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El Poder De Los Números Caseros
El Poder De Los Números Caseros
El Poder De Los Números Caseros
Libro electrónico582 páginas5 horas

El Poder De Los Números Caseros

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El Poder de los Números Caseros no es un libro cualquiera sobre numerología. Combina elementos ancestrales de la numerología védica junto con los amplios conocimientos de Jesse Kalsi sobre los números y sus planetas correspondientes para ofrecer a los lectores una información inestimable. El poder de los números caseros es un relato en profundidad de las historias de cientos de personas que han transformado sus vidas siguiendo la sabiduría intemporal de Jesse sobre Astronumerología y aplicando su sistema único de parcheo numérico. Este libro pionero ofrece un enfoque innovador de las energías específicas de los números de casa y es una poderosa herramienta para escapar del estancamiento y romper bloqueos tanto grandes como pequeños.

Con este libro aprenderás

  • Las influencias y cualidades de cada número del 1 al 9, así como del amplificador 0,
  • Todo sobre el método original de parcheado de números, que creó Kalsi y que puede mejorar drásticamente las vibraciones de una casa o un negocio,
  • Las infinitas combinaciones de números en casas o negocios que son responsables del éxito o del fracaso, de la felicidad o de la desesperación,
  • La sincronización de los números y cómo trabajar con -y no contra- los ciclos de la vida para progresar y eliminar la confusión y la frustración,
  • Las energías de las direcciones famosas, los políticos y los famosos,
  • Cómo el uso adecuado de joyas, cristales y fichas puede elevar tu energía y ampliar tu sentido de la conciencia.

El Poder de los Números Caseros ejemplifica las habilidades y la experiencia de Kalsi como numeróloga, aportando el empoderamiento que los lectores necesitan para manifestar el futuro que merecen a través de sus mejores números.

IdiomaEspañol
EditorialJesse Kalsi
Fecha de lanzamiento8 may 2024
ISBN9798990581258
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    El Poder De Los Números Caseros - Jesse Kalsi

    EL PODER DE

    LOS NÚMEROS CASEROS

    EL PODER DE

    LOS NÚMEROS CASEROS

    Descubre los mejores números para aumentar la armonía y prosperidad en tu hogar

    por

    JESSE KALSI

    Copyright © 2023 (4ª edición) Jesse Kalsi. www.jessekalsi.com | 510-353-3563

    Todos los derechos reservados. Publicado por Jessekalsi LLC. Ninguna parte de este libro puede ser utilizada o reproducida por ningún medio, gráfico, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias, grabaciones, cintas o por cualquier sistema de recuperación de almacenamiento de información sin el permiso escrito del editor, excepto en el caso de breves citas incorporadas en artículos críticos y reseñas.

    Gracias a Cynthia Keyes Hilton, amanuense, editora, investigadora y ayudante del autor, QuiltTechEd@comcast.net. Gracias también a Sara Rosen, editora, SaraRosen888@yahoo.com. Fotografía de Jesse Kalsi © 2023 Dana Rubin Photography. Diseño de portada: KillerCovers.com.

    Jesse Kalsi ha registrado la marca/marca de servicio number patching para fines comerciales.

    Se prohíbe a todos los demás utilizar la frase con fines comerciales para comercializar servicios de consultoría empresarial o financiera.

    Se ha hecho todo lo posible por proteger la intimidad de los clientes individuales; los personajes públicos se identifican utilizando sus nombres públicamente conocidos.

    Debido a la naturaleza dinámica de Internet, las direcciones web o los enlaces contenidos en este libro pueden haber cambiado desde su publicación y dejar de ser válidos. Las opiniones expresadas en esta obra son exclusivamente las del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista del editor, por lo que éste declina toda responsabilidad al respecto.

    El autor de este libro no dispensa consejo médico ni prescribe el uso de ninguna técnica como for- ma de tratamiento para problemas físicos, emocionales o médicos sin el consejo de un médico, ya sea directa o indirectamente. La intención del autor es únicamente ofrecer información de carácter general para ayudarle en su búsqueda del bienestar emocional y espiritual. En el caso de que usted utilice cualquier información de este libro para sí mismo, lo cual es su derecho constitucional, el autor y la editorial no asumen ninguna responsabilidad por sus acciones.

