiendo el deseo sexual”.
El otro caso que se plantea en el episodio llegó desde Montevideo, Uruguay. Con 55 años, dice Isabel que “cuando tengo sexo con mi pareja, la penetración vaginal me duele. ¿Por qué no me puedo lubricar? Y agrega que hace un año que dejé de menstruar y no tengo más orgasmos. ¿Qué me pasa?”
Al respecto, el Dr. Cedrés señala que en este período es muy frecuente que la vagina pierda elasticidad y capacidad de lubricación. Agrega que “cuando caigan unas hormonas, que son los estrógenos, es el momento de la menopausia”. Al respecto explica que muchas veces la vagina duele y raspa porque está como mucho más seca, menos lubricada. “Se le dice acartonada también porque está como mucho más rugosa. Y esto provoca que la distinción y la dilatación en la penetración no sea suficientemente satisfactorias. Obviamente si duele, va a provocar menos placer y si provoca menos placer el alcanzar el orgasmo, mucho más difícil”.
Hay protocolos médicos para el tratamiento de esto, desde hormonas locales, hormonas ángeles, hormonas en comprimidos. Por muchas razones “hay mujeres donde transitan perfecto por esta situación y ni sienten los sofocos, ni les afecta la calidad de vida”. Por otro lado, hay quienes “se les hace socialmente insostenible el tema de los calores, los sofocos, la irritabilidad”. Lo importante es que todo es estudiable y tratable.
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Créditos
· Dirección técnica: Dr. Santiago Cedrés
· Producción periodística: Juan Andrés Elhordoy
· Locución: Jacqueline Silvera Viera
· Edición y postproducción: Katerine Otálora Ramírez
· Diseño de sonido: Santiago Pastor