    Impreso en los Estados Unidos de América.

    ISBN: 979-8-9905812-4-1 (sc) ISBN: 979-8-9905812-5-8 (e)

    Número de control de la Biblioteca del Congreso: 2023908299

    Dedicado a

    Jaswant Kaur Kalsi y Harjinder Singh Kalsi, mi madre y mi padre, para siempre, y a Karen, Amrita y Eshan.

    Antecedentes....................ix

    Introducción................xiii

    Capítulo 1: La magia de los números  1

    Capítulo 2: Mi sistema especial de emparejar números  23

    Capítulo 3: El Sol: Número 135

    Capítulo 4: La Luna: Número 2  59

    Capítulo 5: Júpiter: Número 3  87

    Capítulo 6: Urano: Número 4113

    Capítulo 7: Mercurio: Número 5  135

    Capítulo 8: Venus: Número 6153

    Capítulo 9: Neptuno: Número 7  175

    Capítulo 10: Saturno: Número 8  193

    Capítulo 11: Marte: Número 9  217

    Capítulo 12: Números sincronizados  239

    Capítulo 13: Direcciones célebres, políticos

    y celebridades................249

    Capítulo 14: Rudraksha y cristale  271

    Otras obras de Jesse Kalsi, Información sobre el autor:  277

    Toda la información contenida en este libro es cierta. Son las his- torias de innumerables personas con las que me he encontrado en los últimos treinta años. Leo sus energías, individualmente y en varias combi- naciones, basándome en sus números de casa, números de nombre, fechas de nacimiento, números de teléfono, números de negocios, direcciones de negocios, números de cuentas bancarias, números de la Seguridad Social y cualquier otro tipo de número. Basándome en mi intuición y mis cono- cimientos, y por la gracia de Dios, estoy agradecido de haber podido servir a miles de personas. La energía sigue creciendo por sí sola a medida que me conecto con más y más personas a través de medios de comunicación de masas como la radio, la televisión y las redes sociales.

    He aprendido por las malas que me beneficia trabajar con mis propios números personales y que creo obstáculos innecesarios cuando ignoro lo que me dicen mis números. Mi historia es la de un inmigrante sin dinero que llegó a este país con sólo dos cosas: una fe absoluta en Dios y el conocimiento de los números. Ninguna de las dos cosas me ha defraudado nunca.

    Aprendí por mi cuenta sobre metafísica y numerología leyendo una plétora de libros y a través de la experiencia de trabajar con personas y sus números. Esto no significa, sin embargo, que recibiera apoyo en cada paso del camino. Provengo de una familia de sijs devotos. Mi padre, que servía en las Fuerzas Aéreas indias, visitaba el templo sij todas las mañanas. Mi madre se despertaba escuchando los himnos sagrados todos los días. Recuerdo que crecí en casa de mis padres, donde siempre discutía los ángulos metafísicos de la vida. Mis vuelos de imaginación siempre inspiraban a mi familia a burlarse de mí, ya que pensaban que mis comentarios eran muy jocosos. Recuerdo que, sentados a la mesa, mi padre y mi hermano se empeñaban en decirme: ¿Qué más novedades hay hoy en los números?.

    Serví en el ejército indio durante casi nueve años como capitán de los Rifles Gurkha. Me destinaron a la frontera norte de la India, cerca de la frontera entre Jammu y Cachemira (trágicamente devastada por un gran terremoto en octubre de 2005). Podíamos ver fogonazos de fusil a cualquier hora de la noche y sabíamos que había gente allí disparándonos y nosotros a ellos, pero no sabíamos quiénes eran ni si tenían familia en casa. Un día, cuando subía y bajaba del piquete a principios del verano de 1988, algo extraño y difícil de describir empezó a suceder a mi alrededor. Sentí que me invadía una energía y oí que algo me decía: ¿Quién eres tú para matar a seres humanos? ¿Quién eres tú? No tienes nada que hacer con lo que estás haciendo.

    Tan repentinamente como el destello de un rifle, mi mentalidad cam- bió. Ya no quería estar donde pudiera matar a otros. Cuando se lo comenté a mis padres -que ya no quería servir en el Ejército- se sintieron muy descon- tentos. India es un país del Tercer Mundo, y conseguir un buen trabajo, un trabajo para toda la vida, como servir en el Ejército, es algo muy afortunado. No todo el mundo puede conseguir un trabajo así. Pero aun así quise renun- ciar a mi puesto. Yo tenía una buena hoja de servicios y mi comandante no estaba dispuesto a firmar mi carta de dimisión, ni siquiera a mirarla.

    Pero mi fe en Dios pudo más que el razonamiento humano. Visité el templo de Vaishnodevi, que no estaba lejos de mi puesto. De repente me sentí atraído por ese lugar; me sentí obligado a ir. Subí a esa enorme mon- taña, como quien peregrina, y pedí la ayuda de Dios para que me liberara del servicio militar.

    La situación política en la India se estaba deteriorando, y la comunidad sij era un objetivo del gobierno dominado por los hindúes. Finalmente, mi oficial al mando accedió a firmar mis papeles y remitirlos a las autoridades superiores, pero se rió y me dijo: "Bueno, esto es lo que tú crees que quieres, pero sé que volverás. Sólo lo hago porque insistes tanto".

    Y entonces ocurrió el milagro. Cuando se enviaron los papeles al cuartel general del ejército, el gobierno indio los aceptó, asumiendo que era un oficial sij más. Me avisaron con tres meses de antelación de que me rele- varían del servicio. Estaba encantado, pues ya había estado en Estados Uni- dos hacía un par de años con un visado de turista, y sabía que quería volver. Por aquel entonces, sólo me interesaba el arte de los números, pero sabía que

    El poder de los números caseros

    ––––––––

    los Estados Unidos de América, los EE.UU., América -independiente- mente del término que utilizara para este país- tenían la numerología más compatible con mis números personales. Funcionaría muy bien para mí.

    Había estado en Estados Unidos en 1985 para visitar a unos parientes. Cuando regresé en 1988, de nuevo con un visado de turista, recuerdo que llevaba conmigo el Granth Sahib (la Sagrada Escritura sij). Mi tía, que vivía en Houston (Texas), había pedido uno a mi madre. Yo era su mensajero. Cuando entré en la Inspección de Inmigración de Nueva York, recuerdo que me preguntaron: Hace poco que nos has visitado. ¿Por qué vuelves tan pronto?. Le dije al funcionario que tenía que entregar esta Biblia a mi tía en Houston, Texas. Entonces me concedieron permiso para entrar en el país. Así fue como llegué a Estados Unidos.

    Al principio, no entendía que tenía una responsabilidad kármica, un deber, de compartir mi talento con los números con otras personas. Al prin- cipio no hice de este talento el centro de mi vida. Sin embargo, mis escar- ceos con los números pronto se convirtieron en una fuerza más poderosa de lo que podía imaginar.

    Mientras vivía en las dependencias de un rancho en Yuba City, Califor- nia, un caballero al que había conocido antes volvió por casualidad con su hermano, que vivía en la zona de la bahía, y me dijo que quería consultarme algunos números. Tras pasar unos 30 minutos conmigo, me preguntó: ¿Cuánto le debo?. Tomado por sorpresa, le dije: Oh, veinte dólares.

    Me pareció muy extraño que el hombre insistiera en que cogiera 40 dólares, exactamente la cantidad que necesitaba para pagar una deuda. Poco después de que se marchara, me acerqué al granjero y le di el dinero que le debía. Con el paso de los años, me di cuenta de que en aquel momento el Espíritu me estaba diciendo: Este es el camino que debes seguir. Así es como debes interactuar con el mundo. Esto es lo que debes hacer. Con el paso del tiempo, me mudé a la zona de la bahía y trabajé en muchos empleos, desde repartir pizzas a lavar coches o trabajar en seguridad noc- turna en empresas tecnológicas de Silicon Valley, simplemente intentando salir adelante.

    Cuando salí de mi país, quise aprender a volar y más tarde montar una escuela de vuelo basada en mis antecedentes militares. Con el dinero

    que conseguí al dejar la India, al principio pasé algún tiempo en Meacham Field, Fort Worth, Texas, para obtener las habilitaciones de piloto privado, de instrumentos y comercial. Recuerdo haber hecho todo tipo de traba- jos esporádicos y haber luchado mucho para conseguir mi habilitación de Instructor de Vuelo Certificado en el Aeropuerto General de Hayward, en la bahía de San Francisco. Pero creía tanto en mí mismo y me esforcé tanto que finalmente obtuve el CFI.

    Después de dar clases durante menos de un año, una abogada se puso en contacto conmigo para pedirme ayuda. Esto fue en un momento en que muchas personas de la India estaban llegando a los Estados Unidos, y el abogado necesitaba traductores para ayudarla en el INS con su trabajo de inmigración. Por mi experiencia en la India y mi conocimiento de idiomas, yo era alguien a quien podía recurrir para ayudar a muchas personas.

    Más tarde obtuve una licencia inmobiliaria y abrí mi propia empresa después de convertirme en agente. Durante un tiempo olvidé lo importantes que eran para mí los números. Fue entonces cuando conocí a mi mujer. Su aportación pasó a ser importante. Como había nacido y crecido en este país, pensé que quizá ella sabía más que yo. Me trasladé a una oficina en Hayward que elegimos, no por los números, sino por la ubicación. Recuerdo, durante esos cuatro años en ese local de Hayward, lo difícil que volvió a ser para mí sobrevivir. El dinero escaseaba, pero seguí adelante con mi fuerza de volun- tad y determinación.

    Finalmente me di cuenta de que debía volver a lo que mejor sabía hacer: los números. Decidí avisar al propietario de mi negocio con 30 días de antelación, sin tener ni idea de adónde iría después. Mis guías volvieron a ayudarme y acabé en un número excelente en Fremont. (Desde entonces he cambiado de local y ahora trabajo principalmente desde casa, como hace mucha gente hoy en día). Desde entonces no he vuelto la vista atrás. He comprado y vendido propiedades a lo largo de los años, sin dejar nunca de lado lo que mejor conozco, y mis transacciones han sido gratificantes económicamente.

    Introducción

    Mis números personales

    Como la mayoría de los inmigrantes que empiezan de cero en un país, experimenté mi ración de problemas y luchas tras llegar a Estados Unidos. Tengo la suerte de haber tenido el conocimiento de los números, y a medida que avanzaba en este país, utilicé los números en mi beneficio.

    El primer lugar donde me alojé fue el templo sij de Fresno, en el 3060 de South Cherry Avenue (esta dirección tiene energía de Marte, con 3 y 6 amplificados por dos 0). Los ancianos del templo me permitieron refugia- rme allí durante más de un mes. Me enteré de que había una gran comuni- dad sij en la región, cerca de Yuba City, y allí busqué refugio.

    Entonces no tenía dinero. Conocí a un caballero sij que tenía una tienda en Gridley, una pequeña ciudad del condado de Butte. El trato consistía en que yo podía utilizar una habitación de su apartamento, pero tenía que trabajar en su tienda. Hablé de números unas cuantas veces, y este hombre

    -como buen hombre de negocios que era- no perdió el tiempo y puso un anuncio en la emisora de radio local. Me sorprendió el número de personas que empezaron a ponerse en contacto conmigo mientras yo trabajaba de cajera en su tienda. Con el tiempo, me di cuenta de que este individuo se estaba aprovechando de mí y me utilizaba para promocionarse en la comu- nidad empresarial. Poco después, decidí dejarlo. Preferí luchar y mudarme a un pequeño cobertizo en Yuba City a que se aprovecharan de mí. Pero la gente -seikhs y no seikhs por igual- seguía poniéndose en contacto conmigo para pedirme información sobre sus números.

    El cobertizo estaba detrás del 1156 de Ruth Avenue (energía de Urano, número 13 cuando se añadió). Los propietarios de esta propiedad estaban luchando a sí mismos, y me dieron este lugar por $ 70 al mes. Viví allí poco más de cuatro meses. Fue la época más difícil de mi vida. A menudo me

    preguntaba por qué me había metido en esta situación: Venía de una familia que tenía bastante éxito y era feliz en la India. Después de dejar las fuerzas armadas, fue la energía de mi padre la que me empujó fuera de su casa. Entonces me convertí en un vagabundo durante un tiempo, quizá buscando respuestas por mí mismo.

    Recuerdo una noche en este cobertizo. Por alguna razón, sigo recor- dando esta experiencia con frecuencia. Me desperté de repente a medi- anoche, o mejor dicho, alguien me despertó. Podía percibir una fuerte fragancia, un perfume conmovedor. Me levanté y empecé a bailar en medio de la noche, sola en el cobertizo, y me llegó un fuerte mensaje que me decía: No te preocupes, ya me he ocupado de todo.

    Poco después de aquella visita a medianoche, mi situación migratoria se ajustó. Me di cuenta de que no pertenecía a una comunidad agrícola y decidí trasladarme al Área de la Bahía. Tenía un pequeño mapa del Área de la Bahía y empecé a mirar diferentes ciudades, buscando la vibración numer- ológica adecuada. Me sentí atraída por San Leandro, que tenía una fuerte energía de Marte en su nombre. Después de mudarme de Yuba City a San Leandro, un caballero que me había conocido recientemente me cofirmó un apartamento. Tenía algunas opciones, así que elegí el número 27 (Marte) porque fluía bien con mi energía. También sabía que esta energía sería buena para adaptarme, pero no ideal para el dinero.

    Un año después de mudarme al apartamento 27, recibí la tarjeta verde y estaba encantado. Tenía muchos trabajos: en la cadena de montaje de una empresa de alta tecnología en el turno de noche, como guardia de seguridad, repartiendo pizzas, lavando coches en una subasta de Fremont y como tra- ductor para un abogado de inmigración. Esto duró un par de años y apenas llegaba a fin de mes. Mientras vivía en el apartamento 27, también luché y me esforcé mucho para obtener una licencia de Instructor de Vuelo Certifi- cado (CFI), e impartí clases durante un breve periodo de tiempo.

    Un día, decidí parchear el número de mi apartamento. Utilicé los números 3, 3 y 6 alrededor del número 27 para darle más energía de Júpiter y Venus. El administrador de mi apartamento era una persona agradable a la que nunca le importó lo que yo pegara en la puerta. Pero ese cambio de número me vino de maravilla. Poco después, me puse muy ocupada como asistente jurídica y trabajé con muchos abogados.

    Fue un mensaje claro y contundente en aquel momento: la numerología era mi camino. Pero, por alguna razón, seguía sin entenderlo. Me ape- tecía más obtener la habilitación de CFI y montar una escuela de vuelo que asesorar a la gente sobre números. La numerología me resultaba tan fácil;

    ¿cómo podía ser trabajo? Mientras tanto, seguí yendo a la escuela y obtuve mi licencia inmobiliaria y mi licencia de agente inmobiliario.

    Con los años, mi propia experiencia vital ha cambiado por completo mi percepción y me ha dotado de una mayor claridad sobre el propósito de mi vida. Aunque ahora soy un agente inmobiliario de éxito, no pasa un día sin que consulte a la gente sobre su casa y sus números personales. También me he dado cuenta de que consultar a la gente tiene un efecto sinérgico en mi negocio: aunque no pido a mis clientes de numerología que me pongan en venta o me compren, los teléfonos empiezan a sonar de todos modos y me mantienen a mí y a mi personal muy ocupados. Interpreto que esto significa que voy por buen camino.

    Después de cambiar el número de mi piso, conocí a mi futura esposa y, al cabo de un año, compré mi primera casa en Castro Valley (la direc- ción era 6300 Ridgewood Drive [Marte, 63 amplificado dos veces]). Elegí el número 6300 porque tenía una fuerte energía de Venus y Júpiter. Viví en esta casa durante más de tres años, muy contento tanto personal como pro- fesionalmente. Mi mujer y yo también nos casamos en esta casa.

    Una buena mañana, mi mujer me dijo de repente: Se está construy- endo una nueva urbanización en la zona de Mission Hills, en Fremont, y sería un sitio estupendo para vivir. Yo dudaba si mudarme a esa zona. No dije nada, pero la dejé investigar sobre una posible mudanza. Acampó a las afueras de la subdivisión, ahora llamada Avalon Estates, inflexible sobre la compra de una casa más grande. Al darme cuenta de lo que ese cambio podría suponer para mí en cuanto a los pagos de la casa con respecto a mi situación financiera de entonces, le dije que sólo haría el cambio si el número de la casa era correcto. Afortunadamente, lo era, y terminé comprando una propiedad en 3003 Woodside Terrace (Venus, 33 amplificado dos veces) en la zona de Avalon Estates en Fremont.

    A principios de 2000, le dije a mi mujer que sería buena idea poner esta propiedad en venta. No le hizo ninguna gracia: le encantaban nuestras vis- tas de la bahía y el tamaño de esta casa de más de 1.500 metros cuadrados.

    Pero aceptó. En aquella época, el primer boom de las puntocom estaba en su apogeo y el dinero fluía como el agua en la zona de la bahía. Puse el cartel de Se vende el 1 de febrero de 2000. Durante la primera jornada de puertas abiertas, llovía a cántaros. Me sorprendió la cantidad de gente que firmó el libro para ver la casa: ¡casi 75 personas vieron la casa el primer día!

    Tres días después, recibí dos ofertas por escrito. Una de ellas era de 1,9 millones de dólares, todo en efectivo. La agente inmobiliaria que presentó la oferta era (y es) muy conocida a nivel local en la venta de viviendas de alto standing. Cuando entró en mi despacho, me di cuenta de que tenía muchas ganas de hablar conmigo y que incluso estaba dispuesta a revisar la oferta si yo quería.

    Llamé a mi mujer y le pedí que viera la oferta. Era la primera vez que veía una oferta tan grande, y sus ojos reflejaban su asombro: ganaríamos más de un millón de dólares si se realizaba la venta. Le pedí que firmara su parte del contrato, y así lo hizo. La plica se cerró exactamente a los 10 días, como se había acordado en el contrato, y recuerdo perfectamente que fui al banco con ese gran cheque en la mano, todavía incrédulo.

    Este número de casa había cambiado mi vida y profundizado mi creen- cia en el poder de los números de casa. Después de vender esta casa, teníamos prisa por encontrar una nueva. Conduciendo por East Bay, vimos una nueva urbanización que se estaba construyendo detrás de un enorme embalse.

    La vendedora nos dijo que la urbanización estaba completamente ven- dida, pero que había una posibilidad: una oferta que ella había redactado ese mismo día y cuyos compradores no estaban seguros de llevarla a cabo. La representante nos pidió que volviéramos sobre las 15:00 para comprobarlo. Llegamos media hora antes y nos dijeron que estábamos de suerte, ya que la pareja que había planeado comprar la casa había cambiado de opinión. El representante de ventas dijo que, si queríamos la propiedad, debíamos pagar el depósito de inmediato. Tuve que volver a mi oficina, a unos 10 minutos de distancia, para coger mi talonario de cheques. Cuando volvimos a la oficina de ventas, había otras dos parejas esperando. Les habían dicho que esperaran otros 10 minutos si no aparecíamos. En cuanto entramos, el vendedor dijo: Oh, aquí están. Pudimos ver la decepción en las caras de los demás. Compré esta propiedad, justo al lado de un arroyo, una ubicación muy cómoda. El número original de esta casa era 37794 (30, Jupiter).

    Cuando compré esta casa, no me preocupé por el número, en parte porque no tenía elección: sólo había una casa disponible y mi mujer estaba decidida a mudarse a esta urbanización. Pero después de haber realizado el parcheado de números en mi apartamento de San Leandro, sabía que podía cambiar fácilmente la energía de esta puerta añadiendo los planetas adecuados, en caso de que nuestra nueva casa no tuviera el número cor- recto para mí. Utilicé Júpiter, Saturno y el Sol para cambiar la energía de la casa. Después de mudarnos a la residencia 37794, ocurrieron varios aconte- cimientos positivos:

    Trasladé mi oficina a un lugar más grande y nuevo, con mucha energía de Júpiter y Mercurio.

    Poco después de mudarme a mi nueva oficina, el periódico San Jose Mercury News se puso en contacto conmigo para escribir un artículo sobre numerología residencial. Me sorprendió que apareciera un artículo a toda página en la sección de negocios del periódico.

    Tras el traslado de la oficina, aumentaron mis apariciones en emisoras de radio de toda la costa oeste. Se pusieron en contacto conmigo destacados productores de televisión y reporteros interesados en organizar apariciones mías en sus programas.

    Vengo de una familia de sijs devotos. Ninguno de ellos entiende ni me escucha hablar de números, numerología u otros temas relacionados. Nada de eso tiene sentido para ellos. Pero me llevé una grata sorpresa cuando visité la India hace varios años, porque, por primera vez, mi padre quiso sentarse a hablar de los números de su cuenta bancaria. Me pareció extraño, pero la forma en que me preguntaba por los números y por mi opinión sobre ellos me asombró por completo. Después de la primera edición de este libro, inc- luso me pidió ejemplares para enviárselos a sus amigos y socios.

    Creo que mi padre finalmente llegó a apreciarme por lo que soy y por lo que he logrado, aunque no fuera en absoluto lo que él imaginaba que llegaría a ser cuando era niño. Recuerdo la visión que mi padre tenía de mí: que serviría a las fuerzas armadas hasta el final de mi vida, como han hecho muchos sijs, pero todo ha resultado muy distinto. No hay comparación

    entre mi camino y el que siguieron mi padre, mi hermano u otros miembros de mi familia, aquí o en la India: cada persona debe vivir su propio destino.

    A lo largo de los años, he consultado a miles de personas, y mi círculo de contactos se amplió cuando mi oficina se trasladó a Fremont. Cuando trasladé mi oficina a Newark, el círculo volvió a ampliarse. Mi creencia en mi trabajo y en el poder de los números en los hogares y las empresas se ha confirmado una y otra vez.

    C a p ít u l o 1

    La magia de los números

    Los números están vivos

    Existen muchas escuelas de numerología. En la mayoría de estas escuelas, se suman números significativos o secuencias de números (fechas de nacimiento, números de casa, etc.) para obtener un resultado de un solo dígito. Pero cada número es en realidad un planeta, con sus propias cuali- dades, energía, cristales e interacciones con otros planetas. En mi consulta, siempre veo los números como planetas, y no como números. Nunca los sumo para obtener un resultado compuesto, como hacen otros numerólo- gos. Cada número es importante, ya que es un planeta por sí mismo.

    Todas las escuelas de pensamiento reconocen que los números están llenos de energía. Cada dígito del 1 al 9 conlleva cualidades únicas que se manifiestan en forma de energía física. Nuestros cumpleaños son un buen ejemplo de ello: el día, mes y año en que naciste es como un registro de ti. Contiene tu historia, tus características, tus tendencias y tu propósito en la Tierra. No es casualidad que tu alma decidiera volver cuando lo hizo, ya que tu fecha de nacimiento se convierte en una parte permanente de ti. Más allá de tu cumpleaños, los números que te rodean también dictan tu destino: los números de teléfono, de cuenta bancaria, de empresa y de resi- dencia pueden determinar tu nivel de ingresos, tu salud o la falta de ella, y cómo te llevas con tu pareja y tus familiares. Incluso puedes modificar las letras de tu nombre o cambiarlo por completo para alterar tu energía. Estos números ajustables pueden marcar la diferencia entre la riqueza o la pobreza,

    la armonía o la discordia, el bienestar o la enfermedad. A diferencia de tu cumpleaños, tienes libre albedrío para jugar con estos números y ajustarlos en tu beneficio.

    Muchos de nosotros nos sentimos atraídos por ciertos números y no sabemos por qué, o pensamos que un número concreto nos traerá suerte. Pero si no tenemos conocimientos adecuados sobre el funcionamiento de la numerología, es más probable que escojamos números que no sólo no aumenten nuestra suerte, sino que pueden ser francamente desventajosos para nosotros. Puede imaginarse que es vital aprender a elegir no sólo números que parezcan atractivos o que tengan un significado cultural, sino los números correctos que nos protejan y nos ayuden a progresar hacia nues- tros objetivos.

    Este libro profundiza en los números del hogar en particular. La numer- ología básica de una persona debe alinearse con su dirección residencial para que esa persona y su familia prosperen en su hogar. Mi segundo libro, Todo sobre los números, se basa en los números personales. También es imperativo entender que las direcciones de negocios son un asunto aparte y operan de manera diferente a las direcciones residenciales. Por lo tanto, la infor- mación de este libro sólo debe aplicarse a los números residenciales y no a los números comerciales.

    Este capítulo te familiarizará brevemente con el significado de cada número del 1 al 9, así como con el amplificador 0. Recuerda que los números no vibran sólo en forma de un dígito; los números compuestos también por- tan energías específicas, dependiendo de los dígitos presentes, del orden en que aparecen y de si hay o no amplificadores (0). Por ejemplo, en el capítulo 3 (el Sol), abordaré muchos aspectos del número Uno. Diez es un Uno, 19 es un Uno y 28 es un Uno, pero todos transmiten energías diferentes. 37, 46, 55 y sus reflejos también son todos Unos. La mayoría de los numerólogos dirán que todos son el mismo Uno, pero un Uno formado por 1 + 9 no tiene las mismas características que un Uno formado por 2 + 8, 3 + 7, o cualquiera de las otras combinaciones de Uno.

    En el caso de 1 + 9, el Uno está formado por el Sol + Marte. Pero en el caso de 2 + 8, el Uno consiste en la Luna + Saturno, ¡una situación completamente diferente! Y ambos son muy diferentes del Uno formado por 5 + 5 -Mercurio dos veces-, que plantea sus propios retos. Esto ilustra

    cómo el número 10 podría parecerle a alguien que sólo suma los números y no se da cuenta de los planetas involucrados en el número Diez. Siempre que aparece un cero en una dirección, amplifica las energías ya presentes, ya sea para bien o para mal.

    Mientras hacía lecturas para clientes y personas que me llamaban a lo largo de los años, llegué a darme cuenta de que las energías conflictivas son creadas por ciertos planetas que se repiten una y otra vez. Por ejemplo, el Sol + Júpiter son como dos capitanes en un equipo, cada uno intentando tomar el control. Urano + Venus se atraen mutuamente y crean problemas difíciles al bloquear las buenas relaciones y crear, en cambio, relaciones cor- tas e insatisfactorias. Urano tiene una fuerte tendencia a atraer más energía de Urano y/o Saturno, y cada vez que se produce esta combinación, trae consigo una fuerte espiral negativa. Saturno es una energía muy difícil por sí misma. Aunque representa el gran dinero y los grandes negocios, Sat- urno también tiene tendencia a atraer más energía de Saturno y/o Urano en muchas formas, y esta combinación siempre tiende a hundir a sus víctimas, lenta pero inexorablemente.

    Estas energías conflictivas, una vez identificadas, pueden corregirse con bastante facilidad introduciendo otros números

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